Para muchos, correr es un deporte de moda o solo un hobbie para estar en forma, pero para David Juárez representa una forma de vida y una motivación de todos los días.
David tiene discapacidad visual, corre de manera profesional desde hace dos décadas y es uno de los fundadores de Garra Azteca, un proyecto con el objetivo de acercar el atletismo a personas con este tipo de discapacidad a través de entrenamientos en equipo y el acompañamiento de guías, es decir, corredores que no tienen problemas de visión.
Él mismo fue guía de su padre cuando apenas tenía 8 años. Su papá y mamá son personas ciegas que perdieron la visión por el glaucoma, una enfermedad crónico degenerativa que afecta al nervio óptico y que David adquirió de forma hereditaria.
Gracias a la modalidad del atletismo adaptado y a la inspiración de su padre -un hombre que jugaba futbol en una liga especializada para personas ciegas y débiles visuales-, David es un corredor profesional, se echa maratones y quiere encontrar a más personas con debilidad visual que tengan interés de adueñarse de las pistas.
Los deportes adaptados son aquellos que han tenido modificaciones para permitir que los atletas con discapacidades puedan practicarlos.
En el caso de las carreras profesionales de atletismo adaptado ese cambio consiste principalmente en que el atleta corre con un guía, una persona sin discapacidad visual que se encarga de acompañarlo durante la ruta.
Existen tres categorías para los corredores con discapacidad visual: T11, T12 y T13.
El Maratón de la CDMX los define de la siguiente manera:
T11: se trata de atletas ciegos; desde aquellas personas que no perciben la luz con ningún ojo, hasta aquellas que sí la perciben pero no pueden reconocer formas. Obligatoriamente deben correr con un guía.
T12: aquí entran personas con un grado de visión muy bajo. Desde aquellas que pueden reconocer la forma de una mano, hasta aquellas que tienen una agudeza visual de 2/60 y/o un campo de visión de un ángulo menor de 5 grados.
Las personas con esta discapacidad pueden o no correr con un guía, dependiendo de la competencia.
T13: su grado de visión es más alto. Son aquellas personas que tienen una agudeza de más de 2/60 hasta aquellas con agudeza visual de 6/60 y/o un campo de visión de un ángulo mayor de 5 grados y menor de 20 grados. Usualmente estos atletas pueden correr solos.
Actualmente, David pertenece al grupo T12, aunque reconoce que por el glaucoma puede llegar a un punto en que pertenezca a T11.
Desde niño, el glaucoma afectaba uno de los ojos de David; sin embargo, en ese entonces la debilidad visual era un grado muy menor.
“En esas épocas podía guiar muy bien a mi papá; lo acompañaba a hacer ejercicio al parque cerca de la casa y ahí él se dio cuenta que me gustaba correr y que tenía aptitudes”, platica David.
El siguiente paso fue que su padre lo inscribió en carreras infantiles; además, siempre lo motivó a entrenar y a seguir corriendo. Así fue como a sus nueve años, David consiguió a su primera entrenadora formal.
“Mi primera paralimpiada nacional fue a los 10 años y ya de ahí a la fecha no he dejado de competir”, comenta David, quien ya lleva 22 años corriendo de manera profesional.
Durante estas décadas que lleva como corredor, David Juárez se dio cuenta que faltan muchos entrenadores y equipos deportivos que se enfoquen en trabajar con personas con discapacidad visual.
El atleta paralímpico Alejandro Pacheco –quien se quedó muy cerca de tener su pase para los Juegos Paralímpicos Tokio 2020– también tenía la misma inquietud, así que juntos comenzaron el proyecto Garra Azteca.
Como mencionamos al inicio, una de las principales motivaciones de este equipo es encontrar más personas con discapacidad visual que tengan interés en correr.
“No importa que vengan de cero, que empiecen a entrenar o que ya tengan años corriendo. Aquí en Garra Azteca lo único que pedimos es que tengan compromiso, responsabilidad y ganas de superarse día con día”, añade David al hablar sobre la convocatoria abierta que tienen.
Aunque claro, no solo les interesa tener más corredores, sino también guías para que todos puedan entrenar y desarrollarse mejor.
El glaucoma ha ocasionado que David pierda un poco más de vista cada año. Pero eso no lo desmotiva, al contrario, lo impulsa a seguir más con sus metas y con las de Garra Azteca.
Pues además de impulsar a que personas con discapacidad visual se unan al atletismo, este equipo también tiene objetivos claros para sus atletas profesionales.
David Jiménez cuenta que lo que más les emociona es hacer el 1-2-3 en el Maratón de la CDMX.
Él piensa que esto es algo muy posible, pues su compañero Alejandro quedó en primer lugar de su categoría en 2018; mientras que David llegó en primer lugar en el de Guadalajara de 2016.
Pero esas metas no se lograrían sin la ayuda de los y las guías, quienes son una parte fundamental de las carreras y maratones para personas ciegas o con debilidad visual.
Además, para estas personas también es todo un reto, pues tienen que seguirle el ritmo al atleta; así que deben contar con una excelente condición.
De hecho, David nos platica que lo ideal es que corran más que el deportista, pues así se aseguran de que el guía no se canse antes que el corredor.
David también especifica que ambas personas van agarradas a la altura de la muñeca por un lazo guía y que lo ideal es que corran hombro con hombro; “es como si fuéramos un espejo; se genera una misma dinámica de braceo entre guía y atleta”, añade.
Pero encontrar guías para estos atletas es de lo más complicado, y en parte, por eso nació el proyecto Garra Azteca, pues buscan facilitar ese proceso. De hecho, David no cuenta con un guía fijo para sus entrenamientos ni competencias.
“Actualmente, en el equipo no nos rinden los guías para grandes distancias o tiempos cortos. A veces nos los tenemos que compartir”, dice David quien también nos cuenta que él ha tenido que competir junto a dos acompañantes en un mismo maratón.
Con uno hace la primera mitad y con el otro la segunda y así se asegura de que su acompañante no se canse y lo deje a media carrera, pues alguna vez ya le pasó.
Gracias a que Alejandro Pacheco llegó en primer lugar en el Maratón de la CDMX es que el proyecto Garra Azteca cuenta con el apoyo del Deportivo Chapultepec.
Sin embargo, este solo consiste en hacer uso libre de sus instalaciones y uno que otro soporte económico cuando los atletas necesitan viajar para competir.
David espera que con este equipo puedan impulsar más el deporte adaptado y el apoyo que se le da; pues comenta que no hay un proyecto en forma de la Federación de Ciegos y Débiles Visuales ni de la Conade que le dé seguimiento a estos deportistas.
Por ahora, puedes seguir el proyecto Garra Azteca en Facebook para ver cómo el equipo y sus integrantes entrenan y se preparan para nuevos retos.
A veces, lanzan convocatorias para encontrar nuevos talentos, miembros y también guías. Normalmente entrenan en los Viveros de Coyoacán; sin embargo, también intentan conectar a atletas con posibles guías en otras zonas de la CDMX para evitar conflictos de horarios y ubicaciones.
Esta es la información que hay sobre el nuevo misil balístico de alcance intermedio lanzado por Rusia y la señal que intenta enviar Putin a Ucrania y Occidente al decidir utilizarlo.
Cuando un misil impactó en la ciudad ucraniana de Dniéper en la madrugada del 21 de noviembre, al principio no se sabía mucho, ni siquiera de qué tipo de proyectil se trataba.
Pavel Aksenov, experto militar del servicio ruso de noticias de la BBC, analizó las evidencias en torno a este misil y qué mensaje intentaba enviar al usarlo el presidente ruso, Vladimir Putin, a Ucrania y Occidente.
Putin declaró que el ataque a la ciudad de Dniéper en el este de Ucrania se llevó a cabo mediante “un nuevo misil convencional de alcance intermedio” con el nombre en código Oreshnik.
Aunque Ucrania lo niega y afirma que posiblemente fuera un misil Kedr, no hay muchas posibilidades de que se trate de ese tipo de arma.
El lanzamiento de un misil balístico a semejante distancia no puede pasar desapercibido, especialmente en una región que muchas agencias de inteligencia observan de cerca.
El misil es claramente visible durante el vuelo, en particular la llama ardiente que sale del motor del cohete, que puede ser captada por satélites y aviones de reconocimiento.
Los gases de escape de los misiles, que a menudo se observan durante las pruebas o los ejercicios, permiten aprender mucho y conocer las características de los distintos cohetes.
Los analistas pueden deducir aún más estudiando los datos de lanzamiento de un nuevo misil.
Aunque las agencias de inteligencia occidentales no han publicado sus conclusiones, es probable que tengan una idea bastante precisa del tipo de misil.
Por su parte, expertos y comentaristas en medios y redes sociales han elaborado sus propias teorías basadas en otras pistas.
La versión más repetida es que Rusia adaptó el misil balístico intercontinental experimental (ICBM) Rubezh para ataques de alcance intermedio.
En su declaración, Putin aseguró que el misil estaba equipado con una “carga útil hipersónica no nuclear” y que sus ojivas “atacaban objetivos a una velocidad de Mach 10, es decir, de 2,5 a 3 km/s“.
La ausencia de una ojiva nuclear era evidente, aunque su velocidad hipersónica se ha puesto en duda.
En su informe sobre misiles nucleares balísticos, la organización no gubernamental Centro para el Control de Armas y la No Proliferación ofrece una cifra inferior: 3.200 km/h, casi 900 m/s.
Es muy difícil interceptar ojivas que viajan a tales velocidades.
Este misil tenía una ojiva separable, y es esto lo que causó más confusión entre los expertos.
Un video grabado en el momento del impacto en Dniéper muestra seis clústeres de objetos cayendo al suelo, de los que cada uno contiene aproximadamente seis puntos brillantes. Se considera una cifra bastante elevada para un misil de este tipo.
Sin embargo, no se observaron explosiones en el suelo, lo que indica que los puntos brillantes podrían ser submuniciones cinéticas.
Estas pueden variar en tamaño y son esencialmente proyectiles metálicos que intentan destruir el objetivo utilizando la energía cinética liberada durante el impacto que, debido a la alta velocidad, puede ser significativa.
Varias fuentes indican que el misil fue lanzado desde el polígono de pruebas de Kapustin Yar en la región de Astracán en Rusia.
En ese caso, el alcance del misil en este lanzamiento sería de entre 800 y 850 kilómetros.
Vladimir Putin se refirió al Oreshnik como un misil de alcance intermedio. El rango de este tipo de misiles suele oscilar entre 1.000 y 5.500 kilómetros, aunque estas son solo cifras oficiales y el misil puede dispararse a distancias más cortas.
Lo más probable es que el Oreshnik que mencionó Putin se desarrollara en el Instituto de Tecnología Térmica de Moscú (MIT).
En Rusia hay dos entidades que desarrollan misiles balísticos de esta clase: el Centro de Cohetes Makeyev y el MIT.
El primero se centra en misiles de combustible líquido, que son pesados, se lanzan desde silos y tienen un alcance muy largo. Por ejemplo, el rango oficial del misil Sarmat es de hasta 18.000 kilómetros.
El Instituto de Tecnología Térmica de Moscú se especializa en la creación de misiles más pequeños con motores de combustible sólido que se proyectan desde lanzaderas móviles.
Estos misiles son más ligeros, tienen ojivas más pequeñas y vuelan distancias más cortas. Por ejemplo, el misil Yars tiene un alcance de 12.000 km.
Lo más probable es que un misil como el que impactó en Dniéper sea obra del MIT.
Este centro ya había creado antes misiles similares, como el RSD-10 Pioneer, que estuvo en servicio desde la década de 1970 hasta que entró en vigor el Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF por sus siglas en inglés) en 1988.
En ese momento, todos los misiles y lanzaderas de alcance intermedio y más corto de la URSS y EE.UU. fueron destruidos y ambas partes acordaron no producir, probar ni desplegar tales proyectiles en el futuro.
El Tratado INF expiró en 2019, por lo que el desarrollo de este tipo de misiles -al menos en cuanto a su aplicación práctica- habría comenzado después de esa fecha.
En ese momento, el ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, anunció que Rusia tenía la intención de crear un sistema de misiles terrestres de alcance medio para 2020. Aunque esto no sucedió, el proyecto siguió su curso.
Uno de los últimos desarrollos del MIT es el RS-26 Rubezh, un misil balístico intercontinental. Según información extraoficial, su rango es de entre 2.000 y 6.000 km, por lo que apenas supera los límites de alcance del INF.
El MIT lo desarrolló incluso antes de prescribir el tratado. Según la agencia estatal TASS, el coronel general Serguéi Karakáev, comandante de las Fuerzas de Misiles Estratégicos de Rusia, reveló algunas características del misil en 2013.
“Si hablamos del misil terrestre móvil Yars (en referencia al RS-26 Rubezh) el vehículo de lanzamiento pesa más de 120 toneladas. En este misil modernizado, alcanzaremos 80 toneladas, haciéndolo más ligero”, declaró Karakáev.
En otras palabras, Rusia estaba desarrollando inicialmente un misil más ligero basado en el Yars que superaba los límites del INF en solo 500 km.
Como resultado, expertos coinciden en que el Oreshnik mencionado por Putin es probablemente un sistema de misiles con un alcance de 800 km o un desarrollo posterior de ese sistema, diseñado para un alcance aún más corto.
El Tratado INF tenía como objetivo reducir las tensiones en Europa.
La idea de la disuasión nuclear funciona para misiles balísticos intercontinentales, cuyos lanzamientos pueden ser detectados por sistemas de alerta, lo que daría tiempo suficiente para responder con un contraataque.
Lo mismo se aplica a los bombarderos estratégicos.
Pero esto no funciona si el tiempo de vuelo de un misil se mide en meros minutos.
Los misiles de corto y medio alcance eran uno de los factores más importantes que evitaban una disuasión nuclear estratégica efectiva.
Capaces de portar ojivas nucleares, eran casi imposibles de interceptar o destruir y, por lo tanto, no había oportunidad de contraataque al carecer de tiempo suficiente.
Además, las lanzaderas móviles para estos misiles eran muy difíciles de detectar y destruir con un primer ataque.
La presencia de misiles de corto y medio alcance cerca de las fronteras podría generar un conflicto militar al ser una amenaza casi imposible de defender, lo que podría provocar un ataque nuclear preventivo.
El ataque a Dniéper marcó el primer uso en combate de un misil de este tipo. Putin anunció que Rusia advertiría sobre el uso de esta clase de proyectiles.
“Treinta minutos antes del lanzamiento del misil Oreshnik, Rusia envió a Estados Unidos una notificación automática a través del centro de reducción de riesgos nucleares”, indicó el portavoz del presidente Putin, Dimitri Peskov.
El día antes del lanzamiento del misil, Estados Unidos cerró su embajada en Kyiv debido a “información específica sobre un posible ataque aéreo importante”.
Las embajadas de España, Italia y Grecia también cerraron, mientras que las de Francia y Alemania permanecieron abiertas, pero advirtieron a sus ciudadanos de que se mantuvieran alerta.
En los canales ucranianos de Telegram se barajaba la posibilidad de que Rusia usara el misil Rubezh contra Ucrania incluso antes de su lanzamiento. En particular, se especificó que el cohete había sido desplegado en el polígono de pruebas de Kapustin Yar.
En todo caso, la posibilidad de utilizar una nueva arma ya había sido anunciada anteriormente por el presidente de la Duma Estatal, Viacheslav Volodin.
“No se puede descartar el uso de nuevos sistemas de armas que la Federación Rusa no ha empleado hasta ahora en territorio ucraniano”, comunicó el 18 de noviembre.
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