El número de eventos de personas en situación de migración irregular en México alcanzó una cifra récord durante 2023, que representa un crecimiento del 77% respecto a 2022 y del 132% con respecto a 2020, de acuerdo con el boletín anual de estadísticas migratorias para nuestro país de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). 

Esto en un contexto en el que pese a que se dieron menos devoluciones desde México a Centro y Sudamérica, ha crecido el control migratorio y los hechos de violencia hacia personas migrantes, sin que para estos últimos existan estadísticas oficiales, admite la instancia, dependiente de la Organización de las Naciones Unidas.  

Como parte de la cifra récord de 782 mil 176 eventos migratorios en 2023, 340 mil 767 más que en 2022, también se registró el número más alto de niñas y niños que transitaron por nuestro país en búsqueda de mejores condiciones de vida. Si bien representaron casi la misma proporción que el año previo con respecto a los hombres y mujeres adultas –15% en 2023 frente al 16% en 2022–, sumaron un total de 113 mil 660, un aumento del 60% respecto al año anterior.  

De los 113 mil 660 eventos de infancias en situación migratoria irregular en 2023, 37 mil 475 (33%) corresponden a la nacionalidad venezolana, 16 mil 596 (15%) eran de origen ecuatoriano, 13 mil 925 (12%) hondureño, 12 mil 370 (11%) guatemalteco y 7 mil 098 (6%) colombiano.

Sin embargo, en cuanto al total de eventos migratorios de personas de todas las edades y géneros, las cinco principales nacionalidades fueron la venezolana, que creció un 130% respecto a 2022; la hondureña, con un alza de 64%; la guatemalteca, con 17% más que el año previo; la ecuatoriana, que registró un 220% más y la haitiana, que tuvo un crecimiento de 901% respecto a 2022.

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Estos incrementos, de acuerdo con la organización, también están impulsados por un aumento en la migración de nacionales de Venezuela, Ecuador, Colombia, Perú y Brasil, cuya mayoría ingresa por tierra a través de la frontera sur de México. Las cifras, además sugieren, que así seguirán en el futuro, pues durante 2023 se reportaron 520 mil 085 migrantes en tránsito irregular a través del Tapón del Darién en el sur de Panamá, lo que representa un incremento del 109% respecto a 2022. 

Un contexto complejo en 2023, tras la eliminación del Título 42

El fin del Título 42 en mayo de 2023, vigente durante la pandemia y que permitía la devolución expedita de personas migrantes en la frontera sur de Estados Unidos, también representó un cambio significativo en los flujos migratorios de las personas en tránsito por México. 

Si bien tras el fin de su operación, se registró primero una fuerte disminución en los flujos migratorios, después se desencadenó un repunte que creció gradualmente hasta alcanzar en diciembre el mayor número de detenciones y devoluciones en la historia de ese país (302 mil 034 en ese mes).

En total, mientras que el número de aprehensiones e inadmisiones registrados bajo el Título 8 desde 2019 al 31 de diciembre de 2023 ha sido de 5 millones 255 mil 422, el de expulsiones realizadas bajo el amparo del Título 42 de mayo de 2020 a su conclusión en mayo de 2023 fue de 2 millones 906 mil 286. Organizaciones de la sociedad civil denunciaron en múltiples ocasiones la arbitrariedad de esta política. 

“Desde su activación el 20 de marzo de 2020 en respuesta a la pandemia por covid-19, hasta mayo de 2023, cuando concluyó la política de expulsiones conocida como Título 42, estas constituyeron el 47% de todos los encuentros registrados en la frontera sur de los Estados Unidos. El Título 42 fue utilizado para devolver de inmediato a personas a México”, señala la organización.

Aunque inicialmente se aplicó a familias y personas adultas originarias de Guatemala, Honduras, El Salvador y México, luego se expandió para incluir también a personas venezolanas –en octubre de 2022–, haitianas, cubanas y nicaragüenses –en enero de 2023–. La niñez y adolescencia migrante no acompañada estuvo exenta. 

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Al mismo tiempo, durante 2023 las devoluciones desde México a países de Centro y Sudamérica registraron un decremento del 56% respecto a 2022. De los 53 mil 438 eventos de devolución del 2023 –68 mil 617 menos que en el 2022–, el 77% estuvieron dirigidos a hombres y el 23% a mujeres.

Dentro de las 28 nacionalidades devueltas desde México, que se reportan durante el año pasado, el 83% de eventos correspondieron a personas originarias de Guatemala y Honduras.

Por otro lado, el número de eventos de devoluciones de personas mexicanas desde Estados Unidos en 2023 –214 mil 849– disminuyó 17% en relación con 2022, cuando fueron 258 mil. Sin embargo, la estadística de 2023 es 13% mayor al promedio de eventos de devoluciones registrados entre 2019 y 2021.

Más control y violencia en rutas migratorias  

La OIM precisó que desde septiembre y octubre de 2023 ha sido evidente un incremento en el control migratorio del Instituto Nacional de Migración (INM) en México, tanto en frontera sur, como en vías terrestres y férreas, y aeropuertos. 

Pese al aumento de control y securitización, así como al incremento en el número total de personas ingresando a México de manera irregular, las deportaciones de México hacia países de origen han disminuido.

Aunado a ello, al igual que otras agrupaciones, como Médicos Sin Fronteras y Plan International, que han reportado un incremento en hechos de violencia en las rutas migratorias –particularmente hacia las mujeres–, la OIM admite que comparte esa perspectiva, aunque hasta ahora no hay cifras oficiales actualizadas precisas al respecto.

“Pueden haber varias razones que aporten a ello. Una cosa que vemos, no solo en México, es que a mayor securitización, mayor control, mayor riesgo para las personas migrantes. Por eso nosotros insistimos mucho; OIM no está en contra del control, los estados tienen la potestad de decir quién entra y quién no, pero se tiene que hacer con pleno respeto a derechos humanos”, comentó Jeremy MacGillivray, jefe de misión adjunto de la OIM en México.

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Por otra parte, agregó, para que el control sea eficiente tiene que ir de la mano con alternativas para la gente, que va a seguir migrando y buscando llegar a mejores condiciones de vida. “Si solo se hace control, la gente busca alternativas y un ejemplo muy claro del año pasado fue la renovación del uso del tren”, puntualizó.

Este medio de transporte había caído en desuso un par de años antes de la pandemia, y a mediados del año pasado se volvió a usar. La OIM lo interpreta como una respuesta al mayor control de las autoridades de migración en carreteras. Ahora, de nuevo, hay más presencia en el tren, lo que orilla a otras alternativas.

“Cuando se orilla a la gente a buscar vías más escondidas, más ocultas, eso al final beneficia al crimen organizado, a las personas que lucran con la migración irregular, y aumenta la violencia contra personas migrantes. En el noreste, por ejemplo, hay un claro aumento de secuestros de personas migrantes”, concluyó.