El Doomsday Clock o Reloj del Fin del Mundo se acercó este 2025 más que nunca al Apocalipsis, colocándose a 89 segundos de la medianoche, siendo este su tiempo real actual.
Este 28 de enero, los responsables del Boletín de los Científicos Atómicos movieron las agujas de este reloj simbólico que busca representar qué tan cerca está la humanidad de destruir el mundo.
Para que te des una idea, los últimos dos años, el reloj marcó 90 segundos para la medianoche, por lo que, según la consideración de esta organización sin fines de lucro, el ponerlo en 89 segundos es una señal de todo lo malo que ocurrió en el planeta durante el último año y así estar más cerca que nunca al fin del mundo.
Daniel Holz, el presidente del boletín, señaló en una conferencia de prensa este 28 de enero que la razón por la que el reloj se acercó a la medianoche es porque no ha habido suficiente progreso en los retos globales que enfrentamos.
“No vemos suficiente progresso en los retos globales que enfrentamos, incluyendo el riesgo nuclear, el cambio climático, las amenazas biológicas y los avances en tecnologías disruptivas”, dijo Holz.
En cuanto a la amenaza nuclear, Holz enfatizó que los países que poseen armas nucleares están incrementando ell tamaño de su arsenal y destinando miles de millones de dólares en armas que pueden destruir la civilización muchas veces.
Y sobre las tecnologías disruptivas, como inteligencia artificial, biotecnología y tecnología espacial, mencionó que el desarrollo de éstas se ha llevado a cabo sin la regulación suficiente en esas áreas.
Durante los 2 años previos, el Doomsday Clock se mantuvo en 90 segundos, especialmente por las guerras en Ucrania, el conflicto en Gaza, la carrera armamentista nuclear y la crisis climáticas; sin embargo, la falta de soluciones a esos problemas es una de las razones por las que los científicos decidieron acercarlo aún más.
La historia del Doomsday Clock se remonta a la Segunda Guerra Mundial, cuando un grupo de científicos que trabajaron en el Proyecto Manhattan para crear la bomba atómica, se reunieron para crear el Boletín de Científicos Atómicos.
El Reloj del Fin del Mundo fue creado en 1947 y originalmente buscaba representar las amenazas nucleares a las que se enfrentaba el mundo. Sin embargo, en 2007, la organización decidió actualizar las amenazas que consideraría para mover las agujas y comenzó a incluir el cambio climático en sus cálculos.
Entre las personalidades que han estado dentro del Boletín de Científicos Atómicos estuvieron Albert Einstein y Robert Oppenheimer. En la actualidad, su mesa directiva cuenta con 9 ganadores del Premio Nobel.
El objetivo principal de este artefacto es hacer un llamado a la humanidad para recordarnos sobre las crisis que enfrenta nuestro planeta y lo vulnerable que es ante estas amenazas.
Si el reloj llega a la medianoche, es porque ocurrió alguna catástrofe nuclear o climática que ocasionará la extinción de la humanidad.
La propuesta del presidente de EE.UU., que quiere que Egipto y Jordania acojan a los palestinos que huyeron de sus hogares por la guerra, fue rechazada en Gaza.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que quiere que Egipto y Jordania acojan a los palestinos de Gaza, área que describió como un “sitio de demolición”.
Trump señaló que en una llamada telefónica este fin de semana le había dicho al rey Abdalá de Jordania: “Me encantaría que aceptaras más, porque estoy mirando toda la Franja de Gaza en este momento y es un desastre, es un verdadero desastre”.
El mandatario indicó que planeaba hacer una solicitud similar al presidente de Egipto, el domingo.
La medida “podría ser temporal” o “podría ser a largo plazo”, añadió.
Hamas ha prometido oponerse a cualquier acción de ese tipo, y los comentarios de Trump probablemente indignarán a los palestinos en Gaza, que ven el territorio como su hogar ancestral.
“Nuestro pueblo palestino en la Franja de Gaza aguantó la muerte y la destrucción durante 15 meses… sin abandonar su tierra. Por lo tanto, no aceptarán ninguna oferta ni solución, incluso si parecen ser buenas intenciones bajo el título de reconstrucción, como anuncian las propuestas del presidente estadounidense Trump”, le dijo a la BBC Bassem Naim, miembro de la oficina política de la organización Hamás.
“Nuestro pueblo, así como a lo largo de las décadas, ha impedido todos los planes de desplazamiento y de una patria alternativa, también frustrará esos proyectos”, agregó.
La mayoría de los dos millones de residentes de Gaza han sido desplazados en los 15 meses de guerra con Israel, que ha arrasado gran parte de la infraestructura de Gaza.
Las Naciones Unidas estima que el 60% de las estructuras en Gaza han sido dañadas o destruidas y que podría tomar décadas reconstruirlas.
Trump hizo sus comentarios mientras hablaba con un grupo de periodistas a bordo del avión presidencial Air Force One.
“Estamos hablando de probablemente un millón y medio de personas, y simplemente limpiemos todo eso”, dijo.
“Casi todo está demolido y la gente está muriendo allí. Así que preferiría involucrarme con algunas de las naciones árabes y construir viviendas en una ubicación diferente, donde quizás puedan vivir en paz alguna vez”.
Trump no dio más detalles de la propuesta, y no se hizo referencia al tema en la lectura oficial sobre la llamada de la Casa Blanca.
Cuando se le preguntó sobre los comentarios de Trump, Abu Yahya Rashid, un hombre desplazado en la ciudad sureña de Jan Yunis, dijo:
“Somos nosotros los que decidimos nuestro destino y lo que queremos. Esta tierra es nuestra y propiedad de nuestros antepasados a lo largo de la historia. No la dejaremos excepto como cadáveres”.
Décadas de política exterior estadounidense se han comprometido con la creación de un estado palestino, con Gaza como una parte fundamental. Pero eso es algo que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, rechaza.
Estados Unidos ha mantenido que se opone a cualquier desplazamiento forzado de palestinos de Gaza o de los territorios ocupados de Cisjordania.
“No se les puede ni se les debe presionar para que abandonen Gaza”, dijo en enero del año pasado el secretario de Estado del gobierno de Joe Biden, Antony Blinken.
Según las Naciones Unidas, en Jordania viven más de dos millones de refugiados palestinos, a la mayoría de los cuales se les ha otorgado la ciudadanía.
Son descendientes de algunos de los aproximadamente 750.000 palestinos que huyeron o se vieron obligados a abandonar sus hogares en los conflictos que rodearon la formación de Israel.
Miles de palestinos han huido a Egipto desde que comenzó la guerra con Israel, pero allí no se les reconoce como refugiados.
En octubre de 2023, el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, dijo que rechazaba cualquier desplazamiento forzado de palestinos a la península del Sinaí y que la única solución era un Estado independiente para los palestinos.
Algunos miembros de la extrema derecha de Israel quieren regresar a Gaza y establecer allí asentamientos.
Israel ordenó una retirada unilateral en 2005, con 21 asentamientos desmantelados y unos 9.000 colonos evacuados por el ejército.
El exministro de seguridad nacional, Itamar Ben-Gvir, un político de extrema derecha, dijo que elogiaba a Trump “por la iniciativa de transferir residentes de Gaza a Jordania y Egipto”.
“Una de nuestras solicitudes al primer ministro Benjamin Netanyahu es promover la emigración voluntaria”, escribió en la red social X.
Los comentarios de Trump se producen en momentos en que los palestinos desplazados por la guerra no han podido regresar a sus hogares en el norte de Gaza, debido a las acusaciones formuladas por Israel de que Hamás violó los términos de un acuerdo de alto el fuego, que entró en vigencia el domingo pasado.
“No hay nada allí, no hay vida, todo está demolido. Pero aún así, regresar a tu tierra, a tu hogar, es una gran alegría”, le dijo a la BBC un hombre que esperaba ansiosamente que lo dejaran pasar.
En comentarios separados, también realizados en el Air Force One, Trump dijo que había puesto fin a la suspensión impuesta por Biden frenaba el suministro de bombas a Israel.
“Pagaron por ellas y llevan mucho tiempo esperándolas”, indicó a los periodistas en el Air Force One.
Estados Unidos es el mayor proveedor de armas a Israel, al que ha ayudado en la construcción de uno de los ejércitos tecnológicamente más sofisticados del mundo.
Pero la guerra en Gaza dio lugar a nuevos llamados para que Estados Unidos redujera o pusiera fin a los envíos de armas a Israel, debido al nivel de destrucción causado por las armas estadounidenses en el territorio.
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