
Vivir un eclipse solar como el del 14 de octubre es una experiencia única. Sin embargo, no puedes voltear al cielo así como si nada para verlo, pues podrías dañar tus ojos. Te decimos cómo ver el eclipse solar de forma segura.
Ver el eclipse solar sin protección puede dañar la retina de forma permanente. Incluso, puede generar un tipo de ceguera conocida como retinopatía solar.
“Muchos se recuperan después de tres a seis meses, pero otros tendrán pérdida permanente de visión en forma de pequeño punto ciego y distorsión”, asegura la Academia Estadounidense de Oftalmología.
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Lo primero es la seguridad. Si quieres voltear al cielo, necesitas tener lentes especiales; los regulares NO sirven.
Estos lentes para ver el eclipse solar necesitan una certificación internacional ISO 12312-2. También pueden servir las gafas para soldar (del número 14 o superior) que venden en ferreterías y tlapalerías.
NO sirven los lentes de sol comunes, ni verlo por el celular, cámaras, telescopios o binoculares. Estos necesitan de un filtro especial para ser usados durante la observación.

Si tus gafas no llegaron a tiempo o no te acordaste de comprarlas, no te preocupes. Te explicamos cómo ver el eclipse solar con cosas que seguro tienes en casa.
Este es un método indirecto para ver el eclipse, pues nunca voltearás al sol y aún asó podrás disfrutar del espectáculo.
1. Toma la caja y ponla encima de la hoja de papel.
2. En la hoja, traza con el lápiz el contorno de la base de la caja y recórtalo.
3. Pega el papel dentro de la caja colocándolo en la base.
4. Sella la parte superior y en ella cortarás dos rectángulos; uno pegado a la izquierda y otro pegado a la derecha.
5. Cubre uno de los agujeros con papel aluminio.
6. Haz un agujero (con la aguja, alfiler, palillo) en el centro del papel aluminio.
7. Te recomendamos envolver el resto de la caja, puede ser con periódico u hojas que ya no uses, para evitar entradas de luz. ¡Y listo! Ya tienes tu proyector.

¿Cómo ver el eclipse solar con el proyector casero? Cuando sea el momento del eclipse, vas a tomar tu proyector y te vas a poner de espaldas al sol.
Esto es MUY importante, pues recuerda que no puedes ver directamente el eclipse o dañarás tu vista.
Con el sol a tu espalda, mira por la abertura de la caja cuidando que no tapes el lado donde está el papel aluminio.
De hecho, la luz del sol entrará por el pequeño hoyo que le hicimos al aluminio y podrás ver la proyección del eclipse de sol en la hoja en blanco que pegamos dentro de la caja.
Acá un video de la NASA para que no te pierdas en las instrucciones:

Aunque se ha dicho muchas veces que es mejor consumir la fruta entera y no su jugo por el aporte de fibras, no faltan estudios que le encuentran virtudes. interesantes a esta bebida.
En concreto, una investigación reciente ha demostrado que el consumo regular de jugo de naranja puede influir en la actividad de miles de genes dentro de nuestras células inmunitarias.
Muchos de estos genes ayudan a controlar la presión arterial, calmar la inflamación y regular la forma en que el cuerpo procesa el azúcar, lo que contribuye a mejorar la salud cardíaca a largo plazo.
Los investigadores realizaron un seguimiento a adultos que bebieron 500 ml de jugo de naranja pasteurizado puro cada día durante dos meses. Después de 60 días, muchos genes asociados con la inflamación y la hipertensión arterial se habían vuelto menos activos.
Entre ellos, NAMPT, IL6, IL1B y NLRP3, que suelen ponerse en marcha cuando el cuerpo está sometido a estrés.
Otro gen conocido como SGK1, que afecta a la capacidad de los riñones para retener sodio (sal), también redujo su actividad.
Estos cambios coinciden con hallazgos previos que indican que beber jugo de naranja a diario puede reducir la presión arterial en adultos jóvenes.
El hallazgo ofrece una posible explicación a por qué el jugo de naranja se ha relacionado con una mejor salud cardíaca en varios ensayos.
El nuevo trabajo muestra que, a la vez que eleva el azúcar en sangre, esta bebida cítrica desencadena pequeños cambios en los sistemas reguladores del cuerpo que reducen la inflamación y ayudan a relajar los vasos sanguíneos.
Tiene sentido si pensamos que los compuestos naturales de las naranjas, en particular la hesperidina, un flavonoide cítrico conocido por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios, pueden influir en los procesos relacionados con la hipertensión arterial, el equilibrio del colesterol y la forma en que el cuerpo procesa el azúcar.
La respuesta varió en función del tamaño corporal: las personas con más peso tendían a mostrar mayores cambios en los genes implicados en el metabolismo de las grasas, mientras que los voluntarios más delgados mostraban efectos más fuertes sobre la inflamación.
Una revisión sistemática de ensayos controlados en la que participaron 639 personas de 15 estudios descubrió que el consumo regular de jugo de naranja reducía la resistencia a la insulina y los niveles de colesterol en sangre. La resistencia a la insulina es una característica clave de la prediabetes, y el colesterol alto es un factor de riesgo establecido para las enfermedades cardíacas.
Otro análisis centrado en adultos con sobrepeso y obesidad encontró pequeñas reducciones en la presión arterial sistólica y aumentos en las lipoproteínas de alta densidad (HDL), a menudo denominadas colesterol bueno, tras varias semanas de consumo diario de jugo de naranja.
Aunque estos cambios son modestos, incluso las mejoras leves en la presión arterial y el colesterol pueden marcar una diferencia significativa si se mantienen durante años.
A esto se le suma que, según una revisión reciente, el jugo de naranja influye en las vías relacionadas con el uso de energía, la comunicación entre las células y la inflamación. También puede afectar a la microbiota intestinal, que cada vez se considera más importante para la salud cardíaca.
Si nos decantamos por jugo de naranja sanguina, basta consumirlo durante un mes para que aumente el número de bacterias intestinales que producen ácidos grasos de cadena corta. Estos compuestos ayudan a mantener una presión arterial saludable y a reducir la inflamación.
Las personas con síndrome metabólico son las que más pueden salir ganando. Una investigacion con 68 participantes obesos demostró que el consumo diario de jugo de naranja mejoraba el funcionamiento del revestimiento de los vasos sanguíneos (función endotelial), esto es, la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse y dilatarse.
Y eso se asocia directamente con un menor riesgo de ataques cardíacos.
Otro estudio, realizado con 129 trabajadores de una fábrica de jugo de naranja en Brasil, reveló concentraciones sanguíneas más bajas de apolipoproteína B, o apo-B, un marcador que refleja el número de partículas portadoras de colesterol relacionadas con el riesgo de sufrir un infarto.
Sin embargo, un análisis más amplio de las concentraciones de grasas en sangre reveló que, aunque los niveles de lipoproteínas de baja densidad (LDL) –colesterol malo– suelen descender, otras mediciones lipídicas, como los triglicéridos y el HDL, no varían significativamente.
En cualquier caso, parece que beber jugo de naranja no solo aporta azúcar: aunque la fruta entera sigue siendo la mejor opción debido a su fibra, un vaso diario de jugo de naranja puro podría tener efectos beneficiosos para la salud que se acumulan con el tiempo.
Estos incluyen aliviar la inflamación, favorecer un flujo sanguíneo más saludable y mejorar varios marcadores sanguíneos relacionados con la salud cardíaca a largo plazo.
*Este artículo fue publicado en The Conversation y reproducido aquí bajo la licencia creative commons. Haz clic aquí para leer la versión original.
*David C. Gaze es profesor de Patología Química de la Universidad de Westminster, en Reino Unido.