El fallecimiento de la joven Marcela Alcázar Rodriguez y su similitud con los apellidos de una actriz de Televisa generó desinformación.
Quien murió es una cineasta mexicana y actriz de 33 años, al acudir a un retiro espiritual en Durango e ingerir un veneno del tipo de rana Phyllomedusa conocida como ‘Kambó’.
Sin embargo, usuarios en redes sociales e incluso medios de comunicación, nacionales y extranjeros, compartieron fotografías y notas lamentando el fallecimiento de la actriz Marcela Alcaraz, quien en sus redes sociales reclamó por la confusión.
Ambas actrices comparten el mismo nombre: Marcela, pero diferente apellido, que aunque suena parecido, no es igual: Alcaraz y Alcázar.
Además de la actriz de televisión, la bloguera mexicana que radica en Canadá, Marcela Alcaraz, también fue confundida y ambas tuvieron que aclarar en sus redes sociales oficiales que no murieron y lamentaron el fallecimiento de Alcázar Rodríguez.
El fallecimiento de la también ingeniera en audio originaria de Durango se dio a conocer y se confirmó en el gremio cinematográfico. La productora Mapache Films y la revista digital Cinéfagos lamentaron el descenso de Alcázar el primero de diciembre.
Marcela Alcázar se encontraba tomando un diplomado en “Formación de Sanadores” con fines terapéuticos relacionados con la espiritualidad en el Centro Moyocoyani.
En uno de los rituales se incluyó el “Kambó”, sustancia obtenida de la secreción cutánea de la rana Phyllomedusa, que supuestamente ayuda a desintoxicar el cuerpo, con el tratamiento de adicciones y depresión.
Mariana Alcázar, hermana de “Marsh”, dijo en entrevista con el noticiario duranguense Tiempo y Espacio que es consciente de que su hermana aceptó que se le administrara el veneno de rana, pero en el Centro Moyocoyani tardaron más de cinco horas en trasladarla a la Cruz Roja y no había ambulancias.
Familiares y amigos exigen justicia, pues consideran que los administradores del lugar fueron omisos en su atención y señalan como principal responsable a Jonathan “N”, líder espiritual del recinto.
Mariana Alcázar aseguró que este hombre pidió a la amiga de Marcela, que también estaba presente en la ceremonia, que diera a las autoridades otra versión de los hechos y les dijera que la recogió en una fiesta.
Medios locales refieren que, de acuerdo con reportes preliminares, Marcela presentó vómitos y diarrea severos después de consumir el veneno. Sin embargo, no sobrevivió a pesar de haber sido atendida en la Cruz Roja.
De igual forma, la Fiscalía Estatal de Durango ya inició las investigaciones correspondientes para esclarecer las causas exactas del fallecimiento de la joven y deslindar responsabilidades.
La familia de Marcela Alcázar denunció a Jonathan ‘N’, presunto chamán del centro ceremonial, quien hasta el momento se encuentra prófugo.
En conclusión, el fallecimiento de Marcela Alcázar, actriz y cineasta de Durango fue objeto de desinformación cuando confundieron los apellidos de las figuras públicas con el homónimo de Marcela Alcaraz.
En su conferencia de prensa anual, el presidente ruso abordó una amplia serie de asuntos, desde el conflicto en Ucrania o el cambio de régimen en Siria hasta las capacidades del ejército ruso.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo este jueves en su conferencia anual que debería haber iniciado antes la invasión de Ucrania.
Afirmó que, de retroceder en el tiempo, “habría pensado que una decisión así debería haberse tomado antes“, y agregó que se habría preparado para ello “con antelación y de forma más exhaustiva”.
Como ventaja de la invasión del país vecino, en curso desde febrero de 2022, argumentó que “Rusia se ha vuelto mucho más fuerte en los últimos dos o tres años porque se ha convertido en un país verdaderamente soberano”.
“Nos mantenemos sólidos en términos económicos, estamos fortaleciendo nuestro potencial de defensa, y nuestra capacidad militar es hoy la más fuerte del mundo”, sentenció.
Putin, de 72 años, inició a principios de 2024 un nuevo mandato de seis años tras mantener durante casi un cuarto de siglo el máximo poder en el Kremlin.
En su conferencia de prensa anual del jueves, abordó una amplia serie de asuntos internacionales e internos, desde el conflicto en Ucrania o el cambio de régimen en Siria hasta las capacidades del ejército ruso o las dudas que se plantean sobre la economía de su país.
En su discurso anual de este jueves, el líder ruso expresó su voluntad de reunirse “en cualquier momento” con el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.
“No sé cuándo lo veré. No ha dicho nada al respecto. No he hablado con él en más de cuatro años. Estoy listo para ello, por supuesto. En cualquier momento“, expresó.
Y aseguró que, “si alguna vez celebramos una reunión con el presidente electo Trump, estoy seguro de que tendremos mucho de qué hablar“.
El presidente ruso puntualizó que su gobierno está listo para “negociar y llegar a acuerdos” sobre temas estratégicos que implican a ambas potencias, como la guerra en Ucrania.
La última cita entre Putin y Trump tuvo lugar en junio de 2019 en el marco de la cumbre del G20 en Japón.
El Kremlin reveló la semana pasada que su líder no había recibido invitación para asistir a la toma de posesión de Trump prevista para el 20 de enero.
El presidente electo estadounidense, que se reunió a principios de este mes con el jefe de Estado de Ucrania, Volodímir Zelensky, ha prometido en varias ocasiones promover negociaciones para poner fin a la guerra.
El líder ruso se mostró confiado sobre la marcha del conflicto en Ucrania para su ejército que, aseguró, está “avanzando hacia la solución de los objetivos principales que nos planteamos al comienzo de la operación militar especial”.
“Nuestros hombres están luchando heroicamente. Las capacidades de las fuerzas armadas están aumentando”, agregó.
En cuanto a la invasión ucraniana en la región de Kursk, confió en recuperar las zonas que permanecen en poder de las tropas de Kyiv desde la ofensiva de agosto, aunque no estableció una fecha o más detalles sobre cómo piensa lograrlo.
“Los expulsaremos sin dudarlo. Sin dudarlo. No puede ser de otra manera. Pero la cuestión de una fecha concreta, lo siento, no puedo decirla ahora”, admitió.
Por otro lado, el líder ruso planteó a Occidente un inusual reto sobre tecnología militar de última generación para poner a prueba los avances que ambas partes aseguran haber alcanzado en este ámbito.
En específico, se refirió a los sistemas occidentales de intercepción de misiles frente a los nuevos cohetes hipersónicos rusos.
“Que fijen un objetivo, por ejemplo, Kyiv. Allí concentrarán todas sus defensas aéreas. Lanzamos allí un ataque con el misil Oreshnik y vemos qué pasa“, propuso el mandatario.
Putin se pronunció por primera vez sobre el asesinato en Moscú el pasado martes del teniente general Igor Kirillov, jefe de las Fuerzas de Defensa Nucleares, Biológicas y Químicas de Rusia.
Tras condenar la acción, cuya autoría intelectual se atribuye a Ucrania, criticó el trabajo de los servicios especiales rusos.
“Nuestros servicios especiales no están acertando con estos ataques. No acertaron con estos ataques. Significa que tenemos que mejorar este trabajo. No debemos permitir que ocurran errores tan graves“, afirmó.
El teniente general Igor Kirillov, de 54 años, murió el martes tras la explosión de una bomba oculta en un scooter o patinete eléctrico en la puerta de un edificio.
Las autoridades rusas han arrestado a un sospechoso, un ciudadano uzbeko nacido en 1995, quien creen que podría haber actuado siguiendo instrucciones de los servicios ucranianos.
En cuanto al reciente derrocamiento en Siria de su aliado Bashar al Assad, al que acogió en Rusia como exiliado cuando los rebeldes cercaron Damasco, Putin negó que se trate de una derrota para Rusia.
“Ustedes quieren presentar lo que está sucediendo en Siria como una derrota para Rusia. Les aseguro que no lo es. Hemos logrado nuestros objetivos“, respondió a la pregunta de un periodista sobre este asunto.
El presidente ruso indicó que todavía no se ha reunido con Al Assad, pero planea hacerlo pronto.
Los periodistas presentes también le preguntaron sobre la aparentemente delicada situación económica que atraviesa Rusia, donde el rublo se ha depreciado frente al dólar y la guerra en Ucrania está consumiendo ingentes recursos financieros, materiales y humanos.
El líder del Kremlin aludió a datos favorables como el bajo desempleo y el crecimiento industrial, y aseguró que la situación económica en el país es “estable pese a las amenazas externas“.
Reconoció, sin embargo, que “la inflación es una señal preocupante” en Rusia y calificó como “desagradables” los aumentos de precios de alimentos básicos como la carne o la mantequilla.
Putin criticó al banco central de su país por no haber tomado medidas para acabar con la inflación más allá de aumentar los tipos de interés y trató de restar peso al efecto de las sanciones occidentales al considerar que “no tienen una importancia clave”.
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