Con apenas 18 años, Dorely Medina, una mujer mexicana originaria de Nayarit, trabaja de la mano con la NASA en un proyecto que podría cambiar el futuro de los viajes espaciales.
La estudiante de medicina del Tec de Monterrey recibió en noviembre del año pasado que fue seleccionada para participar en el Internacional Air and Space Program 2023 de la NASA, en el cual tiene como objetivo impulsar a los jóvenes de áreas STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) para acercarlos al mundo de la ingeniería espacial, aeronáutica y ciencia.
En Animal MX tuvimos la oportunidad de platicar con Dorely, quien nos contó más de su investigación con la NASA, además de sus otros proyectos por los cuales ganó el Premio Mujer Tec 2024 en la categoría de “Ciudadanía con Perspectiva de Género”.
Dorely nos cuenta que después de ser elegida al programa de la NASA, ahí conformó un equipo con puros mexicanos con el que empezó a trabajar en AstroCare, su proyecto para generar oxígeno y glucosa en el espacio.
“Una vez que entras al programa, se realiza una competencia en la que se seleccionan algunos equipos conformados por las mismas personas que están dentro del programa y en mi caso armamos un equipo compuesto solamente de mexicanos, lo cual fue una ventaja no solo por el tema de la comunicación, sino también porque los mexicanos somos capaces de hacer cosas impresionantes cuando nos unimos”, explica la estudiante.
Al ver en lo que Dorely y sus compañeros estaban trabajando, los mismos astronautas e ingenieros de la NASA quedaron sorprendidos.
“Es un proyecto al que le tenemos muchísima fe, incluso los mismos astronautas e ingenieros de la NASA nos dijeron que teníamos ‘oro’ en las manos, porque generar oxígeno podría revolucionar la industria aeroespacial y no solamente la industria, sino lo que conocemos o la manera en la que percibimos el espacio”, agrega la nayarita.
Al proyecto todavía le falta desarrollo, pero a finales de febrero concluye la primera parte de la investigación y después de eso, Dorely y su equipo realizarán un análisis de datos para seguir trabajando en AstroCare y después poder enviarlo a la Estación Espacial Internacional, donde los astronautas podrán experimentar con el invento y así los mexicanos sabrán qué funciona, qué no, qué le falta y qué es lo que sigue.
Dorely relata que una de sus mayores motivaciones es trabajar e inspirar a las personas de Nayarit, especialmente niñas, niños y jóvenes, a quienes a través de sus logros busca enseñarles que es posible cumplir sus sueños.
Uno de esos proyectos es el de Infancias con Raíces, donde a través de talleres y conferencias busca hacer visibles los derechos de mujeres y niños indígenas de diversas comunidades de Nayarit -como Mesa del Nayar y José María Cortés- donde no hay acceso a servicios básicos.
“Yo soy perteneciente a Nayarit, entonces voy a comunidades en las que enfrentan muchísimas dificultades, donde no tienen acceso a ciencia y tecnología, e incluso no tienen acceso a servicios básicos. Lo que hacemos es empoderar a los niños y a las niñas y hablarles sobre sus derechos”, cuenta la también activista y conferencista.
Una de las dificultades que se ha enfrentado es el acceso a las comunidades, para las cuales a veces tarda en llegar hasta 6 horas porque se encuentran en las sierras y no hay carreteras para llegar, pero el obstáculo más grande es que las niñas y niños de ahí muchas veces no tienen motivaciones ni sueños por las mismas condiciones en las que viven y eso es lo que busca cambiar
“Te das cuenta que cuando tú recién llegas ves a los niños y las niñas en en una condición en la que muchas veces no tienen sueños o en la que ellos creen que no se pueden cumplir debido a las condiciones en las que están viviendo”, cuenta Dorely Medina.
Pero conforme ha pasado el tiempo y ha dado más talleres y conferencias, también se ha encontrado con niños y niñas que le dicen “quiero ser científica”, “quiero estudiar una carrera” o “quiero salir de mi pueblo para hacer cosas grandes”, algo que le trae mucha felicidad.
Por último, Dorely enfatiza que así como han visibilizado su historia, espera que también se pongan los reflectores en otras mujeres que han realizado grandes trabajos dentro y fuera de la ciencia.
“Creo que hay mucho todavía trabajo por hacer y este camino no ha sido nada fácil. He conocido a mujeres maravillosas, mujeres que me inspiran, mujeres que han sido parte de mi vida y parte de mi trayectoria y me encantaría que hayan más espacios como este para seguir visibilizando estas historias “.
La automatización y un alto salario mínimo están haciendo que los dueños de ciertos comercios en Corea del Sur decidan prescindir de los empleados.
Es pasada la medianoche en las afueras de Seúl, Corea del Sur, y tengo ganas de comer algunos bocadillos. Pero eso no es un problema, porque justo al otro lado de la calle de mi apartamento, no hay una, sino tres tiendas de snacks que están abiertas las 24 horas del día.
La tienda en la que he entrado es una heladería. Hay filas de congeladores con variedad de helados, pero no hay guardias de seguridad ni dependientes, solo productos en exposición completa y un kiosco automatizado donde pagas por lo que quieres. Todo lo que tengo que hacer es tomar lo que deseo y pagar antes de irme.
En la misma cuadra de la heladería hay tiendas que venden papelería, comida para mascotas y hasta sushi. Todos están desatendidos y no hay un solo miembro del personal a la vista.
En las zonas más concurridas del centro de la ciudad hay hasta bares sin atender.
“Para operar un bar de esta escala y obtener ganancias, necesitaría entre 12 y 15 empleados, pero solo uso dos personas”, dice Kim Sung-rae, el fundador y creador de un bar sin empleados: Sool 24, que simplemente significa “alcohol las 24 horas”. Dice que le da tiempo para centrarse en otros negocios.
Antes, manejaba un bar cerca, pero cuando los ingresos no cumplieron con las expectativas, se cambió al sistema sin empleados, y ahora las ganancias han aumentado.
Las décadas de bajas tasas de natalidad, sumado al aumento de los salarios, están impulsando la automatización.
Corea del Sur tiene la tasa de fertilidad más baja registrada en el mundo (el número promedio de hijos que una mujer tendrá a lo largo de su vida), que cayó a 0,72 en 2023 antes de recuperarse ligeramente a 0,75 el año pasado.
Para mantener una población estable, la tasa de fertilidad de reemplazo debe ser de un mínimo de 2,1, cifra superada por última vez en Corea del Sur en 1982.
Esto significa que el número de personas que entran al mercado laboral ha ido disminuyendo, mientras que desde el año 2000 el salario mínimo ha ido aumentando de forma constante.
Los dueños de negocios como Kim ahora tienen que pagar a sus empleados aproximadamente 7 dólares la hora.
“La principal razón por la que dejé de pagar salarios fue el aumento del salario mínimo. Hay dos maneras de afrontar este desafío: la robótica o la automatización, y luego está no tener empleados”, dice Kim.
La implementación de robots requiere más dinero y espacio, por lo que optó por tiendas sin personal.
La pandemia de Covid inclinó la balanza hacia la automatización. Ayudó a ahorrar dinero en salarios y también ayudó a eludir las estrictas reglas de distanciamiento social que existían.
Algunos dicen que la nueva generación de trabajadores no quiere realizar los llamados “trabajos 3D” (por “dirty, dangerous and demeaning”), considerados sucios, peligrosos, difíciles o degradantes.
Se refieren al trabajo manual en las industrias manufactureras, la agricultura y ahora también en el comercio minorista, que se perciben como indeseables.
“La generación joven trata de quedarse en las áreas metropolitanas… y también les gusta fundar sus propias empresas, invertir en capital de riesgo y buscar empleos bien remunerados en el sector de la alta tecnología”, afirma Cho Jung-hun.
Cho es miembro del partido gobernante Poder Popular en la Asamblea Nacional y miembro del Comité Permanente de Educación.
“A diferencia de otros responsables políticos, no culpo a nuestra generación joven por tener esa preferencia. Las estadísticas muestran que tendremos que lidiar con una fuerza laboral baja en los próximos años, y lo mejor es asignar nuestra limitada fuerza laboral a sectores” de máximo valor, añade.
El Instituto de Investigación Económica de Corea, un grupo de expertos financiado con fondos privados, espera que el 43% de los empleos en Corea corran el riesgo de ser reemplazados por la automatización en los próximos 20 años.
También significa nuevas oportunidades para personas como Kwon Min-jae, CEO de Brownie, una empresa que administra tiendas sin personal a nombre de sus propietarios. Comenzó su negocio al final de la crisis del Covid en 2022.
“Administramos lavanderías, heladerías, tiendas de conveniencia, cafeterías y tiendas de vapeo sin empleados”, explicó a la BBC.
Incluso si la tienda no tiene personal, es necesario reabastecerla, limpiarla y mantenerla, afirma. Al principio ese trabajo lo hacían los dueños de las tiendas. La empresa de Kwon ahora está proporcionando trabajadores que puedan mantener las tiendas.
“Contamos con un equipo de personal local que puede visitar varias de estas tiendas por un día. La mayor prioridad para los dueños es no descuidar la gestión de las tiendas ni descuidar su bienestar. Incluso nos pagan entre $100 y $200 adicionales al mes para que administremos las tiendas.”
Kwon dice que comenzó con sólo dos tiendas, pero ahora tiene más de 100.
Corea del Sur también tiene una tasa de robos muy baja, lo que contribuye al éxito de las tiendas sin personal.
“Incluso ha habido casos de personas que olvidaron pagar, pero me llamaron después para pagar sus cuentas. No sé qué pasa en otras tiendas, pero aquí los jóvenes se sienten lo suficientemente seguros como para dejar la billetera y el teléfono en la mesa para guardarla”, dice el Sr. Kim.
Él admite que puede haber algunas pérdidas debido a los hurtos en tiendas, pero no son lo suficientemente grandes como para paralizar su negocio.
“Nunca hago cálculos sobre lo que se gana. En general, no pierdo dinero, así que no es para tanto. Y pagar seguridad va a costar más de lo que se ahorraría”.
Los avances tecnológicos implican que más trabajos, como el de conducir, se volverán redundantes una vez que los autos autónomos inunden el mercado.
Se estima que para 2032, Corea del Sur necesitará más de 890.000 trabajadores adicionales para mantener el objetivo de crecimiento económico a largo plazo del país del 2%.
Algunos, como el Sindicato de Trabajadores del Mercado de Corea, se preocupan por el futuro del mercado laboral, pero otros, como el propietario del bar sin personal, el señor Kim, son muy optimistas sobre las próximas oportunidades económicas.
Este texto está basado en un episodio del programa de BBC World Service, Business Daily que encuentras en inglés aquí.
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