Tener un animal de compañía es maravilloso: están para nosotros sin importar cómo nos sentimos, nos hacen sonreír con el movimiento de su colita cuando están felices o el ronroneo cuando los acariciamos. También nos pueden hacer enojar si se comen el tenis o rompen un jarrón, pero cualquier enojo se pasa rápido porque sabemos que nos aman incondicionalmente.
Pero también, cuando adoptamos a un animalito, sabemos que su tiempo de vida es más corto que el nuestro y lo más normal es que morirán antes que nosotros.
Para algunas personas puede parecer ridículo que nos cause mucho dolor la muerte de un animal de compañía, pero hay casos como el de Tábata, la gatita que estuvo en mi familia por 19 años, que dejó un hueco enorme no solo en mi corazón, sino en el de muchas otras personas.
Cuando pienso en Tábata -que tenía su pelito blanco, orejas cafés y ojos azules que parecían el cielo-, no pienso en una “mascota”, pienso en un ser vivo que estuvo ahí en muchos de los momentos más importantes de mi vida.
Llegó cuando yo todavía seguía en kinder y ahí estaba cuando yo terminé la carrera. Estaba en los pasteles de cumpleaños y también durante el divorcio de mis papás. Se echaba conmigo a ver la tele y me acompañaba cuando tocaba la guitarra en mi banda de covers de Iron Maiden.
Entonces, cuando murió, el dolor que sentí no era el de ver a un animal más que pasó a otra vida, sino que era saber que Tábata ya no estaría ahí para otros momentos importantes -y no tan importantes- de mi vida.
Si tú has pasado por una situación similar, seguro sabes a qué tipo de dolor me refiero y que, aunque partes de la sociedad digan que está mal o “es raro” sentirse así, también es necesario hacer un duelo para superar esa pérdida, como si se tratara de un humano.
Para tratar de comprender más el por qué sentimos ese dolor y cómo sobrellevar de mejor forma la muerte de nuestros animales de compañía, en Animal MX platicamos con tres especialistas que nos dieron algunos consejos para salir adelante y cambiar el dolor o culpa por recuerdos llenos de felicidad.
Laura Vidal, escritora española y terapeuta especializada en acompañar a persona tras el fallecimiento de sus animales, cuenta a Animal MX que la conexión tan fuerte que sentimos con nuestros animalitos de compañía es porque hoy en día se vive un cambio de paradigma que nos permite verlos más allá de como si fueran solo “una herramienta”.
“Hoy en día los animales pasan de considerarse de mascotas o “herramientas” como los perros que espantaban ladrones o cazaban, a parte de familias interespecie donde los animales son un miembro más”, explica Laura.
Al momento en el que validamos esto, los animales se convierten en una parte esencial de nuestras familias y entran en todos nuestros planes: cambiamos vacaciones para ir a donde los acepten, les compramos comida especial, les damos su espacio en la casa.
“Para muchas personas sus animales no solo son esos sino que son sus mejores amigos, son fuente de amor incondicional son seres con los que se sienten libres de ser porque al final los animales te aceptan y te quieren sin juzgarte y por lo que eres en realidad”, subraya Laura, quien comenzó a enfocarse en este tema tras la muerte de sus perros.
Eso es precisamente lo que nos hace que nos duela tanto cuando mueren nuestros perritos, gatitos, aves, peces o cualquier otro animal que tengamos, porque vivimos un duelo como si hubiéramos perdido a una persona querida.
“Se vive un duelo con todas las letras, porque al final en el duelo no es la especie o la sangre lo que influye, el duelo es lo que nosotros consideramos que hemos perdido y si para nosotros lo que hemos perdido es una relación muy enriquecedora, pues el duelo va a ser igual que el de una persona”, resalta Laura.
A veces no podemos vivir el duelo de la pérdida de nuestros animales porque todavía existe una parte de la sociedad que ridiculiza a aquellas personas que sienten tristeza.
“Otra parte de la sociedad repite frases que a muchas personas les hacen tanto daño como ‘si te sientes mal ve y cómprate otro perro’ o ‘no es normal que estés así por un animal, eres exagerada’”, menciona Laura.
Por eso, ante el temor de que nos hagan sentir mal por nuestras emociones, muchas veces no llevamos el duelo de manera correcta (en ocasiones pasándolo en soledad), dejando la muerte de los animales como una herida abierta por mucho tiempo.
Lee también: Iba a la “Cuak-témoc”: Un patito escapó del lago de Chapultepec y se intentó subir al Metro CDMX
Mercedes Mora, tanatóloga con 30 años de experiencia, cuenta a Animal MX que lo primero que debemos comprender es que el duelo es una reacción normal que se presenta con cualquier tipo de pérdida significativa, la cual puede ser de un ser querido, animal, relación, entre otras.
Para Mercedes, la primera parte para llevar un proceso sano es validar el dolor que sientes cuando aceptas la pérdida de tu animal de compañía y que ese mismo te afecta en otras áreas de tu vida.
“¿Por qué? Porque se rompió un vínculo significativo. Eso es el rompimiento del vínculo. Ahí está la la clave, entonces para empezar a llevar un proceso sano, lo primero que tenemos que hacer es aceptar la pérdida, aceptar que este animal que tenías, con el que jugabas, que te divertía y hasta acompañabas ya no está y ya no va a volver a estar nunca más y eso es la parte más fuerte”, menciona Mercedes.
Por otro lado, Pedro Antonio Trejo González, etólogo general con especialidad en cánidos y tanatólogo clínico, resalta a Animal MX la importancia de permitirnos sentir el dolor.
“Es válido dolerse, es aceptable llorar y es natural sentir tristeza”, señala Pedro.
Por eso, el tanatólogo menciona que la persona doliente es la primera que debe validar su dolor, pero en caso de no tener las herramientas para gestionarlo, es importantísimo contar con buenas redes de apoyo -incluyendo ayuda profesional de terapeutas- que puedan ayudar a validar su duelo y conforten de manera honesta su dolor.
Pedro también explica que es completamente necesario pasar por las cinco etapas del duelo tras la pérdida de un animal:
Una vez que lo completes, podrás seguir adelante en paz.
Arribita dijimos que es importante completar el duelo justo por esta razón. Claro que se vale adoptar a un nuevo peludito, lo que no se vale es querer reemplazar a tu animalito que se murió con uno nuevo y dejar abiertas las heridas.
Mercedes menciona que el adoptar a un nuevo animal conlleva empezar un nuevo vínculo, que lo vuelve en una dinámica completamente diferente a la que tenías con tu animal que falleció.
Entonces, si no concluiste el duelo lo que harás es intentar tapar el Sol con un dedo y pretender que todo está bien con tu nuevo animal de compañía, pero los estragos y el dolor por tu otra pérdida permanecerán aunque tú no los veas.
“Entonces lo recomendable para adoptar a un nuevo animal es hacerlo una vez que que tu proceso de duelo haya concluído, y si te preguntas ¿cómo vas a saber que ya lo hiciste? Ese es el momento cuando puedas hablar de ese vínculo sin que te duela”, resalta la tanatóloga.
Laura define el concluir el duelo cuando eres capaz de recordar a tu animal, “no con lágrimas en los ojos, sino con una sonrisa en el corazón y podemos recordar las cosas bonitas”.
Laura, cuyo libro Espérame en el arcoíris incluye varias herramientas para sobrellevar la pérdida de un animal, explica que para acompañar a alguien que está en duelo podemos aprender mucho de los mismos animalitos.
“Yo siempre digo que podemos aprender mucho de los animales porque son la mejor compañía que tenemos y nunca nos llegan a decir ni una sola palabra. Cuando alguien está en duelo, muchas veces lo que el entorno intenta hacer es o desviar la atención y te dice que no hables de eso o no pienses en eso”, menciona la escritora y terapeuta.
El consejo que ella nos da es simplemente acompañar a la otra persona, escucharla y permitir que se desahogue.
“Si necesita llorar, pregúntale qué necesita: ¿quieres pasear? ¿Quieres llorar? ¿Quieres ver fotos de tu animal? ¿Quieres que te ayude a recoger sus cosas?… En fin, como digo, es ser un poco más animales y estar allí simplemente con nuestra presencia y para lo que esa persona necesite”, finaliza.
Los astrónomos en todo el mundo se preparan para ver un sistema estelar a unos 3.000 año luz que está a punto de estallar en un espectáculo luminoso.
Una fría noche de febrero de 1946, un colegial de 15 años miraba por la ventana de su dormitorio cuando hizo un sorprendente descubrimiento.
Michael Woodman, un entusiasta astrónomo aficionado de la ciudad de Newport, Gales, se había desvelado esperando a que su padre regresara a casa cuando notó algo extraño sucediendo en el cielo.
“Estaba la constelación Corona Boreal, pero en el anillo de la Corona, las segunda estrella abajo estaba radiante, muy radiante”, explica.
“Y pensé, ‘nunca antes he visto algo parecido'”.
A la mañana siguiente le escribió al Astrónomo Real, la autoridad de investigaciones astronómicas en Reino Unido.
Ahora, a los 94 años, sonríe al recordar con sorpresa la audacia que tuvo en su adolescencia.
“Y Dios me libre si el Astrónomo Real no me contestó con una carta que todavía conservo”.
Michael Woodman no solo había observado el raro evento celestial, sino que —como le informaron— era la única persona en el país en verlo.
Había detectado un sistema estelar, a unos 3 mil años luz de distancia, llamado T Corona Borealis —o abreviado a T Cor Bor— explotando brillantemente, que solo fue visible en el cielo nocturno por unos pocos días.
“Me había ganado la lotería”, expresa.
En estos días, una nueva generación de observadores está escaneando el firmamento del Hemisferio Norte en busca de T Cor Bor.
“T Cor Bor está tenue en el momento; su magnitud es de 10, mucho menor de lo que puedes ver con el ojo desnudo”, explica Jenifer Millar, de Fifth Star Labs, una empresa que desarrolla apps para la educación y descubrimientos científicos.
Como muestra la foto que sigue, para encontrar la región en el cielo donde aparecería, ella recomienda localizar primero el Carro característico de la Osa Mayor y seguir su cola hasta Arcturus (Arturo, una de las estrellas más brillantes).
Al occidente de esta estrella está la constelación Corona Boreal, compuesta de siete estrellas y donde T Cor Bor se iluminará en algún momento.
“Sólo será visible al ojo desnudo por un par de días”, señala la científica.
“Por supuesto, si tienes un par de binoculares o un pequeño telescopio, podrás verlo por un poco de tiempo, pero creo que es ese corto período lo que lo hace realmente especial”.
El fenómeno astronómico es causado por la interacción de dos estrella que orbitan entre ellas: una enana blanca —que es una estrella muerta— y una gigante roja, una estrella que está llegando al final de su vida.
La compacta enana roja ejerce una enorme atracción gravitacional, tan potente que le roba material a su vecina más grande.
“La fuerza de gravedad en la superficie de la enana blanca es un millón de veces mayor a la gravedad que sentimos en la Tierra, así que si estuviéramos allí, nos aplastaría instantáneamente”, comenta Jane Clark, de la Sociedad Astronómica de Cardiff.
Con el paso del tiempo, el material acumulado de la otra estrella queda aplastado y comprimido, hasta que finalmente desencadena en una explosión nuclear que despide una enorme cantidad de energía, un proceso conocido como una nova en evolución.
“Y cuando eso sucede, se iluminará como el mejor árbol de Navidad de la ciudad“, asegura la doctora Clark.
Los astrónomos creen que este proceso es recurrente, con una explosión de T Cor Bor sucediendo aproximadamente cada 80 años.
Pero no hay registros de esto.
Y ya ha habido unas cuantas falsas alarmas que T Cor Bor estaba a punto de aparecer, seguidas de un chasco.
Sin embargo, los expertos dicen que hay signos de que volverá a suceder pronto.
Y Michael Woodman ciertamente está listo para verlo otra vez.
“Alguien me meterá en un automóvil y me llevará a algún sitio agreste donde lo podré ver bien. Eso es lo que esperamos”, afirma.
Y si logra echarle otro vistazo al espectáculo, cree que lo pondrá en un club muy exclusivo, de un solo miembro.
“80 años después, estamos mirando al cielo otra vez, no sólo yo, sino todo el mundo aparentemente”, declara.
“Si estoy con vida, si lo veo, seré el único en haberlo visto dos veces”.
Luego, con una amplia sonrisa y una pequeña carcajada, añade: “¡Tengo que seguir respirando!”
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.