Su nombre era Hermelinda Vergara Pérez y tenía 31 años. Lo último que su expareja recuerda de ella fue cuando, durante la pandemia de Covid-19, aceptó subir a una camioneta de la Secretaría de Bienestar e Inclusión Social (SIBISO) para ingresar en un albergue de personas en situación de calle; meses después, la asociación civil El Caracol supo que había fallecido y que, pese a tener un nombre y contar con documentos de identidad, su cuerpo fue enviado a la fosa común.
Desde que supieron de su fallecimiento, El Caracol –asociación dedicada al apoyo psicosocial de poblaciones callejeras– buscó la recuperación de su cuerpo, y después de tres años, el pasado 10 de diciembre consiguió su exhumación de la fosa común del Panteón Civil de Dolores, para darle un entierro digno.
En una ceremonia íntima y breve, integrantes de Caracol, su expareja y sus compañeros de calle cargaron el ataúd en el que fue depositado el cuerpo de Hermelinda, y la llevaron hasta la tumba en la que una fotografía y diversos carteles con su nombre dan cuenta de su identidad y de la lucha de su “familia social” por buscar justicia para ella y las poblaciones callejeras que llegan a este lugar al morir.
“Que dios te bendiga, Herme. Para mí fue un placer conocerte, amiga, conocer tu bella sonrisa y el amor que nos dabas. Nunca te vamos a olvidar“, fueron las palabras de Susana, una de sus compañeras de calle.
Entre lágrimas, oraciones, aplausos y porras, Hermelinda fue despedida por la familia social que la apoyó y acompañó hasta su fallecimiento. Ella es la primera persona integrante de poblaciones callejeras que El Caracol consigue recuperar de la fosa común, lo que la asociación considera como un precedente para conseguir que en otros casos se les permita reclamar los cuerpos de quienes mueren como desconocidos para sepultarlos en tumbas donde se reconozca su identidad.
Enrique Hernández, director del Caracol, describe a Hermelinda como una mujer “sonriente y dicharachera”. La asociación tuvo vínculo con ella por 15 años en los que vivió en situación de calle en la Ciudad de México, tiempo en el que la apoyaron con acompañamientos para la atención de su salud, despensas y, en ocasiones, le daban oportunidad de bañarse en sus instalaciones.
Gracias a este trabajo, los integrantes del Caracol generaron una relación de amistad con ella, lo que les permitió saber que era oriunda de Pachuca, Hidalgo, y documentar el deterioro que tuvo su calidad de vida a partir del uso de solventes, lo que con el paso del tiempo le provocó la pérdida de movilidad.
“Con ella aprendimos el tema de la estimulación neuronal. Nos dimos cuenta que era necesario darles este apoyo a quienes detectamos con problemas gracias a un diagnóstico que hicimos en 2013, y ella fue uno de esos casos. Herme nos enseñó cómo teníamos que atender a las personas que estaban teniendo un alto deterioro por el consumo de solventes”, recuerda Hernández.
Además, subraya, “Herme tenía claro que era una injusticia lo que le pasaba a ella y a sus amigos, que no era normal la situación en la que se encontraban en calle, y de hecho tenía una expresión muy curiosa, decía que por qué los discriminaban y los trataban mal, si no son extraterrestres”.
Sin embargo, durante la pandemia de Covid-19, debido al cierre de oficinas y establecimientos, El Caracol perdió contacto con ella, y volvieron a tener información de su paradero gracias a Víctor, su expareja, quien la vio por última vez, cuando aceptó acudir a un albergue de la SIBISO para que le permitieran bañarse.
“En la pandemia todo se puso complicado, por lo que armamos despensas con alimentos especiales que pudieran consumir sin cocinar las poblaciones callejeras, y todavía la vimos para darle una. Ese día nos insistió en que se quería bañar, y nosotros le explicamos que no podíamos atenderla en las oficinas, que tuviera paciencia, pero pues no aguantó y en mayo de 2021 se fue en una camioneta con la promesa de que le iban a permitir asearse… y ya no la dejaron salir”, lamenta el director del Caracol.
Después de que Hermelinda acudió de forma voluntaria con el personal de la SIBISO, Víctor y el personal del Caracol intentaron solicitar información sobre su estado de salud por vía telefónica y de manera presencial en distintos albergues, pero no obtuvieron respuesta. Fue por medio de una nota periodística que supieron de su fallecimiento, meses después de que este ocurrió.
Hasta el día de hoy se tienen pocos detalles sobre cómo ocurrió la muerte de Hermelinda. Lo único que se sabe, por su acta de defunción, es que falleció 12 días después de que se fue con el personal de SIBISO, a causa de una sepsis que, pese a que fue hospitalizada, en cuestión de horas se agravó y perdió la vida.
“Ella tenía llagas en la cadera por el uso de la silla de ruedas, y lo que pensamos es que fueron esas heridas las que no se atendieron como debían y provocaron la sepsis”, comenta el director del Caracol.
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Las noticias que tuvieron sobre Hermelinda, las conocieron a través de notas periodísticas: primero, en una entrevista, la entonces directora del Instituto de Atención a Poblaciones Prioritarias (IAPP), Nadia Troncoso, afirmó que se encontraba bien, aunque después, mediante el mismo periódico, supieron que llevaba meses fallecida.
Una vez que conocieron de su muerte, integrantes del Caracol acudieron al Instituto de Ciencias Forenses (INCIFO) para preguntar por Hermelinda, donde les confirmaron su fallecimiento y les informaron que había sido sepultada en la fosa común del Panteón Civil de Dolores.
“Ellos sabían que se llamaba Hermelinda y que la estábamos buscando”, sin embargo, pasaron tres años para que pudieran recuperar su cuerpo, que se encontraba sepultado bajo otras 40 personas que murieron en la época de la pandemia de Covid-19 como desconocidas.
“Nosotros mantenemos la idea de que Herme no merecía estar ahí, porque estaba bajo resguardo del Estado, de una institución encargada de proteger a la población callejera y se les murió en menos de 15 días, y eso no es normal”, lamenta Enrique Hernández.
De acuerdo con información recuperada por El Caracol, entre 2023 y 2024 se ha reportado el fallecimiento de al menos mil 955 personas en situación de calle en México, siendo la capital donde se han presentado el mayor número de casos (298).
En 2024, la asociación registró 993 muertes: 290 por accidentes de tránsito, 140 asesinatos, 39 por hipotermia, 33 por consumo de sustancias, 29 por causas relacionadas con enfermedades cardiacas y 401 en las que no hay información.
El año previo se contabilizaron 962 fallecimientos, cuyas causas principales fueron: incidentes de tránsito (236), agresiones de particulares (113), hipotermia (60), consumo de sustancias (51) y riñas (37). También se registraron 28 fallecimientos asociados a enfermedades cardiacas y 23 suicidios.
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Para El Caracol, casos como el de Hermelinda y otras personas cuyos cuerpos están en proceso de ser recuperados, son “emblemáticos, bajo un principio de recuperar su memoria, pero sobre todo para hablar de la violencia del Estado que les niega, incluso, el derecho a tener un entierro digno”.
“Por eso insistimos en tocar la puerta con las fiscalías para que se revisen las carpetas de investigación de los casos y se resuelva el tema legal para lograr recuperarlos, pero se requiere mucha voluntad y coordinación”, agrega el director de la asociación.
Tras un intento fallido de votación la semana pasada, el Parlamento logró los votos necesarios para la acusación y Yoon Suk-yeol será suspendido inmediatamente de su cargo.
El Parlamento de Corea del Sur ha votado a favor de iniciar un proceso de impeachment para destituir al presidente del país Yoon Suk Yeol.
La medida viene después de que el pasado 3 de diciembre el presidente declarara la ley marcial en el país democrático por primera vez en 40 años.
La drástica medida de Yoon, anunciada en un programa de televisión nocturno, mencionaba a “fuerzas antiestatales” y la amenaza de Corea del Norte. Pero pronto quedó claro que no había sido impulsada por amenazas externas, sino por sus propios y desesperados problemas políticos.
La decisión provocó protestas masivas en el país y Yoon Suk Yeol tuvo que retractarse y retirar la ley marcial.
Los diputados de oposición se organizaron rápidamente para impulsar un impeachment, es decir, una acusación en su contra.
Tras un intento fallido de votación la semana pasada, este sábado el Parlamento logró los votos necesarios para la acusación. Esto significa que Yoon será suspendido inmediatamente de su cargo y el primer ministro pasará a ser presidente interino.
Participaron los 300 legisladores, con 204 votos a favor, 85 en contra, tres abstenciones y cuatro votos nulos.
Al poco de saberse el resultado, Yoon emitió un comunicado.
“Estoy deteniendo temporalmente mi viaje”, dijo el presidente.
“Aunque me detenga por ahora, el viaje hacia el futuro que he recorrido durante los últimos dos años y medio nunca debe detenerse. Nunca me rendiré. Tomaré en serio sus críticas, elogios y apoyo y haré lo mejor que pueda por el país hasta el final”, añadió.
Aún así, el proceso de destitución podría durar semanas, ya que todavía debe celebrarse un juicio ante el Tribunal Constitucional. Si seis de los nueve miembros del consejo votan a favor de mantener el impeachment, sólo entonces se destituirá al presidente.
En este escenario, se convocarán elecciones para elegir al próximo presidente dentro de los 60 días siguientes a la sentencia.
Según el presidente del Parlamento, Woo Won-shik, los poderes y deberes presidenciales de Yoon quedarán suspendidos después de que se le entreguen a él y al Tribunal Constitucional copias de un documento sobre el impeachment.
Y, en ese momento, será el primer ministro Han Duck-soo asumirá el cargo de presidente interino.
Sin embargo, incluso después de que se suspendan sus poderes, Yoon permanecerá en el cargo hasta que el Tribunal Constitucional decida si mantiene su impeachment.
En el momento en que se anunciaron los resultados, estallaron vítores en el Partido Demócrata, mientras que los miembros del partido gobernante abandonaron silenciosamente la cámara. Durante el recuento de votos, se vio a algunos legisladores del partido gobernante juntando sus manos en oración.
“Esperamos que el fin de año sea un poco más feliz y que se puedan reanudar todas las celebraciones que se habían cancelado”, dijo el presidente del Parlamento, Woo Won-shik, tras anunciar los resultados.
“El futuro de la República de Corea y nuestra esperanza están en manos del pueblo, nuestra esperanza es fuerte. Muchas gracias”, dijo al finalizar la sesión.
La semana pasada, cuando el Parlamento no logró reunir los votos necesarios para sacar adelante esta moción, miles de surcoreanos salieron a las calles de Seúl para exigir la renuncia del presidente del país después.
El ambiente este sábado a las puertas del Parlamento era distinto.
La respuesta inmediata de la gente al conocer el resultado de la votación fue de alegría inmediata, según cuenta Leehyun Choi, reportando desde Seúl.
La gente empezó a cantar y encender fuegos artificiales.
“La canción Into the New World del grupo de K-pop Girls’ Generation vuelve a sonar a todo volumen en las puertas de la Asamblea Nacional. La misma canción se escuchó aquí antes, antes de la votación del impeachment”, narra Choi.
En cambio, al otro lado de la ciudad, en la plaza Gwanghwamun, en una manifestación a favor de Yoon, los partidarios del presidente se mantuvieron en silencio tras conocerse la noticia.
Son Bang-gle, una manifestante de unos 30 años, dijo que se había unido a la manifestación porque sabía que se sentiría aún peor si estaba sola en el momento de enterarse del resultado. Estaba llorando y dijo que estaba preocupada por el país.
La aprobación de la moción de impeachment “no es el fin de la agitación política de Corea del Sur”, según contó a la BBC Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl.
“Ni siquiera es el principio del fin, que en última instancia implicará la elección de un nuevo presidente”, afirmó.
El tribunal constitucional tiene ahora hasta 180 días para decidir si el presidente Yoon debe ser destituido o reinstaurado. Si decide destituirlo, se deben convocar elecciones para el próximo presidente dentro de los 60 días siguientes a la sentencia.
El líder del principal partido de la oposición, el Partido Democrático, Lee Jae-myung, que perdió por un estrecho margen frente a Yoon en 2022, es el favorito para ganar las elecciones para reemplazarlo. Pero Lee también corre peligro legal, señaló el profesor Easley.
Lee tiene una condena en apelación y varias otras sentencias pendientes que podrían descalificarlo para el máximo cargo.
“Por lo tanto, antes de la carrera final en las urnas, habrá una carrera en los tribunales”, afirmó.
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