Home
>
Animal MX
>
Entretenimiento
>
Todo sobre ‘A Million Miles Away’, la película sobre el astronauta mexicano José Hernández
Todo sobre ‘A Million Miles Away’, la película sobre el astronauta mexicano José Hernández
El astronauta José Hernández será interpretado por el actor Michael Peña. Fotos: NASA y Prime Video.
3 minutos de lectura

Todo sobre ‘A Million Miles Away’, la película sobre el astronauta mexicano José Hernández

La historia del astronauta José Hernández, de origen mexicano, llega en forma de película con 'A Million Miles Away'. Te contamos cuándo se estrena y todos los detalles.
15 de agosto, 2023
Por: Abigail Camarillo
@aabi_cm 

Las historias de mexicanos triunfadores seguirán acaparando la pantalla. En septiembre llega A Million Miles Away, película que se basa en la historia real del astronauta José Hernández, de origen mexicano.

Aunque no fue el primer mexicano en llegar al espacio –ese logro es de Rodolfo Neri Vela– y tengamos más fresco el caso de Katya Echazarreta, la primera mujer mexicana en viajar al espacio, la historia de José Hernández es igual de inspiradora.

Tráiler, fecha y dónde se estrena A Million Miles Away

La película es dirigida por la mexicana Alejandra Márquez Abella, quien también estuvo detrás de películas como Las niñas bien (2018), un par de episodios de la tercera temporada de Narcos: México y El norte sobre el vacío (2022). Esta última es multi nominada en los Premios Ariel 2023.

El encargado de interpretar al astronauta José Hernández es el actor Michael Peña. Lo recuerdas por las dos primeras películas de Ant-Man y por dar vida a Kiki Camarena en Narcos: México.

A Million Miles Away se estrena el próximo 15 de septiembre en Prime Video.

La historia real del astronauta José Hernández

Es muy probable que en algún momento de tu niñez también hayas soñado con ir al espacio. Son pocas las personas que por más loco que suene ese objetivo, se esfuerzan al máximo y lo consiguen.

Ese es el caso de José Hernández Moreno, hijo de migrantes mexicanos originarios de La Piedad, Michoacán.

Como puedes ver en el tráiler de A Million Miles Away pasó gran parte de su vida en lo que se conoce como “el circuito californiano”, entre México y Estados Unidos.

Su familia trabajaba en el campo, así que viajaba cada marzo desde México hasta el Sur de California pata trabajar en la zona de Stockton cosechando fresas y pepinos.

Para Navidad e inicio de año, su familia regresaba a México y reiniciaban su viaje cada primavera.

NASA Plus: el nuevo servicio de streaming (GRATIS) para ver videos del espacio

El sueño de ir al espacio

En una entrevista con la NASA, el astronauta José Hernández platicó que su sueño se convirtió en meta cuando cursaba el último año de la preparatoria, a mediados de los 80.

“Estaba pasando la azada por una fila de remolachas en el campo, cerca de Stockton, California, cuando escuché por la radio que Frank Chang-Díaz había sido elegido para el Cuerpo de Astronautas”, dijo Hernández.

Como contexto, Frank Chang-Díaz, de origen costarricense, fue el tercer latinoamericano, pero el primer inmigrante latinoamericano astronauta de la NASA seleccionado para ir al espacio.

Luego de terminar la preparatoria, José Hernández se metió en la Universidad del Pacífico de Stockton. Se graduó como ingeniero eléctrico y tuvo una beca completa para el programa de graduados de la Universidad de California en Santa Bárbara, donde continuó sus estudios de ingeniería.

Su trabajo en el Laboratorio Nacional Lawrence Livermore en la década de 1990 contribuyó a una nueva herramienta para la detección temprana del cáncer de mama.

astronauta josé hernández
El astronauta José Hernández, especialista de la misión STS-128, recibe ayuda para ponerse una versión de entrenamiento de su traje en el Centro Espacial Johnson de la NASA. Foto: NASA

Antes de irte: Virgin Galactic llevó al espacio a sus tres primeros turistas espaciales

En 2001, Hernández se unió al Centro Espacial Johnson, en Houston, Texas.

Después de tres años y de haber sido rechazado once veces para el entrenamiento de astronautas por parte de la NASA, José Hernández fue seleccionado en mayo de 2004.

Trabajó en varias asignaciones técnicas hasta que el 15 de julio de 2008 fue elegido como especialista de misión en la misión STS-128. Esta se lanzó el 28 de agosto de 2009 y esa fue su primera vez en el espacio.

josé hernández nasa
El astronauta José Hernández, especialista de la misión STS-128, maneja los controles en la cabina de vuelo del transbordador espacial Discovery mientras está acoplado a la Estación Espacial Internacional el 31 de agosto de 2009. Foto: NASA
Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
Imagen BBC
Por qué es clave el Catatumbo, la región de Colombia que se disputan el ELN y las FARC y que desató una crisis humanitaria
7 minutos de lectura

Como otras regiones en Colombia, el Catatumbo parece estar condenado por su riqueza natural, geográfica y de recursos.

24 de enero, 2025
Por: BBC News Mundo
0

El río Catatumbo es testigo de la historia de vida y muerte que marca a Colombia.

Baña a la región a la que da nombre, una de las más ricas en recursos y mejor geolocalizadas del país, y por años también fue depósito de los cadáveres que dejó la brutalidad paramilitar en la zona a fines de los 90.

Si bien la violencia nunca se apaciguó del todo, expertos ven ahora, más de dos décadas después, cómo se reviven algunas de las peores escenas de aquella época.

Desde el 15 de enero, violentos enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC dejan al menos 80 muertos y más de 30.000 desplazados huyendo del horror.

La situación es ya considerada una crisis humanitaria.

La disputa por esta región es tan feroz que puso en jaque a la paz total que anhela el presidente Gustavo Petro para Colombia, quien suspendió las negociaciones con el ELN y movilizó a miles de soldados a la zona.

“La situación del Catatumbo es un fracaso de la nación”, dijo Petro.

Muchos leen la frase como un reconocimiento de que su política de paz está lastimada, pero otros la vinculan a las décadas que el Catatumbo acumula a merced de grupos armados, con un Estado que no logra resolver la violencia y precariedad a la que se exponen sus habitantes.

Como muchas otras partes del país, el Catatumbo parece condenado por su riqueza.

Qué implica controlar el Catatumbo

La región ocupa alrededor de la mitad del departamento Norte de Santander, en el nororiente colombiano, y parte del sur del Cesar.

Es un territorio de más de 4.800 km² junto a la frontera venezolana donde predominan bosques y selvas y una amplia variedad climática.

“Esta condición la hace muy apetecible como corredor estratégico y de movilidad para grupos armados insurgentes e ilegales”, le dice a BBC Mundo Gerson Arias, investigador de la Fundación Ideas para la Paz (FIP).

“En términos geográficos, el Catatumbo permite conectar el norte del país con Venezuela”, agrega por su parte Jorge Mantilla, doctor en criminología de la Universidad de Illinois en Chicago.

Si una guerrilla llegase a controlar por completo el Catatumbo, como ahora mismo se la disputan el ELN, disidencias de las FARC y grupos paramilitares, estaría cerca de dominar la frontera colombo-venezolana y el norte colombiano.

Esto es, en la práctica, hacerse con un vasto y estratégico territorio lleno de recursos naturales al que se le pueden sacar rentas millonarias.

Fue algo que comprendieron los primeros grupos guerrilleros que se asentaron en la región desde los 70, en pleno conflicto armado.

Mapa del Catatumbo
BBC

La riqueza que atrajo violencia

El Catatumbo fue en la primera mitad del siglo XX la primera provincia petrolera de Colombia.

Según la Agencia Nacional de Hidrocarburos, su cuenca ha sido una de las más prolíficas del país, aunque el crudo no trajo el progreso esperado para la región.

En ese contexto llegaron las guerrillas, atraídas por rentabilizar esa industria y aprovechar que el territorio vivía “marginado por el Estado”, según describe el Centro Nacional de Memoria Histórica.

El ELN y el Ejército Popular de Liberación (EPL, ya desmovilizado) arribaron a fines de los 70. Las FARC a mediados de los 80.

Bandera del ELN en un campamento en la selva del Catatumbo.
Getty Images
Desde su instalación en los 70, el ELN mantuvo una presencia en el Catatumbo que hoy es casi hegemónica.

Según se expandieron estos grupos insurgentes de izquierda, el Estado aumentó su presencia militar, intensificándose el conflicto.

Luego, a fines de los 90, los habitantes sufrieron lo que ellos llaman la “arremetida paramilitar”, una barbarie que desde entonces estigmatiza a la región con sangre y terror.

Las muertes masivas y selectivas fueron constantes. Decenas de cuerpos eran arrojados al río Catatumbo. Muchos por supuestamente estar vinculados a grupos guerrilleros (ELN, EPL o FARC), según las razones que daban los paramilitares.

Las riberas de los afluentes se convirtieron en fosas comunes de las masacres.

Río Tarra que divide a Colombia y Venezuela en el departamento de Norte de Santander.
Getty Images
Los afluentes del río Catatumbo fueron testigos de la brutalidad paramilitar en el país a fines de los 90.

Un halo de esperanza apareció para los locales tras el acuerdo de paz entre el gobierno y las FARC en 2016, pero aquí nunca se materializó esa firma.

Como sucedió en diversas zonas ricas, amplias y de difícil acceso en Colombia, otros grupos armados llegaron antes que el Estado para ocupar los vacíos dejados por los desmovilizados de las FARC y apropiarse así de sus recursos.

En el caso del Catatumbo, “bosques, agua, petróleo, carbón y, desde los 90, coca”, menciona Arias, además de múltiples cultivos base para la alimentación.

Son recursos clave para el desarrollo que hasta la fecha no han servido para traer suficiente bienestar a sus habitantes.

Falta “inversión en infraestructura, en educación, en salud, en vivienda, en oportunidades laborales, en apoyo a proyectos productivos”, según un relato de la Comisión de la Verdad en Colombia.

Campesino colombiano sostiene un fruto de cacao y una hoja de coca.
Getty Images
El cacao y la coca son algunos de los múltiples productos agrícolas que florecen en la región del Catatumbo.

Semillero de economías ilícitas

Las décadas de conflicto, la débil presencia del Estado y su ubicación estratégica convirtieron al Catatumbo en una región prolífica para rentas ilegales como el narcotráfico, la extorsión, el tráfico de migrantes desde Venezuela y el lavado de activos.

Guerrillas como el ELN, surgidas en los 60 con fines políticos, “transitan hacia un escenario donde cada vez es más importante la delincuencia organizada y donde aumentan su dependencia de economías ilícitas”, describe Mantilla.

El Catatumbo es uno de los enclaves cocaleros más importantes del país y, según este experto, superó en los últimos años la producción de cocaína de otras regiones como Nariño o Putumayo.

Un informe de las Naciones Unidas de 2024 estima que el Catatumbo contaba en 2023 con casi 54.000 hectáreas de hoja de coca.

Esta región y otras tres en el país son las únicas que superan las 30.000 hectáreas de ese cultivo.

Una concentración que, de acuerdo a testigos e informes sobre terreno, es controlada por los grupos armados presentes.

Mujer observa una labor de recuperación de cadáveres en una plantación de coca en Catatumbo.
Getty Images
Con casi 54.000 hectáreas, el Catatumbo cuenta con una de las cuatro mayores concentraciones de cultivo de hoja de coca de Colombia.

“Por algunos años, el ELN y disidencias las FARC, de alguna forma, coexistieron aquí”, cuenta Arias, “a excepción de 2018 cuando hubo enfrentamientos entre un reducto del EPL y el ELN”.

El experto recuerda que incluso el ELN facilitó el rearme de facciones de las FARC que no se adhirieron al proceso de paz de 2016.

“Desde 2019, estos grupos elaboraron algunos acuerdos tácitos de respetar zonas, asuntos y temas de finanzas”, dice Arias.

Dichos tratos abordaban temas de narcotráfico, financiamiento y extorsión, y le dieron una mayor estabilidad a la zona.

Una especie de “gobernabilidad paralela”, dice la Comisión de la Verdad.

En medio, el ELN se sentó a la mesa negociadora de la administración de Petro en unos diálogos de paz que lograron avances prometedores y un cese al fuego.

Pero los diálogos se enquistaron desde mayo de 2024, los acuerdos entre el ELN y otros grupos de la región se quebrantaron y la breve estabilidad del Catatumbo se desmorona en este arranque sangriento de 2025.

Clave para la paz

El Catatumbo demuestra también su importancia política en un conflicto que hoy luce lejos de resolverse.

Es casi imposible, según expertos, que haya paz en Colombia si no hay paz con el ELN, la guerrilla en activo más numerosa del país.

Además, el dominio por décadas del ELN en esta región fronteriza contribuyó a que en los últimos años se convirtiera en actor “binacional” y un instrumento “clarísimo de Venezuela para influir en Colombia”, según el analista Mantilla.

Esto complica, más si cabe, cualquier resolución.

El gobierno de Venezuela es garante de paz del ELN en las negociaciones con funcionarios colombianos.

“Maduro se lo recuerda con frecuencia a Petro”, dice Mantilla.

El académico también advierte que “la fortaleza militar del ELN es la frontera con Venezuela y el hecho de que ahora esté asumiendo una posición más beligerante es un recordatorio de que cualquier conversación de paz pasa por ese país”.

Soldado patrulla en Tibú, Colombia, cerca de la frontera con Venezuela.
Getty Images
Miles de efectivos militares se han desplegado para contener la violencia en el Catatumbo.

Un escenario particularmente complejo a la fecha, dado que las relaciones entre los gobiernos de Petro y Maduro atraviesan su momento más complicado después de que Colombia no reconociera la victoria del venezolano en las elecciones del pasado 28 de julio.

En la pugna de poder del Catatumbo, este experto cree que el ELN acabará imponiéndose sobre las disidencias de las FARC y otros grupos armados.

“Esto podría acelerar los acuerdos con las disidencias, que quizás busquen protección del Estado”.

Lo que sucedería con un ELN más poderoso e influyente es una incógnita, aunque muchos en Colombia conciben que la violencia reciente es un golpe definitivo a la legitimidad de cualquier acuerdo de paz.

Todo indica que lo que pase en el Catatumbo marcará en Colombia el debate sobre la seguridad y la paz a poco más de un año de nuevas elecciones presidenciales.

Línea gris.
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro canal de WhatsApp.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...