La aplicación Litro por Litro de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), que permitía comparar precios de gasolineras cercanas, así como presentar quejas y denuncias, dejará de funcionar a partir del día de hoy.
Durante la conferencia de prensa matutina de la presidenta Claudia Sheinbaum, el titular de la Profeco, Iván Escalante Ruíz, informó que por un “rediseño” la aplicación estará temporalmente fuera de servicio.
“Hemos iniciado un proceso de actualización para incluir mejorar en el sistema, para ello, ya estamos trabajando con la agencia de transformación digital del Gobierno de México”, detalló.
Sin embargo, aseguró que los reportes ciudadanos son “vitales”, por lo que seguirán recibiendo quejas de probables anomalías por medio de otros canales.
El titular de Profeco explicó que, mientras la aplicación Litro por Litro sea reactivada, los ciudadanos pueden presentar quejas por anomalías en gasolineras por medio de los siguientes canales:
Lo único que debes hacer es describir brevemente la situación con todos los datos posibles, compartir el nombre del proveedor, producto, servicio, falta detectada, domicilio, lugar y fecha.
No es obligatorio que presentes pruebas ni que compartas tus datos personales.
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En respuesta, Profeco visitará al proveedor y, en caso de verificar que está violando los derechos del consumidor, aplicará las sanciones correspondientes.
De acuerdo con la página oficial de Profeco, se pueden denunciar “actos u omisiones de un proveedor o prestador de servicios que afecta los intereses de una porción de la sociedad”. Algunos ejemplos son:
Según el ministerio de Salud, controlado por Hamás, varias víctimas continúan atrapadas bajo los escombros y las ambulancias no pueden llegar a la zona.
El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por el gobierno de Hamás, afirmó que al menos 87 personas murieron y más de 40 resultaron heridas en ataques israelíes contra una zona residencial de Beit Lahia, en el norte de Gaza.
Según las autoridades sanitarias, varias víctimas continúan atrapadas bajo los escombros y las ambulancias no pueden llegar a la zona.
De acuerdo a la agencia de noticias palestina Wafa, los ataques destruyeron un complejo residencial entero.
Israel calificó de exageración una cifra anterior -más baja-, pero dijo que estaba comprobando los informes. Las autoridades israelíes no permiten a los medios de comunicación extranjeros el acceso independiente a la Franja.
Israel ha bombardeado intensamente el norte de Gaza, matando a cientos de personas en los últimos días.
Al menos 42.603 palestinos han muerto y otros 99.795 han resultado heridos desde que Israel comenzó su ofensiva militar en Gaza el 7 de octubre del año pasado, según el ministerio de Salud.
El 7 de octubre, un ataque dirigido por Hamás contra Israel dejó cerca de 1.200 muertos y 251 rehenes. Aproximadamente 100 rehenes siguen retenidos en Gaza.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, declaró a principios de esta semana que los combates continuarían hasta que los rehenes restantes fueran devueltos a casa.
El ataque en Beit Lahia ha reavivado las peticiones por un cese de las hostilidades.
“No hay ningún lugar seguro en Gaza”, afirmó el coordinador especial de las Naciones Unidas para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland.
En un comunicado, el funcionario aseguró que “la pesadilla en Gaza se está intensificando” y reclamó que la guerra “debe parar ya”.
Una solicitud que fue respaldada por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) en el Territorio Palestino Ocupado, desde donde solicitaron a las autoridades israelíes que faciliten la entrada de ayuda humanitaria a la Franja.
“No podemos llevar a cabo una operación humanitaria a la escala necesaria con tan solo unos pocos pasos fronterizos poco fiables y de difícil acceso”, afirmaron desde la instancia.
Pero los llamados para un alto al fuego no se han limitado a los organismos internacionales, sino también se han producido en el terreno.
“Nuestra nación está siendo exterminada”, denunció el doctor Eid Sabbah, director del Hospital Kaml Adwan, ubicado en el norte de Gaza.
El galeno reclamó que se ponga fin al “asedio” a los hospitales y “que la vida vuelva a la normalidad antes de que sea demasiado tarde, antes de que nuestra nación sea exterminada”.
Entretanto, continúan los combates entre las fuerzas israelíes y la milicia de Hezbolá en el sur de Líbano, así como en el sur de Beirut.
El domingo las fuerzas de Hezbolá lanzaron 70 cohetes desde Líbano contra el norte de Israel, algunos de los proyectiles fueron incerptados, anunciaron voceros militares israelíes. Estos se suman a los cerca de 200 cohetes que disparó en la víspera.
Por su parte, en Líbano este domingo todavía se están evaluando los daños y las víctimas provocadas por los últimos ataques lanzados por fuerzas israelíes el sábado, donde al menos un edificio de varias plantas en los suburbios del sur de la ciudad quedó completamente destruido.
El ejército israelí señaló que había atacado los almacenes de armas de Hezbolá y el centro de mando y el cuartel general de inteligencia de la agrupación respaldada por Irán en Dahieh.
En las primeras horas del domingo se vio humo en el sur de Beirut después de que el ejército israelí ordenara la evacuación inmediata de dos barrios de la zona.
Desde la Fuerza de Defensa de Israel (FDI) dijeron a los civiles que estaban “situados cerca de instalaciones e intereses afiliados a Hezbolá, contra las que las FDI trabajarán en un futuro próximo”.
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