Las selecciones femenil y varonil de México ganaron el Mundial de personas sin hogar este sábado 28 de septiembre en Seúl, una competición que por primera vez se disputó bajo el paraguas de la FIFA.
El también conocido como Mundial de Futbol Calle o Mundial de los Sintecho se realizó por primera vez en 2003 y es el único torneo internacional que busca generar cambios duraderos “en personas excluidas socialmente, sin hogar y que viven en la pobreza” a través del futbol.
La primeras en llevarse la victoria fueron las mujeres, quienes superaron a Rumania en un encuentro que terminó 5-2 y lo que les dio el gran trofeo.
Poco después, el equipo masculino mexicano derrotó en la final al de Inglaterra por 6-5.
Varias integrantes del equipo femenino, con banderas de su país, entraron en la cancha para abrazar a sus compañeros varones poco después del triunfo de éstos contra los ingleses.
El podio masculino lo completó Lituania, mientras que la selección de Polonia acabó en la tercera posición en el torneo femenino.
Quizás el Mundial de personas sin hogar no es tan conocido, pero esta fue la quinta vez que ganó nuestra selección varonil y la novena copa para nuestra selección femenil desde que se añadió esta rama en 2008.
Como te comentamos más arriba, este torneo se disputa desde 2003 y por primera vez se organizó en Asia.
El torneo se presenta como una manera de mejorar la vida de las personas que viven en situación de calle. En 2006 dio pie a un documental que se llama Kicking it y que sigue las experiencias de siete personas sin hogar durante el Mundial en Sudáfrica.
También ya inspiró dos películas. La primera es una comedia drama de 2023 y realizada en Corea del Sur que see llama Dream. La segunda salió este 2024 y se llama El juego bonito. Ambas están disponibles en Netflix.
En esta edición, el Mundial de personas sin hogar reunió a 52 equipos de 38 países; hubo 16 equipos en la rama femenil y 36 en la varonil.
Esta edición fue muy importante ya que fue la primera vez que se organizó bajo el apoyo de la FIFA y de su Fundación Copa Mundial de los Sin Hogar.
La FIFA suministró todos los trofeos y las medallas; igualmente, difundió gratuitamente los partidos a través de su plataforma FIFA+.
¿Pueden las personas realmente sentirse positivas y negativas a la vez? o ¿simplemente cambiamos rápidamente de una emoción a la otra?
Hace poco (al comienzo de este curso académico), innumerables padres por todo Estados Unidos llevaron a sus hijos a la universidad por primera vez.
Esa transición puede provocar un revuelo de emociones: la pena de la separación, la tristeza por el cambio permanente en la dinámica familiar o la incertidumbre por lo que vendrá. Pero también el orgullo de ver a tus hijos empezar a independizarse. Algunos podrán describir ese adiós como agridulce, y dicen que sienten emociones encontradas.
En ese escenario, ¿qué harías si te preguntan como calificas lo que sentiste en una escala de 1-9, siendo 1 lo más negativo y 9 lo más positivo? La pregunta parece absurda dadas las circunstancias; ¿cómo calificarías esta mezcla de malo y bueno?
Sin embargo, esta escala es lo que los investigadores en psicología suelen usar para sondear los sentimientos en estudios científicos, tratando las emociones como positivas o negativas, pero nunca ambas cosas a la vez.
Soy un neurocientífico que estudia como las emociones encontradas son representadas en el cerebro. ¿Pueden las personas realmente sentirse positivas y negativas a la vez? O ¿simplemente cambiamos rápidamente de una a la otra?
Los científicos algunas veces definen las emociones como estados del cerebro y el cuerpo que te motivan a acercarte o alejarte de cosas. Las personas típicamente las experimentan como positivas o negativas.
Si te adentras en un bosque y ves un oso, tu ritmo cardíaco y respiración se aceleran, provocando el ansia de huir, posiblemente ayudándote a tomar una decisión que te mantenga con vida. Muchos científicos catalogarían esa reacción como la emoción de “miedo”.
Igualmente, las sensaciones de calidez en torno a quienes amamos te hacen querer estar cerca de ellos y nutrir esas relaciones, fomentando el fortalecimiento de tu red social y sistema de apoyo.
Ese punto de vista de acercamiento-evasión de las emociones ayuda a explicar por qué las emociones evolucionaron y cómo afectan la toma de decisiones. Los científicos lo han utilizado como un principio rector cuando intentan descifrar la biología detrás de las emociones.
Pero las emociones encontradas no se acomodan dentro de este marco. Si los sistemas biológicos opuestos se inhiben mutuamente, y si las emociones son biológicas, no puedes tener experiencias opuestas al mismo tiempo.
Este razonamiento significaría que es imposible tener dos emociones opuestas a la vez; en lugar de eso deberías estar saltando entre una y otra. Desde que los científicos propusieron las primeras teorías de las bases biológicas de la emoción, así es como han conceptualizado las emociones encontradas.
El orgullo, amor y tristeza que se mezclan cuando los padres llevan a sus hijos por primera vez a la universidad es una muestra clásica de sentimientos encontrados.
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Los métodos tradicionales para medir las sensaciones todavía tratan lo positivo y lo negativo como lados opuestos del espectro. Pero los investigadores encuentran que los participantes de los estudios suelen reportar emociones encontradas.
Por ejemplo, las personas de variadas culturas experimentan algunas sensaciones, como nostalgia y asombro, como positivas y negativas simultáneamente.
Un grupo investigativo encontró que las respuestas psicológicas de los voluntarios -como el ritmo cardíaco y la conductividad de la piel- despliegan patrones singulares durante experiencias que son tanto desagradables como cómicas, en comparación a cada categoría por separada. Eso implica que las reacciones de desagrado y humor están en efecto ocurriendo simultáneamente para crear algo nuevo.
En lo que parece ser un descubrimiento contradictorio, una investigación que usó imagen por resonancia magnética funcional o IRMF, para estudiar las respuestas cerebrales al humor desagradable no encontraron un patrón de actividad cerebral que fuera distinto al desagrado común. Los estados cerebrales de las personas que reportaban sentirse tanto desagradadas como divertidas parecían reflejar únicamente desagrado y no un patrón singular de una nueva emoción encontrada.
Pero los estudios con IRMF generalmente se basan en el promedio de la actividad cerebral dentro de un grupo variado de personas y a lo largo del tiempo. El meollo del asunto -experimentar verdaderas emociones encontradas versus fluctuar entre estados positivos y negativos– involucra lo que el cerebro hace a lo largo del tiempo.
Es posible que al observar el promedio de actividad cerebral a lo largo del tiempo, los científicos terminen con un patrón que se parezca mucho a una emoción -en este caso, desagrado- pero que pasen por alto información importante de cómo la actividad cambia o permanece igual de segundo a segundo.
Para ahondar en esa posibilidad, realicé un estudio para ver si las emociones encontradas estaban relacionadas con un estado cerebral singular que se mantenía parejo a lo largo del tiempo.
Mientras estaban en la máquina de IRMF, los participantes vieron un agridulce cortometraje animado sobre la aspiración de toda una vida de una joven niña que, con el apoyo de su padre, quería ser astronauta. Revelación: el padre muere.
Después del escaner, esos mismos voluntarios volvieron a ver el video y marcaron los momentos exactos en los que tuvieron sentimientos positivos, negativos o emociones encontradas.
Mis colegas y yo descubrimos que las emociones encontradas no mostraban patrones singulares, consistentes en las áreas profundas del cerebro como el cuerpo amigdalino, que juega un papel importante en las respuestas rápidas a asuntos emocionalmente importantes.
Curiosamente, la corteza insular, la parte del cerebro que conecta las regiones más profundas del cerebro con la corteza, mostró patrones singulares y consistentes para ambas emociones, positiva y negativa, pero no para las mixtas. Interpretamos ese resultado como que las regiones como el cuerpo amigdalino y la corteza insular estaban procesando las emociones positiva y negativa como mutuamente exclusivas.
Pero sí vimos patrones singulares y consistentes en regiones corticales como el córtex del cíngulo anterior, que tiene un papel crucial en el procesamiento de conflicto e incertidumbre, y en la corteza prefrontal ventromedial, que es importante para el autocontrol y el pensamiento complejo.
Estas regiones cerebrales de la corteza que se encargan de las funciones más avanzadas parecen representar estados mucho más complejos, permitiendo que algunos realmente sientan emociones encontradas. Las regiones cerebrales como el córtex del cíngulo anterior y la corteza prefrontal ventromedial integran muchas fuentes de información, esenciales para la formación de emociones encontradas.
Nuestros descubrimientos también cuadran con lo que los científicos conocen sobre el cerebro y el desarrollo emocional. Interesantemente, los niños no empiezan a entender o reportar las emociones encontradas hasta más tarde. Ese cronograma coincide con lo que los investigadores conocen sobre cómo el desarrollo de esas regiones cerebrales llevan a un control y entendimiento emocional más avanzado.
Este estudio reveló algo nuevo sobre cómo los sentimientos complejos se forman en el cerebro, pero hay mucho más por aprender.
Las emociones encontradas son tan interesantes, en parte, por su papel potencial durante los eventos importantes de la vida. Algunas veces, las emociones encontradas pueden ayudarte a lidiar con grandes cambios y convertirlos en recuerdos preciados. Por ejemplo, podrías percibir sensaciones positivas y negativas cuando tus amigos te dan una gran fiesta de despedida porque te vas a otra ciudad para iniciar el trabajo de tus sueños.
En otras ocasiones, las emociones encontradas son una constante fuente de angustia. Aún cuando sepas que deberías romper con una pareja amorosa, eso no significa que todos los sentimientos positivos que tienes de ella automáticamente desaparecen, o que la ruptura no te traerá algo de dolor.
¿Qué es lo que lleva a estos resultados diferentes? ¿Podrá ser que estas diferencias tienen que ver con cómo el cerebro representa estas emociones encontradas a lo largo del tiempo?
Entender mejor las emociones encontradas podría ayudar a las personas a garantizar que este tipo de sentimientos fuertes se convierten en recuerdos preciados que les ayudarán a crecer, en lugar de no poder superar un angustiante adiós.
*Anthony Gianni Vaccaro es investigador asociado de posdoctorado en Psicología de la Escuela Dornsife de Letras, Artes y Ciencias en Universidad del Sur de California. Su artículo original fue publicado en The Conversation, cuya versión en inglés puedes leer aquí.
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