
Desde que apareció el primer ser humano, nuestra especie ha volteado hacia el cielo para preguntarse qué hay más allá de lo que conocemos en la Tierra.
“El cielo nocturno ha sido la obsesión de todas las culturas en el mundo a lo largo de la historia y todas se han dedicado a estudiarlo, conocer sus ciclos y tratar de entender cuál es el orden de la naturaleza y del cosmos”, dice José Franco, investigador titular del Instituto de Astronomía de la UNAM.
Esta ciencia es tan antigua que, de acuerdo con la Agencia Espacial Europea, los primeros registros documentados de observaciones astronómicas se realizaron alrededor del año 1,000 a.C. por los asirios-babilonios en Mesopotamia, quienes registraron los movimientos periódicos de los cuerpos celestes.
Más allá de lo poético que resulta ver las estrellas, la astronomía ha evolucionado tanto, que hoy sabemos cuándo nació el universo, dónde estamos ubicados, de qué está compuesto el Sol y otros datos que nos explotan la cabeza.
Pero además de tratar de explicar el orden de la naturaleza, la astronomía ha contribuido a que hoy utilicemos mucha tecnología en nuestra vida cotidiana.
Desde los calendarios hasta las conexiones inalámbricas, esta ciencia demuestra que ver al cielo importa más que nunca.
Fenómenos como eclipses solares y lunares, lluvias de estrellas, el paso de cometas, entre otros, no solo sirven para maravillarnos del universo, sino que también nos ayudan a conocer su historia.
Silvia Torres Castilleja, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, cuenta a Animal MX que estos fenómenos son importantes porque tienen pistas sobre cómo se formó nuestro sistema solar.
El estudio de asteroides y cometas lo demuestra.
“Los cometas son vestigios de la parte inicial del sistema solar, de cómo se formó. Son los objetos más viejos, por eso han sido estudiados y se han mandado naves para recoger pedazos, para estudiar de qué, cómo están hechos y que nos den pistas de cómo era la situación antes del sistema solar”, menciona Torres, quien se dedica al estudio de las nebulosas planetarias.
Con el estudio de los cometas hemos aprendido que estos pedazos de rocas son vestigios del nacimiento de nuestro sistema solar hace aproximadamente 4.6 mil millones de años y que están compuestos, en su mayoría, de hielo recubierto con material orgánico oscuro.
Otro de los fenómenos astronómicos que importa estudiar son las lluvias de estrellas, que en realidad son fragmentos de cometas que estaban en la órbita de la Tierra y dejaron rastros después de entrar a nuestra atmósfera.
José Franco -quien también es coordinador del programa de Arte, Ciencia y Tecnología de la UNAM- explica que observar las estrellas fugaces permite a los astrónomos estar alerta de posibles objetos que giran alrededor del Sol y podrían representar peligro para la Tierra.
De hecho, la NASA cuenta con un organismo llamado Centro de Objetos Cercanos a la Tierra, encargado de catalogar y monitorear distintos cuerpos espaciales que tengan algún riesgo (por más mínimo que sea) de impactar con el planeta.
Aunque la astronomía está vinculada con el espacio exterior, la realidad es que esta ciencia también ha traído grandes beneficios a la vida en la Tierra, empezando por los calendarios.
“La luna ha sido fundamental para conocer cómo pasa el tiempo, cuáles son los ciclos de la naturaleza y todos los calendarios que existen en el mundo fueron inicialmente lunares y luego se colocó el ciclo del Sol”, relata Franco.
El astrónomo también señala que gracias a la astronomía se pudo crear una navegación precisa por los mares, porque con ella fue posible saber en qué punto, latitud y longitud nos encontramos en el planeta.
Además, tecnología que utilizamos hoy en día de manera cotidiana ¡fue creada por astrónomos!
Las cámaras digitales, por ejemplo.
José Franco cuenta que las cámaras digitales que vemos hoy en los celulares fueron desarrolladas en los 70 y 80 en astrofísica para observar el cielo. “Se cambió la placa fotográfica que se usaba durante los siglos XIX y XX por sistemas de estado sólido que generaron sistemas digitales para obtención de imágenes”, explica.
Según la Sociedad Astronómica Estadounidense, el creador fue el físico Michael F. Tompsett, cuyo descubrimiento fue utilizado en 1976 por Jim Janesick, un ingeniero de la NASA, y Brad Smith, un científico planetario de la Universidad de Arizona, quienes obtuvieron las primeras imágenes astronómicas digitales con un sistema de estado sólido.
Otro ejemplo: nuestro preciado WiFi también fue creado por astrónomos.
“En los 80, los radioastrónomos en Australia inventaron un sistema para transmitir las señales de los radiotelescopios a los centros de cómputo y con eso desarrollaron lo que ahora es conocido como el WiFi”, explica Silvia Torres.
Los inventores del WiFi fueron miembros del equipo de Astronomía y Ciencia Espacial de la Organización de Investigación Científica e Industrial del Commonwealth (CSIRO), del gobierno australiano.
El equipo fue liderado por el astrofísico John O’Sullivan, quien inició con su proyecto a finales de los 70 y finalmente lo patentó en 1996.
Otros avances tecnológicos logrados gracias a la astronomía incluyen la primera conexión a internet en México con una antena parabólica colocada en la azotea del Instituto de Astronomía de la UNAM y las tomografías.
“La astronomía es una gran promotora de la tecnología, invita al desarrollo tecnológico, lo ha hecho desde siempre y lo sigue haciendo, es un motor de nueva tecnología”, afirma Torres.
Tanto José Franco como Silvia Torres coinciden en que el futuro de la astronomía está definido por la búsqueda de vida fuera de la Tierra (y de nuestro sistema solar) y la investigación sobre energía oscura y la materia oscura.
Hasta ahora, muy poco se sabe sobre estos campos.
En cuanto a la vida fuera de nuestro planeta, todavía no se encuentra ninguna pista, aunque las agencias espaciales y científicos de todo el mundo han dedicado una gran cantidad de recursos para hallarla.
“Las búsquedas dentro del sistema solar se realizan actualmente con naves y sondas, mientras que fuera del sistema se usan telescopios para hallar vestigios de vida en otros lugares. Aún no se encuentra, pero se está intentando”, resalta Silvia Torres.
Un ejemplo de ello es lo que está haciendo la NASA en Marte desde 2020 con la misión Perseverance.
En esta misión, la agencia espacial estadounidense explora la superficie marciana con la intención de encontrar señales de vida microbiana antigua.
La historia sobre la energía oscura y la materia oscura es muy diferente, porque no se sabe casi nada sobre ellas (y la verdad es muy complicado explicarlo).
Según la NASA, la energía oscura es una forma de energía presente en el espacio que se encarga de expandir el universo, mientras que la materia oscura es una forma invisible de materia de la cual el universo está compuesto en su mayoría.
“El futuro de la astrofísica está compuesto de muchas cosas, entre ellos proyectos de telescopios de gran envergadura tanto en la Tierra como en el espacio que ayuden a dar respuesta a estas preguntas fundamentales”, afirmó José Franco.
Lo mejor de la astronomía es que no sólo es una ciencia para los profesionales, sino que si te apasiona el tema existen diferentes lugares donde puedes aprender más sobre el estudio del cosmos.
Primero que nada, este sábado 13 de noviembre será La Noche de las Estrellas, la cual es una fiesta astronómica organizada por la UNAM desde el 2009 en la explanada de CU, aunque en esta ocasión será realizada de forma virtual por la pandemia.
“La Noche de las Estrellas es una feria de actividades centradas en astronomía para llamar a la gente a divertirse, ver el cielo y atraer a los jóvenes a la ciencia”, resalta Torres.
Franco agrega que en esta feria de astronomía encontrarás eventos culturales, charlas, talleres, observación del cielo y más, y podrás acceder de manera gratuita en la página www.nochedelasestrellas.org.mx.
Por último, Franco recomienda que quienes deseen aprender más sobre esta ciencia podrán encontrar muchísima información en las páginas del Instituto de Astronomía de la UNAM o en cualquier universidad con departamento de astronomía, donde no sólo hay documentos e investigaciones, sino charlas para el público dirigidas por los centros de investigación.

El anuncio de Trump tiene como objetivo cortar los ingresos del gobierno de Nicolás Maduro, pero algunos analistas advierten que la medida podría profundizar la crisis económica en Venezuela y generar consecuencias negativas para Washington.
Para Venezuela, el petróleo no es simplemente un bien de exportación. Constituye el eje central de su economía y la principal fuente de ingresos y de divisas con las que el país importa alimentos, medicinas y otros bienes esenciales.
Por ello, el bloqueo “total y completo” contra los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela —anunciado el martes por el presidente de EU, Donald Trump— no solo podría afectar al gobierno de Nicolás Maduro, sino también a amplios sectores de la población venezolana.
Varios expertos advierten que una medida de este alcance también puede resultar contraproducente para Washington.
Trump dio a conocer la decisión a través de sus redes sociales, donde acusó al gobierno de Maduro de utilizar petróleo “robado” para financiarse y para sostener el “narcoterrorismo, tráfico de personas, asesinatos y secuestros”.
Sus declaraciones se producen una semana después de que Washington incautara un buque petrolero frente a las costas venezolanas, una acción que Caracas denunció como “un robo descarado” y “un acto de piratería”.
El mandatario estadounidense también afirmó este martes en Truth Social que Venezuela está “completamente rodeada por la mayor armada jamás reunida en la historia de Sudamérica”, y añadió que esta presencia militar “seguiría creciendo” y que sería “algo como nunca antes se había visto”.
Venezuela —que posee las mayores reservas probadas de petróleo del mundo— ha condenado la orden de bloqueo como una “amenaza grotesca”, que, según el gobierno de Maduro, busca “robar” la riqueza del país.
Desde septiembre, Estados Unidos ha acumulado una importante presencia militar frente a las costas venezolanas en el Caribe, que incluye a más de 15,000 efectivos y al portaaviones más grande del mundo, el USS Gerald R. Ford.
El ejército estadounidense también ha estado realizando una serie de ataques aéreos contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental en los que han muerto al menos 95 personas.
El presidente Trump afirma que el objetivo de esta campaña militar es combatir el narcotráfico en la región y acusa al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de encabezar el llamado Cartel de los Soles.
Sin embargo, diversos analistas sostienen que la estrategia podría también estar orientada a impulsar un cambio de régimen en Venezuela.
Venezuela produce actualmente cerca de 1 millón de barriles diarios de crudo, lo que representa aproximadamente el 1% de la producción mundial.
Una cifra que contrasta con los más de 3 millones de barriles diarios que el país produjo en 1998, el año previo a la llegada al poder del mentor político e ideológico de Maduro, el expresidente Hugo Chávez.
El desplome de la producción responde a una combinación de mala gestión, falta de inversión en el sector, pérdida de personal calificado, corrupción y sanciones internacionales.
Por ello, el impacto de un bloqueo petrolero sobre el mercado mundial sería limitado, al menos en el corto plazo.
Pero, para millones de venezolanos, las consecuencias podrían ser mucho más profundas y directas.
Cuando el presidente Donald Trump impuso un paquete de sanciones económicas estrictas a Venezuela en 2018, durante su primer mandato, la medida profundizó la ya grave crisis económica y humanitaria que atravesaba el país sudamericano.
Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), solo ese año la economía venezolana se contrajo en torno al 15%, una de las caídas más pronunciadas de su historia reciente.
Christopher Sabatini, investigador principal para América Latina del centro de estudios Chatham House, con sede en Londres, afirma que el bloqueo anunciado por Trump podría tener un efecto “aún más devastador si lo mantiene y persiste”.
“Creo que la administración Trump espera poder darle un giro rápido a esta medida. Espera que el lenguaje hiperbólico e incendiario que usó en Truth Social ponga al círculo íntimo de Maduro en su contra y promueva una transición rápida“, le dice a BBC Mundo.
“Pero si eso no pasa, se prevé una gran crisis, porque un gran porcentaje de las exportaciones venezolanas viaja por este tipo de embarcaciones sancionadas”, agrega.
“Y los ingresos provenientes de esas exportaciones no sólo se usan para pagar y sobornar a burócratas, sino para comprar medicinas y alimentos, por lo que se prevé una gran escasez de ambas cosas”.
Un informe reciente de la organización Transparencia Venezuela reveló que el 41% de los buques petroleros (40) que operaron en las costas venezolanas en noviembre fueron buques sancionados, parte de la llamada flota de buques fantasma.
Por su parte, el servicio independiente de seguimiento Tanker Trackers estima que unos 37 buques incluidos en la lista de sancionados de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) estaban operando en aguas venezolanas a principios de este mes.
El economista venezolano Francisco Monaldi, director del Programa Latinoamericano de Energía del Instituto Baker de la Universidad Rice, en Houston, señala que la medida anunciada por Trump también forzará al gobierno de Nicolás Maduro a ofrecer mayores descuentos en el petróleo que vende a través de canales informales para sortear las sanciones.
“En cualquier escenario, esto provocará una reducción de los ingresos, lo que a su vez causará una devaluación del bolívar y un aumento de la inflación. Y si la situación se prolonga, es probable que genere una caída significativa del PIB”, añade.
El FMI proyectó que la inflación en Venezuela cerrará 2025 en aproximadamente 269,9 %, según su informe World Economic Outlook publicado el 14 de octubre de 2025.
Expertos advierten que el bloqueo también podría tener consecuencias negativas tanto para la oposición venezolana como para el propio gobierno de Donald Trump.
“Si la medida no logra desalojar al gobierno de Nicolás Maduro y los venezolanos comunes comienzan a sufrir sus efectos, es posible que muchos terminen culpando a la oposición y a Trump de la crisis”, señala Sabatini.
Y una mayor pobreza en Venezuela probablemente también impulse una nueva ola migratoria hacia países de América Latina y a Estados Unidos.
Según datos de la ONU, cerca de 7.7 millones de venezolanos han abandonado el país desde el inicio de la crisis económica y política, convirtiendo la situación en una de las mayores crisis migratorias del mundo.
El economista estadounidense Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación Económica y Política (CEPR), considera que el bloqueo anunciado por Trump podría terminar perjudicándolo políticamente si se mantiene en el tiempo.
“Cerca del 90% de las divisas extranjeras que obtiene Venezuela provienen de las exportaciones de petróleo, por lo que un bloqueo como el anunciado podría generar más pobreza y más migración”, le dice Weisbrot a BBC Mundo.
“Es un riesgo considerable para Trump: si la migración venezolana hacia Estados Unidos aumenta de forma significativa, es probable que sus votantes le hagan pagar el precio en las elecciones de medio mandato del próximo año”.
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