Ante la creciente problemática de detenciones de personas extranjeras y devoluciones arbitrarias en los aeropuertos de México, este lunes la organización Sin Fronteras pondrá en marcha la campaña #VocesAeropuertoMx, con la finalidad de tener un mejor registro de casos, facilitar su difusión en redes sociales y dar información sobre vías formales de denuncia.
“Hemos visto muchas detenciones y devoluciones arbitrarias que se justifican por algún tipo de alerta migratoria o algún problema en la segunda revisión ante migración; es algo que nos preocupa muchísimo en Sin Fronteras porque ahí hay también personas que eran sujetas de protección internacional que nunca lograron entrar a un procedimiento ante la Comar (Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados) para verificar si requerían ayuda”, explica Fernanda Rivero, coordinadora de comunicación e incidencia de la agrupación.
La activista precisa que mediante las redes sociales de Sin Fronteras diariamente llegan solicitudes de ayuda de personas extranjeras que no tienen noticia de sus familiares que viajaban a México; en promedio, ascienden a cuando menos 10 al día. Entre ellas, se han vuelto comunes las de estudiantes, turistas o académicos que permanecen en el aeropuerto más de uno o dos días, incluso con menores de edad.
Animal Político publicó a principios de este año que las devoluciones de personas que llegan al país por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se triplicaron en los últimos cinco años, mientras que en el aeropuerto de Cancún desde 2021 se registra un promedio mensual ocho veces mayor que en 2017.
A lo largo de 2022, este medio documentó casos de académicas y turistas devueltos o retenidos por periodos superiores a los previstos en la ley, en condiciones precarias, en ambos aeropuertos. Así le sucedió a dos académicas brasileñas detenidas y deportadas en el AICM, a la turista Ruth Flores durante una escala de regreso a Nicaragua, así como a una pareja y un periodista colombiano que viajaban a México con fines turísticos.
Meses después, en los primeros días de febrero pasado, el académico y profesor brasileño Diego de Oliveira Souza fue detenido, separado de su familia, incomunicado y deportado desde el AICM, luego de arribar a la capital para iniciar una estancia posdoctoral en la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM).
Desde 2017, las nacionalidades colombiana y venezolana ya ocupaban los primeros lugares, pero a partir de 2019 las devoluciones de personas peruanas, ecuatorianas y brasileñas pasaron de contarse por centenas en años anteriores a sumar miles para 2021 y 2022, mientras el número de inadmisiones para las dos primeras llegó a quintuplicarse. En el transcurso de esos cinco años también se hicieron evidentes altas tasas de rechazo en otros países.
Por ello, ante la necesidad de visibilizar el actuar del Instituto Nacional de Migración (INM) en aeropuertos, la campaña de Sin Fronteras no solamente se enfocará en la comunicación, sino que consistirá en la habilitación dentro de su app Contigo Sin Fronteras, a partir de hoy, de la nueva sección Exprésate en la entrada, dedicada a detenciones en aeropuertos —una de las más consultadas—, donde aparecerán las instrucciones para seleccionar mensajes predeterminados por la plataforma para publicaciones en redes sociales con arroba al INM, el Conapred, la Secretaría de Gobernación, la Secretaría de Relaciones Exteriores y el gobierno de México.
“Arrobamos también a la CNDH, y para temas de discriminación, de perfilamiento racial, a Conapred, y lo que estamos buscando es que estos mensajes predeterminados la gente los modifique, si es necesario, pero que siempre quede el arroba y el hashtag que estamos creando; lo que queremos es que se vaya generando un trending topic”, explica Rivero.
Esto, debido a que muchas personas tienen la intención de quejarse ante el gobierno mexicano pero no saben cómo hacerlo. Otro objetivo importante, añade Rivero, es el informativo, que la gente sepa cuáles son los procedimientos a seguir para reclamar por vías formales.
La plataforma solicitará a las personas únicamente cuatro datos: género, aeropuerto donde ocurrieron los hechos, edad y nacionalidad. No se pedirá ningún dato personal, pues la estadística solo tendrá el objetivo de que, mes con mes, la organización pueda tener un registro más preciso de cuántas personas se quejan por detenciones o devoluciones arbitrarias.
“Además de recabar los datos, les vamos a proporcionar qué hacer: qué pasa si detienen a un familiar, si me detienen a mí, si me devuelven; explicamos con pasos muy sencillos qué hacer, por ejemplo, para presentar una queja ante la CNDH en casos en los que las personas ya llevan días”, señala Rivero.
Por ejemplo, Sin Fronteras tuvo conocimiento reciente de una mujer venezolana que llegó para solicitar asilo por una situación de salud y permaneció 21 días encerrada en el aeropuerto. En estos casos, de buena fe, personas que habían sido retenidas por un tiempo menor al salir dieron aviso a sus familiares de haberla visto.
En este y otros momentos, Sin Fronteras ha descubierto que las redes sociales resultan una vía efectiva para presionar a las autoridades mexicanas, por lo cual estas serán una parte central de #VocesAeropuertoMx.
La organización reconoce que el Estado mexicano sí tiene derecho a determinar el ingreso o no de personas a territorio nacional, pero no mediante la violación de sus derechos. Entre los casos reportados, quienes han vivido detenciones y deportaciones arbitrarias señalan retenciones mayores a cuatro horas —el máximo que prevé la ley—, incomunicación y retiro de teléfonos celulares.
“A veces sus medicinas se quedan en la maleta, no pueden tener acceso a comida, a salud… por ejemplo, en la pandemia, nos enterábamos que estos cuartitos estaban llenos de personas, mujeres embarazadas, e incluso tenemos reportes, aparte de muchos niños adentro, de casos que nos narran que hubo personas que fallecieron en detención en estos espacios, que no hablan español y que no tienen acceso a intérpretes”, relata la activista.
Aunque las solicitudes que Sin Fronteras recibe al día son al menos 10, durante vacaciones llegan a incrementarse incluso a 20 diarias, por la detención y devolución igualmente creciente de turistas.
“Nosotras no nos estamos dando abasto, porque tenemos que informarle a las personas cuáles son sus derechos y cómo acercarse a la CNDH; entonces, esto (la nueva campaña) nos permite explicarles mediante la plataforma —que va a tener videos con cada paso—, y que la gente tenga mucha claridad de cuáles son sus derechos incluso antes de entrar a México”, agrega.
La organización también ha detectado el incremento en nacionalidades específicas a partir de ciertas coyunturas. En este momento, por ejemplo, están arribando al país muchas personas de origen peruano, ecuatoriano y nicaragüense, por lo que existe la impresión de que para ciertas nacionalidades ya hay incluso una “cuota” de devoluciones.
“Además, antes esto no pasaba tanto pero ahora sí los extorsionan, les dicen que tienen que pagar para poder salir o, si no, los mandan a una estación migratoria, que eso es lo que puede pasar con las personas sujetas a protección internacional, para seguir su procedimiento, porque por ley no pueden estar supuestamente más de cuatro horas dentro de estas estaciones provisionales en el aeropuerto”, agrega.
Del mismo modo, Sin Fronteras ha recibido más casos de personas turcas, rusas y pakistaníes. Para la asociación, las prácticas de perfilamiento racial por parte de los agentes migratorios son evidentes, así como factores socioeconómicos y de género, pues tienen un registro mayoritario de mujeres.
Además, como lo denunció desde mediados del año pasado, siguen acusando opacidad del INM. Sin Fronteras lleva prácticamente tres años solicitando la entrada a los espacios de segunda revisión en aeropuertos, con la finalidad de hacer un monitoreo quincenal como el que lleva a cabo en estaciones migratorias.
“Los únicos que nos pueden ayudar cuando las personas están en un cuartito en un aeropuerto es la CNDH, porque son los únicos que pueden entrar a esos espacios. Nosotros hemos estado diciendo que necesitamos que haya información, presencia, pero no se nos ha permitido ni a nosotros ni a ninguna organización civil el acceso a estos espacios”, lamenta Rivero.
La victoria de los liberales parecía improbable hace solo unos meses, cuando el Partido Conservador de Pierre Poilievre lideraba las encuestas con una amplia ventaja. Pero todo cambió con el regreso de Trump a la Casa Blanca.
El Partido Liberal liderado por el primer ministro Mark Carney se impuso este lunes en las elecciones federales celebradas en Canadá, unos comicios marcados por la guerra comercial con Estados Unidos y la amenaza de anexión planteada por el presidente de ese país, Donald Trump.
Carney, de 60 años, había asumido el cargo de primer ministro en marzo tras ser elegido por los liberales para sustituir a Justin Trudeau, quien anunció su renuncia en enero pero permaneció en el cargo hasta que su formación eligió a su nuevo líder.
La victoria de los liberales parecía improbable hace solo unos meses, cuando el Partido Conservador de Pierre Poilievre lideraba las encuestas con una amplia ventaja.
Pero todo cambió con el regreso de Trump a la Casa Blanca en enero y el inicio de la guerra comercial entre los dos vecinos de Norteamérica.
Si bien Mark Carney carecía de experiencia en la política, sus largos años en la gestión de crisis económicas internacionales se convirtieron en su mayor activo en la campaña electoral.
Desde que asumió el cargo, Carney dejó claro que iba a plantar cara al presidente estadounidense porque, según dijo, es necesario “enfrentarse a un matón”.
“Los estadounidenses quieren nuestros recursos, nuestra tierra, nuestra agua, nuestro país… Canadá nunca formará parte de Estados Unidos de ninguna forma”, afirmó en su primer discurso como líder de su partido en marzo pasado.
Carney tiene un currículum poco común para un político que debe dirigir una de las mayores economías del mundo.
Es el primer jefe del ejecutivo de su país que no ha sido antes legislador ni ha ocupado ningún cargo gubernamental en Canadá.
Pese a ello, Carney ha sido pionero en muchos de los hitos de su carrera.
Fue la primera persona no británica en convertirse en gobernador del Banco de Inglaterra en los más de 300 años de historia de esa institución cuando asumió el cargo en 2013.
Además, fue la primera persona en liderar dos bancos centrales de países distintos del G7, ya que, anteriormente, había guiado a su país a través de la gran recesión de 2008 como gobernador del Banco de Canadá.
Hijo de un director de instituto, estudió con una beca en la Universidad de Harvard, en EE.UU., donde practicó el más canadiense de los deportes, el hockey sobre hielo. En 1995 se doctoró en Economía por la Universidad de Oxford, en Reino Unido.
Tras acabar sus estudios, Carney pasó 13 años trabajando en el banco de inversión Goldman Sachs.
En 2003 abandonó el sector privado para incorporarse al Banco de Canadá como vicegobernador, y después trabajó para el ministerio de Finanzas canadiense como viceministro adjunto principal.
Con 42 años fue nombrado gobernador del Banco de Canadá en 2007, poco antes de que los mercados mundiales se desplomaran. Su liderazgo en el banco central canadiense durante la “gran recesión” fue ampliamente elogiado por ayudar a su país a evitar lo peor de la crisis.
En 2013 lo convencieron para convertirse en gobernador del Banco de Inglaterra, cargo que ocuparía hasta 2020.
Fue su trayectoria en el sector financiero privado la que lo expuso a las críticas más duras de sus rivales políticos en Canadá durante la campaña electoral.
Por ejemplo, los conservadores acusaron a Carney de mentir sobre su papel en el traslado de la sede de la firma de inversión canadiense Brookfield Asset Management de Toronto a Nueva York en 2024.
También lo presionaron para que revelara sus activos financieros. Carney depositó sus activos en un fideicomiso ciego y aseguró que cumple plenamente con las normas vigentes sobre conflictos de intereses.
En 2024 los conservadores tenían una ventaja de 20 puntos porcentuales sobre los liberales en las encuestas nacionales.
Todo indicaba que el líder de los conservadores, Pierre Poilievre, sería el próximo primer ministro de Canadá.
Pero a principios de 2025, se sucedieron rápidamente una serie de eventos que trastocaron el panorama político canadiense: la renuncia de Justin Trudeau, el posterior nombramiento de Carney como líder de los liberales y primer ministro; y el regreso de Trump a la Casa Blanca con las consiguientes amenazas y aranceles.
Para cuando se convocaron las elecciones a mediados de marzo, los liberales de Carney estaban empatados en las encuestas con los conservadores, y a principios de abril, según las encuestas nacionales, habían logrado una ligera ventaja.
Lo que algunos medios describieron como “el efecto Trump” fue un cambio de suerte sorprendente para los liberales. Aparentemente muertos y enterrados, ahora parecían capaces de ganar una cuarta elección consecutiva, algo que sucedió este lunes.
Carney se presentó ante los votantes como el hombre más preparado para afrontar este momento crítico: un banquero sólido que ayudó a guiar la economía de Canadá durante la crisis financiera de 2008 y, posteriormente, la de Reino Unido durante el Brexit.
Los partidarios de Carney y muchos canadienses ven en él un aplomo que ha calmado sus ansiedades ante las amenazas de Trump de imponer aranceles y sus reiteradas sugerencias de que el país debería convertirse en el 51º estado de Estados Unidos.
La salida del poder de Justin Trudeau, cuya popularidad se había hundido tras una década en el poder, liberó una enorme presión, afirma Shachi Kurl, presidenta del Instituto Angus Reid, una organización sin fines de lucro dedicada a la investigación de la opinión pública.
Muchos votantes comenzaron a migrar hacia los liberales de Carney, impulsados por Trump, el “personaje principal” de estas elecciones, según Kurl.
“Las amenazas, los rumores de anexión, todo eso ha sido un gran incentivo para los votantes de centro-izquierda”.
El anuncio de Trump a finales de marzo sobre los aranceles globales a las importaciones de automóviles extranjeros le permitió a Carney alejarse de la campaña y asumir el papel de primer ministro.
Así, no se vio sometido a una dura campaña electoral, ya que sus obligaciones como primer ministro lo mantenían ocupado. En cualquier caso, se considera que tanto en la campaña como en los debates con sus rivales políticos tuvo un buen desempeño.
En el cambiante panorama político, Poilievre y los conservadores parecieron tener dificultades para afianzarse.
Poilievre tuvo que defenderse de las críticas de sus rivales políticos, que lo acusaban de ser un “min Trump”, con su estilo combativo, sus promesas de acabar con la “ideología progresista” y su disposición a enfrentarse a la “élite global”.
Dado que gran parte de la campaña estuvo dominada por la relación entre Estados Unidos y Canadá, y la guerra comercial, muchos temas -como el clima, la inmigración o la reconciliación con las comunidades indígenas- quedaron en un segundo plano.
Tanto Carney como Poilievre coincidieron durante la campaña en las prioridades para Canadá: la necesidad de reducir la dependencia de Estados Unidos; el desarrollo de los sectores del petróleo, el gas y la minería; la protección de los trabajadores afectados por los aranceles; y el aumento del gasto en defensa.
Además de su enfoque inflexible sobre Trump, Carney también propuso diversas políticas para abordar los problemas internos de su país.
Es conocido por su defensa de la sostenibilidad ambiental. En 2019, se convirtió en enviado especial de la ONU para el cambio climático y, en 2021 lanzó la Alianza Financiera de Glasgow para el Cero Neto, una agrupación de bancos e instituciones financieras que trabajan para combatir el cambio climático.
Uno de los aspectos más polémicos del gobierno de Trudeau fue el impuesto al carbono, que obligaba a los canadienses a pagar un impuesto sobre las emisiones de carbono. Los conservadores prometieron repetidamente eliminar el impuesto, que, según afirmaban, no beneficiaba al medio ambiente.
Poco después de jurar el cargo de primer ministro en marzo, Carney firmó una orden que eliminaba el impuesto a partir del 1 de abril.
“Esto marcará la diferencia para los canadienses que se encuentran en apuros”, declaró entonces.
Durante la campaña, también abogó por convertir a Canadá en una superpotencia energética “limpia y convencional” y por acelerar la aprobación de grandes proyectos energéticos.
Carney se ha definido como “pragmático” al ser preguntado sobre posibles conflictos entre sus políticas energéticas y sus valores climáticos.
En materia de inmigración, Carney ha abogado por limitar los objetivos actuales de inmigración para garantizar que los sistemas de vivienda y salud de Canadá no se vean afectados.
Su principal misión, según ha declarado, será mantener el crecimiento de la economía canadiense, a pesar de la desaceleración del comercio con Estados Unidos.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.
Utilizamos cookies propias y de terceros para personalizar y mejorar el uso y la experiencia de nuestros usuarios en nuestro sitio web.