El 3 de agosto de 2015, Marielos tenía 13 años de edad y acudió con dolores de parto al Hospital General de Los Mochis, Sinaloa, de la Secretaría de Salud del estado, donde le realizarían una cesárea.
Sin embargo, en el lugar los doctores no tomaron en cuenta su preeclampsia, ni los riesgos que había presentado durante el embarazo, brindándole una mala atención que le provocó fallas en la función renal y la reducción de su vista al 50 %. Hasta el día de hoy, la menor sigue en espera de justicia.
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Marielos relató para el Tribunal Simbólico sobre muerte materna y violencia obstétrica del Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), cómo su salud comenzó a empeorar luego de ingresar al Hospital General de Los Mochis.
“No me atendieron por preeclampsia, tenía dolores muy fuertes y en el hospital sólo me mandaron a caminar”, recuerda la joven.
Según la denuncia interpuesta en la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), Marielos esperó casi nueve horas para que le fuera practicada la cesárea, a pesar de reportar los síntomas.
Dos días después, los médicos la dieron de alta informando a su mamá que habían controlado la preeclampsia de la joven, y que podía ir a casa con un tratamiento médico para regular la presión.
Sin embargo, un día después la menor recayó y fue llevada de nueva cuenta al mismo hospital. Debido a su alta presión, convulsionó, presentó complicaciones en diversos órganos y fue internada en terapia intensiva. Ahí pasó 27 días, hasta que sus riñones comenzaron a recuperarse.
“Me provocaron un coma porque estaba reteniendo muchos líquidos y todos mis órganos estaban mal, menos mi cerebro. Mi hígado y riñones estaban muy mal y mi sangre se empezó a contaminar, tampoco me hicieron transfusión durante la cesárea, a pesar de que perdí mucha sangre”, explica.
Tanto Marielos como su madre aseguran que las complicaciones y el delicado estado en el que cayó, fueron consecuencia de una mala atención médica durante la cesárea, pues los médicos desestimaron su preeclampsia y el alto riesgo que representaba su embarazo.
“Ahora tengo problemas en mis riñones, mi vista disminuyó y a pesar de ello no me prestan la atención que merezco. Me dan malos tratos y mis citas son muy espaciadas, además, tengo que tomar medicamentos y la mayoría no están cubiertos por el Seguro Popular”, reclama Marielos.
El 13 de diciembre de 2017, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Sinaloa (CEDH) emitió la recomendación 18/2017, dirigida a la Secretaría de Salud del estado, para que se repararan los daños causados a la menor. Sin embargo, el documento fue rechazado por la dependencia médica, según informó la CEDH.
Debido a esto, el Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE) informó por medio de un boletín que impugnará la decisión ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos, en busca de que se haga justicia.
De la misma forma, exhortan al presidente de la CEDH de Sinaloa, José Carlos Álvarez, turne el caso de Marielos a los legisladores locales para que citen a comparecer al secretario de Salud, Alfredo Román Messina.
Marielos, que aún no cumple con la mayoría de edad, espera que con la intervención del organismo nacional su caso sea atendido, mientras que ella mantendrá su tratamiento médico. “Ellos no saben porque no lo vivieron, pero es difícil vivir todo lo que tuvo que pasar también mi hija desde que nació, hasta que tuvo dos meses”, explica.
Ahora la menor recomienda a los hospitales poner mayor atención a los casos y contratar a personal capaz o médicos especialistas en partos, pues está segura que casos como el de ella pueden evitarse tan sólo con una debida atención.
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