
Ocho mujeres mexicanas que fueron parte del Opus Dei como numerarias auxiliares -la categoría correspondiente al servicio doméstico- enviaron una carta al vicario de la institución religiosa ante la descalificación de testimonios y denuncias de explotación, trabajos forzados, sometimiento y trata de personas al interior de la organización.
“¿Acaso usted sabe lo que hay detrás de todos esos servicios de los que goza diariamente?”, es la pregunta con la que inicia la carta dirigida a Carlos Antonio Núñez Aispuro, vicario de la Prelatura de la Santa Cruz y el Opus Dei en México, de la que Animal Político tiene copia.
Las denuncias contra el Opus Dei han sobrepasado fronteras; ya que cada vez se suman más denuncias de numerarias auxiliares no sólo en México, sino también en otros países de América Latina, Europa y Estados Unidos.
La serie El Minuto Heróico, de la periodista catalana Mónica Terribas que estrenó en la plataforma Max el 7 de febrero pasado, presentó los testimonios de 13 mujeres de distintos países que desde los años 80 a los 2000 fueron parte de la organización católica en diferentes categorías. Dos de ellas pertenecieron como “numerarias auxiliares”, que es la forma en la que se incluye en la estructura a mujeres pobres para luego someterlas como criadas y trabajar, sin reconocimiento y remuneración, para las residencias e instituciones como servicio doméstico de los miembros de élite.

Como lo publicó Animal Político en el reportaje Las Mucamas de Dios: tres mexicanas narran cómo fueron sometidas a explotación Laboral por el Opus Dei; durante décadas, las mujeres auxiliares eran obligadas a someterse a promesas de castidad, autoflagelación y limpiar los inmuebles de la institución sin paga con la promesa de ser santificadas ante Dios.
Las firmantes de la misiva hablan de la necesidad de remunerar el trabajo de las numerarias auxiliares, que por años dieron su vida a la limpieza y cuidado de las instalaciones del Opus Dei. Además de la insensibilidad con la que la Prelatura en México ha descalificado sus denuncias y testimonios.
En esta ocasión, las auxiliares lo hacen a través de un posicionamiento oficial conjunto utilizando únicamente las iniciales de sus nombres, ya que posterior al reportaje de Animal Político recibieron amenazas por parte de la institución católica.
Las mujeres respaldan las denuncias realizadas en Animal Político, así como en la serie de Max El Minuto Heróico, pues a pesar de las diferencias geográficas y temporales, las historias son las mismas: condiciones de encierro, trabajo de más de 12 horas al día, además de que eran enviadas sin consentimiento a otros territorios del país.
Afirman que, por los abusos y explotación, varias de ellas vivían con transtornos de depresión e incluso experimentaron intentos de suicidio. Agregan que en el Opus Dei no hay interés por el estado de salud de las auxiliares, quienes por el trabajo forzado padecen problemas de salud que incluso derivaron en diagnósticos de enfermedades crónicas.
“Ustedes los varones sólo saben que existimos porque tienen los servicios resueltos”, les dicen a sacerdotes y hombres numerarios laicos que residen en las casas de la Obra, a quienes las auxiliares sirven a diario casi sin descanso.
“Ninguna familia obliga a su hija más querida a trabajar más de 14 horas diarias, sin seguridad social, sin un sueldo real y al servicio de las necesidades de los demás 24/7”, relatan en la carta en referencia a que ellas reciben el nombramiento de “hijas” o “hermanas” pequeñas de la fraternidad religiosa.
Además, afirman que las escuelas de la Obra para formación de numerarias auxiliares son “montadas” y sólo funcionaron a manera de semilleros para atraer a mujeres con vocación para ser numerarias auxiliares, ya que ninguna de ellas tuvo la oportunidad de estudiar el bachillerato o una carrera universitaria a nivel profesional.
“Ni se imagina la vida de las administraciones simplemente porque usted y todos los que pueden y deben hacerlo no indagan y ni se interesan de verdad por el cuidado de las auxiliares, piensan que como fueron creadas por Dios desde la eternidad para sólo realizar los trabajos del hogar no se cansan ni se enferman como si fuesen de piedra o de hierro”, relatan en la misiva.
Aseguran que por los años de servicio gratuito al Opus Dei, las mujeres que salen de la institución católica durante la tercera edad deberían ser pensionadas o remuneradas económicamente por los trabajos que realizaron por décadas.
La carta de las mujeres fue en respuesta a lo que Carlos Antonio Núñez Aispuro dijo en declaraciones al periódico El Norte sobre los testimonios presentados en la serie El minuto heroico. El vicario los calificó como “inexactos” y argumentó que “la institución nunca ha tenido la intención de dañar a los integrantes de su familia espiritual”.
Afirmó que, desde su postura, las acusaciones son inexistentes, además de que el documental toma “una muestra muy pequeña de mujeres”, quienes relataron las normas, promesas y sumisión a las que eran sometidas al interior de la Obra; sin embargo el vicario negó que haya reclutamiento, trata de personas, servidumbre y tampoco tratos abusivos.
Además, refirió que a través de las denuncias se ha hecho una reflexión al interior del Opus Dei para hacer cambios en su estructura, además de un protocolo de acompañamiento para personas que quieran denunciar de malas prácticas o salir de la Obra.
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En el reportaje Las Mucamas de Dios, publicado en Animal Político, tres mujeres mexicanas relataron la manera en que fueron captadas desde edades tempranas, incluso algunas siendo menores de edad; para ser formadas como “sirvientas profesionales” y después forzadas a trabajar sin retribución por medio de manipulación emocional e intimidaciones.
En México se tiene registro de, al menos, seis escuelas en modalidad de internado donde se captaba a niñas de escasos recursos a partir de los 14 años con la promesa de recibir formación educativa en “hospitalidad”. Estas se encuentran en los estados de Morelos, Jalisco, Estado de México, Coahuila, Tlaxcala y la Ciudad de México.
Sin embargo, mientras estudiaban en esos centros educativos alejadas de sus familias, se les impuso tener “vocación” de numerarias auxiliares y algunas pasaron de 10 a 40 años limpiando las casas, haciendo comida y servicios de cuidado sin obtener pago económico.
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En Argentina estos abusos ya se investigan como trata de personas y explotación laboral a través de las denuncias de 43 mujeres de ese país, en Paraguay y Bolivia pesa una acusación formal sobre el Opus Dei.

El líder de la operación asegura que su organización está construyendo infraestructura en Venezuela para extraer a personas del país en caso de que comience una guerra con Estados Unidos.
La operación de rescate para sacar de Venezuela a la líder opositora y premio Nobel María Corina Machado incluyó disfraces, dos barcos en mares agitados y un vuelo, según ha contado a la BBC el hombre que dice haberla dirigido.
Bautizada como “Operación Dinamita Dorada”, el peligroso viaje fue frío, húmedo y largo, pero la “formidable” Machado no se quejó ni una sola vez, según Bryan Stern, fundador de la Grey Bull Rescue Foundation.
“El mar está muy agitado. Está completamente oscuro. Usamos linternas para comunicarnos. Da mucho miedo, pueden salir mal muchas cosas”.
A pesar de los riesgos, todo salió bien. Machado llegó sana y salva a Oslo, Noruega, para recoger su Premio Nobel de la Paz justo antes de la medianoche del miércoles.
Tras haber vivido escondida en su propio país desde las controvertidas elecciones del año pasado en Venezuela, Machado no había aparecido en público desde enero. Sus hijos adultos, a quienes no había visto en dos años, estaban en Oslo para recibirla.
Grey Bull se especializa en misiones de rescate y evacuaciones, especialmente en zonas de conflicto y desastre. Un representante del equipo de Machado confirmó a CBS News, socio mediático de la BBC en Estados Unidos, que la organización estaba detrás de su operación de rescate.
Stern explicó que Grey Bull llevaba meses consolidando su presencia en el Caribe, incluida Venezuela y la vecina isla de Aruba, para prepararse para posibles operaciones en Venezuela.
“Hemos estado construyendo infraestructura sobre el terreno en Venezuela diseñada para sacar a estadounidenses, aliados, británicos y otras personas en caso de que comience la guerra en Venezuela”, declaró a la BBC.
Las especulaciones sobre una posible acción militar de Estados Unidos contra Venezuela han ido en aumento después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, pidiera al presidente Maduro que abandonara el cargo, acusándolo de enviar narcóticos y asesinos a Estados Unidos.
Según Stern, el reto en este caso consistía en sacar del país a alguien tan conocido como María Corina Machado, un nombre muy popular en Venezuela para la oposición.
Ninguna de las infraestructuras que su empresa había construido en el país, dijo, estaba “diseñada para la segunda persona más popular del maldito país con una diana en la espalda”.
Cuando entró en contacto por primera vez con el equipo de Machado, al principio no le revelaron su identidad, pero afirmó que fue capaz de adivinarla.
Se pusieron en contacto con él a principios de diciembre, a través de un contacto que conocía al equipo de Machado, y este era al parecer el segundo intento de sacarla de Venezuela, después de que el plan inicial “no saliera bien”, según dijo.
La operación se denominó “Dinamita Dorada” porque “(Alfred) Nobel inventó la dinamita” y Machado intentaba llegar a Oslo para recoger el Premio Nobel de la Paz.
Las cosas se movieron rápidamente. Stern dijo que habló con el equipo el viernes, que se desplegaron el domingo y que el martes ya habían completado su misión.
Su equipo había explorado varias posibilidades para sacar a Machado del país y se decidió por un plan que implicaba un tumultuoso viaje por mar.
Para proteger su futuro trabajo en Venezuela, Stern solo puede revelar algunos detalles del viaje.
Por tierra, trasladaron a Machado desde la casa donde se escondía hasta el punto de recogida de una pequeña embarcación, que la llevó frente a la costa hasta un barco un poco más grande, donde se reunió con él.
El viaje se realizó en “mares muy agitados”, con olas de hasta 3 metros de altura, en “una oscuridad total”, según contó.
“El viaje no fue agradable. Hacía frío, llovía mucho, estábamos empapados, las olas eran muy fuertes, y eso lo aprovechamos. La llevamos a tierra firme, hasta donde estaba su avión, y ella voló a Noruega”.
A lo largo del viaje, se tomaron varias medidas para ocultar y disimular su rostro y su perfil “digital”, ya que se trata de una política muy conocida.
“La amenaza biométrica es muy real”, señaló, y añadió que se tomaron medidas para asegurarse de que no pudiera ser localizada a través de su teléfono.
Stern dijo que María Corina Machado se comportó de manera “impresionante” a pesar de las dificultades durante el viaje, aceptando un jersey para abrigarse cuando él se lo ofreció, pero sin pedir nada más.
“Estaba empapada y helada, pero no se quejó ni una sola vez”, dijo riendo, reconociendo que la operación era muy peligrosa porque el agua “no perdona”.
“Si conduzco un barco y se me avería el motor, tendré que nadar hasta Venezuela”.
Cuando se le preguntó cómo podía garantizar la seguridad de los venezolanos que ayudaron en la operación, Stern respondió que mantuvieron sus identidades en secreto y que “nosotros [Grey Bull] realizamos muchas operaciones encubiertas”.
Muchos de los que ayudaron ni siquiera se dieron cuenta de que estaban trabajando para él, dijo Stern, mientras que otros creen que “conocen toda la historia”, pero en realidad no es así.
“Hay personas que hicieron cosas que eran benignas desde su perspectiva, pero que desde la nuestra eran fundamentales para la misión”.
Afirmó que la operación fue financiada por donantes, y no por el gobierno de Estados Unidos: “Nunca hemos recibido una nota de agradecimiento del gobierno de Estados Unidos, y mucho menos un dólar”.
Stern aseguró que se coordinó con algunos Estados nacionales y con los servicios de inteligencia y diplomáticos de varios países. Esto incluyó alertar a Estados Unidos de manera “informal”.
Machado ha dicho que tiene la intención de regresar a Venezuela, pero el Stern afirma que le aconsejó que no lo hiciera.
“Le dije: ‘No vuelvas. Eres madre. Te necesitamos’. Ella hará lo que tenga que hacer… Entiendo por qué quiere volver, porque es una heroína para su pueblo.
“Ojalá no volviera, pero tengo la sensación de que lo hará”.
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