El 2024 terminó sin que se haya aprobado la reducción a la jornada laboral en México, considerada una de las más agotadoras y extensas de todo el mundo.
La discusión de la reforma que permitirá a las y los trabajadores mexicanos trabajar máximo 40 horas a la semana, ocho horas menos de las que se exigen actualmente, se aplazó nuevamente hasta este 2025.
Hace casi dos años que esta deuda histórica con la clase trabajadora se puso sobre la mesa, pero no logró afianzarse como una prioridad durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Durante su administración, López Obrador pidió postergar la discusión en al menos dos ocasiones bajo el argumento que debían escucharse las voces de todos los involucrados y para evitar que su partido fuera acusado de promocionarse con esta medida durante las elecciones federales.
Su sucesora, la presidenta Claudia Sheinbaum se ha posicionado en el mismo sentido. El pasado 3 de diciembre, en su conferencia matutina, indicó que será el próximo año cuando la Secretaría del Trabajo y Previsión Social organice mesas de trabajo para discutir la reducción de la jornada laboral y sostuvo que el proceso se realizará de “manera gradual y por sectores”.
“Nos vamos a sentar en mesas de trabajo, las va a coordinar Marath (Baruch Bolaños), el secretario del Trabajo. Ya, de hecho, ha iniciado pláticas. Yo lo dije desde los 100 puntos, que va a ser gradual; en algunos sectores ya existe la semana de 40 horas y en otros nos vamos a sentar para ver cómo podemos irlo desarrollando”, precisó.
Pese a las constantes dilaciones, hay grupos en resistencia que no han quitado el dedo del renglón. El pasado 16 de diciembre, decenas de personas cerraron Viaducto y Tlalpan en la Ciudad de México para exigir que se abordara el tema durante el periodo extraordinario de sesiones en la Cámara de Diputados y no hasta el próximo periodo ordinario que va del 1 de febrero hasta el 30 de abril.
“Nuestra intención es que se abra un periodo extraordinario de sesiones para que se adelante esta cuestión”, dijo en ese entonces el activista Erick Huehuetzin, en entrevista con Animal Político. “Y si no, procurar que no lleguemos hasta abril, que sea lo antes posible, a más tardar a finales de febrero para que se dé esta discusión”, agregó.
Huehuetzin es uno de los voceros nacionales del Frente Nacional por las 40 horas, una coalición conformada por diversas organizaciones sindicales, sociales y políticas que busca promover legislaciones que beneficien a las y los trabajadores en términos de tiempo libre y calidad de vida.
El Frente Nacional por las 40 horas nació en 2023, en apoyo a la iniciativa presentada por la ahora exdiputada de Morena, Susana Prieto Terrazas, que planteaba una reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales, así como dos días de descanso, procurando que estos fueran sábado y domingo.
La iniciativa fue turnada a la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara de Diputados y se discutió en foros de parlamento abierto en los que se recogieron las voces de diversos sectores interesados.
Sin embargo, el dictamen fue desechado al no haber sido aprobado al término de la Legislatura pasada. Así lo dio a conocer en octubre, Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, quien adelantó que se abriría nuevamente el diálogo con empresarios para llegar a acuerdos en la materia.
Unos días después, el Frente Nacional se apresuró a lanzar una nueva iniciativa con el apoyo del diputado de Morena, Manuel Vázquez Arellano.
La nueva propuesta presentada el pasado 27 de noviembre establece que por cada cinco días de trabajo, se deben disfrutar dos de descanso con goce de salario íntegro. A esto agrega que “toda persona tiene derecho al trabajo, digno, socialmente útil y con un enfoque parental”.
La iniciativa fue turnada a la Comisión de Puntos Constitucionales, y la organización espera que comience a discutirse una vez que inicie el periodo de sesiones ordinarias en febrero del próximo año.
Junto con ésta hay al menos otras dos iniciativas con propuestas similares que ya fueron turnadas a comisiones. Una a cargo del morenista Napoleón Gómez Urrutia y otra del diputado José Alejandro Aguilar López del Partido del Trabajo (PT).
“Vamos a platicar con Gómez Urrutia para que haya una iniciativa unificada, también con el PT tenemos pendiente una plática para que cuando se llegue a la discusión tengamos ese camino recorrido y no se quiera dar paso atrás y comenzar desde cero, sino que haya un mayor consenso”, dijo Huehuetzin al respecto.
El Frente Nacional espera que los sectores empresariales y de trabajadores inconformes con la reducción se presenten en las mesas de trabajo y que durante estos diálogos no haya una protección corporativa por parte de los sindicatos.
“El sindicalismo mexicano casi siempre ha sido muy pro patronal, ha obedecido intereses corporativos antes que de los agremiados y muchas de las empresas se han aprovechado de que no hay una vigilancia laboral lo suficientemente efectiva como para que se protejan los derechos y se cumpla con la jornada laboral y con otras conquistas laborales”, señaló Huehuetzin.
Se espera que la propuesta que resulte de las mesas de trabajo sea la que pase al pleno de la Cámara de Diputados para su discusión y votación. En caso de ser aprobada, la minuta deberá recorrer el mismo camino en el Senado de la República. Sin embargo, aún no hay una fecha establecida para este proceso.
De las tres iniciativas presentadas durante la LXVI Legislatura, la de José Alejandro Aguilar López plantea que por cada cinco días de trabajo, se deberán disfrutar de dos de descanso y establece una diferencia, pues propone que sólo las personas trabajadoras de los Poderes de la Unión gocen de salario íntegro en este caso, no así las personas obreras, jornaleras, empleadas domésticas, artesanas y demás.
A diferencia de ésta, la de Napoleón Gómez Urrutia propone que todas las personas trabajadoras tengan dos días de descanso a la semana, cuando menos, con goce de salario íntegro de siete días.
La de Manuel Vázquez Arellano coincide en otorgar dos días de descanso con goce de salario íntegro, pero sugiere una aplicación gradual ajustada a la estratificación de las empresas existentes en México con el objetivo de reducir el impacto económico:
Cerca de 30 pasajeros sobrevivieron al accidente ocurrido cerca de la ciudad de Aktau, al oeste de Kazajistán.
Decenas de personas murieron este miércoles después de que un avión con alrededor de 70 pasajeros a bordo se estrellara en Kazajistán.
Las autoridades de Azerbaiyán, donde se originó el vuelo, aseguran que hay al menos 30 sobrevivientes.
El avión se incendió cuando intentaba hacer un aterrizaje de emergencia cerca de la ciudad de Aktau, en Kazajistán.
El vuelo J2-8243 de Azerbaijan Airlines iba con destino a Grozny, en Rusia, pero fue desviado debido a la neblina, le dijo la aerolínea a la BBC.
Las imágenes muestran el avión descendiendo a gran velocidad con el tren de aterrizaje abajo, antes de tocar tierra y estallar en llamas.
La aerolínea informó que el avión “hizo un aterrizaje de emergencia” a unos 3 kilómetros de Aktau.
Algunos medios rusos afirman que el avión chocó con una bandada de pájaros antes de estrellarse, pero esta información aún no se ha corroborado.
El avión había despegado de la capital de Azerbaiyán, Bakú, a las 3:55am GMT del miércoles y se estrelló alrededor de las 6:28am, según los datos del sitio web Flightradar24.
Diversas fuentes han indicado cifras diferentes sobre las personas que estaban a bordo y los sobrevivientes.
Según la aerolínea, el Embraer llevaba a 62 pasajeros y cinco tripulantes, pero otros informes sitúan el total en 72.
El número de sobrevivientes varía entre 28 y 32, dependiendo de la fuente.
A bordo iban en su mayoría ciudadanos azerbaiyanos, pero también había algunos pasajeros de Rusia, Kazajistán y Kirguistán.
Imágenes que circulan por las redes sociales y que no han podido ser verificadas muestran a sobrevivientes arrastrándose para salir de los escombros, algunos con heridas visibles.
Tanto Azerbaiyán como Kazajistán han iniciado investigaciones sobre el accidente.
Azerbaijan Airlines anunció que los vuelos entre Bakú y las ciudades rusas de Grozny y Makhachkala serían cancelados mientras se completaba la investigación.
La compañía Embraer le dijo a la BBC que estaba “dispuesta a ayudar a todas las autoridades pertinentes”.
La BBC se ha puesto en contacto con Azerbaijan Airlines para solicitar comentarios.
Embraer, un fabricante brasileño, es un rival más pequeño de Boeing y Airbus, y tiene un sólido historial de seguridad.
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