Las medallas deportivas siguen cayendo para México. Actualmente una delegación mexicana compite en el Campeonato Mundial de Natación 2023 en Fukuoka, Japón y ya llevamos un par de preseas.
Esta competencia se realiza del 14 al 30 de julio; sin embargo, las disputas en clavados serán hasta el 22 de julio. Y sí, México es de las potencias de esta modalidad.
Estaremos actualizando los resultados constantemente.
Abandono a atletas: Conade recorta 45% becas a deportistas en el sexenio actual
La primera medalla para México en el Mundial de Natación 2023 fue en la prueba mixta de plataforma sincronizada desde 10 metros.
Viviana del Ángel, de 23 años, y Diego Balleza, de 28, ganaron la plata en esta modalidad con 313.44 puntos.
Quedaron detrás de Feilong Wang y Jiaqi Zhang, de la República Popular China, favorita del evento.
Nadadoras ganan a Ana Guevara: Conade paga becas a equipo de natación artística
En el primer día de actividades en Fukuoka, México ganó otra medalla gracias a Aranza Vázquez, quien brilló en el trampolín de 1m.
La atleta de 20 años finalizó la prueba con 285,05 puntos, solo por detrás de Shan Lin y Yajie Li, oro y plata, respectivamente, ambas de la República Popular China.
Durante el segundo día del Mundial de Natación 2023, Osmar Olvera logró la plata en el trampolín de 1m, con 428,85 puntos.
La República Popular de China, se llevó el oro y la plata con Jianfeng Peng y y Jiuyuan Zheng, respectivamente.
Con una gran actuación, Kevin Berlín y Randal Willars se llevaron la medalla de bronce en la final de saltos sincronizados desde la plataforma 10m con 434.16. Se quedaron a solo cinco puntos del segundo puesto, pues los ucranianos Kirill Boliukh y Oleksii Sereda hicieron 439.32.
El oro fue para los chinos Junjie Lian y Hao Yang, quienes superaron por mucho al resto de participantes al hacer 477.75 puntos.
Sin embargo, esta cuarta medalla de México en el Mundial de Natación 2023 vino acompañada de un boleto para los Juegos Olímpicos Paris 2024, el primero en clavados.
Gabriela Agundez, Jahir Ocampo, Randal Willars y Aranza Vázquez se consagran subcampeones del evento mixto de saltos por equipos de 3m y 10m.
El equipo mexicano consiguió una puntuación de 455.35 y con eso la medalla de plata durante el Campeonato Mundial de Deportes Acuáticos Fukuoka 2023.
Las dos clavadistas clasificaron para la final en la prueba individual femenina de plataforma a 10 metros y aseguraron dos boletos más a los Juegos Olímpicos de París 2024 para la delegación mexicana.
Los cuatro eventos individuales de clavados en el Mundial de natación otorgan un cupo olímpico a las 12 mejores clavadistas.
Tras la final, ninguna de las dos logró entrar al podio. Gabriela Agundez se queda en cuarto lugar con 325.35 (a 15 puntos del tercer lugar); mientras que Alejandra Orozco finalizó séptima con 313.40.
Al igual que el caso anterior, los clavadistas Osmar Olvera y Rodrigo López ganaron las plazas a París 2024 al avanzar a la final de trampolín de 3m.
Con esto, ya suman 10 cupos en total para México en los próximos Juegos Olímpicos.
Hay que resaltar que los boletos a París 2024 en clavados no son nominales. Las plazas se otorgan a los Comités Olímpicos Nacionales y cada CON decidirá el próximo año a qué deportistas los entrega.
Mientras dormíamos, la madrugada del jueves se realizó la final de trampolín de 3m en el Mundial de Natación 2023 donde el clavadista Osmar Olvera logró la medalla de plata .
Quedó solo por detrás del chino Wang Zongyuan, quien sumó sumó 538.10 puntos; mientras que Olvera hizo 507.50 puntos.
Esta es la segunda medalla para el mexicano en Fukuoka. En la misma prueba, el mexicano Rodrigo López finalizó en quinto lugar con 439.80.
Puedes seguir esta competencia a través de Claro Sports.
Evelyn Orozimbo, una madre brasileña de 26 años, publicó un video en julio para condenar una situación que la enojaba desde el año pasado: las críticas a la imagen de su hija en las redes sociales.
“Maldecían su apariencia, le deseaban cosas horribles y leía comentarios como: ‘Si fuera mi hija, la mataría’”, dice Evelyn en un extracto del video.
Se grabó a sí misma en un momento de desesperación, luego de comprobar que la imagen de su hija recién nacida se compartía como un chiste en internet.
“Me impactó mucho, me sentí muy mal”, le cuenta a BBC Brasil. “Me sentí impotente y culpable porque no podía controlar estas publicaciones con su imagen”.
La situación comenzó en septiembre de 2022, cuando Evelyn publicó un video que mostraba la evolución de los primeros meses de su hija, en un perfil de Instagram donde compartía su rutina como madre.
Asegura que el video se volvió viral semanas después de su publicación: tuvo 7 millones de visitas y se convirtió en un problema para ella.
“El video se viralizó porque estaban hablando de cómo se veía mi hija recién nacida. No hubo elogios en ningún momento, sólo comentarios negativos sobre ella”, afirma.
“No sé de dónde salió esto ni quién empezó a compartirlo y lo hizo viral de una forma tan negativa”, añade.
Su hija se convirtió en un meme y blanco de comentarios ofensivos. La madre comenzó a recibir críticas por exponer a la niña en internet.
En poco tiempo, la imagen de la recién nacida acabó en publicaciones en páginas de humor y videos de influencers digitales.
La niña se convirtió en un ejemplo de “bebé feo”.
“Seguí pensando que si no hubiera publicado ese video, nada de esto habría sucedido”, lamenta.
Evelyn denunció el caso a la policía, pero asegura que no se hizo nada. Ahora recurrirá a los tribunales.
Desde que el video se volvió viral, las capturas de pantalla de la imagen de la recién nacida han ido en aumento.
Evelyn encontró la foto de su hija en X (antes Twitter). En algunas publicaciones se alteró la imagen y le agrandaron los ojos, la nariz y la boca.
“Creo que estas personas son cobardes, especialmente porque están en internet”, dice Evelyn indignada.
“Fue horrible. Sentí mucha ira y odio. Quería insultar a la gente que estaba haciendo esto con la imagen de mi hija”, subraya.
En ese momento, la niña estaba cerca de cumplir 1 año y Evelyn dice que el meme le hizo pensar en no celebrar la fecha.
“Me sentí muy mal anímicamente y casi desisto de la fiesta que estaba organizando”.
Al final decidió seguir adelante con la celebración.
Creía que con el paso de los meses dejarían de compartir la imagen de su hija y los comentarios ofensivos. “Pero las cosas sólo empeoraron”.
Evelyn dice que incluso pidió a algunas personas que eliminaran las publicaciones con el rostro de su hija, pero asegura que fue ignorada.
Hace un año, presentó una denuncia sobre el caso ante la Policía Civil de Río de Janeiro, donde vive junto con su familia.
En el documento denuncia que la fotografía de su hija estaba siendo utilizada de forma peyorativa y sin el consentimiento de los responsables de la menor.
Pero Evelyn sostiene que las autoridades no tomaron ninguna medida después de este reporte. “Cuando fui a averiguar qué había pasado, vi que habían archivado el trámite sin darme ninguna respuesta”.
La Policía Civil le dijo a BBC Brasil en un comunicado que el caso “fue registrado” y remitido al Tribunal Penal Especial, sin dar más detalles sobre la investigación.
La Corte de Justicia de Río de Janeiro informó que no había localizado ningún expendiente con el nombre de Evelyn. Según el organismo, el caso puede estar bajo secreto judicial, “en cuyo caso no aparece en la búsqueda”.
Incluso después del informe policial, el meme siguió compartiéndose.
La situación empeoró, dice Evelyn, cuando comenzaron a usar la imagen de la niña en videos de “broma” en TikTok e Instagram en los que una persona muestra la foto a un miembro de la familia como un ejemplo de “bebé feo” y registra su reacción.
“Cuando me alertaron de que estaban usando así la foto de mi hija no quise verla, pero la indignación era tan grande que terminé viéndola”, relata.
Fue durante este período, a finales de julio, que Evelyn se sinceró en un video en el que habló de lo que estaba pasando y pidió que dejaran de usar la imagen de su hija.
“Entonces, la madre se equivoca [por haber publicado un video de su hija] y tienen razón los que están maldiciendo o agrediendo”, cuestiona en un momento de su video.
“La culpa ya no es suficiente, todavía tengo que lidiar con gente que dice: ‘Ah, es un meme, es gracioso’. Claro, amor, no es tu hijo, no es tu familiar, no es nada tuyo”, afirma.
El video del arrebato de Evelyn tuvo 9,7 millones de visitas y más de 640 mil me gusta solo en TikTok.
Desde entonces, la gente empezó a prestar atención a lo que ella estaba pasando.
“Tuvo mucho impacto. Hubo gente que me criticó por compartir la foto de mi hija, pero también recibí mucho apoyo”.
Gracias a este video, su historia llegó a representantes de la Asociación Nacional de Víctimas de Internet (Anvint), que brinda apoyo a las víctimas de delitos digitales.
La asociación comenzó a brindar asistencia legal a Evelyn, quien dice que emprenderá acciones legales.
“Queremos responsabilizar a las personas que publicaron [el meme] de manera ofensiva”, dice la abogada Iolanda Garay, presidenta de Anvint.
Garay destaca que el caso involucra la exposición indebida de una menor de edad.
“La Constitución dice que la imagen de las personas es inviolable. Además, los derechos de imagen también están protegidos por el Código Civil, que prohíbe la exposición o el uso de la imagen de una persona sin permiso, si el mal uso afecta su honor”.
La situación es peor en el caso de una niña porque se trata de un individuo en desarrollo, explica Garay.
“El derecho al respeto, previsto en el Estatuto del Niño y del Adolescente de Brasil, aporta un nivel adicional de protección a los menores en diversos ámbitos, garantizando como inviolable la integridad física, psicológica y moral de los niños y adolescentes, que incluye la preservación de la imagen”.
Considera que compartir la imagen de la niña en tono de broma también es una forma de racismo.
“Si fuera un bebé rubio con ojos azules, ¿crees que estaría pasando esto del ‘bebé feo’? La mayoría de los niños expuestos en este tipo de publicaciones tienen rasgos de origen negro”, dice Garay.
Según la abogada, el caso de exposición de la imagen de la niña puede considerarse “un delito contra el honor y un delito de persecución, además de intimidación sistemática [acto de violencia física o psicológica]”.
Garay añade que en casos como éste proceden las reclamaciones de indemnización por daño moral.
Las plataformas en las que se compartió el meme también deberían estar sujetas a demandas, dice Garay, porque muchas publicaciones no fueron eliminadas, incluso después de que Evelyn lo denunciara.
El experto en delitos digitales Wanderson Castilho, también miembro de Anvint, afirma que las redes sociales ayudan, en cierto modo, a difundir contenidos que deberían ser eliminados.
“Esta demora (para eliminar o evaluar el contenido denunciado) es muy perjudicial para las víctimas”, dice Castilho.
“Además, el algoritmo ayuda a difundir el sufrimiento de esta víctima, porque cuanta más interacción y gente comparta, mayor será el número de personas a las que llegará el algoritmo”.
En algunos casos, dice el experto, la plataforma reconoce que una determinada publicación violó las reglas y la elimina.
Pero la mayoría de las veces la publicación se mantiene incluso después de las quejas, advierte Castilho.
Esto se debe a que, según el experto, en muchos casos no existe una norma que indique exactamente qué publicaciones serán eliminadas únicamente a través de un informe en la plataforma, sin tener que acudir a los tribunales.
Sin borrar la imagen a través de un reporte en la plataforma, “casos como el de la hija de Evelyn adquieren proporciones inimaginables”, declara Castilho.
El experto destaca que los padres tienen derecho a compartir fotografías de sus hijos en las redes. Sin embargo, recomienda que tengan más control sobre el alcance de estas imágenes.
“Hay varias formas en las que estas fotografías pueden usarse de manera dañina, como en forma de memes, falsificaciones o incluso en sitios web de pedófilos”, afirma.
“Para los padres a quienes les gusta compartir, el consejo es dejar los perfiles privados, sólo para las personas más cercanas a ellos y más conocidas“.
El experto destaca que no recomienda ningún tipo de exposición en perfiles abiertos.
“Pero puede considerarse un delito agredir a una persona que compartió una foto de su hija o pensar que puede difundir ofensas contra esa madre o esa niña”, añade.
BBC Brasil pidió a X un comentario sobre el caso, pero no hubo respuesta hasta la publicación de esta nota.
Meta, responsable de Facebook e Instagram, informa en una nota que siempre revisa el contenido mediante una combinación de tecnología de inteligencia artificial y equipos humanos.
Según la empresa, esto ayuda a “detectar, analizar y eliminar contenido” que viole sus políticas.
“También animamos a las personas a denunciar contenidos y cuentas a través de las herramientas disponibles dentro de las propias aplicaciones”, añade Meta.
En cuanto a WhatsApp, que también es propiedad de Meta, la empresa dice que no tiene acceso al contenido de los mensajes intercambiados entre usuarios y no realiza esta moderación.
Pese a ello, Meta informa que la aplicación de mensajería “no permite el uso de su servicio con fines ilícitos o difamatorios, ni para el derecho a la privacidad”.
“En casos de violación de estos términos, WhatsApp toma medidas en relación con las cuentas como desactivarlas o suspenderlas”, informa la empresa.
TikTok dice en un comunicado que trabaja constantemente para garantizar que la plataforma sea un entorno en el que todos se sientan bienvenidos.
“Nuestras directrices dejan claro lo que se puede publicar y lo que no, incluido el tema del acoso y la intimidación”, afirma la empresa.
“Cuando se identifica que el contenido es potencialmente infractor, puede eliminarse mediante tecnología o marcarse para que nuestro equipo de moderación lo revise más a fondo”.
Luego del video de Evelyn, las imágenes de su hija se compartieron menos y muchos contenidos con el rostro de la niña fueron eliminados por los usuarios que realizaron estas publicaciones.
Sin embargo, dice que sólo estará en paz cuando esté segura de que ya no aparecen fotografías compartidas en broma en las redes.
“Con el apoyo que he recibido, me siento un poco más fuerte y tengo un poco más de esperanza”, dice Evelyn.
“Creo que ahora las cosas pueden mejorar y la gente puede dejar de compartir la foto de mi hija”.
Asegura que todavía sufre el daño psicológico causado por la forma en que su hija se convirtió en un meme en las redes sociales.
“Ya no tengo fuerzas para justificarme diciendo que no me equivoqué al publicar a mi hija”, afirma.
“Era un video común y corriente. Los equivocados son los monstruos que comenzaron a atacar la apariencia de mi hija, sin pensar que hay una familia, una madre y una niña detrás”.
Hoy dice que evita en la medida de lo posible compartir publicaciones de su hija para no volver a enfrentar ningún tipo de problema.
“Ahora también entiendo que no fui yo quien se equivocó. La gente no puede utilizar así la imagen de un niño y pensar que internet es un país sin ley”, afirma.
Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.