Britney Spears no se guardó nada en The Woman in Me, su libro autobiográfico donde a lo largo de 275 páginas revela detalles secretos de su vida: desde su ascenso a la fama, hasta la batalla legal para terminar con la tutela de su padre.
Con este libro, dedicado a sus hijos y a sus fans, cuenta al mundo lo que sucedía detrás de las cortinas durante los momentos más complicados de su vida, pero también muestra su lado más humano y detalla anécdotas dignas de un gran chisme.
Checa: Britney Spears tuvo un aborto durante su relación con Justin Timberlake: “él no quería ser padre”
A continuación te contamos algunas de las revelaciones más grandes de Britney Spears en The Woman in Me (La mujer que soy), el cual fue publicado este 24 de octubre.
En sus memorias, Britney Spears dijo que durante el tiempo de la tutela se convirtió en “una especie de niña-robot“, ya que “me infantilizaron tanto que estaba perdiendo piezas de mi identidad. La tutela me arrebató mi madurez y me convirtió en una niña”.
La cantante de 41 años dijo que su papá, Jamie Spears, aprovechó su imagen para crecer su fortuna personal e inclusive una vez le dijo a ella “yo soy Britney Spears ahora”.
Jamie Spears, quien tampoco la dejaba escoger a sus novios, la atacaba por su apariencia física y le decía constantemente que se veía gorda. “Si creía que las críticas de la prensa sobre mi cuerpo eran malas, me dolió mucho más cuando venían de mi padre”.
Cuando Britney estuvo internada en un centro de salud mental durante meses por la tutela, ella le escribió a su hermana Jamie Lynn Spears para que la ayudara a salir.
Su hermana le respondió “deja de luchar, no hay nada que puedas hacer sobre esto, así que deja de pelear”.
Después de que terminara la tutela, Britney Spears se sintió “traicionada” por su familia y dijo que mientras ella luchaba contra su padre, Jamie Lynn estaba escribiendo un libro para tratar de “capitalizar” con la situación, inventando historias.
“Me decepcionó mucho”, explica Britney, aunque también dice que está consciente de los problemas de su hermana y que está “trabajando para sentir más compasión que enojo por ella y sobre todas las personas que me hicieron daño”.
Britney también confirmó los rumores sobre si había engañado a Justin Timberlake durante su relación. Ella dijo que sí le fue infiel una vez con su bailarín Wade Robson, pero dijo que lo hizo después de enterarse que su entonces pareja también le había puesto el cuerno.
“Wade y yo salimos una noche y fuimos a un bar español. Bailamos y bailamos y nos besamos esa noche”.
Y aunque decidieron seguir adelante un tiempo más con su relación, finalmente Justin Timberlake terminó con ella a través de un mensaje de texto. Britney explica que se sintió “devastada” y lastimada por la imagen de “la ramera que le rompió el corazón al chico dorado” que creó Timberlake (a quien señala de haberla engañado más de una vez).
Pero después de que la relación con Justin Terminaba, Britney Spears le echó ojito a Colin Farrell, quien se encontraba cerca de ella filmando la película S.W.A.T.
“(Yo y Colin) terminamos teniendo una ‘lucha’ durante 2 semanas. ‘Lucha’ es la única palabra para describirlo, estábamos encima el uno del otro de una forma tan apasionada que parecía una pelea callejera”.
A final de cuentas solo se trató de un romance breve, aunque ella admite que por un momento pensó que podría haber algo más ahí.
Al poco tiempo de que se terminara su relación con Timberlake, Britney tuvo una entrevista con la periodista Diane Sawyer de ABC News, quien la tomó por sorpresa con todas las “preguntas vergonzosas” que le hizo.
“Yo me iba a mi departamento para estar sola, pero ahora estaba forzada a hablar con Diane Sawyer ahí y llorar enfrente de todo el país. No debieron forzarme a hablar enfrente de todos ni hacerme llorar enfrente de esta extraña, una mujer que me atacó una y otra vez con preguntas difíciles. Me sentí explotada y engañada enfrente del mundo entero”.
Para Britney, esa entrevista fue “un punto de quiebre interno“, ya que ella hubiera podido sanar de mejor forma estando sola en lugar de contar sus problemas personales de manera pública. “Pero no tuve opción, parecía que a nadie le importaba cómo me sentía”.
Desde el inicio de su carrera, cuando ella tenía unos 15 años, dijo que los hombres la veían “de arriba para abajo”.
Cuando su primer manager, Larry Rudolph, la llevó a una audición en Nueva York, Britney recuerda que debió cantar en un cuarto lleno de hombres con trajes que disfrutaban verla mientras cantaba “I Have Nothing” de Whitney Houston con un vestido corto y tacones.
Además, señala que desde el inicio los medios y todo el mundo especulaba sobre si se había hecho un aumento de busto, mientras que nadie jamás especulaba ni decía nada sobre el aspecto físico de los cantantes masculinos.
En 2007 finalmente decidió rapar su cabeza como consecuencia de ser acosada y observada de forma desagradable desde que era una adolescente.
“Raparme fue mi forma de contraatacar. Con mi cabeza rapada, todos tenían miedo de mí, hasta mi mamá”.
Durante esa época, Britney Spears también fue fotografiada cuando golpeaba el auto de un paparazzi con un paraguas. Ella explica que esto lo hizo como frustración por la situación que vivía en la que se encontraba en una batalla legal por la custodia de sus hijos.
Durante los momentos más difíciles de la tutela, Britney Spears conoció el movimiento #FreeBritney cuando estaba durante rehabilitación.
“Mi padre me dijo que si no iba a rehabilitación, tendría que ir a la corte y quedaría avergonzada”. Ella explica que su papá le dijo que la haría quedar como una “idiota” si no lo hacía.
Sin embargo, durante su rehabilitación, una enfermera le enseñó videos de sus fans quienes se habían organizado para apoyarla y estaban en contra de la tutela.
“Eso fue lo más increíble que he visto en mi vida. No creo que la gente sabe cuándo significó el movimiento #FreeBritney para mí, especialmente al inicio”.
Sucede un día después de que el Departamento de Seguridad Interior anunciara que revocará el acceso de la universidad a los programas de visas de estudiantes.
La Universidad de Harvard presentó una demanda contra el gobierno de Trump, después de que este le revocara este jueves la facultad de matricular a estudiantes internacionales, intensificando la disputa entre la Casa Blanca y una de las instituciones más prestigiosas de EE.UU.
En la demanda presentada en Boston, la universidad denunció las acciones del gobierno como una “violación descarada” de la ley.
Este jueves el Departamento de Seguridad Interior de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) anunció que le quitará a la universidad el acceso a los programas de visas de estudiantes.
El gobierno de Trump afirma que Harvard no ha hecho lo suficiente para combatir el antisemitismo ni para cambiar sus prácticas de contratación y admisión, una acusación que la universidad ha negado enérgicamente.
Hay aproximadamente 6.800 estudiantes internacionales en esa universidad, que representan más de 27% de sus matrículas este año.
“De un plumazo, el gobierno ha buscado eliminar a una cuarta parte del personal estudiantil de Harvard, estudiantes internacionales que contribuyen significativamente a la universidad y su misión”, alegó Harvard en su demanda.
Harvard ha solicitado una orden para frenar la medida del Departamento de Seguridad Interior para revocar la certificación del Programa de Visitas de Intercambio de Estudiantes de la universidad, un mecanismo mediante el cual se el permite matricular a alumnos extranjeros.
“Condenamos esta horrible e injustificada acción”, expresó en una carta el presidente de la institución Alan Garber.
“La revocación continúa una serie de acciones del gobierno para tomar represalia contra Harvard por nuestra negativa a entregar nuestra independencia académica y someternos a la toma de control ilegal por parte del gobierno federal de nuestro currículum, de nuestro cuerpo docente y nuestro alumnado”, escribió.
El gobierno de Trump tiene en la mira a Harvard y a otras universidades élite, a las que acusan de no hacer lo suficiente para reprimir a los activistas pro palestinos, y de discriminar los puntos de vista conservadores.
Harvard ha dicho anteriormente que ha adoptado muchas medidas para abordar el antisemitismo, y que las exigencias del gobierno son un esfuerzo por regular las “condiciones intelectuales” de la universidad.
El gobierno ha amenazado con revocar la exención de impuestos de la que se beneficia la universidad y ha congelado miles de millones de dólares en subvenciones gubernamentales a la institución.
Harvard no solo es la universidad más prestigiosa de Estados Unidos, sino también la más rica de ese país y del mundo.
La institución acumula un “endowment” (fondo patrimonial propio que invierte para financiar sus actividades) de US$53.000 millones, más que el producto interno bruto de 120 países, entre ellos Islandia, Bolivia, Honduras o Paraguay.
Donaciones millonarias, inversiones exitosas y una estricta gestión han hecho de Harvard una entidad con recursos suficientes.
Su fortaleza financiera es una poderosa herramienta para resistir presiones políticas y económicas que harían tambalear a otras universidades.
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