No importa si no lo has jugado, seguramente sabes que FNAF es una franquicia de videojuegos de terror protagonizada por macabros animatrónicos. Sin embargo, ¿sabías que el origen de Five Nights at Freddy’s se relaciona con un juego familiar y una crisis de fe?
Vamos por partes. El creador de esta saga es Scott Cawthon, quien publicó el primer FNAF en 2014 y seguro ni él se imaginó toda la fascinación que generaría.
Hasta el momento, la franquicia cuenta con 10 videojuegos principales. El último, Five Nights at Freddy’s Help Wanted 2, será lanzado a finales del 2023.
Además tiene varios spin offs, novelas, novelas gráficas y recientemente el live acion.
Ambientado en el ficticio restaurante de Freddy Fazbear’s Pizza, el juego se centra en un guardia de seguridad nocturno que debe defenderse de los defectuosos animatrónicos del establecimiento.
Para eso, tienes que rastrear los movimientos de esos perturbadores personajes a través un sistema de cámaras de seguridad.
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Aunque no lo parece, el creador Scott Cawthon empezó su carrera de desarrollando animaciones y videojuegos cristianos y familiares.
Uno de sus primeros juegos importantes se llama The Pilgrim’s Progress, y se basa en la famosa novela cristiana del mismo nombre.
Incluso después sacó un juego llamado The desolate hope que tiene un fuerte mensaje anti aborto.
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El mismo Cawthon compartió que sus juegos cristianos tenían reseñas positivas, pero eran un fracaso económico.
Fue en 2013 cuando sacó Chipper & Sons Lumber Co., un juego familiar protagonizado por castores amigables que talan árboles y construyen cosas.
En 2014, Scott Cawthon dijo en una entrevista que ese juego fue fuertemente criticado en línea. “La gente decía que el personaje principal parecía un animatrónico aterrador”, explica. Aquí puedes ver una de esas reseñas.
Ante las pésimas críticas y no tener ni un éxito comercial, el creador Scott Cawthon dijo que entró “en una depresión bastante profunda y estaba dispuesto a dejar de crear juegos”.
Todo esto ocasionó que tuviera hasta una crisis espiritual. En entrevista con Geeks Under Grace dijo en 2014 que llegó a un punto en el que “estaba muy desilusionado y frustrado con Dios… en realidad, tenía el corazón roto”.
Sentía que había desperdiciado años de su vida en proyectos cristianos que no lo llevaron a ningún lado. “O Dios no existía o Dios me odiaba. No sabía qué era peor”.
Cuando le cancelaron su póliza del seguro de vida, de nuevo acudió a su religión. “Entonces algo en mí se rompió y pensé que podría hacer algo mucho más aterrador que eso”, explicó Cawthon.
Esto lo llevó a explorar una versión aterradora de los personajes que había creado en Chipper & Sons Lumber Co. Así, en tan solo una semana desarrolló el icónico y terrorífico Five Nights at Freddy’s.
Lo más impresionante es que hasta ese momento él era un creador de videojuegos independiente. Así que él solo creó y desarrolló FNAF en seis meses usando a sus hijos y amixes como jugadores beta.
Los mensajes de los líderes de Estados Unidos y de Rusia revelan diferentes perspectivas sobre un posible acuerdo de paz para Ucrania.
Donald Trump prometió el año pasado que terminaría la guerra de Ucrania en “24 horas”.
La semana pasada dijo que no se resolvería hasta que él y el presidente ruso, Vladimir Putin, pudieran “reunirse” y resolverlo en persona.
El lunes, la cosa cambió de nuevo.
Después de una llamada telefónica de dos horas con Putin, Trump dijo que las condiciones de un acuerdo de paz solo podrían negociarse entre Rusia y Ucrania, y quizás con la ayuda del papa León XIV.
Aun así, el presidente estadounidense no ha perdido su optimismo ante la perspectiva de paz, y publicó en las redes sociales que los combatientes “comenzarían inmediatamente” las negociaciones para un alto el fuego y el fin de la guerra.
La percepción de Trump no parece coincidir con la visión rusa.
Putin se limitó a declarar que su país está listo para trabajar con Ucrania para elaborar un “memorándum sobre un posible futuro acuerdo de paz”.
Hablar de memorandos y un “posible futuro” de paz se antoja lejos del compromiso necesario para cimentar acuerdos duraderos rápidamente.
Putin volvió a enfatizar que cualquier resolución del conflicto tendría que abordar las ‘”raíces” de la guerra, que, según ha afirmado Rusia en el pasado, es el deseo de Ucrania de estrechar lazos con Europa.
Existe la posibilidad de que la última opinión de Trump sobre la guerra en Ucrania pueda ser una señal de que Estados Unidos abandonará finalmente la mesa de negociaciones.
“Hay grandes egos involucrados, pero creo que algo va a suceder”, dijo Trump el lunes por la tarde. “Y si no sucede, simplemente me retiraré y tendrán que seguir adelante”.
Sin embargo, un movimiento así vendría con su propia lista de preguntas y riesgos.
Si Estados Unidos se desentiende de la guerra, una amenaza planteada también por el vicepresidente estadounidense, JD Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio, ¿significaría que Estados Unidos también pondrá fin al apoyo militar y de inteligencia a Ucrania?
Si ese es el caso, es probable que lo agradeciera Rusia, que contaría con mayores recursos que una Ucrania sin el respaldo estadounidense.
La sola perspectiva basta para preocupar al presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.
“Es crucial para todos nosotros que Estados Unidos no se distancie de las conversaciones y la búsqueda de la paz”, dijo el lunes después de la llamada entre Trump y Putin.
Al margen de la retórica del lunes, parece que Ucrania y Rusia están dispuestos a continuar algún tipo de conversaciones, y eso ya es un progreso después de casi tres años de guerra.
Aún está por determinarse si el equipo ruso será algo más que la delegación de bajo nivel que viajó a Estambul, Turquía, para reunirse con los ucranianos el viernes pasado.
Trump ha ofrecido a Rusia la promesa de reducir las sanciones contra Moscú y nuevos acuerdos comerciales e inversiones económicas como el incentivo que moverá a Putin hacia un acuerdo de paz.
Lo volvió a mencionar en sus comentarios posteriores a la llamada. Por otro lado, no se discutieron consecuencias negativas para Rusia, como nuevas sanciones a la banca rusa y las exportaciones de energía.
El presidente estadounidense advirtió el mes pasado que no toleraría que Putin le “tomara el pelo” y señaló que Rusia no debería atacar áreas civiles.
Pero el domingo, Rusia lanzó su mayor ataque con drones contra ciudades ucranianas en lo que va de guerra, y la llamada del lunes entre los dos líderes mundiales ha dejado claro que cualquier alto el fuego o acuerdo de paz se atisba todavía muy lejano.
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