
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo anunció esta mañana el plan que tiene para mejorar la situación de vivienda en México en los próximos seis años. Este incluye construcción de vivienda, créditos, un programa escrituración y renta a bajo costo para distintos grupos de la población.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano del Gobierno de México (Sedatu), se estima que para 2025 se requerirán 2.8 millones de viviendas nuevas y para 2030 el número aumentará a 6.6 millones.
Además, existen actualmente 8.9 millones de hogares en situación de rezago habitacional, es decir, que carecen de materiales adecuados, de espacio o de servicios.
Por lo anterior, Sheinbaum anunció la construcción de 1 millón de viviendas, destinadas tanto para quienes están afiliados al Infonavit como a quienes no lo están. Adicionalmente, se proyectó darle escrituras a 1 millones de viviendas y mejorar o ampliar 450 mil más.

“Como lo anunciamos el primero de octubre: 1 millones de viviendas que vamos a construir en el sexenio, por lo menos, y además un millón de viviendas que vamos a regularizar”, dijo la presidenta en su conferencia matutina.
Se espera que para 2025 se hayan construido 165 mil viviendas nuevas y se mejoren 100 mil en la zona oriente del Estado de México, así como regular 120 mil escrituras.
Edna Elena Vega Rangel, titular de la Sedatu, detalló que se tiene planeado construir las viviendas de la siguiente forma:

La construcción la realizará el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), que hará 500 mil, y la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) edificará las otras 500 mil.
Para lograrlo, el Infonavit creará su propia empresa constructora a fin de disminuir sus costos y lograr construir la totalidad de las viviendas.
Además, se prevé mejorar y ampliar 450 mil viviendas. Con estos dos proyectos se espera invertir 600 mil millones de pesos.
Elena Vega aseguró que con la construcción de viviendas también se crearían 6.1 millones de empleos directos y 9.2 millones de empleos indirectos.
Las prioridades del programa serán atender a las necesidades que existan por el incremento demográfico, los municipios con altos índices de inseguridad y aquellos que tengan necesidades de vivienda por los proyectos prioritarios.
La titular de la Sedatu explicó que las viviendas que se construirán en el sexenio de Sheinbaum están pensadas para ser adquiridas por mujeres jefas de familia, población indígena, adultos mayores.
Además, de forma particular existirá un programa de renta de vivienda para jóvenes, aunque no se descartó que también se atienda de forma general a otras poblaciones que lo requieran.

Las nuevas viviendas se podrán adquirir si tienes acceso a crédito Infonavit, incluso si actualmente no estás activo, ya que habrá facilidades para volverse activo, incluso para los mexicanos migrantes.
En caso de no contar con Infonavit, también habrá una opción para obtener financiamiento hasta por 30 años con tasa de interés del 0 %, en donde se hará un estudio socioeconómico para determinar tu capacidad de pago y se ajustará para que el pago mensual no supere el 30 % de tu ingreso mensual.
Del millón de viviendas que construirá el Gobierno, se tiene planeado que 100 mil sean enfocadas en la renta para jóvenes de entre 18 y 30 años.
Estas viviendas serán unidades habitacionales cercanas a centros educativos y zonas industriales, las cuales contarán con todos los servicios básicos.
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La renta será por hasta cinco años, con posibilidad de ampliar dos años más y su costo no rebasará el 30 % del ingreso mensual de las y los jóvenes. Para determinar si pueden acceder a ella se les hará un estudio socioeconómico para determinar su capacidad de pago.
De acuerdo con Edna Elena Vega Rangel, las viviendas que se construirán por el Gobierno federal en el sexenio de Sheinbaum cumplirán con los siete conceptos de vivienda adecuada de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es decir:

El anuncio de Trump tiene como objetivo cortar los ingresos del gobierno de Nicolás Maduro, pero algunos analistas advierten que la medida podría profundizar la crisis económica en Venezuela y generar consecuencias negativas para Washington.
Para Venezuela, el petróleo no es simplemente un bien de exportación. Constituye el eje central de su economía y la principal fuente de ingresos y de divisas con las que el país importa alimentos, medicinas y otros bienes esenciales.
Por ello, el bloqueo “total y completo” contra los buques petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela —anunciado el martes por el presidente de EU, Donald Trump— no solo podría afectar al gobierno de Nicolás Maduro, sino también a amplios sectores de la población venezolana.
Varios expertos advierten que una medida de este alcance también puede resultar contraproducente para Washington.
Trump dio a conocer la decisión a través de sus redes sociales, donde acusó al gobierno de Maduro de utilizar petróleo “robado” para financiarse y para sostener el “narcoterrorismo, tráfico de personas, asesinatos y secuestros”.
Sus declaraciones se producen una semana después de que Washington incautara un buque petrolero frente a las costas venezolanas, una acción que Caracas denunció como “un robo descarado” y “un acto de piratería”.
El mandatario estadounidense también afirmó este martes en Truth Social que Venezuela está “completamente rodeada por la mayor armada jamás reunida en la historia de Sudamérica”, y añadió que esta presencia militar “seguiría creciendo” y que sería “algo como nunca antes se había visto”.
Venezuela —que posee las mayores reservas probadas de petróleo del mundo— ha condenado la orden de bloqueo como una “amenaza grotesca”, que, según el gobierno de Maduro, busca “robar” la riqueza del país.
Desde septiembre, Estados Unidos ha acumulado una importante presencia militar frente a las costas venezolanas en el Caribe, que incluye a más de 15,000 efectivos y al portaaviones más grande del mundo, el USS Gerald R. Ford.
El ejército estadounidense también ha estado realizando una serie de ataques aéreos contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental en los que han muerto al menos 95 personas.
El presidente Trump afirma que el objetivo de esta campaña militar es combatir el narcotráfico en la región y acusa al mandatario venezolano, Nicolás Maduro, de encabezar el llamado Cartel de los Soles.
Sin embargo, diversos analistas sostienen que la estrategia podría también estar orientada a impulsar un cambio de régimen en Venezuela.
Venezuela produce actualmente cerca de 1 millón de barriles diarios de crudo, lo que representa aproximadamente el 1% de la producción mundial.
Una cifra que contrasta con los más de 3 millones de barriles diarios que el país produjo en 1998, el año previo a la llegada al poder del mentor político e ideológico de Maduro, el expresidente Hugo Chávez.
El desplome de la producción responde a una combinación de mala gestión, falta de inversión en el sector, pérdida de personal calificado, corrupción y sanciones internacionales.
Por ello, el impacto de un bloqueo petrolero sobre el mercado mundial sería limitado, al menos en el corto plazo.
Pero, para millones de venezolanos, las consecuencias podrían ser mucho más profundas y directas.
Cuando el presidente Donald Trump impuso un paquete de sanciones económicas estrictas a Venezuela en 2018, durante su primer mandato, la medida profundizó la ya grave crisis económica y humanitaria que atravesaba el país sudamericano.
Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), solo ese año la economía venezolana se contrajo en torno al 15%, una de las caídas más pronunciadas de su historia reciente.
Christopher Sabatini, investigador principal para América Latina del centro de estudios Chatham House, con sede en Londres, afirma que el bloqueo anunciado por Trump podría tener un efecto “aún más devastador si lo mantiene y persiste”.
“Creo que la administración Trump espera poder darle un giro rápido a esta medida. Espera que el lenguaje hiperbólico e incendiario que usó en Truth Social ponga al círculo íntimo de Maduro en su contra y promueva una transición rápida“, le dice a BBC Mundo.
“Pero si eso no pasa, se prevé una gran crisis, porque un gran porcentaje de las exportaciones venezolanas viaja por este tipo de embarcaciones sancionadas”, agrega.
“Y los ingresos provenientes de esas exportaciones no sólo se usan para pagar y sobornar a burócratas, sino para comprar medicinas y alimentos, por lo que se prevé una gran escasez de ambas cosas”.
Un informe reciente de la organización Transparencia Venezuela reveló que el 41% de los buques petroleros (40) que operaron en las costas venezolanas en noviembre fueron buques sancionados, parte de la llamada flota de buques fantasma.
Por su parte, el servicio independiente de seguimiento Tanker Trackers estima que unos 37 buques incluidos en la lista de sancionados de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) estaban operando en aguas venezolanas a principios de este mes.
El economista venezolano Francisco Monaldi, director del Programa Latinoamericano de Energía del Instituto Baker de la Universidad Rice, en Houston, señala que la medida anunciada por Trump también forzará al gobierno de Nicolás Maduro a ofrecer mayores descuentos en el petróleo que vende a través de canales informales para sortear las sanciones.
“En cualquier escenario, esto provocará una reducción de los ingresos, lo que a su vez causará una devaluación del bolívar y un aumento de la inflación. Y si la situación se prolonga, es probable que genere una caída significativa del PIB”, añade.
El FMI proyectó que la inflación en Venezuela cerrará 2025 en aproximadamente 269,9 %, según su informe World Economic Outlook publicado el 14 de octubre de 2025.
Expertos advierten que el bloqueo también podría tener consecuencias negativas tanto para la oposición venezolana como para el propio gobierno de Donald Trump.
“Si la medida no logra desalojar al gobierno de Nicolás Maduro y los venezolanos comunes comienzan a sufrir sus efectos, es posible que muchos terminen culpando a la oposición y a Trump de la crisis”, señala Sabatini.
Y una mayor pobreza en Venezuela probablemente también impulse una nueva ola migratoria hacia países de América Latina y a Estados Unidos.
Según datos de la ONU, cerca de 7.7 millones de venezolanos han abandonado el país desde el inicio de la crisis económica y política, convirtiendo la situación en una de las mayores crisis migratorias del mundo.
El economista estadounidense Mark Weisbrot, codirector del Centro de Investigación Económica y Política (CEPR), considera que el bloqueo anunciado por Trump podría terminar perjudicándolo políticamente si se mantiene en el tiempo.
“Cerca del 90% de las divisas extranjeras que obtiene Venezuela provienen de las exportaciones de petróleo, por lo que un bloqueo como el anunciado podría generar más pobreza y más migración”, le dice Weisbrot a BBC Mundo.
“Es un riesgo considerable para Trump: si la migración venezolana hacia Estados Unidos aumenta de forma significativa, es probable que sus votantes le hagan pagar el precio en las elecciones de medio mandato del próximo año”.
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