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Los grandes retos olímpicos de París 2024 (del Sena a los transportes)
Los grandes retos olímpicos de París 2024 (del Sena a los transportes)
Foto: Ludovic MARIN / AFP
4 minutos de lectura

Los grandes retos olímpicos de París 2024 (del Sena a los transportes)

Autoridades ultiman detalles y retos de París 2024 a poco más de un mes de la ceremonia de apertura de este evento que acogerá a millones.
24 de junio, 2024
Por: AFP
@AFP 

A poco más de un mes de la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París 2024, autoridades ultiman los detalles de la organización de este evento, que acogerá millones de espectadores, e intentan hace frente a los desafíos de última hora.

Transporte público reforzado

“No vamos a estar listos” en materia de transporte público, declaró la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, en noviembre. Pero tras varias campañas de contratación masiva y negociaciones laborales, las autoridades gestoras del transporte público han conseguido una “mejora considerable” de “la situación general”, insistió Jimmy Brun, vocero de la RATP, la empresa que gestiona la red parisina de transporte público.

Mira: Este será el equipo de México en clavados que buscará medallas en París 2024

La RATP movilizará más de 40 mil agentes para conducir trenes, buses y metros entre el 26 de julio y el 11 de agosto, que transportarán una media de 500 mil espectadores y 200 mil personas acreditadas, así como a todos los usuarios habituales.

IDFM, que coordina la red de transporte público de la región parisina, ha ideado 125 “planes B” en caso de averías, cambios de hora de competencias olímpicas o si alguna de las lanzaderas de espectadores queda bloqueada en la carretera por un accidente, por ejemplo.

Una de las incógnitas sin plan B es el resultado de las elecciones legislativas del 30 de junio y 7 de julio, que podrían provocar protestas “a unos días de los Juegos”, declara Valérie Pecresse, presidenta de IDFM, para quien “las disputas políticas pueden esperar dos meses”.

Preocupación por el río Sena

El gran protagonista de los Juego Olímpicos es el río Sena, donde se deben organizar el desfile náutico de la ceremonia de apertura y varias competencias: triatlón (30 y 31 de julio, 5 de agosto), maratón de natación (8 y 9 de agosto), y triatlón adaptado (1 y 2 de septiembre).

Pero no todo fluye como debería a un mes de la inauguración. Salvo el 9 de junio, no se alcanzaron los estándares reglamentarios de calidad del agua para permitir el baño, y las autoridades no han ideado un plan alternativo en caso de que no mejore en las fechas de las pruebas.

El “clima lluvioso” provocó un “fuerte caudal del río que afecta a la calidad del agua”, explicaron las autoridades locales.

rio sena paris 2024
(ARCHIVO) Un grupo de nadadores se prepara para entrar en el río Sena para bañarse, en Ile-Saint-Denis, al norte de París, el 1 de mayo de 2024Foto: STEPHANE DE SAKUTIN / AFP

Lee: ¿Bañarse en el río Sena? El ‘sueño’ parisino rumbo a los Juegos Olímpicos

El ensayo general de la ceremonia de apertura, programado para este lunes, fue aplazado debido al fuerte caudal del río, cuya fuerza “aumenta matemáticamente la velocidad de los barcos”, que tardarían “15 minutos menos” en completar el recorrido.

Las autoridades invirtieron mil 400 millones de euros (alrededor de 1.500 millones de dólares) en la limpieza del río para acoger las competencias olímpicas y abrir el baño al gran público a partir de 2025.

¿Unos juegos más sostenibles?

Los organizadores de París 2024 han prometido “compromisos inéditos en favor del clima” y una reducción a la mitad de la emisiones emitidas en anteriores ediciones.

Para la actual edición, redujeron la huella de carbono de la construcción al utilizar un 95% de infraestructuras existentes o temporales. Los desplazamientos representan un tercio de las emisiones previstas.

La estimación oficial inicial indicó que los Juegos emitirían 1,58 millones de toneladas de CO2, pero los organizadores han dejado de utilizar las cifras específicas “que anunciaron con tanto bombo y platillo”, advierte Martin Müller, profesor en el Instituto de Geografía y Sostenibilidad de la Universdad de Lausana, para quien “sin objetivos cifrados, no hay ninguna obligación comprobable”.

Los organizadores prometen apoyar proyectos de compensación de carbono que eviten o capturen “la misma cantidad de emisiones de CO2” producida por los Juegos.

Varios expertos recomendaron en 2021 “reducir considerablemente el tamaño del evento, hacer que las mismas ciudades se turnen para acoger los Juegos y establecer normas independientes de sostenibilidad”.

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Equipos de seguridad casi completos

Las autoridades movilizarán 45 mil policías y gendarmes, así como 18 mil militares.

Aunque estos “no sustituirán” a la seguridad privada, el prefecto de policía de París, Laurent Nuñez, precisó que podrían asumir “ciertas responsabilidades” de estos durante la ceremonia de apertura, para garantizar “el estándar más alto de seguridad”.

El número de guardias de seguridad privada necesarios durante las semanas de competencia oscilará entre 18 mil y 22 mil al día, según el comité de organización.

Marc Guillaume, prefecto de la región de París, declaró el viernes que ya se ha cubierto el 93% de las necesidades de las empresas de seguridad privada.

parís 2024 retos
Oficiales de la gendarmería francesa patrullan frente a la Torre Eiffel. Foto: Stefano RELLANDINI/AFP

Los organizadores buscaban aún 400 personas para completar los equipos de seguridad la noche de la inauguración de los Juegos en el río Sena, el 26 de julio, declaró el miércoles Bruno le Ray, jefe de seguridad de la cita olímpica.

La ceremonia de apertura debía acoger 600 mil espectadores, con 100 mil plazas de pago y 500 mil plazas gratuitas y abiertas a todos, pero por motivos de seguridad, sólo habrá 220 mil plazas gratuitas. El aforo total rondará los 320 mil espectadores.

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Imagen BBC
¿Por qué el cultivo de aguacate es tan polémico y cuáles son sus consecuencias ambientales?
7 minutos de lectura

Los aguacates son un cultivo muy sediento y dejan una huella de carbono de más del doble que la de los plátanos.

26 de junio, 2024
Por: BBC News Mundo
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La creciente demanda de aguacates en Europa y América del Norte ha triplicado la producción mundial en poco más de 20 años.

Sin embargo, esta popular fruta es cada vez más controvertida debido a los impactos ambientales de su cultivo y distribución en todo el mundo.

Estos problemas no son inherentes a los aguacates en sí, que pueden ser parte de una dieta sostenible y saludable, sino que reflejan algunos de los problemas profundamente arraigados asociados con su producción.

Los aguacates son originarios de América Central y del Sur, donde el clima cálido y templado proporciona condiciones ideales para su cultivo.

Hay cientos de variedades, sin embargo, la que la mayoría de nosotros conocemos hoy es la variedad Hass, cuyo origen se remonta a un solo árbol plantado hace casi 100 años.

Parte del aumento de la popularidad del aguacate en las últimas décadas se debe a su comercialización como un “superalimento“.

Aunque algunas afirmaciones sobre sus beneficios para la salud pueden haber sido exageradas, es cierto que los aguacates son una buena fuente de vitaminas, minerales y grasas no saturadas, que les dan su textura cremosa.

Aguacates
Getty Images
La creciente demanda de aguacates en Europa y América del Norte ha triplicado la producción mundial en poco más de 20 años.

¿Por qué los aguacates son tan controvertidos?

Como ocurre con gran parte de la agricultura moderna, la mayoría de las plantaciones de aguacate dependen en gran medida de fertilizantes y combustibles fósiles, lo que contribuye al aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Tienen rendimientos de cosecha menores que muchos otros cultivos y, por lo tanto, tienen una mayor huella de carbono por kilogramo de fruta.

En promedio, los aguacates tienen una huella de carbono de alrededor de 2,5 kg de CO₂ equivalente (kg de CO₂e) por kg; es decir, todos los gases de efecto invernadero resultantes de la producción y el transporte de aguacates, como el dióxido de carbono, el metano y el óxido nitroso, incluidos en el equivalente de CO₂ del calentamiento.

La huella de carbono de los aguacates es más del doble que la de los plátanos (0,9 kg de CO₂e por kg) y más de cinco veces mayor que la de las manzanas (0,4 kg de CO₂e por kg), aunque solo es ligeramente peor que la de los tomates (2 kg de CO₂e por kg).

Pero estas cifras son pequeñas en comparación con la huella de carbono promedio mundial de la mayoría de los productos de origen animal.

Un kilo de huevos tiene una huella de carbono de 4,6 kg de CO₂e, un kilo de pollo tiene una huella de carbono de 9,8 kg de CO₂e y un kilo de carne de vacuno tiene una huella de carbono de 85 kg de CO₂e en promedio.

Para quienes viven fuera de América, las grandes distancias que suelen recorrer los aguacates pueden no ser tan importantes como se cree comúnmente, al menos en términos de carbono.

La gran mayoría de los aguacates se transportan por barco, lo que supone unas emisiones de carbono relativamente bajas debido a las enormes cantidades que se pueden transportar en un solo viaje.

Incluso cuando viajan miles de kilómetros, el transporte marítimo produce tan solo 0,2 kg de CO₂e por kilo de aguacate, lo que suele ser mucho menos que la huella de carbono que supone su cultivo.

El transporte marítimo conlleva otros problemas.

La excesiva dependencia del transporte marítimo ha creado un sistema alimentario vulnerable a los impactos y las perturbaciones. Los atascos y los cuellos de botella logísticos (por ejemplo, el bloqueo del canal de Suez por un buque portacontenedores en 2021), las hambrunas o las guerras en una parte del mundo pueden provocar perturbaciones o escasez de alimentos en muchos otros países.

Es probable que el problema se agrave a medida que se profundice la crisis climática.

Este problema no es exclusivo de los aguacates, pero pasar a una mayor producción de alimentos de origen local puede generar más resiliencia y ayudar a protegernos contra futuras escaseces de alimentos.

aguacate
Getty Images
La huella de carbono de los aguacates es más del doble que la de los plátanos.

Una carga ambiental

Los árboles del aguacate son plantas muy sedientas, que requieren una media de unos 1.000 litros de agua por kg.

Esta cantidad es superior a la de la mayoría de las frutas y verduras, pero inferior a la de algunos cereales como el arroz.

El principal problema es que los aguacates se cultivan en regiones que sufren estrés hídrico.

México, el mayor productor de aguacate del mundo, está atravesando períodos prolongados de sequía, por lo que el riego de las plantaciones de aguacate puede estar socavando el acceso de la población local al agua.

Este problema de la distribución justa del agua podría empeorar en las próximas décadas.

También hay que tener en cuenta los impactos sobre la naturaleza.

Tradicionalmente, los árboles de aguacate se plantaban en parcelas mixtas con otros cultivos y se cosechaban como alimento de subsistencia, exportándose solo el excedente.

Esta práctica cambió a medida que aumentaba la demanda en Estados Unidos y Europa.

Los aguacates se cultivan ahora principalmente como producto de exportación, y la producción se está trasladando a grandes plantaciones de monocultivo para maximizar la productividad.

Estos monocultivos han desplazado a otros cultivos nativos y son mucho más vulnerables a las plagas y enfermedades que las plantaciones mixtas.

Todo esto implica que es necesario utilizar mayores volúmenes de pesticidas químicos y fertilizantes sintéticos, lo que, a su vez, afecta negativamente a la biodiversidad, la calidad del suelo y la salud humana.

aguacates
Getty Images
Los árboles de aguacate son plantas muy sedientas, que requieren una media de unos 1.000 litros de agua por kg.

Peor aún, en algunas regiones las nuevas plantaciones de aguacate están impulsando la deforestación.

Cada año se talan hasta 25.000 hectáreas de bosque en el estado de Michoacán, la principal región productora de aguacate de México, que produce la mayor parte de los aguacates que se venden en Estados Unidos.

Michoacán tiene una rica cubierta forestal que es el hogar de varios animales en peligro de extinción, como jaguares, pumas y coyotes.

Por lo tanto, el aumento de la producción de aguacate en esta región podría ser una amenaza masiva para la biodiversidad.

Por último, hay que tener en cuenta los impactos humanos.

Si bien el comercio del aguacate puede ayudar a las poblaciones locales al proporcionar ingresos a los agricultores, también son ellos los que están sufriendo el peso de los problemas ambientales.

Además, las plantaciones de aguacate se han relacionado con el crimen organizado y los abusos de los derechos humanos, y algunas ciudades y pueblos están tan hartos de los problemas que han prohibido los aguacates por completo.

Lamentablemente, no hay respuestas fáciles.

La búsqueda de aguacates de comercio justo o producidos orgánicamente puede ayudar en términos de impactos humanos y de biodiversidad, pero los procesos de certificación están lejos de ser perfectos y a menudo son demasiado caros para los pequeños agricultores de los países en desarrollo.

Además, es posible que no generen menos emisiones que las plantaciones de monocultivo.

Los aguacates no son el único alimento con una carga ambiental.

Tienen una huella de carbono mucho menor que la mayoría de los productos animales y son solo uno de los muchos cultivos en los que una sola variedad domina el mercado.

Pero tampoco debemos desestimar el daño que la producción de aguacates está causando a la naturaleza y a las poblaciones locales.

El mejor consejo para los consumidores puede ser considerar variedades alternativas de aguacate siempre que sea posible para reducir la demanda de plantaciones de monocultivo.

Cuando no estén disponibles, la mejor opción probablemente sea tratar de ver los aguacates como un capricho en lugar de un alimento básico habitual.

*Thomas Davies es investigador honorario del Centro de Medio Ambiente de la Universidad de Lancaster, Inglaterra. Este artículo apareció en The Conversation. Puedes leer la versión original aquí.

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