TikTok recibió una multa de 345 millones de euros por parte de un regulador de la Unión Europea por incumplir las normas de protección de datos para los menores, la última de una serie de sanciones contra los gigantes tecnológicos chinos.
La red social de video tendrá que pagar “multas administrativas por un total de 345 millones de euros” (unos 368 millones de dólares) y ajustar sus operaciones para cumplir las normas en un plazo de 3 meses, anunció en un comunicado de prensa la Comisión de Protección de Datos irlandesa (CPD).
Este organismo regulador irlandés -que tiene un rol central en asegurar el cumplimiento de las normas de la Unión Europa (UE)- abrió una investigación en septiembre de 2021 sobre las prácticas de esta red social, filial del gigante chino ByteDance.
TikTok tiene 134 millones de usuarios en la UE y esta indagatoria comprende prácticas entre el 31 de julio y el 31 de diciembre de 2020.
El regulador explicó su decisión afirmando que la inscripción de los menores de 18 años en la red social se hacía de una forma que las cuentas quedaban definidas por defecto como públicas.
Otro problema detectado por el organismo es que una función de TikTok denominada “conexión familiar”, que permite enlazar la cuenta de un adolescente a la de su progenitor, no incluía una verificación adecuada de la filiación.
La autoridad regulatoria analizó los pasos de verificación de TikTok para evitar la inscripción de menores de 13 años y no encontró ninguna infracción, pero señaló que la plataforma no evalúa de forma adecuada los riesgos que enfrentan los más chicos.
La sede europea de TikTok está en Dublín, donde también tienen sus oficinas Google, Meta y la red social X, antes conocida como Twitter.
En mayo, el CPD impuso a Meta una multa récord de mil 200 millones de euros por transferir datos de usuarios de la UE a Estados Unidos, en contra de una sentencia judicial.
La compañía respondió a la multa afirmando que discrepa de forma “respetuosa” y que está “evaluando” cómo proceder.
“Las críticas del CPD se centran en funciones y configuraciones que estaban en vigor hace 3 años, y que cambiamos incluso mucho antes de que comenzara la investigación, como configurar que todas las cuentas de menores de 16 años estén privadas por defecto”, afirmó un portavoz de TikTok.
La plataforma destacó que supervisa con cuidado la edad de sus usuarios y que toma las medidas necesarias. Además, señaló que borró casi 17 millones de cuentas en todo el mundo en los tres primeros meses de este año por sospechas de que los usuarios eran menores de 13 años.
A principios de este mes, el gigante de las redes sociales abrió un centro de datos prometido desde hace tiempo en Irlanda, como se había comprometido en un intento de disipar los temores sobre la privacidad.
El Reglamento General de Protección de Datos (GDPR), adoptado por la UE en 2018, es la ley más dura en temas de tecnología y garantiza que los ciudadanos den su consentimiento para las formas en la que se utilicen sus datos.
Una carta recientemente descubierta sugiere que el papa Pío XII, durante la Segunda Guerra Mundial, recibió información detallada por parte de un jesuita alemán de confianza, según la cual hasta 6.000 judíos y polacos eran asesinados en cámaras de gas cada día en la Polonia ocupada por los alemanes.
Eso es significativo porque entra en conflicto con la posición oficial que ha mantenido la Santa Sede de que en ese momento la información con la que contaba la Iglesia sobre las atrocidades que estaban cometiendo los nazis era vaga y no estaba verificada.
La carta fue descubierta por el archivista del Vaticano Giovanni Coco y fue publicada el domingo en en el periódico italiano Corriere della Sera con la aprobación de funcionarios de la Santa Sede y con el título “Pío XII lo sabía”.
Fechada el 14 de diciembre de 1942, la epístola fue escrita por el padre Lother Koenig, un jesuita que formaba parte de la resistencia antinazi en Alemania, y estaba dirigida al secretario personal del Papa en el Vaticano, el padre Robert Leiber.
La carta hace referencia a tres campos nazis —Belzec, Auschwitz y Dachau— y sugiere que hay otras cartas entre Koenig y Leiber que o bien han desaparecido o aún no se han encontrado.
Para Coco, “la novedad e importancia de este documento deriva de que ahora tenemos la certeza de que la Iglesia católica en Alemania envió a Pío XII noticias exactas y detalladas sobre los crímenes que se estaban perpetrando contra los judíos”. Y por tanto el Vaticano “tenía información de que los campos de trabajo eran realmente fábricas de muerte”.
El historiador David Kertzer, autor de varios libros sobre el papa Pío XII y su papel en la guerra, le dijo a la BBC que lo novedoso de la carta es que “habla específicamente de los crematorios, de miles de judíos que eran arrojados a los hornos cada día”.
Y por otro lado, que fue presentada por un archivista del Vaticano.
“Me parece que muestra un esfuerzo en el Vaticano o al menos en partes del Vaticano por comenzar a aceptar esta historia”, agregó.
La carta se encontraba entre los documentos que hasta hace poco se guardaban de forma desordenada en la Secretaría de Estado del Vaticano, según Coco.
Para Suzanne Brown-Fleming, directora de Programas Académicos Internacionales en el Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos en Washington, que estos archivos se den a conocer muestra que el Vaticano se estaba tomando en serio la declaración del papa Francisco de que “la Iglesia no tiene miedo de la historia”.
Francisco ordenó que los archivos de guerra se abrieran en 2019.
“Hay tanto un deseo como un apoyo a que se evalúen cuidadosamente los documentos desde una perspectiva científica, ya sea favorable o desfavorable (para el Vaticano) lo que los documentos revelan”, añadió Brown-Fleming.
“Con la apertura de los archivos vaticanos de este periodo hace tres años, hemos desenterrado una variedad de documentos que muestran lo bien informado que estaba el Papa sobre los intentos nazis de exterminar a los judíos de Europa desde el momento en que se pusieron en marcha”, le dijo Kertzer a la BBC.
“Esta es sólo una pieza más”, concluye.
Kertzer añade que, más que lo que han revelado esos documentos, “lo que ha dañado la reputación del Vaticano es su negativa a enfrentar esta historia con ojos claros”.
El documento que se acaba de conocer probablemente alimentará el debate sobre el legado de Pío XII y su controversial campaña de beatificación, que actualmente se encuentra estancada.
Sus partidarios siempre han insistido en que el pontífice trabajó de maneras concretas detrás de escena para ayudar a los judíos y que no habló para evitar que empeorara la situación de los católicos en la Europa ocupada por los nazis.
Sus detractores afirman que por lo menos le faltó valor para dar a conocer la información que tenía a pesar de las peticiones directas de las potencias aliadas que luchaban contra Alemania.
Uno de los libros de Kertzer, además, reveló una larga y secreta negociación entre Hitler y Pío XII para alcanzar un acuerdo de no agresión.
Al final, la evidencia indica que el papel de Pío XII en la Segunda Guerra Mundial es ambiguo. Aunque consideraba que el nazismo era un movimiento político pagano que maltrataba a los católicos, no fue un Papa particularmente incómodo para el Tercer Reich.
Y tampoco denunció con claridad el exterminio judío, aunque quizás tenía conocimiento de la barbarie que estaba ocurriendo.
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