No más besos para Wilde
Hoy, la tumba del escritor irlandés Oscar Wilde fue remodelada y protegida con un muro de cristal de 2 metros de altura para evitar mancharse con una “costumbre”. Y es que miles de turistas acuden cada año al cementerio de Père Lachaise, en París, para visitar el mausoleo del escritor y, en su visita, dejar un beso en prenda.
Aunque existía una multa de hasta 12 mil dólares para quien dejara plasmado uno de sus ósculos, la familia decidió asegurarse de que la práctica de besar la tumba de Wilde ya no se hiciera más.
Durante la inauguración de las remodelaciones, Merlin Holland, nieto de Wilde dijo: “Quizá algún día, cuando se pase la moda de besar a Oscar Wilde, puedan quitar la protección de cristal”.
La medidad fue adoptado porque la grasa contenida en los lápices de labios dañaba el monumento y su limpieza provocaba la erosión de la piedra, volviéndola porosa.
El guardia del cementerio señaló que “antes, cuando pasábamos por esta calle, muchas veces veíamos a mujeres besando la tumba. No entiendo porqué, supongo que una lo hizo y las demás siguieron el ejemplo. Nosotros sólo les explicábamos que no podían y que era muy caro limpiar. Pero no entendían porqué otras lo habían hecho y ellas no tenían este mismo derecho. Además, la mayoría eran turistas y no entendían lo que les decíamos”.
El mausoleo ahora luce remodelado y dice: “La memoria de Oscar Wilde se debe respetar. Por favor no desfigure esta tumba. Es un monumento histórico protegido”, señala la leyenda del aposento en la calle Carette del cementerio Père Lachaise de París.
Con información de El Mundo.
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