“Orgullo loco”: personas con discapacidad y neurodivergentes luchan contra los estigmas y la violencia psiquiátrica
Para entender mejor
Ante los estigmas, tabúes y violaciones a derechos humanos que enfrentan como usuarias de servicios de salud mental, personas con discapacidad y neurodivergentes fundaron el movimiento “Orgullo Loco México”, que bajo la consigna “¡Hasta la locura siempre!” lucha contra las violencias y discriminación que se cometen en su contra.
El movimiento “Orgullo Loco” tiene su origen en Canadá, donde en 1993 se dio por primera vez una marcha de usuarios y exusuarios de servicios psiquiátricos para denunciar la discriminación en su contra. En el caso de México, la fundadora del colectivo, Ilse Gutiérrez, cuenta que la iniciativa surgió en 2018, cuando después de una mala experiencia como paciente decidió comenzar a organizar conversatorios y actividades para dialogar sobre salud mental desde un enfoque crítico.
“En mi caso, lo que me llevó a buscar otro tipo de perspectivas de atención a la salud mental fueron los efectos secundarios de los psicofármacos, así como la incomodidad que me provocaba el trato que el personal de estos servicios tenían conmigo, yo era sólo un número más de expediente, alguien a quien no se escuchaba, y desafortunadamente el tratamiento que me brindaron no fueron la cura para mí, y al contrario, me puse muy mal”, señala.
“Busqué si había otras opciones y encontré alternativas de tratamiento en otro tipo de prácticas, lo que hasta ahora me ha funcionado bien”, afirma Ilse, quien después de este cambio se convenció de que “es importante que cada persona sea quien decida sobre su propio cuerpo y tenga los elementos para tomar decisiones de manera informada, con pleno reconocimiento de su capacidad jurídica”.
Por ello, afirma que este movimiento “trata de poner al centro nuestras voces y nuestras experiencias de vida como personas con discapacidad psicosocial, nuestra voluntad y decisión. Para nosotros es clave la frase “nada de nosotras y nosotros sin nosotras ni nosotros”, porque se asume que no podemos tomar decisiones por tener algún diagnóstico psiquiátrico, pero no es así”.
“Hay un problema con la psiquiatría y los sistemas de salud mental”
Grecia, integrante de Orgullo Loco México, subraya que “hay un problema con la psiquiatría y con los sistemas de salud mental, que es que conciben el malestar de una forma que pareciera ser homogénea, como si todos los diagnósticos llevaran a las mismas experiencias, los mismos medicamentos, pero lo que nosotros planteamos es que los casos son muy diversos y no se pueden reducir a una sola forma de tratamiento“.
Ella cuenta que llegó al movimiento Orgullo Loco después de haber pasado por un desorden alimenticio que “no había tenido tratamiento, porque en mi pueblo no teníamos psiquiatra ni servicios de salud mental, y tampoco tuve apoyo de mi familia”, situación que cambió luego de que supo de la existencia de este colectivo.
Con acompañamiento de la comunidad de Orgullo Loco, Grecia tuvo mayor información sobre la salud mental, y ahora, dice, “soy usuaria de la psiquiatría, pero por decisión propia, algo que no ocurre con la mayoría de las personas que viven con alguna discapacidad psicosocial o neurodivergencia, quienes son institucionalizadas o medicadas contra su voluntad”.
“Para mí hay un antes y un después de haber encontrado ese colectivo, el haber encontrado grupos de apoyo mutuo desde estos enfoques que ponen al centro nuestras experiencias y no nos juzgan hizo una diferencia muy grande en mi experiencia, yo lo pienso como el haberme reconciliado conmigo misma, y eso hizo más fácil que pudiera tomar otros caminos para mejorar mi salud”, expresa Grecia.
Aunque reconoce que han habido cambios positivos en la atención a la salud mental, Grecia afirma que “el problema de fondo no ha desaparecido porque es estructural, está en la desigualdad de los derechos de personas con discapacidad, en la formación de profesionales con protocolos que todavía plantean atar a la gente que está en una crisis, o las contenciones químicas y los encierros contra la voluntad de las personas”.
“Nuestra lucha tiene como perspectiva que entendamos que no podemos reducir la atención a la salud mental al sector sanitario, a cuestiones de sufrimiento y conductas que se patologizan y se medican. La mayoría de estos problemas se originan y se agravan por los contextos sociales, por las violencias y la precariedad de la vida, entonces tenemos que generar respuestas desde la comunidad y no dejarle el problema a los médicos, es un problema de todos y todas”, subraya.
“Nuestro orgullo es un posicionamiento político desde el reclamo de la dignidad”
Brisa, abogada de profesión, explica que conoció al movimiento Orgullo Loco México en la pandemia, cuando se sumó al activismo del grupo de manera virtual.
“Soy usuaria de servicios psiquiátricos desde hace nueve años, y mi formación de abogada me hizo darme cuenta de que en los sistemas de salud mental se cometían violaciones constantes a los derechos humanos, y me parecía que nadie estaba hablando de ello, hasta que me encontré con Orgullo Loco, una comunidad de personas interesadas en dar a conocer la Convención de Derechos sobre las Personas con Discapacidad y que realizan incidencia política para cambiar la narrativa sobre estos temas”, comenta.
En su experiencia, “ha sido muy importante encontrar esta comunidad, porque cuando se tiene algún tipo de psicosis es difícil encontrar grupos en los que el acompañamiento no se da desde la jerarquía del personal médico, pero en Orgullo Loco las estructuras son horizontales y tratamos el tema de la salud mental y la medicación desde los derechos humanos y las propias vivencias de los compañeros, lo que lo vuelve muy enriquecedor”.
“Nuestro orgullo es un posicionamiento político desde el reclamo de la dignidad, tomar la palabra loco es apropiarnos de nuestra identidad y empoderarnos, nos da una posición frente al mundo más allá de los diagnósticos y las categorías jurídicas. Aspiramos a que la salud mental se piense más allá de los sistemas médicos y se construya día a día en la comunidad, en la práctica diaria de nuestras relaciones, que nos lleve a modelos de atención comunitaria que permitan a las personas tener una vida independiente”, sostiene Brisa.
Ilse, Grecia y Brisa coinciden en que la lucha por los derechos de las personas con discapacidad psicosocial y neurodivergentes ha contribuido a cambios positivos, como las reformas a la Ley General de Salud, que prevé el cuidado de la salud mental en comunidad y la transformación de los hospitales psiquiátricos. Sin embargo, insisten en que aún existen resistencias por parte de la sociedad para que vivan sin discriminación, “porque cuando la gente escucha el término locura suele considerarlo como algo agresivo, cuando lo que nosotros estamos pidiendo es salud mental con un enfoque de derechos humanos”.
“¡Hasta la locura siempre!”
Con el fin de visibilizar sus exigencias y conmemorar el 54 aniversario del cierre del centro psiquiátrico “La Castañeda”, este sábado 27 de julio, Orgullo Loco México llevará a cabo su sexta marcha en la capital del país.
“La marcha no es una celebración de la clausura de “La Castañeda” -centro psiquiátrico más grande de México, que operó desde 1910 y hasta 1968-, sino una denuncia de que al día de hoy siguen pasando las mismas cosas”, detalla Ilse Gutiérrez.
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La movilización partirá a las 14:00 horas del Ángel de la Independencia hasta la Estela de Luz. De acuerdo con la activista, durante el recorrido compartirán información sobre colectivos y temas relacionados con la discapacidad psicosocial; algunos grupos realizarán actos artísticos y se renombrarán algunas calles con los nombres de “seres locos amados”.
Además, el 31 de julio tendrán un evento cultural en la Biblioteca México, donde proyectarán el documental “La mujer de Estrellas y Montañas” y tendrán un conversatorio con su director, Santiago Esteinou.
“Es un documental sobre una mujer rarámuri que desafortunadamente vivió violencia psiquiátrica debido a su cosmovisión y su cultura, es una historia muy interesante y vamos a platicar con el director del documental”.
“A la marcha y a todos los eventos puede asistir cualquiera, no hay restricciones, son bienvenidas las personas con discapacidad y también quienes son afines al movimiento o estén interesados en conocer las perspectivas críticas que reivindicamos con nuestras diferentes actividades”, detalla la activista.
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Israel dice que ya ha atacado más de 2.000 objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano y el grupo miliciano apoyado por Irán sigue respondiendo al fuego.
“La peor noche hasta ahora”.
Así califica Nafiseh Kohnavard, corresponsal de Oriente Medio para la BBC en Beirut, a los bombardeos israelíes en Líbano, donde más de 30 ataques aéreos centrados en suburbios del sur de la ciudad, donde Hezbolá tiene una fuerte presencia.
El Ministerio de Salud libanés dijo en un boletín en la mañana del domingo que en total murieron 23 personas y otras 93 resultaron heridas tras ataques en varias zonas, incluidas el sur del Líbano y la región oriental de Bekaa y Baalbek-Hermel.
Israel dice que ya ha atacado más de 2.000 objetivos de Hezbolá en el sur del Líbano y el grupo miliciano apoyado por Irán sigue respondiendo al fuego.
El 1 de octubre, Israel anunció “incursiones” en el sur de Líbano “contra objetivos y estructuras terroristas” del grupo Hezbolá. El ataque fue avanzando hasta llegar a Beirut.
En un discurso televisado anoche, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo que el país estaba luchando contra las fuerzas de la “barbarie”, lideradas por Irán.
También aseguró que tras varios días de ataques habían destruido gran parte del arsenal de Hezbolá y habían cambiado el curso de la guerra contra el grupo respaldado por Irán.
A su vez, el primer ministro libanés Najib Mikati pidió que se ejerza “presión internacional sobre Israel” para que se produzca un alto el fuego.
En un comunicado afirmó que su gobierno sigue apoyando el “llamamiento conjunto al alto el fuego” lanzado la semana pasada por Francia y Estados Unidos con el apoyo de la Unión Europea y los países árabes.
A la vez que estos bombardeos en Líbano ocurren, Israel mantiene el frente abierto y la misma estrategia en la Franja de Gaza. En este caso, Israel argumenta que es para combatir a Hamás. El número total de muertos en la zona es de 41.870 desde el 7 de octubre, según el Ministerio de Salud.
Israel atacó Gaza tras una incursión sin precedentes de Hamás en Israel en la que murieron alrededor de 1.200 israelíes.
“Abandonen el lugar”
En Líbano la desolación y la ira se juntan mientras, cada vez más, las ciudades del sur quedan desiertas. La gente huye de los bombardeos hacia el norte. Fue aquí donde primero empezaron.
Ahora, Israel parece dispuesto a lanzar nuevas operaciones en el sur después de que Avichay Adraee, portavoz en lengua árabe de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), emitiera nuevas alertas de evacuación.
Adraee dijo a los residentes de unas 25 aldeas del sur del Líbano que abandonen el lugar.
“Cualquiera que esté cerca de miembros, instalaciones o armas de Hezbolá está poniendo su vida en peligro”, afirmó.
Sin embargo, más hacia el norte, en Beirut, la situación no es más segura.
La pasada noche del sábado fue la peor en lo que a bombardeos se refiere en la capital libanesa.
“Anoche lo veía desde mi balcón (los bombardeos) y, casi dos horas después de los ataques aéreos en un lugar de los suburbios del sur de Beirut, todavía podía ver destellos y chispas”, dice Nafiseh Kohnavard, corresponsal de la BBC en Beirut.
Algunas fuentes abiertas y expertos en armas de X sugieren que se trataba de un depósito de armas o una gasolinera. El ejército de Israel dice que han llevado a cabo ataques contra objetivos pertenecientes a Hezbolá.
“El sonido de las explosiones era pequeño, de vez en cuando, grandes y se mezclan con el sonido de los continuos ataques aéreos. Se podía escuchar continuamente el zumbido de un dron que sobrevolaba, probablemente un dron de vigilancia del ejército que volaba a baja altitud”, cuenta Kohnavard.
Los ataques aéreos se produjeron después de que las fuerzas israelíes emitieran una advertencia de evacuación el 15 de junio.
En los barrios que rodean el lugar del ataque, algunas personas intentaron huir a pie, ya que la mayor parte de la carretera de esa zona ha resultado dañada o bloqueada por escombros debido a los intensos ataques aéreos de las últimas dos semanas.
Hasta uno de los lugares atacados en el sur de Beirut se desplazó Hugo Bachega, corresponsal de la BBC en Medio Oriente.
“Doce horas después, todavía sale humo de los escombros y hay un fuerte olor en el aire. Pude contar al menos tres pisos subterráneos que se derrumbaron”, relata.
La zona es urbanizada y los edificios cercanos también han sido parcialmente destruidos.
“Un residente nos dijo que hay una escuela no muy lejos de aquí. Al otro lado de la calle, hay edificios residenciales que, según dice, han sido evacuados siguiendo órdenes del ejército israelí”, remarca Bachega.
En otra zona bombardeada, en el barrio de Dahieh de Beirut, cuenta el periodista de la BBC Joel Gunter, hay un enorme cráter causado por un impacto donde hasta anoche había una tienda de dulces, un lugar de alquiler de coches y pisos de apartamentos encima.
Dentro del cráter, de tres pisos de profundidad, había evidencias carbonizadas y destrozadas de la vida familiar: ropa y libros, un escritorio aplastado, una nevera retorcida casi hasta quedar irreconocible.
Los residentes de la zona dijeron a la BBC que todos los que vivían en los apartamentos habían huido antes de que el edificio fuera destruido, tras una advertencia de las autoridades israelíes poco antes del impacto del misil. El ataque aquí fue uno de los 30 que se informó que cayeron sobre Dahieh anoche.
Entre las pertenencias, también se podían ver partes de una pequeña munición entre los escombros. El ejército de Israel dijo a la BBC esta mañana que habían “realizado una serie de ataques selectivos contra varias instalaciones de almacenamiento de armas y sitios de infraestructura terrorista pertenecientes a la organización terrorista Hezbollah en el área de Beirut”.
Conflicto con Macron
A la vez, el apoyo a Netanyahu va perdiendo fuerza tanto dentro de Israel como fuera de sus fronteras.
En un último embate, el presidente francés, Emmanuel Macron, pidió que se detenga el envío de armas a Israel para su uso en Gaza, lo que ha provocado unas rápidas críticas del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
En una cumbre en París, Macron dijo que lamentaba la decisión de Netanyahu de lanzar una operación terrestre en el Líbano y dijo que era “inconsistente” que los países pidieran un alto el fuego mientras proporcionaban a Israel “armas de guerra”.
Macron dijo a la radio France Inter que “la prioridad es que volvamos a una solución política, que dejemos de enviar armas para luchar en Gaza”.
El primer ministro israelí condenó los comentarios de Macron y dijo que cualquier país que no apoyara a Israel estaba apoyando a Irán y sus aliados y representantes.
Netanyahu respondió.
“Mientras Israel lucha contra las fuerzas de la barbarie lideradas por Irán, todos los países civilizados deberían estar firmemente del lado de Israel. Sin embargo, el presidente Macron y otros líderes occidentales ahora están pidiendo embargos de armas contra Israel”, dijo.
“Debería darles vergüenza”, agregó Netanyahu.
La oficina de Macron respondió más tarde diciendo que Francia es un “fiel amigo de Israel” y describió la reacción de Netanyahu como “excesiva y alejada de la amistad entre Francia e Israel”.
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