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¿Mozart o Metallica? Un estudio sugiere que la música ayuda al crecimiento de plantas
¿Mozart o Metallica? Un estudio sugiere que la música ayuda al crecimiento de plantas
Foto: Else Siegel en Pixabay
3 minutos de lectura

¿Mozart o Metallica? Un estudio sugiere que la música ayuda al crecimiento de plantas

Un nuevo estudio sugiere que reproducir un sonido monótono estimula la actividad de un hongo microscópico en el subsuelo que contribuye al crecimiento de las plantas.
02 de octubre, 2024
Por: AFP
@AFP 

Reproducir un sonido monótono estimula la actividad de un hongo microscópico en el subsuelo que contribuye al crecimiento de las plantas, sugiere un estudio publicado el miércoles, lo que plantea la posibilidad de que tocar música podría ser beneficioso para cultivos y jardines.

Si la música ayuda o no a que las plantas crezcan ha sido un tema de debate científico durante mucho tiempo.

El programa de televisión estadounidense Mythbusters incluso lo probó. Las plantas expuestas al death metal y a la música clásica crecieron un poco mejor que las que estaban en silencio, pero los resultados fueron considerados inconclusos.

Sin embargo, dado que el mundo vegetal enfrenta una serie de desafíos causados por el ser humano —incluyendo la erosión, la deforestación, la contaminación y una creciente crisis de extinción— cada vez se teme más por el futuro de la biodiversidad y los cultivos del planeta.

Ruido blanco para plantas

Según el nuevo estudio, publicado en la revista Biology Letters, “el papel de la estimulación acústica en la recuperación de los ecosistemas y los sistemas alimentarios sostenibles sigue sin ser explorado”.

Basándose en trabajos anteriores que expusieron bacterias E.coli a ondas sonoras, un equipo de investigadores australianos decidió evaluar el efecto que tiene el sonido en la tasa de crecimiento y la producción de esporas del hongo Trichoderma harzianum.

Este hongo se usa a menudo en la agricultura orgánica por su capacidad de proteger a las plantas de patógenos, mejorar los nutrientes en el suelo y promover el crecimiento.

Los investigadores construyeron pequeñas cabinas de sonido donde introdujeron placas de laboratorio llenas de hongos.

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En lugar de música pop, reprodujeron “Tinnitus Flosser Masker a 8 kHz”, un audio extraído de uno de los muchos videos de ruido blanco en YouTube, que están destinados a aliviar el tinnitus o ayudar a los bebés a dormir.

“Es como el sonido de una radio antigua cuando cambiabas de canal”, dijo a AFP Jake Robinson, autor principal del estudio de la Universidad Flinders.

Elegimos este tono monótono por razones experimentales controladas, pero podría ser que un paisaje sonoro más diverso o natural sea mejor”, añadió.

Jardín sonoro

Las placas fueron expuestas a este sonido a un nivel de 80 decibelios durante media hora al día.

Después de cinco días, el crecimiento y la producción de esporas fueron mayores en los hongos que estuvieron expuestos al sonido, en comparación con los que estuvieron en silencio.

Aunque está lejos de ser definitivo, los investigadores sugirieron algunas posibles razones para este fenómeno.

La onda acústica podría convertirse en una carga eléctrica que estimula al hongo, lo que se conoce como el efecto piezoeléctrico.

Otra teoría involucra pequeños receptores en las membranas de los hongos llamados mecanorreceptores.

Eso mecanorreceptores son comparables a los miles que alberga la piel humana, y que juegan un papel esencial en nuestro sentido del tacto, respondiendo a la presión o vibración.

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“Podría ser que las ondas sonoras estimulen estos mecanorreceptores en los hongos, lo que desencadena una cascada de eventos bioquímicos que activan o desactivan genes, como aquellos responsables del crecimiento”, explicó Robinson.

“Nuestra investigación preliminar sugiere que los hongos responden al sonido, pero aún no sabemos si esto beneficia a las plantas. Así que este es el siguiente paso”, agregó.

“¿Podemos influir en las comunidades microbianas del suelo o de las plantas en su totalidad? Acelerar el proceso de restauración del suelo estimulándolo con paisajes sonoros naturales? ¿Qué impacto podría tener esto en la fauna del suelo?” se pregunta este científico.

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Imagen BBC
Los lugares en la Tierra donde puedes encontrar los paisajes de ‘El Señor de los Anillos’ de Tolkien
8 minutos de lectura

Si bien las historias de Tolkien se desarrollan en el reino ficticio de la Tierra Media, los impresionantes paisajes de los libros, películas y series de TV son reales.

29 de septiembre, 2024
Por: BBC News Mundo
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El primer libro de la trilogía de “El Señor de los Anillos” de J. R. R. Tolkien, “La Comunidad del Anillo”, se publicó hace 70 años, en el verano de 1954.

Sin embargo, ese no es el único hito reciente para el legendarium de Tolkien: la segunda temporada de la épica serie de televisión, “Los anillos del poder”, se lanzó el 29 de agosto de 2024.

Como corresponde a la serie de fantasía épica definitiva, los escenarios son magníficos, desde campiñas onduladas y bucólicas hasta valles profundos y desiertos desolados.

Y aunque las historias de Tolkien tienen lugar en el reino ficticio de la Tierra Media, los paisajes imponentes de los libros, películas y programas de televisión no son tan sobrenaturales como podrías imaginar.

Muchos de ellos están basados ​​en lugares del mundo real y visitarlos hace que tanto los paisajes en sí como los mundos imaginarios que inspiraron a Tolkien cobren vida.

La ruta de Tolkien: Lancashire, Inglaterra

Mientras escribía El Señor de los Anillos en la década de 1940, Tolkien vivió durante un tiempo en el Stonyhurst College, un prestigioso internado de Lancashire en el que su hijo era profesor.

Se sabe que el escritor paseaba a menudo por los bosques y las ondulantes colinas del valle de Ribble, y se cree que se inspiró en ese lugar al crear la Comarca, la patria rural de los hobbits.

Camino entre un bosque
El Tolkien Trail de 11 kilómetros revela cómo el escritor se inspiró en los hermosos paisajes de Lancashire. Foto: Daniel Stables

Hoy en día, los aficionados pueden explorar la zona a través de la Ruta de Tolkien, inaugurada en 2002, que lleva a los excursionistas a través de los mismos paisajes que inspiraron al autor.

La ruta comienza en el pueblo de Hurst Green, en el evocador pub Shireburn Arms del siglo XVII, que el autor frecuentaba.

A continuación, serpentea durante unos 11 kilómetros a través de ondulantes tierras de cultivo, pasando por los grandes edificios del Stonyhurst College y por monumentos históricos como el puente de Cromwell, un puente para caballos de carga cubierto de vegetación que alguna vez utilizó Oliver Cromwell en la guerra civil inglesa.

Aunque Tolkien no documentó directamente la influencia de los lugares a lo largo de la ruta, hay varias fuentes de inspiración probables.

La ruta pasa por la majestuosa casa de Hacking Hall, donde, durante la época de Tolkien, había una barcaza de madera, el Ferry de Hacking, que transportaba gente a través del río Ribble.

En “La Comunidad del Anillo”, el Ferry de Bucklebury (también fuera de una casa señorial, Brandy Hall) transporta a los hobbits a través del río Brandywine de manera similar mientras huyen de un temible jinete espectral.

Y la familia terrateniente local cerca de Stonyhurst se llamaba los Shireburns, y el río Shirebourne, que lleva el mismo nombre, aparece en la geografía de la Tierra Media de Tolkien.

El puente de Cromwell, en el río Hodder, Lancashire, Inglaterra.
El puente de Cromwell, en el río Hodder, Lancashire, Inglaterra. Foto: Getty Images

Los mapas de Tolkien, por su parte, representan la convergencia de tres ríos (el Shirebourne, el Withywindle y el Brandywine) de una manera que refleja exactamente la confluencia de los ríos Hodder, Ribble y Calder en Lancashire.

Además, la iglesia de Santa María en el cercano pueblo de Newchurch-in-Pendle tiene una característica inusual: una talla en forma de ojo a mitad de la torre, conocida como el Ojo de Dios, que se parece al Ojo de Sauron que todo lo ve de los libros y películas de “El Señor de los Anillos”.

Garganta de Cheddar: Somerset, Inglaterra

La mayoría de los lugares de la vida real asociados con las imaginaciones de Tolkien de la Tierra Media se basan en conjeturas.

Pero hay un lugar que el propio escritor confirmó como una inspiración para El Señor de los Anillos.

Tolkien y su esposa Edith se casaron en 1916 y pasaron su luna de miel en el pueblo de Clevedon, en Somerset.

Durante su estancia allí, visitaron uno de los paisajes más asombrosos de Gran Bretaña: Cheddar Gorge, un valle de piedra caliza escarpado, lleno de cuevas, cuyas paredes están adornadas con intrincadas formaciones rocosas, estalagmitas y estalactitas.

Cuevas con intrincadas formaciones rocosas, estalagmitas y estalactitas.
El propio Tolkien confirmó que las cuevas de Cheddar Gorge inspiraron su obra. Foto: Alamy

El autor —siempre casado, al menos en parte, con su trabajo— fue tomando notas en plena luna de miel.

En 1971 confirmó en una carta privada (publicada en 1981 como parte de Las cartas de J. R. R. Tolkien) que las cuevas de la garganta de Cheddar inspiraron las Resplandecientes Cuevas del Abismo de Helm en El Señor de los Anillos.

Si visitas la cueva de Gough, la más famosa de las cuevas de Cheddar, probablemente reconocerás elementos de la descripción de Tolkien de las Cuevas Resplandecientes: “columnas de color blanco, azafrán y rosa del amanecer… estriadas y retorcidas en formas oníricas“.

Denize Bluffs : Waitomo, Nueva Zelanda

Los fanáticos de El señor de los anillos reconocerán al instante Denize Bluffs, una zona de formaciones rocosas y arbustos silvestres en la Isla Norte de Nueva Zelanda.

En las películas, este paisaje aparece en la película precuela El hobbit: Un viaje inesperado como Trollshaws, un bosque en la ladera donde Bilbo Bolsón se encuentra con algunos trolls hostiles.

En la serie de televisión, Denize Bluffs forma parte del hogar en las tierras altas de los Harfoots, los hobbits protagonistas de la serie.

En realidad, Denize Bluffs se encuentra en una granja de ganado y ovejas de propiedad privada que ha pertenecido a la misma familia durante tres generaciones.

Los administradores actuales, Warrick y Suzie Denize, están muy orgullosos de la asociación de El Señor de los Anillos y ahora organizan Hairy Feet Waitomo: visitas guiadas a la propiedad que recorren las distintas localizaciones que aparecen en las películas y programas de televisión, y les dan vida con historias del mundo del espectáculo de la producción.

La granja se encuentra unos 13 kilómetros al oeste de la ciudad de Piopio.

Stow-on-the-World: Gloucestershire, Inglaterra

Tolkien era un hombre profundamente religioso y, aunque siempre refutó la teoría de que El Señor de los Anillos era una alegoría cristiana, la obra está impregnada de espiritualidad.

Tolkien pasó su vida profesional como profesor en la Universidad de Oxford y se sabe que visitaba a menudo los cercanos Cotswolds, una pintoresca zona de pueblos de piedra dorada, suaves colinas e iglesias muy fotogénicas.

Una de esas iglesias, la de San Eduardo, en la ciudad de Stow-on-the-Wold, ha sido señalada durante mucho tiempo como una posible fuente de inspiración para el autor.

Su puerta norte es una de las puertas más fotografiadas del país: está tallada en madera maciza con clavos, coronada con un arquitrabe arqueado y de la que cuelga una lámpara de aceite.

Su característica más llamativa son los dos árboles que flanquean la puerta, plantados hace tres siglos y ahora enormes, retorcidos y nudosos, que han crecido hasta formar parte de la estructura de la propia iglesia.

Puerta de la iglesia
La iglesia de San Eduardo, en Stow-on-the-Wold, ha sido considerada durante mucho tiempo como una posible fuente de inspiración para Tolkien. Foto: Alamy

Tolkien acompañó sus escritos con hermosas obras de arte dibujadas a mano, una de las cuales representa las Puertas de Durin, una entrada oculta al interior de una montaña que alberga la ciudad enana de Khazad-dûm.

Su dibujo, aunque estilizado, es casi idéntico a la puerta norte de la iglesia de San Eduardo, desde los árboles que marcan la entrada hasta la lámpara que cuelga sobre ella, lo que dio lugar al rumor de larga data de que fue allí donde encontró la inspiración para sus míticas puertas de montaña.

Parque Nacional del Teide: Tenerife, España

Los desiertos lunares de Tenerife ocupan un lugar destacado en la nueva serie Los anillos del poder, como un páramo estéril por el que viaja el misterioso mago que ha perdido la memoria con dos hobbits.

Los indígenas guanches de Tenerife creían tradicionalmente que el Teide era la puerta de entrada al dominio del inframundo de la malévola deidad Guayota, y no es difícil entender por qué, con sus vientos feroces, su calor abrasador y sus llanuras polvorientas salpicadas de árboles retorcidos y esqueléticos.

Volcán que se ve rosado
El Teide en Tenerife fue seleccionado como escenario real del reino de Rhûn. Foto: Getty Images

No es sorprendente que se eligiera el Teide como escenario real del reino de Rhûn, que, en las obras de Tolkien, es una misteriosa región de corrupción moral y hechicería oscura.

El Teide es un volcán activo (no ha entrado en erupción desde 1909) y las caminatas por el volcán son una actividad popular en el parque, aunque también hay un teleférico si te sientes menos aventurero.

Fiordland: Isla Sur, Nueva Zelanda

Toda la serie cinematográfica de El Señor de los Anillos se rodó en Nueva Zelanda, la patria del director Peter Jackson.

Los ríos y bosques de Fiordland (una región de montañas nevadas y con laderas verdes que se precipitan hacia ensenadas excavadas por glaciares, conocidas como “sounds”) tienen un lugar destacado en las películas.

Se trata de la región más virgen y con mayor biodiversidad de Nueva Zelanda, por lo que no sorprende que Jackson la eligiera para representar algunas de las partes más salvajes de la Tierra Media.

Bosque denso con los troncos de los árboles cubiertos de musgo
Fiordland, en la Isla Sur de Nueva Zelanda, fue elegido para representar algunas de las partes más salvajes de la Tierra Media. Foto: Getty Images

Los bosques de Fiordland también se utilizaron como Bosque de Fangorn, hogar de los misteriosos Ents: árboles gigantes parlantes que ayudan a los hobbits en su lucha contra el mago oscuro, Saruman.

Otros lugares de Fiordland que aparecen en las películas incluyen el río Waiau, que sustituyó al río Anduin de Tolkien, el río más largo de la Tierra Media, que aparece en la primera toma aérea de La Comunidad del Anillo.

Para explorar Fiordland, la mayoría de los visitantes se alojan en la ciudad de Te Anau, junto al lago, hogar de una amplia gama de hoteles, restaurantes y operadores turísticos que organizan excursiones de senderismo y paseos en barco al Parque Nacional Fiordland.

*Si quieres leer el artículo original en inglés, haz clic aquí

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