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La exclusión laboral en México tiene rostro femenino: casi 20 millones de mujeres no trabajan por cuidados
La exclusión laboral en México tiene rostro femenino: casi 20 millones de mujeres no trabajan por cuidados
Diseño: Andrea Paredes @driu.paredes
10 minutos de lectura

La exclusión laboral en México tiene rostro femenino: casi 20 millones de mujeres no trabajan por cuidados

El costo de que las mujeres no participen en el mercado laboral ni estudien por tareas de cuidado se estima en más de 76 mil millones de pesos al año. El embarazo adolescente marca, con frecuencia, un destino que más tarde se expresa en una brecha salarial que no se cierra.
03 de marzo, 2025
Por: Marcela Nochebuena y Eréndira Aquino

Fernanda tiene 21 años. Vive en un pequeño cuarto, dividido en dos habitaciones, al sur de la Ciudad de México, en La Malinche, alcaldía Magdalena Contreras. La cocina y el baño, que están afuera, son compartidos. Ahí cohabitan sus hijas, su pareja y ella. No siempre ha vivido ahí. La casa de sus papás está en Zumpango, Estado de México. Ahí estudiaba una carrera técnica en Turismo. Cuando falleció su abuelita, dejó provisionalmente sus estudios y empezó a trabajar.

En aquel momento, a los 17 años de edad, tenía un noviazgo de tres años y descubrió que estaba embarazada. Aunque cuando nació su primera hija, Dani, intentó seguir trabajando durante unos meses en un almacén en Cuautitlán, pronto se volvió muy complicado el transporte de un lado a otro y el tiempo perdido con su hija.

“Dani iba a la guardería del IMSS, pero ya después se me complicaba ir y venir, era mucho trayecto y me empecé a dar cuenta de que Dani no quería estar conmigo, que prefería estar con mi mamá, me hacía a un lado y sentía feo. Sí se siente cuando vas a trabajar. Yo me paraba a las 4 de la mañana y llegaba a las 8, 9 a mi casa”, relata Fernanda.

La joven se perdía de mucho. En esa temporada estaba separada del papá de la niña y asumía todos los gastos. Además, se esforzaba por llevarla a un pediatra privado. Cuando Dani cumplió un año, Fernanda regresó con su pareja. Entonces empezó a vivir en Magdalena Contreras e incluso trabajó una temporada como auxiliar en un almacén, pero todo volvió a complicarse. Al igual que sus estudios, pronto abandonaría el trabajo. 

“Aquí no es como que tuviera una red de apoyo, como con mis papás. No había mucha opción. Tenía que yo ir a dejarla a la guardería, regresar, venirnos caminando porque luego no había transporte y ya era tarde, o estar ahí esperando”, cuenta. Dani prefería irse con su abuela, pero su mamá estaba convencida de que su lugar era con ella. Después de su segundo embarazo, ya no pudo regresar a trabajar.

Como ella, para el tercer trimestre de 2024 había 21 millones 226 mil personas en México que reportaron no trabajar por dedicarse a labores del hogar, de las cuales 93% son mujeres, lo que equivale a 19 millones 657 mil, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE).

Otro millón y medio de personas, de las cuales 96% son mujeres, señalaron que la razón por la que no trabajan es porque no tienen quien cuide a sus hijos, ancianos o enfermos, mientras que 58 mil 698 no tienen empleo por estar embarazadas y 115 mil 858 porque no las deja un familiar.

En el caso de personas jóvenes, es decir, aquellas que tienen 29 años o menos, 394 mil 356 no trabajan por dedicarse a quehaceres del hogar; 507 mil 457 no lo hacen por cuidar hijos, ancianos o enfermos, y 43 mil 632 por estar embarazadas.

Además, la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno, una red multisectorial de 70 organizaciones que promueven la capacitación y empleabilidad de jóvenes en México, estima que en México hay 4.1 millones de jóvenes que no estudian ni trabajan. De estos, 3.3 millones, en su gran mayoría mujeres, no buscan empleo porque están dedicadas a labores domésticas o de cuidados.

“Las mujeres son quienes están fuera de la escuela y el trabajo principalmente”, apunta Esteban Álvarez, coordinador de la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno. “La mayoría de las personas en exclusión, que no estudian y que no trabajan, son mujeres. Estamos hablando de que 7 de cada 10 jóvenes que no estudian ni trabajan son mujeres, entonces la exclusión laboral en México tiene un rostro femenino, y eso es muy importante para reconocer”, añade. 

El trasfondo –continúa–, es decir, las barreras estructurales que enfrentan específicamente las mujeres, es la carga desproporcionada de labores domésticas y de cuidados no remuneradas, que a su vez limita su acceso al mercado laboral, porque en general están ocupadas cuidando infancias, personas de la tercera edad o cualquier otra que requiera cuidados.

 

El rostro femenino de la marginación laboral: una brecha que no se cierra en más de 20 años

Organizaciones y especialistas coinciden en que el impacto más evidente de las diversas capas de marginación que enfrentan las mujeres jóvenes que abandonan estudios y trabajo, o terminan aceptando condiciones precarias e informales para laborar, es la brecha salarial que más tarde enfrentan y está lejos de cerrarse.

Las brechas de género que persisten en el mercado laboral, de acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), se han mantenido muy similares en los últimos 20 años. La mejoría es mínima. Por ejemplo, la participación económica de las mujeres, es decir, el porcentaje que tiene empleo o busca uno, se mantiene en un 46%. Hace 20 años, era de entre 40 y 41%.

Leer: Mujeres y ¿el derecho al cuidado?

En tanto, la brecha salarial es de 14%: por cada 100 pesos que percibe un hombre, una mujer recibe 86; un avance de solo cinco puntos porcentuales, comparado con 20 años atrás, cuando rondaba el 19%. Aunado a ello, 55% de las mujeres tienen un empleo informal, sin acceso a seguridad social o prestaciones, subraya Fernanda García, directora de Sociedad Incluyente del IMCO. 

Las mujeres que trabajan en esas condiciones suelen ganar la mitad de lo que perciben las que tienen un empleo formal, remarca. Los avances no han ocurrido al ritmo esperado ni han sido significativos para un cambio en el crecimiento y desarrollo del país. Un factor fundamental es su papel como cuidadoras, pues 9 de cada 10 personas que dejan el mercado laboral por razones de cuidado son mujeres, según la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados (ENASIC).

“La carga de cuidados sigue recayendo principalmente en las mujeres y es una barrera para que ellas no solamente entren en el mercado laboral, sino que puedan permanecer y crecer dentro. México tiene una red de cuidados principalmente familiar; necesitamos transitar, avanzar, a un sistema de cuidados que sea corresponsabilidad de los hogares entre hombres y mujeres, pero también de las empresas y el Estado. Ahí es donde falta mucho por hacer”, reclama García. 

De acuerdo con los análisis del IMCO, en México 7 de cada 10 mujeres que participan en el mercado laboral son madres. Su nivel de ingresos se ve afectado a mayor número de hijos. De por sí persiste una brecha entre madres y mujeres que no tienen hijos, pero a mayor número de hijos, peores son las condiciones laborales y la brecha. Esta desigualdad comienza a notarse desde que las mujeres tienen dos hijos, se acentúa con tres, crece aún más con cuatro y finalmente, el ingreso promedio mensual de una mujer sin hijos es prácticamente el doble que el de una mujer que tiene 5 o más. 

Los impactos se reflejan, al mismo tiempo, en el tipo de trabajo que desempeñan las mujeres que, de acuerdo con la ENOE, está concentrado en ocupaciones como ventas por catálogo (96%), quehaceres domésticos (95%), cuidados (93%), enfermería (83%) y puestos de secretaria (81%).

Si bien la población joven es bastante heterogénea –menciona Álvarez, el coordinador de la Alianza Jóvenes con Trabajo Digno– y es difícil clasificar sus características principales, la mayoría de personas que no están disponibles para el empleo, es decir, que no lo tienen ni están en posibilidad de buscarlo, son mujeres.

brecha salarial mujeres cuidados

Por lo tanto, es indispensable atender las necesidades de ellas y promover su inclusión económica al mercado laboral formal. En mayo de este año, la alianza entregó un documento a tomadores de decisión con dos propuestas centrales al respecto: el Sistema Nacional de Cuidados para promover la empleabilidad de las jóvenes mujeres, así como contar con una verdadera perspectiva de género en el programa Jóvenes Construyendo el Futuro. 

“El Sistema Nacional de Cuidados no es una agenda ni nueva ni sencilla. Ha habido mujeres feministas que lo han impulsado desde los años 70, y ha sido una lucha muy importante. Es un reconocimiento que desde la Alianza hacemos, y sabemos que es una agenda que nos toca acompañar para asegurar que la perspectiva de las mujeres jóvenes que no estudian ni trabajan se vea reflejada”, puntualiza. Para ello son necesarios componentes de infraestructura, presupuesto y coordinación intersecretarial.

Madres jóvenes y adolescentes, en el origen de la falta de oportunidades

La problemática de las jóvenes que abandonan o no tienen acceso al ámbito escolar y laboral puede rastrearse hasta los embarazos tempranos que muchas de ellas experimentan, y que genera costos para su desarrollo social y económico, pues a la larga encuentran más dificultades para su inserción en el mercado de trabajo o se mantienen en condiciones precarias.

Para 2023, en México se estimó que la tasa específica de fecundidad en adolescentes de 15 a 19 años fue de 50.62 nacimientos por cada mil, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica (ENADID), un resultado 30% menor al que se tuvo en el quinquenio 2013-2017, cuando se estimó en 72.21 por cada mil.

De acuerdo con un estudio sobre embarazos tempranos en México, publicado en 2020 por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA por sus siglas en inglés), la tasa de inactividad laboral en el caso de madres adolescentes es 3.64% mayor que la de mujeres que tuvieron hijos en edad adulta, con una tendencia 10.18% mayor al desempleo.

Pese a que le habría gustado, Fernanda no ha podido retomar sus estudios ni ingresar a un trabajo formal. Sus días están destinados por completo al cuidado de sus hijas, desde las 6:30 de la mañana que se levanta a preparar el desayuno, bañarlas y alistar el uniforme. Lo hace con más tranquilidad que cuando le faltó apoyo emocional y no sabía dónde buscarlo. Haber sido una mamá joven, reconoce, no fue fácil.  

 

La Red Materno Infantil, a la que conoció en el hospital donde parió, imparte talleres que se enfocan en las diversas implicaciones que tiene para las mujeres jóvenes convertirse en madres a una edad temprana. Una de ellas, además de las que impactan directamente su salud, es justamente la dificultad para acceder a trabajos formales o de calidad, apunta Alejandra Garrido, directora de la red, además de no poder completar sus estudios, desde la educación básica hasta la superior.  

Fernanda recuerda que su segundo embarazo fue más difícil que el primero, porque no le dijo a nadie de su familia, pero en Mitch, la persona de la Red que la acompaña, encontró la confianza para contarle a alguien. En aquel momento, su pareja estaba con otra persona, por lo que vivió sola todo el proceso. Hasta muy cerca del parto les dijo a sus papás, pero de nuevo, en los primeros meses de Cami se hizo cargo sola en medio de una depresión posparto. 

El UNFPA calculó que el costo de oportunidad por embarazos adolescentes y maternidades tempranas en México equivale a 76 mil millones de pesos al año, es decir, la pérdida estimada de ingresos en mujeres por desempleo, además del monto que el Estado deja de recaudar en impuestos por la disminución de retribuciones salariales, lo que según cálculos de la agencia de la ONU representa el 0.32% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, presupuesto con el que se podría construir y equipar 21 hospitales generales o 9 mil 600 escuelas por año.

atención médica mujeres parto

A ello se suman las consecuencias en la salud de las niñas y adolescentes, ya que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), las complicaciones durante el embarazo y el parto son la segunda causa de muerte entre las jóvenes de 15 a 19 años en el mundo. En el caso de México, para 2018 se estima que en la atención médica de estas mujeres se invirtieron en promedio 19 mil 509 pesos por parto.

“Me gustaría retomar”: mujeres jóvenes frente a oportunidades pérdidas

Fernanda sabe que hoy cuenta con una red de apoyo que no tuvo antes, pero no resuelve de forma permanente el peso que ella carga sola. Su pareja generalmente no está en casa por su trabajo y capacitaciones. A sus 21 años, a veces piensa en retomar proyectos laborales o escolares, pero hoy mismo sería imposible porque los tiempos no se ajustan.

Además, una de sus hijas, Dani, enfrenta complicaciones en el desarrollo del lenguaje, por lo que debe llevarla a terapia y supervisar su desempeño. Aunque abandonó sus estudios antes del último semestre de prepa, acabó ese grado escolar más tarde mediante examen, pero la licenciatura se volvió imposible. Hoy toma algunos cursos de estimulación con la Red Materno Infantil, una veta que le gustaría explorar profesionalmente más adelante. 

De acuerdo con el UNFPA, de las mujeres que tienen hijos en la adolescencia, el 26.6% terminó únicamente la primaria, 62% llegó a la secundaria y sólo el 6.68% continúan su trayectoria escolar, lo que implica un impacto negativo en su situación socioeconómica futura, así como en la transmisión de logros relativos a la generación siguiente.

Entérate: Prioritario, implementar un sistema nacional de cuidados para alcanzar bienestar, equidad y justicia social

Para evitar que las mujeres jóvenes abandonen sus estudios y permanezcan en la precariedad laboral –principalmente por dedicarse a cuidados–, existen iniciativas que se enfocan en abatir el embarazo adolescente, y otras en impulsar la posibilidad de emprender. Algunas mujeres logran, mediante ese tipo de apoyos, que su proyecto de vida no quede rezagado.

“Siempre fui una persona que antes de quedar embarazada decía ‘me gustaría viajar, conocer ciertos lugares’. Gracias a mi tío, que es licenciado en Turismo, me llevó una que otra vez a viajar con él; me gustaba mi carrera, me gustaba mucho lo que hacía, interactuar con la gente, conocer nuevas culturas, entonces sí sería algo que me gustaría retomar. Mi enfoque ahorita son las niñas, con dos está bien, y luego estudiar, retomar, volver a hacer lo que algún día quise”, desea Fernanda. 

madres adolescentes inactividad laboral

 

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Imagen BBC
Quién es Mark Carney, el banquero pionero y experto en crisis que liderará Canadá en la guerra comercial con Trump
7 minutos de lectura

El futuro primer ministro de Canadá no tiene experiencia en la política pero sí en gestionar crisis económicas internacionales, ya que ha sido la primera persona en liderar los bancos centrales dos países del G7.

10 de marzo, 2025
Por: BBC News Mundo
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Carece de experiencia en la política, pero su veteranía en la gestión de crisis económicas internacionales se ha convertido en su mayor baza ahora que su país se enfrenta al abismo de la guerra comercial con Estados Unidos.

Mark Carney, que será el nuevo primer ministro de Canadá tras ser elegido por su partido para sustituir a Justin Trudeau, ha dejado claro desde un primer momento que su estilo no son los paños calientes, y que plantará cara al presidente Donald Trump porque es necesario “enfrentarse a un matón”.

“Los estadounidenses quieren nuestros recursos, nuestra tierra, nuestra agua, nuestro país… Canadá nunca formará parte de Estados Unidos de ninguna forma”, afirmó en su primer discurso como líder del Partido Liberal canadiense.

El futuro primer ministro tiene un currículum poco común para un político llamado a dirigir una de las mayores economías del mundo.

Será el primer jefe del ejecutivo en su país que no ha sido antes legislador ni ha ocupado ningún cargo gubernamental en Canadá.

Pero Carney, de 59 años, ha sido pionero en muchos de los hitos de su carrera.

El nuevo líder del Partido Liberal canadiense fue la primera persona no británica en convertirse en gobernador del Banco de Inglaterra en sus más de 300 años de historia cuando asumió el cargo en 2013.

Además, ha sido la primera persona en liderar dos bancos centrales de países distintos del G7, ya que, anteriormente, había guiado a su país de origen a través de la gran recesión como gobernador del Banco de Canadá.

A pesar de no haber ocupado un cargo político, ganó con holgura la contienda para sustituir al primer ministro saliente, Justin Trudeau. Ahora debe dirigir al país en uno de sus retos más difíciles: la escalada de la guerra comercial con su principal socio comercial, Estados Unidos.

Pero mantener el cargo de primer ministro será una lucha en sí misma. Las próximas elecciones federales de Canadá están previstas para octubre, pero muchos esperan que se convoquen este mismo mes.

Aunque Carney ha viajado por todo el mundo, al trabajar para Goldman Sachs durante 13 años en lugares como Nueva York, Londres y Tokio, nació en la remota ciudad canadiense de Fort Smith, en los Territorios del Noroeste.

Hijo de un director de instituto, estudió con una beca en la Universidad de Harvard, donde practicó el más canadiense de los deportes, el hockey sobre hielo. En 1995 se doctoró en Economía por la Universidad de Oxford.

En 2003 abandonó el sector privado para incorporarse al Banco de Canadá como vicegobernador, y después trabajó para el ministerio de Finanzas como viceministro adjunto principal.

Con 42 años fue nombrado gobernador del Banco de Canadá en 2007, poco antes de que los mercados mundiales se desplomaran, sumiendo al país en una profunda recesión. Su liderazgo en el banco central ha sido ampliamente elogiado por ayudar al país a evitar lo peor de la crisis.

Aunque los banqueros centrales son famosos por su discreción, se mostró abierto sobre su intención de mantener los tipos de interés bajos durante al menos un año, tras haberlos reducido drásticamente.

Mark Carney con una camiseta de hockey de Canadá.
Getty Images
Como muchos canadienses, Carney es un gran seguidor del hockey sobre hielo.

Aquella medida le permitió ayudar a las empresas a seguir invirtiendo incluso cuando los mercados se hundieron. Adoptó un enfoque similar cuando volvió a Londres, esta vez como gobernador del Banco de Inglaterra.

Durante su mandato en la histórica institución, supervisó cambios considerables en su funcionamiento. Al principio de su gestión, el organismo asumió la responsabilidad de la regulación financiera tras la abolición de la Autoridad de Servicios Financieros.

Se le atribuye el mérito de haber modernizado el Banco de Inglaterra, apareciendo con mucha más frecuencia en los medios de comunicación que su predecesor.

Pero la confusión en torno a ciertas políticas llevaron a un diputado a compararlo con un “novio poco fiable”, apodo que perduró mucho después de que se disipara la polémica original.

A diferencia de los gobernadores anteriores, que en general mantuvieron un perfil bajo, hizo declaraciones controvertidas antes de dos grandes referéndums constitucionales.

En 2014 advirtió de que una Escocia independiente podría tener que ceder competencias a Reino Unido si quería seguir utilizando la libra esterlina.

Antes del referéndum sobre el Brexit, advirtió de que un voto a favor de abandonar la UE podría desencadenar una recesión.

Tras el referéndum, después de que David Cameron dimitiera como primer ministro y la libra se desplomara, se dirigió a la nación para tranquilizar al país asegurando que el sistema financiero funcionaría con normalidad.

Lo describió como su “día más duro” en el cargo, pero afirmó que los planes de contingencia que el Banco había puesto en marcha habían funcionado eficazmente.

Posteriormente, el Banco recortó los tipos de interés del 0,5% al 0,25% y reanudó su programa de expansión cuantitativa para apoyar la economía.

En su última semana, en marzo de 2020, comenzó la fase más aguda de la pandemia de Covid: el Banco recortó los tipos un 0,5% para apoyar a la economía, y Carney dijo al país que el shock económico “debería ser temporal”.

Jerome Powell y Mark Carney.
Getty Images
Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de EE.UU. (izquierda) y Mark Carney, exgobernador del Banco de Inglaterra, pasean durante el simposio económico de Jackson Hole en 2019.

La etapa de Carney al frente del banco le proporcionó una amplia experiencia en el trato con Donald Trump, que no solo ha impuesto fuertes aranceles a Canadá desde que volvió al cargo en enero, sino que también ha sugerido que Estados Unidos debería anexionarse a su vecino del norte.

De 2011 a 2018, Carney fue presidente del Consejo de Estabilidad Financiera, que coordinaba la labor de las autoridades reguladoras de todo el mundo, lo que le otorgó un papel clave en la respuesta global a las políticas de la primera presidencia de Trump.

Era un asiduo de las reuniones del G20, por lo que pudo ver de primera mano cómo se desenvuelve Trump en la escena mundial.

Según Faisal Islam, editor de Economía de la BBC, Carney cree que Trump sólo respeta el poder y que no es posible apaciguarlo, por lo que su respuesta arancelaria a la guerra comercial lanzada por el presidente de EE.UU. se centrará en que sea su vecino del sur quien sufra la subida de la inflación y las tasas de interés.

Carney también es conocido por su defensa de la sostenibilidad medioambiental.

En 2019 se convirtió en el enviado especial de la ONU para el cambio climático, y en 2021 lanzó la Glasgow Financial Alliance for Net Zero, una agrupación de bancos e instituciones financieras que trabajan para combatir el cambio climático.

Sus ambiciones políticas se han rumoreado durante años, pero hasta hace poco este hombre de 59 años había descartado la idea.

“¿Por qué no me hago payaso de circo?”, llegó a responderle a un periodista en 2012 cuando le planteó la idea.

Sin embargo, las cosas cambiaron cuando Trudeau dimitió en enero después de que su ministra de Economía, Chrystia Freeland, abandonara su gabinete, lo que desencadenó una disputa en el partido que, unida a la caída en picado de Trudeau en las encuestas, llevó al primer ministro a anunciar su dimisión.

Según algunas informaciones, Trudeau pretendía sustituir a Freeland por Carney en el puesto de ministro de Finanzas.

Freeland -amiga personal suya- incluso se presentó contra él en la carrera para sustituir a Trudeau. Pero Carney ganó por goleada, mostrándose como el mejor preparado para enfrentarse a Trump, que ha impuesto fuertes aranceles a los productos canadienses.

“Sé cómo gestionar las crisis”, dijo Carney durante un debate a finales del mes pasado. “En una situación como esta, necesitas experiencia en términos de gestión de crisis, necesitas habilidades de negociación”.

Aun así, su paso por el mundo de las finanzas le ha abierto las puertas a las críticas de sus rivales políticos en Canadá.

Los conservadores han acusado a Carney de mentir sobre su papel en el traslado de la sede de la empresa de inversiones Brookfield Asset Management de Toronto a Nueva York, aunque Carney afirma que la recién adoptada decisión oficial de trasladar la empresa se tomó después de que él abandonara el consejo.

También le han presionado para que revele sus activos financieros, algo que Carney no tiene que hacer por el momento, ya que no es un miembro electo del Parlamento.

Su equipo ha dicho que cumplirá todas las normas y directrices éticas aplicables una vez que sea primer ministro.

*Con reportería de Ben King de BBC News en Londres y Robin Levinson King, de BBC News en Toronto, Canadá, y de Faisal Islam, editor de Economía de la BBC.

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