Aunque nos encanta mirar hacia el cielo en búsqueda de cuerpos celestes, a veces el clima y la contaminación no nos dejan ver nada. Pero no te preocupes, que para eso existen estas apps para ver estrellas, constelaciones y planetas.
Con ellas no importará si no tienes un telescopio o si no sabes dónde queda el norte y el sur. Lo único que estas apps necesitan es de tu ubicación y algunas de tu cámara.
Además, con algunas de ellas no solo podrás ver los puntos luminosos del cielo, también podrás aprender detalles interesantes de ellos como sus nombres, dimensiones, distancia de la tierra y más.
Aprende directo de los expertos, pues la Nasa tiene su propia app para dispositivos móviles. Con ella podrás acceder a las imágenes y videos de sus misiones más recientes.
También la aplicación sirve como una ventana directa para conocer las noticias de esta agencia espacial. En ocasiones, también hay reportajes disponibles sobre sus actividades y descubrimientos.
Esta es la precursora de las apps para ver estrellas, pues el proyecto, que inicialmente era de Google, fue de las primeras que nos permitió explorar el cielo.
Aunque no ha recibido actualizaciones en un tiempo, todavía es muy funcional. Además, es perfecta para quienes apenas se integran en el mundo de la astronomía amateur.
Disponible para Android.
Si buscas una experiencia un poco más inmersiva, entonces prueba esta aplicación, pues utiliza la cámara y ubicación de tu dispositivo para decirte exactamente qué estrella o planeta estás viendo.
Además, dentro de la app encontrarás información general sobre cada cuerpo celeste. De hecho, hay un apartado que indica la hora en la que puedes ver cada astro en el cielo.
Disponible una versión gratuita para Android e iOS. La opción de paga no tiene anuncios y también la encuentras en Android e iOS.
Seguimos con apps para ver estrellas que hacen uso de la realidad aumentada. Como en el caso anterior, con esta herramienta también podrás apuntar con tu cámara del celular hacia el cielo.
Lo chido es que también tiene un modo nocturno que te ayudará cuando busques astros durante la noche. Además, te muestra información y datos sobre galaxias, planetas, estrellas y constelaciones.
Otro mini planetario que cabe en tu celular. Con esta app también tendrás que apuntar hacia el cielo para descubrir qué astros son los que te rodean. También hay datos e información interactiva y gráficos que te ayudarán a conocer más de las estrellas, planetas y más.
Algo muy curioso es que la aplicación también ofrece simulaciones de cómo se vio el cielo en décadas pasadas.
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Dudamos que en poco tiempo ya conozcas todos los elementos que conforman nuestro sistema solar. Pero si quieres dar el siguiente paso y sentirte aventurero, descarga esta app que se enfoca en exoplanetas.
Estos son planetas que están en otro sistema; es decir, que orbitan una estrella distinta al sol. Esta aplicación funciona como una especie de catálogo para que los conozcas.
Esta herramienta solo está disponible para usuarios de iOS.
Aquí la realidad aumentada vuelve a hacer acto de presencia. Con la versión normal de la aplicación solo basta con que apuntes hacia el cielo con tu celular.
Eso sí, no da información tan detallada como otras apps para ver estrellas y planetas. Aunque eso sí, es muy fácil de utilizar.
Por último, otra opción de apps para ver estrellas es esta que es muy fácil de seguir. Tiene la opción de apuntar y descubrir directamente qué planeta estás viendo.
Pero no necesitas moverte como loco. Si eres de los que se marea, también puedes simplemente sentarte y mover la pantalla con tu dedo para saber qué constelaciones están cerca de tu ubicación.
Algunos datos que presenta la aplicación son la luminosidad y distancia del cuerpo celeste. También, puedes ver cómo se ve el cielo en otras partes del mundo.
La consigues para iOS y Android.
Una de las anécdotas más impactantes del mundo del rock tuvo a Ozzy Osbourne como protagonista.
En el turbulento mundo del rock, rara vez está mal visto ser impactante.
Todo lo contrario. La mayoría de las veces es prácticamente obligatorio.
Si existen los límites, pocos artistas los han traspasado tanto como John Michael Osbourne, también conocido como Ozzy Osbourne, o el Príncipe de las Tinieblas, quien falleció este martes a los 76 años.
Un apodo así no se consigue por casualidad.
Los fans de Black Sabbath lo apodaron inicialmente así debido a su oscura personalidad en el escenario, su aura decadente y sus letras obsesionadas con lo oculto.
Aun así, sus acciones de la noche del 20 de enero de 1982, en las que la cabeza de una desafortunada criatura terminó separada de su cuerpo, fueron una locura descomunal, incluso para los excesivos estándares de Ozzy.
Es un evento que, décadas después, todavía se considera uno de los momentos más notorios de la historia del heavy metal.
Aunque al parecer, esta ni siquiera era la primera vez que el cantante estaba involucrado en la decapitación de un animal inocente.
Pero más sobre eso más adelante.
En lo que respecta a Ozzy y el murciélago, no es sorprendente que, a lo largo de los años, los recuerdos hayan cambiado sobre el giro preciso que dieron los acontecimientos.
A veces se debía a que los recuerdos de la gente se contradecían entre sí. Pero sobre todo, dependía de la versión de la historia que Ozzy quisiera contar.
Pero algunos datos sobre el incidente son inequívocos.
En enero de 1982, Ozzy llevaba dos meses de una agotadora gira promocionando su segundo álbum en solitario, Diary of a Madman.
Se había desarrollado una tradición: el cantante lanzaba al público trozos de carne cruda y partes de animales, incluyendo intestinos e hígado.
En ese momento era todo un escándalo y, quizás, un comportamiento no del todo inexplicable para un hombre que había sido aprendiz en un matadero.
A lo largo de la gira, la noticia de la práctica se extendió rápidamente, y los fans de Ozzy empezaron a mostrar su ingenio. En cada escenario, sabían exactamente lo que se avecinaba y acudían armados y listos para el espectáculo.
Así que, cuando algo pequeño y negro aterrizó en el escenario durante un bullicioso concierto un miércoles por la noche en el auditorio Veterans Memorial de Des Moines, en Iowa, el cantante pensó que era un juguete de goma.
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Y aquí es donde los recuerdos empiezan a desviarse en diferentes direcciones. En su autobiografía de 2010, I Am Ozzy, el cantante cuenta que lo recogió, se lo metió en la boca y lo devoró.
“Sin embargo, de inmediato sentí que algo andaba mal. Muy mal. Al principio, mi boca se llenó al instante de un líquido cálido y pegajoso”, recordó. “Luego, la cabeza en mi boca se movió nerviosamente”.
“Alguien lanzó un murciélago. Pensé que era de goma. Lo recogí, me lo metí en la boca y le di un mordisco”.
Entonces dice que se dio cuenta: “¡Oh, no, es real! Era un murciélago vivo de verdad”.
¿Es esta la versión definitiva de la historia? ¿Un murciélago vivo que lanzaron al escenario y que Ozzy muerde? Nada más lejos de la realidad.
Ozzy no siempre dijo que el animal estuviera vivo cuando se lo lanzaron.
En 2006, ofreció a la BBC una versión de la historia sutil, pero crucialmente diferente.
“Aparece este murciélago. Pensé que era uno de esos murciélagos de broma de Halloween porque tenía una cuerda alrededor del cuello”, dijo.
“Lo mordí, miré a mi izquierda y Sharon [Osbourne, su esposa y entonces representante] decía [haciendo un gesto de no].
“Y yo le dije: ¿De qué estás hablando? Ella [dice]: “Es un murciélago muerto de verdad”. Y yo… ¡ahora lo sé!”
Entonces, ¿estaba vivo o muerto el desafortunado mamífero alado?
¿Quién mejor para confirmar si estaba desprovisto de vida y había dejado de existir que la persona que afirma haber llevado el murciélago al concierto?
Según el diario Des Moines Register, ese hombre era Mark Neal.
Tenía 17 años en el momento del concierto. Y su relato de los acontecimientos que precedieron a la sangrienta noche fue el siguiente: su hermano menor había traído al animal a casa dos semanas antes, pero, lamentablemente, no había sobrevivido.
Neal dijo que, para cuando lo llevó al concierto, llevaba días muerto.
Así que parece que la evidencia disponible sobre esta legendaria pieza de exceso de heavy metal, ubicada en el número dos de la lista de los mitos más salvajes del rock de la revista Rolling Stone, apunta a que es en gran medida cierta.
Todos coinciden en que el murciélago sí llegó a la boca de Ozzy, aunque parece probable que ya no estuviera vivo para entonces, algo con lo que el propio Ozzy coincidía. A veces.
Pero ¿qué hay de un incidente inquietantemente similar ocurrido unos nueve meses antes en Los Ángeles?
Una vez más, los detalles varían, generalmente dependiendo de con quién hablaba Ozzy.
Los hechos básicos nunca han sido discutidos. Ozzy tenía previsto reunirse con un grupo de ejecutivos de la discográfica CBS en Los Ángeles, y a Sharon se le ocurrió que llevara tres palomas vivas.
Tras un breve discurso de agradecimiento, el plan era que Ozzy las lanzara al aire para que todos pudieran verlas revolotear, en un gesto simbólico de paz.
Alerta de spoiler: Eso no fue lo que finalmente ocurrió.
Ozzy había estado bebiendo brandy toda la mañana, y más tarde le contó al biógrafo de rock Mick Wall que una relacionista pública en la reunión lo había estado molestando mucho.
Según el libro de Wall, Black Sabbath: Síntomas del Universo, Ozzy “sacó una de esas palomas y le arrancó la cabeza de un mordisco solo para callarla”.
“Luego lo volvió a hacer con la siguiente paloma”, añadió, “escupiendo la cabeza sobre la mesa”.
“Fue entonces cuando me echaron. Dijeron que nunca volvería a trabajar para CBS”.
En la segunda versión, relatada unos meses después, le contó a Garry Bushell, de la revista Sounds, una historia ligeramente diferente.
“El engaño es que el pájaro estaba muerto. Planeábamos liberarlo allí, pero murió antes. Así que, en lugar de desperdiciarlo, le arranqué la cabeza de un mordisco.
“Deberías haber visto sus caras. Todos palidecieron. Se quedaron sin palabras.”
Ozzy, por supuesto, tenía una reputación que mantener. Después de todo, este era el hombre que había sido expulsado de Black Sabbath porque, incluso para los estándares astronómicamente laxos del rock, su consumo de alcohol y drogas se consideraba excesivo.
Y aunque sus encuentros con el murciélago y las palomas pudieran no parecerles a muchos una locura, estos, con útiles dosis de exageración, contribuyeron significativamente a la imagen escandalosa de Ozzy Osbourne.
Sin duda, le dieron aún más publicidad y notoriedad, ayudando a que su carrera en solitario se disparara como un rayo.
Y aunque puede que no sea culpable de todos los delitos que se le atribuyeron a lo largo de los años, no cabe duda de que alcanzó alturas (o profundidades) que otras estrellas del rock nunca se atrevieron a contemplar.
Eso significó que fue visto como el indiscutible maestro de ceremonias del exceso del rock, una reputación que definió su carrera y que lo acompañó hasta el final.
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