El futbolista brasileño Vinicius Júnior, del Real Madrid, fue objeto de cánticos discriminatorios durante el partido contra Valencia el pasado domingo 21 de mayo.
Como relata El País, el partido Valencia vs Real Madrid fue detenido por unos 10 minutos durante el segundo tiempo luego de que Vinicius Jr sufriera insultos racistas por parte de un seguidor del Valencia.
El jugador de 22 años señalaba a la persona buscando asistencia del árbitro, pues no es el primer evento discriminatorio que sufre esta temporada.
Sin embargo, el caos se desató cuando Vinicius Jr fue expulsado por agredir al jugador del Valencia Hugo Duro.
“No fue la primera vez, ni la segunda ni la tercera. El racismo es normal en La Liga“, compartió Vinicius Júnior en una publicación en Instagram sobre el altercado que ocurrió en el Valencia vs Real Madrid.
La Liga ya ha presentado casi una decena de denuncias por ataques racistas al brasileño tan solo en las dos últimas temporadas.
“La competencia cree que es normal, así que la Federación y los oponentes lo alientan”, añadió Vinicus Jr en su publicación y aseñaló que “El campeonato que una vez perteneció a Ronaldinho, Ronaldo, Cristiano y Messi, hoy pertenece a los racistas“.
“Soy fuerte y llegaré hasta el final contra los racistas. Aunque esté lejos de aquí”, finalizó.
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Posteriormente, Vinicius Júnior también compartió un video donde reúne distintos momentos donde demuestra distintas situaciones de racismo en el Real Madrid.
Señala que aunque le han dicho que esos discursos son “casos aislados”, o ” solo un fan”, no es así y que estos episodios discriminatorios suceden en toda España.
“¿Cuántos de esos racistas han tenido sus nombres y fotos expuestos en sitios web? Respondo para hacerlo más fácil: cero”, expone el futbolista.
Igual cuestionó: “¿Qué queda para criminalizar a estas personas? ¿Y castigar a los clubes? ¿Por qué los patrocinadores no cobran a La Liga? ¿No se molestan las televisiones en retransmitir esta barbarie cada fin de semana?”.
“No es fútbol, es inhumano”, finalizó.
El Real Madrid denunció lo ocurrido ante la Fiscalía General del Estado considerándolos un “delito de odio” y en un comunicado condenaron los hechos sucedidos contra Vinicius Jr.
En otro comunicado, el Real Madrid agradeció “las numerosas muestras de cariño, solidaridad y afecto recibidas desde todas las partes del mundo” hacia Vinicius Júnior.
Agradecieron la postura de figuras como el presidente de la FIFA Gianni Infantino, “que ha dicho que se detengan y se suspendan los partidos donde se cometan estos delitos de odio”.
O al presidente de Brasil, Lula da Silva, quien exige que se tomen medidas serias. Así como el apoyo de jugadores como Ronaldo Nazario, Mbappé, Neymar, Roberto Carlos o Casemiro, “entre decenas y decenas de figuras del fútbol mundial”.
Por último, señalan al presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, porque “ha permitido que no se haya actuado de manera contundente, según los protocolos de FIFA, para evitar la situación a la que se ha llegado”.
La policía española anunció el martes la detención en Valencia de tres jóvenes sospechosos por los insultos racistas contra Vinicius Junior durante el partido del Valencia vs Real Madrid.
“La investigación, que ha contado con la colaboración del Valencia Club de Fútbol, continúa abierta para identificar a otros posibles autores de conductas similares”, informó la policía en un comunicado (de acuerdo a AFP).
Anteriormente, la policía también detuvo a cuatro personas que presuntamente colgaron de un puente en Madrid un muñeco con la camiseta de Vinicius Júnior el pasado 26 de enero simulando un ahorcamiento.
A estas personas se les considera presuntas responsables de un “delito de odio”, indicó la policía en un comunicado. Tres de ellas son “miembros activos de un grupo radical de aficionados de un club madrileño”, agregaron.
“Tenemos un problema en nuestro país de comportamiento, de educación, de racismo”, dijo el lunes el presidente de la Federación Española (RFEF) Luis Rubiales en una rueda de prensa.
“Mientras que haya un solo aficionado, un solo indeseable o un grupo de indeseables que insulte por condición sexual, por color de piel, por credo, pues tenemos un grave problema”, añadió.
El juez que lleva el caso aseguró que Bolsonaro incumplió las medidas cautelares que se le habían impuesto.
El Tribunal Supremo de Brasil ordenó este lunes el arresto domiciliario del expresidente de derecha Jair Bolsonaro.
El exmandatario está acusado de haber participado en una conspiración golpista tras perder las elecciones de 2022, un cargo que él niega.
El juez a cargo de la investigación de Bolsonaro, Alexandre de Moraes, afirmó que la decisión de arrestarlo se debe a que el expresidente no cumplió con las medidas cautelares que se le impusieron el mes pasado, entre ellas abstenerse de realizar publicaciones en redes sociales.
Moraes, que fue sancionado por el gobierno de EE.UU., dijo que Bolsonaro había utilizado las redes sociales de sus aliados, incluyendo las de sus hijos, para difundir mensajes incitando ataques contra el Tribunal Supremo y la intervención extranjera en el poder judicial brasileño.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha calificado el juicio contra Bolsonaro de “cacería de brujas” e impuso el pasado jueves aranceles del 50% a algunos productos brasileños, a pesar de que su país tiene un superávit comercial con Brasil.
El hijo del expresidente y diputado federal (PL-SP), Eduardo Bolsonaro, publicó en inglés y portugués en la red social X protestando por el arresto de su padre.
El diputado, quien reside en EE.UU. y ha ejercido presión a políticos estadounidenses para que se impongan sanciones contra Alexandre de Moraes y el Supremo Tribunal Federal (STF), afirmó que el arresto se produjo “sin delito, sin pruebas, sin juicio”.
“Brasil ya no es una democracia. El mundo debe tomar nota”, escribió el congresista.
Eduardo Bolsonaro destacó que la decisión de Moraes se produjo el mismo día en que la organización Civilization Works publicó un expediente acusando al juez del Supremo Tribunal Federal (STF) de crear un grupo de trabajo para realizar publicaciones en redes sociales que justificaran los arrestos del 8 de enero.
Tanto él como su padre están siendo investigados por intentar obstruir el juicio en el que se acusa al expresidente de liderar un supuesto golpe de Estado para mantenerse en el poder.
Otro hijo del exmandatario, el senador Flávio Bolsonaro (PL-RJ), declaró en una entrevista con CNN Brasil que la detención de su padre demuestra que Brasil se encuentra ahora “oficialmente en una dictadura”.
“Una sola persona ordena la detención de un expresidente de la República, una persona honesta e íntegra”, declaró Flávio, afirmando que el caso contra su padre es un “juego amañado”.
“Eso era todo lo que Alexandre Moraes quería: vengarse del presidente Bolsonaro”.
El senador acusó a Moraes de haber “desequilibrado el proceso electoral” cuando presidía el Tribunal Superior Electoral (TSE) durante las elecciones de 2022, “inclinándolo a favor de nuestro competidor”, declaró Flávio.
El domingo, se celebraron manifestaciones a favor de Bolsonaro en varias ciudades brasileñas. El senador Flávio puso brevemente a su padre en el altavoz del teléfono ante la multitud en Río de Janeiro.
Según se informa, posteriormente publicó un video, que luego borró, de su padre al otro lado de la llamada enviando un mensaje a sus simpatizantes.
El diputado Nikolas Ferreira también se comunicó con el expresidente durante las manifestaciones en São Paulo.
Por eso, el juez Moraes señala que Bolsonaro incumplió con las restricciones que se le habían impuesto.
En su decisión de este lunes, Moraes también le prohibió al expresidente recibir visitas, excepto de abogados o personas autorizadas por el Tribunal Supremo, y usar el teléfono móvil directamente o a través de terceros.
Los visitantes autorizados tampoco podrán usar celular, tomar fotos ni grabar videos.
Ya se le había ordenado previamente llevar una tobillera, quedarse en su casa por las noches y no contactar a su hijo Eduardo Bolsonaro, quien ha acudido a funcionarios estadounidenses en su nombre.
Estas restricciones se le impusieron debido a acusaciones de que el expresidente estaba instigando a Donald Trump a interferir en el caso.
En mayo, la Procuraduría General de la República (PGR) señaló que Eduardo Bolsonaro, que actualmente vive en Estados Unidos, había hecho declaraciones públicas “con un tono intimidatorio” y publicaciones en redes sociales que buscaban que el gobierno de EE.UU. impusiera sanciones a funcionarios brasileños relacionados con el juicio.
La semana pasada, el gobierno estadounidense aplicó contra el juez Alexandre de Moraes la Ley Global Magnitsky —una de las más sanciones más severas que hay para castigar a extranjeros acusados de graves violaciones a los derechos humanos y corrupción.
Estados Unidos también condenó este mismo lunes la decisión del Tribunal Supremo de Brasil.
“El juez Moraes, ahora sancionado por Estados Unidos como violador de derechos humanos, continúa utilizando las instituciones brasileñas para silenciar a la oposición y amenazar la democracia”, declaró la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental en una publicación en X.
“Imponer más restricciones a la capacidad de Jair Bolsonaro para defenderse en público no es un servicio público. ¡Que Bolsonaro hable!”.
A petición del Supremo Tribunal Federal, la Policía Federal ejecutó, además, una orden de búsqueda y confiscación de teléfonos celulares.
“La participación encubierta de Jair Messias Bolsonaro, preparando material prefabricado para su difusión en manifestaciones y redes sociales, demostró claramente que continuó con su conducta ilícita de intentar coaccionar al Supremo Tribunal Federal y obstruir la justicia, en flagrante desacato a las medidas cautelares previamente impuestas”, escribió el juez Moraes en su orden.
Para Moraes, “las conductas de Jair Messias Bolsonaro, al desacatar deliberadamente las decisiones de este Tribunal Suprema, demuestran la necesidad y pertinencia de medidas más severas para evitar la continua reiteración delictiva del acusado.”
Ante la noticia de la detención de su padre, Eduardo Bolsonaro afirmó en redes sociales que la decisión se dio “sin crimen, sin pruebas, sin juicio”.
Y añadió: “Brasil ya no es una democracia. El mundo necesita darse cuenta de eso”.
Bolsonaro es el cuarto expresidente brasileño arrestado, de los ocho líderes que ha tenido el país desde el fin de la dictadura militar en 1985.
Además de Bolsonaro, fueron arrestados el actual presidente Lula y los expresidentes Michel Temer y Fernando Collor de Melo.
Los expresidentes José Sarney, Itamar Franco y Fernando Henrique Cardoso nunca fueron a prisión. Y la expresidenta Dilma Rousseff fue arrestada mucho antes de asumir la presidencia, por la dictadura militar.
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