Home
>
México Desigual
>
Desigualdad económica de las mujeres: enfrentan desempleo por cuidar, informalidad laboral y empleos con salarios de pobreza
Desigualdad económica de las mujeres: enfrentan desempleo por cuidar, informalidad laboral y empleos con salarios de pobreza
(Foto: Cuartoscuro Archivo).
6 minutos de lectura

Desigualdad económica de las mujeres: enfrentan desempleo por cuidar, informalidad laboral y empleos con salarios de pobreza

El 58 % de las 10.8 millones de mujeres con empleo formal en México no recibe un salario digno, y de este grupo el 37 % vive con salarios de pobreza y el 21 % con salarios de supervivencia.
07 de marzo, 2025
Por: Eréndira Aquino
@ere_aquino 

Sofía trabaja en una zapatería, en donde debe aguantar jornadas largas sin pagos por horas extra en las que lidia con un jefe mandón, y aunque no tiene contrato prefiere quedarse ahí que buscar un nuevo empleo, ya que necesita el dinero y es un lugar en el que le dan permisos cuando los requiere.

En México, 22 millones de mujeres se encuentran fuera del sistema laboral, y el 80 % de ellas está excluida por realizar labores domésticas y de cuidado, mientras que entre quienes cuentan con un empleo, 8 de cada 10 deben aceptar condiciones precarias y salarios de pobreza.

De acuerdo con Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, el caso de Sofía es el de 24.3 millones de mujeres que tienen un empleo con salario, no obstante, estos empleos son precarios al no contar alguna prestación establecida por la ley. Entre ellas, el 80 % no gana lo suficiente ni para comprar dos canastas básicas, lo que limita sus posibilidades de una vida digna y las deja fuera de la justicia y la equidad laboral.

Además, casi 2 de cada 10 mujeres asalariadas trabajan jornadas excesivas de más de 48 horas, y cerca de la mitad (47 %) no cuenta con un contrato estable que les dé certeza laboral, tal como señala el reporte “La justicia económica pendiente“, elaborado por la asociación.

Desigualdad económica de las mujeres: enfrentan desempleo por cuidar, informalidad laboral y empleos con salarios de pobreza
(Foto: Cuartoscuro Archivo).

Mujeres, entre la informalidad laboral y empleos formales sin salario suficiente

Tras concluir sus estudios, Ana tuvo varias entrevistas de trabajo, hasta que fue aceptada como asistente en una empresa donde le comentaron que contaría con seguridad social, aunque con un salario bajo, el cual le prometieron que con el tiempo iba a aumentar, aunque después de casi cinco años eso no ha ocurrido.

Con este ingreso, Ana debe vivir al día: gana lo justo para pagar la renta y comer más o menos bien, pero no lo suficiente como para ahorrar o invertir en un hogar propio, y aunque ha pensado en cambiar de trabajo, sabe que en esa empresa ha ganado experiencia, por lo que ha decidido aguantar un poco, mientras encuentra una mejor opción.

El reporte de Acción Ciudadana Contra la Pobreza encontró que hay 10.8 millones de mujeres que, como Ana, se encuentran trabajando en un empleo formal, aunque 5.2 millones de ellas (58 %) carecen de un ingreso salarial digno. De ellas, 37 % viven con salarios de pobreza y 21 % perciben salarios de supervivencia.

La asociación también señaló que las mujeres en trabajos formales afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) ganan en promedio 2 mil 248 pesos menos que los hombres.

En el sector informal se identificaron a 13.4 millones de mujeres, es decir, el 55 % de las que se encuentran ocupadas, lo que significa que son más que aquellas que se encuentran en el mercado laboral formal.

Estos trabajos “pueden ser una fuente de ingresos para las mujeres, pero casi siempre son estigmatizados, perseguidos y, por supuesto, son también precarios”, subrayó el reporte. A esto se suma que en el 82 % de los casos en esta situación, las mujeres perciben salarios de pobreza y sin acceso a instituciones de salud por la falta de seguridad social.

El caso de las trabajadoras del hogar -que son 91 % mujeres- en el 97 % de los casos continúa siendo una labor informal, y 85 % perciben salarios de pobreza.

Ser indígena aumenta exclusión de las mujeres

En el documento también se incluyó el caso de Nayeli, una mujer indígena oaxaqueña que se dedica a vender tamales en la puerta de su casa, lo que no genera ingresos suficientes para pagar los estudios de sus hijos, pero en ningún lado le dan empleo por su bajo nivel educativo, ya que sólo terminó la primaria.

Aunque ha considerado la opción de limpiar casas, como hace su comadre, Nayeli sabe que la paga es poca, por lo que prefiere continuar con la venta de tamales mientras encuentra otra alternativa. Este caso retrata que el ser mujer e indígena es una de las principales razones de exclusión laboral, que afectó a 3.4 millones en 2022.

Desigualdad económica de las mujeres: enfrentan desempleo por cuidar, informalidad laboral y empleos con salarios de pobreza
(Foto: Cuartoscuro Archivo).

Según el reporte, para este año más del 80 % de las mujeres indígenas de 15 años o mayores tenían un nivel de escolaridad de secundaria o menos, lo que, aunado a las barreras estructurales y la discriminación que viven cotidianamente, afectan sus posibilidades de conseguir un trabajo digno.

Esto, a su vez, ocasiona que muchas de ellas se encuentren en situaciones de vulnerabilidad, ya que 7 de cada 10 mujeres indígenas se encuentra en pobreza multidimensional, que considera el ámbito de la educación, la salud, el trabajo, las condiciones de vivienda, así como las de la niñez y la juventud.

En materia de exclusión laboral, el análisis subrayó que las mujeres indígenas enfrentan condiciones de precariedad e informalidad, ya que el 82 % no está afiliada a alguna institución de salud.

Las limitaciones laborales de las mujeres por cuidados y maternidad

En 2024, en México hubo casi 22 millones de mujeres fuera del sistema laboral, de las cuales hay más de 17.7 millones que no están disponibles para trabajar por estar dedicadas a las labores de cuidado dentro de su hogar, sin remuneración.

Entre las mujeres jóvenes, 8 de cada 10 están excluidas de la escuela y el trabajo por realizar labores domésticas o de cuidado, como Susana, quien a los 16 años tuvo que abandonar su sueño de ser ingeniera para cuidar a su abuela, doña Carmen, quien enfermó gravemente y quedó postrada en cama.

De los 15.6 millones de jóvenes oportunidad -que están fuera de la escuela y el trabajo, o que cuentan con empleos precarios, o estudian y viven en situación de pobreza-, hay 8.2 millones de mujeres.

Para las mujeres con hijos, el panorama de desigualdad laboral aumenta, sobre todo cuando tienen más de uno.

Del total de las mujeres que reportan no trabajar, el 40 % tenía más de tres hijos, 20 % tenía al menos 2, y el 12 % era madre de uno. Esto se explica porque las labores de cuidado resultan incompatibles con un empleo, o las limitan a aceptar aquellos en los que perciben menos ingresos.

También lee | Asesinan a Astrid y Fernando, madre e hijo, en Zapopan, Jalisco; colectivas llaman a marchar este 8M para exigir justicia

Desigualdad económica de las mujeres: enfrentan desempleo por cuidar, informalidad laboral y empleos con salarios de pobreza
(Foto: Cuartoscuro Archivo).

La urgencia de un Sistema Nacional de Cuidados

Ante estas condiciones de desigualdad, la asociación enfatizó que la creación de un sistema de cuidados en el país es una necesidad urgente para que se redistribuyan las responsabilidades que actualmente se sobrecargan en las mujeres.

Para ello, recomendó que se considere que este sistema reconozca el derecho al cuidado digno y el derecho al tiempo propio de las cuidadoras; infraestructura pública de servicios de cuidado suficientes, particularmente estancias infantiles y de atención a personas con discapacidad, personas mayores o enfermas; escuelas de tiempo completo; acceso universal y de calidad a estos servicios, así como un aumento de la remuneración y la inclusión de seguridad social para quienes se encargan de cuidar.

Asimismo, consideró necesario que haya un equilibrio en los permisos y licencias de maternidad y paternidad, junto con modelos alternativos de cuidado y subsidios públicos.

Otras recomendaciones son la eliminación de la discriminación por género en los procesos de contratación laboral; el fomento de la participación de las mujeres en otros sectores de la economía; incrementar los ingresos de las mujeres, y que las empresas asuman el compromiso voluntario de tomar medidas para que ninguna persona, especialmente las mujeres que laboren en ellas, ganen menos de un ingreso digno de 12 mil 500 pesos netos al mes.

Etiquetas:
8M
acoso mujeres
Desempleo
desigualdad de género
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
Imagen BBC
4 claves que explican el contundente triunfo de Kast en Chile y qué dicen de los desafíos que enfrenta
11 minutos de lectura

Varios factores se conjugaron para que José Antonio Kast fuera elegido por una abrumadora mayoría. Se impuso en todas las regiones del país a la comunista Jeannette Jara. En BBC Mundo te detallamos algunas claves que explican este profundo giro a la derecha en Chile.

15 de diciembre, 2025
Por: BBC News Mundo
0

No hubo sorpresas. Chile eligió este domingo al ultraderechista José Antonio Kast como su próximo presidente.

El líder conservador logró imponerse con un 58,16% de los votos y una amplia ventaja sobre la candidata de la izquierda, la comunista Jeannette Jara, quien obtuvo el 41,84%.

En su tercer intento, el candidato respaldado por todo el arco derechista logró hacerse con la presidencia del país sudamericano, proponiendo un “gobierno de emergencia” y con un duro discurso en materia de seguridad y migración, preocupaciones que se han vuelto prioritarias para los chilenos.

El triunfo del otrora parlamentario supone el mayor giro hacia la derecha en la presidencia de Chile tras el retorno a la democracia y se da luego de cuatro años del gobierno de izquierdas de Gabriel Boric.

Kast ganó en todas las regiones y se convirtió en el presidente electo con más votos en la historia del país, llegando a un total de poco más de 7,2 millones de apoyos.

Este último hecho se explica -en parte- por la ampliación del padrón electoral y por ser esta la primera elección presidencial con sufragio obligatorio.

Su contundente resultado, sin embargo, tiene múltiples explicaciones y supone también importantes desafíos.

1. La inseguridad y la migración irregular

“El miedo”.

Eso responde el doctor en sociología Eugenio Tironi cuando se le pregunta por los principales factores que explican el triunfo de José Antonio Kast en Chile.

El también consultor alude justamente al temor que se registró durante esta campaña presidencial entre los chilenos en materia de seguridad pública.

“Los factores son múltiples, pero yo creo que básicamente, es el miedo. El miedo a la delincuencia, el miedo a la migración descontrolada -y que en general se visualiza como asociada al crimen-, y por último el miedo a la inseguridad que produce el estancamiento económico. Hay un deseo de cambio, de cambio de personal político, de estilo, de forma de gobernar. Y esto lo capitalizó muy bien Kast”, afirma el analista en conversación con BBC Mundo.

La sensación de inseguridad aumentó en el país sudamericano en los últimos años, entre otras cosas, luego de que se registrara un incremento en los niveles de violencia en delitos comunes como el robo y, asimismo, se detectara la presencia de grupos criminales internacionales.

Ese fue un tema que, de hecho, marcó fuertemente al gobierno del presidente Gabriel Boric, quien se vio forzado a reorganizar sus prioridades y potenciar su agenda en la materia.

Esa preocupación ciudadana la supo capitalizar bien el nuevo presidente electo de Chile. Con un discurso de “mano dura” en contra del crimen organizado y la delincuencia, logró encarnar una respuesta que hizo eco entre los electores.

José Antonio Kast junto a su esposa María Pía Adriazola.
Getty Images
El ultraderechista logró sintonizar con las principales urgencias de la mayoría de los chilenos.

En Chile, además, se ha vinculado el crimen organizado a la migración irregular por el ingreso de grupos como el Tren de Aragua.

En el país hay cerca de 300 mil migrantes que han ingresado de manera irregular y Kast ha hecho de ellos una de sus prioridades. Los ha llamado a abandonar el territorio chileno y se ha comprometido en su expulsión.

La analista y experta en comunicación Paula Walker coincide en que Kast capitalizó el miedo de los chilenos en estas materias, pero pone un matiz. “Es una campaña que se toma del miedo, pero cuando tiene que desarrollar sus piezas no apela al miedo. No la desarrolla anclada en imágenes oscuras, al contrario, su campaña era en ese sentido hasta esperanzadora”, sostiene.

El periodista y escritor chileno Ascanio Cavallo sugiere, además, que Kast también logró encarnar una promesa de cambio en materias más amplias que afectan diariamente la vida de las familias chilenas como el desempleo, la salud y la educación.

Uno de sus principales desafíos de Kast en este sentido, será manejar las expectativas que se ha fijado en estos ámbitos.

En su primer discurso a la nación, de hecho, apuntó justamente a moderarlas.

“Los resultados no se verán al día siguiente, esto requiere perseverancia, fortaleza y sabiduría”, dijo a la vez que recalcó “no nos pidan milagros, pídanos energía”.

2. La moderación y un nuevo extremo

Un factor que marcó el tercer intento de José Antonio Kast para llegar a la presidencia fue su aparente moderación.

En 2021, cuando perdió la segunda vuelta ante Gabriel Boric, su narrativa era totalmente distinta: se mostró contrario a los derechos de la población LGBTIQ+, al aborto en tres causales e, incluso, propuso perseguir a agitadores radicales de izquierda. En esa época, además, no se abstuvo de publicitar admiración por el dictador Augusto Pinochet.

Pero nada de eso defendió esta vez. Su estrategia fue pragmática y monotemática: un gobierno de emergencia dedicado a poner orden, con “mano dura” contra delincuentes y criminales y, asimismo, contra el migrante irregular.

Cuando se le intentaba llevar al plano de los valores, la respuesta era siempre la misma: esos temas no son la prioridad de los chilenos. En otros asuntos complejos respondía solo “depende”, para evitar marcar posturas que pudieran costarle su posicionamiento.

Su aparente moderación, además, se vio reforzada por la aparición de una figura que se le plantó a la derecha: el diputado libertario Johannes Kaiser, quien obtuvo un amplio respaldo en la primera vuelta y apoyó su candidatura para el balotaje.

Esta vez fue Kaiser quien jugó a ser el más extremo. Propuso, por ejemplo, indultar a condenados por violaciones de derechos humanos cometidas durante el régimen militar.

En su campaña de segunda vuelta, Kast profundizó sus mensajes hacia la derecha más liberal e incluso el centro político.

También hizo gestos al mundo que votó por el populista Franco Parisi, quien quedó tercero en la primera vuelta presidencial del 16 de noviembre, obteniendo el 20% de los votos. En ese periodo, de hecho, Kast recibió el respaldo del expresidente, Eduardo Frei, integrante histórico de la Democracia Cristiana, partido de centro.

Según todos los analistas consultados por BBC Mundo, la aparente moderación de Kast fue un factor que incidió significativamente en la histórica votación que obtuvo este domingo.

Un grupo de adherentes celebra el triunfo de José Antonio Kast.
Reuters
Chilenos celebran el triunfo de José Antonio Kast.

“Fue muy importante. Le permitió arrastrar al voto de centro, le permitió arrastrar al voto de la derecha del viejo arco de la Concertación (coalición de centroizquierda que lideró la transición democrática), le permitió arrastrar al voto de Parisi. Todo eso le habría resultado mucho más difícil si hubiese insistido en su agenda valórica”, afirma Tironi.

La gran pregunta que se abre en Chile es si Kast seguirá profundizando aquello o ahora, ya electo, comenzará a sincerar las definiciones que esquivó en el periodo electoral.

Con un discurso antimigrante que resuena a Donald Trump, una promesa de recortar el gasto fiscal y reducir el Estado, al estilo de Javier Milei, y su cercanía con otras figuras de corte autoritario como Nayib Bukele y Víctor Orbán, en la oposición algunos se preguntan si Kast seguirá o no esas sendas.

Sus primeras señales, al menos, apuntaron en el sentido contrario. En su primer discurso a la nación, Kast afirmó que su gobierno de emergencia “no significa para nada autoritarismo”.

Además, confirmó que renunciaría al Partido Republicano, repitió varias veces que busca ser el presidente de todos los chilenos, e hizo gestos a la propia Jeannette Jara y a su futura oposición:

“Un gobierno no se construye solo con sus partidarios, se construye también con la oposición”, dijo.

3. Contrincante continuista y comunista

En Chile la última vez que un presidente le pasó la banda presidencial a alguien de su mismo signo político fue en 2006, cuando la entonces candidata Michelle Bachelet se convirtió en la sucesora de Ricardo Lagos.

Desde ese entonces, con un estallido social y dos procesos constitucionales fallidos de por medio, el país ha elegido la alternancia.

La tendencia no es propia de Chile, sino que es cada vez más común a nivel mundial y así se ha visto también en la región en elecciones recientes como la de Uruguay o Bolivia.

El denominado voto impugnador, que rechaza a quien está en el poder en el momento de la elección, fue un factor que jugó en contra de Jeannette Jara.

La candidata de la izquierda representaba la continuidad del gobierno del presidente Gabriel Boric. Fue su ministra del Trabajo y, por más que lo intentó alzando duras críticas a su administración, no logró distanciarse de su figura.

Pero no todo se explica por un voto impugnador. Para varios expertos el triunfo de Kast reponde también a un castigo al propio Boric y su gestión.

“Hubo acciones del gobierno que fueron muy bien utilizadas por la candidatura de Kast; problemas de gestión, decisiones políticas mal tomadas, lo que él capitalizó muy bien”, dice Walker.

Para Cavallo la derrota de Jara se explica en gran parte por haber sido la cara de la continuidad “de un muy mal gobierno, un gobierno muy aficionado, muy poco responsable en algunas cosas. No en todas pero sí en algunas y con poca profundidad histórica”.

Tironi afirma que es difícil saber dónde está el límite del voto impugnador versus la responsabilidad que le puede caber a la administración de Boric en entregar la banda presidencial a su oposición:

“El gobierno hizo un esfuerzo por responder a algunas demandas, que no estaban presentes cuando el presidente Boric fue electo. Él fue electo con demandas de cambio social, con demandas progresistas, y ahora sale con demandas conservadoras. El gobierno de Boric trató de adaptarse, pero lo hizo un poco tardíamente, con dificultad, con problemas de gestión y no está en su ADN obviamente esta agenda. Esta es una agenda que le es mucho más natural a una opción de derecha”.

“Entonces, si el gobierno pudo haber cambiado este destino, yo creo que francamente no”, agrega.

Pero Jara también cargaba con otra mochila: su militancia comunista.

Jeannette Jara reconoce la derrota ante sus adherentes.
Getty Images
A la candidata de la izquierda le pesó su militancia comunista y representar la continuidad del gobierno de Gabriel Boric.

La administradora pública de origen popular, no pudo sacarse de encima esa chapa, aun cuando había prometido renunciar a su colectividad si era electa presidenta.

Algunos analistas consideran ese factor supuso una desventaja importante para ella.

“Ser militante comunista es una dificultad, yo no tengo ninguna duda de eso. Hay mucha gente que realmente no siente que puede votar por una candidata comunista. O sea, hay dos millones de votos de diferencia”, dice Walker, aunque destaca que la exministra logró desmarcarse en gran medida de ese activismo.

Cavallo agrega: “No estoy hablando de los dotes personales de Jara ni nada por el estilo, pero haber elegido a una militante comunista es un contrasentido mundial, ya no local. Eso le bajaba un poco el techo y explica por qué es tan severa la derrota”.

Tironi, por su parte, estima que si se miran los resultados ese factor no fue tan determinante.

“A lo mejor en el mundo rural, pero en el mundo urbano, sobre todo, en Santiago, en Valparaíso, fue poco. Porque Jara rompió un poco el cielo de cristal del comunismo. Logró ganar en muchas comunas populares importantes, un electorado que no se dejó llevar por el estigma comunista”, dice.

“Lo que sí es cierto es que en las comunas más pudientes y en el mundo rural, sí que debe haber pesado, porque Kast llegó a sacar cerca del 85% en las comunas de lo que llamamos el barrio alto de Santiago”, añade.

4. Voto prestado

Pese a lo histórico de su triunfo, José Antonio Kast no fue un fenómeno en sí mismo.

En la primera vuelta obtuvo solo un 23% de los votos, menos del 27% que logró en la misma elección en 2021.

Para su triunfo este domingo fue importante el apoyo de otras figuras de la derecha que participaron en la primera vuelta, como el libertario Johannes Kaiser -representante de una línea más dura- y la abanderada de la derecha tradicional, Evelyn Matthei, quien encarna la visión política del fallecido expresidente Sebastián Piñera.

Tanto Kaiser como Matthei le dieron un respaldo inequívoco a Kast. Lo mismo hizo la familia de Piñera.

El libertario Johannes Kaiser tras reconocer su derrota el 16 de noviembre.
Reuters
Johannes Kaiser quedó cuarto en la primera vuelta, con un 13,94%, y respaldó a Kast en el balotaje.

Y si bien siempre se dice que los votos no se traspasan automáticamente, lo cierto es que si se miran las cifras, tanto los votos de Kaiser como la mayoría de los de Matthei estuvieron con el republicano.

Asimismo, se puede leer preliminarmente que al menos una parte de los votos de Parisi también se fueron hacia Kast.

A todos ellos y sus “votos prestados”, les hizo gestos la noche de este domingo.

“Muchas gracias a los que se sumaron en segunda vuelta, gracias a quienes votaron por otras candidaturas y hoy libremente eligieron apoyar este camino de cambio”, dijo a la vez que destacó que “entre todos logramos una mayoría histórica”.

Franco Parisi reconoce su derrota y celebra su posición de tercer lugar en la primera vuelta presidencial.
Getty Images
Franco Parisi no llamó a apoyar ni a Kast ni a Jara en el balotaje.

En el mundo de la derecha han advertido al presidente electo del riesgo de embriagarse con la contundencia del triunfo.

Y es que el cuadro supone varios desafíos para su futuro gobierno. Para sostener su base de apoyo tendrá que lograr conciliar las visiones opuestas de país que tienen las derechas con las que tendrá que gobernar.

Kast no tendrá mayorías en el Congreso, por lo que sabe que requerirá asegurar la gobernabilidad de los propios y los votos del Partido de la Gente de Parisi y la oposición para aprobar sus políticas.

Composición de la Cámara de Diputados de Chile
BBC
Composición del Senado de Chile
BBC

A su vez, será crucial que entregue resultados oportunos en las que ha definido como sus prioridades para evitar una pérdida de respaldo temprana.

Sobre este tema, Walker subraya que “todos los presidentes ganan con votos prestados” y que lo relevante es que “tenemos hoy día el país completo teñido de azul y eso es impresionante”.

“Si es solo de una adhesión a la figura de él o no, no sé si eso es muy relevante. Lo relevante es que hay una coalición de derecha, liderada por él, que fue capaz de hacer hoy día perder a la izquierda de manera importante y sobrepasarla en dos millones de votos”, agrega.

Si Kast es capaz de hacer de eso un activo duradero, es lo que veremos desde el próximo 11 de marzo, cuando asuma la presidencia.

línea gris
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Etiquetas:
8M
acoso mujeres
Desempleo
desigualdad de género
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...