
Una jueza de la Ciudad de México concedió medidas cautelares a un médico acusado de violencia obstétrica por decenas de mujeres, y que ya cuenta con orden de aprehensión, y ordenó a Animal Político no publicar nada sobre el caso. Según la jueza, el trabajo periodístico que dio voz a las víctimas “ataca la dignidad, honor y reputación” del médico, hoy prófugo de la justicia, pues las notas con los testimonios de las denunciantes y la documentación de la violencia obstétrica provocan -de acuerdo con la resolución- “escarnio y desprestigio público”.
La Jueza del Juzgado Cuadragésimo Primero de lo Civil de Proceso Escrito de la Ciudad de México, Ana Mercedes Medina Guerra, concedió las medidas cautelares en respuesta a una demanda civil que el médico promovió en agosto de 2024 contra dos medios de comunicación y dos periodistas pidiendo que dejen de publicar su trabajo periodístico en torno al caso.
Esto, al tiempo que el médico enfrenta denuncias penales de varias de sus víctimas y ha evadido la justicia durante más de ocho meses. Además, desde el 20 de diciembre se reactivó una orden de aprehensión en su contra, la cual permanece activa luego de que omitiera asistir a la audiencia a la que estaba llamado a presentarse el pasado 13 de diciembre, tras meses de dilaciones.
En el documento, notificado a dos medios de comunicación y dos periodistas que ahí laboran, se ordena a los codemandados “se abstengan de continuar con los ataques a la dignidad, al honor y reputación del promovente, a través del escarnio y desprestigio público ya sea mediante declaraciones o reportajes periodísticos, tanto en medios escritos, digitales, así como en redes sociales”.
En marzo de 2023 Animal Político dio a conocer el testimonio de 14 mujeres expacientes del ginecobstetra, enmarcados en una investigación periodística sobre violencia obstétrica e impunidad en el gremio médico. En éste se consigna que en diversas ocasiones se extendió al médico la invitación a ejercer su derecho de réplica. Tras la primera publicación, 17 mujeres más se comunicaron de manera orgánica con este medio para compartir historias similares.

Un par de meses después, se creó la colectiva Con Ovarios como iniciativa de varias de sus víctimas, la cual, con el apoyo probono de un despacho de abogados, impulsó diversas denuncias penales en su contra. Los avances de ese proceso y la verdad jurídica que obra en los expedientes han sido rigurosamente documentados por Animal Político.
Además, durante la ampliación de esta investigación para el proyecto transfronterizo Tanto Coraje, una serie en podcast coordinada por el Centro Latinoamericano de Investigaciones Periodísticas CLIP, al médico se le hizo una vez más la petición de ejercer su derecho de réplica, a lo que no dio respuesta.
Más tarde, el 19 de diciembre de 2024 se comunicó con este medio para ofrecer, tras casi dos años, una entrevista al día siguiente, misma que canceló una hora antes del horario pactado. El medio no recibió mayor noticia sobre la propuesta de reagendarla a inicios de enero, según fue comunicado por su asistente.
No obstante, este 15 de enero Editorial Animal y otro medio, así como las periodistas Marcela Nochebuena y otra colega, fueron notificadas por primera vez de las medidas cautelares concedidas por la jueza para impedir que se hagan más publicaciones sobre el caso, pese a que en el mismo documento sostiene que no pretende prejuzgar acerca de la legalidad de la situación ni los derechos o responsabilidades del solicitante.

De manera paralela, desde mediados del año pasado la página de Facebook Santa Ana TV ha difundido una serie de videos, donde se descalifica y desacredita a diferentes víctimas de violencia obstétrica que denunciaron al médico, al tiempo que se hacen afirmaciones falsas sobre el trabajo y las publicaciones de Animal Político.
Del mismo modo, en ese espacio se han hecho públicos nombres y detalles confidenciales contenidos en los expedientes de las denuncias penales promovidas contra del conocido ginecobstetra. En los videos publicados en dicha página de Facebook relativos al caso de manera frecuente se etiqueta a un Colectivo Nacional de Mujeres por la Igualdad, que se define a sí mismo como “mujeres antifeministas, provida, defensoras del principio de igualdad, derechos humanos y niñez”.
Entérate | Normalizar la expresión, no la excepción
Por separado, una cuenta de TikTok también ha difundido videos donde se ventilan detalles de la vida personal del médico —a la cual este medio de comunicación es ajeno y nunca ha considerado de relevancia periodística— y se descalifica, adjetiva y emiten acusaciones falsas en torno a víctimas, medios y periodistas. Además, la periodista que investigó el caso ha recibido peticiones de mensajes directos en sus cuentas personales de Twitter y Facebook de usuarios desconocidos que desacreditan su trabajo periodístico.

En lo que respecta a la monogamia, los humanos se parecen más a las suricatas y a los castores que a nuestros primos primates.
En nuestra vida amorosa, nos asemejamos más a estas mangostas sociales y unidas que a nuestros primos primates, según sugiere una clasificación de monogamia elaborada por científicos.
Con un 66% de monogamia, los humanos obtienen una puntuación sorprendentemente alta, muy superior a la de los chimpancés y los gorilas, y a la par de las suricatas.
Sin embargo, no somos ni mucho menos la criatura más monógama.
El primer puesto lo ocupa el ratón californiano, un roedor que forma vínculos inseparables para toda la vida.
“Existe una liga de élite de la monogamia, en la que los humanos se encuentran cómodamente, mientras que la gran mayoría de los demás mamíferos adoptan un enfoque mucho más promiscuo para el apareamiento”, afirmó Mark Dyble, investigador del Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge.
En el mundo animal, el emparejamiento tiene sus ventajas, lo que podría explicar por qué ha evolucionado de forma independiente en múltiples especies, incluida la nuestra.
Los expertos han propuesto diversos beneficios para la llamada monogamia social, en la que las parejas se unen durante al menos una temporada de reproducción para cuidar a sus crías y ahuyentar a los rivales.
Dyble examinó varias poblaciones humanas a lo largo de la historia, calculando la proporción de hermanos de padre y madre (individuos que comparten la misma madre y el mismo padre) en comparación con los medio hermanos (individuos que comparten la madre o el padre, pero no ambos).
Se recopilaron datos similares para más de 30 mamíferos monógamos sociales y de otras especies.
Los humanos tienen un índice de monogamia del 66% de hermanos de padre y madre, por delante de las suricatas (60%), pero por detrás de los castores europeos (73%).
Mientras tanto, nuestros primos evolutivos se sitúan en la parte inferior de la tabla: los gorilas de montaña con un 6%, y los chimpancés con solo un 4% (al igual que el delfín).
En último lugar se encuentra la oveja de Soay, de Escocia, donde las hembras se aparean con múltiples machos, con un 0,6% de hermanos de padre y madre.
El ratón californiano ocupó el primer puesto, con un 100%.
Sin embargo, estar clasificados junto a suricatas y castores no significa que nuestras sociedades sean iguales: la sociedad humana es completamente diferente.
“Aunque la proporción de hermanos de padre y madre que observamos en los humanos es muy similar a la de especies como las suricatas o los castores, el sistema social que vemos en los humanos es muy distinto”, declaró Dyble a la BBC.
“La mayoría de estas especies viven en grupos sociales similares a colonias o, quizás, en parejas solitarias que se desplazan juntas. Los humanos somos muy diferentes. Vivimos en lo que llamamos grupos con múltiples machos y múltiples hembras, dentro de los cuales existen estas unidades monógamas o de pareja estable”, explicó.
Kit Opie, profesor del Departamento de Antropología y Arqueología de la Universidad de Bristol, que no participó en el estudio, afirmó que este es otro elemento clave para comprender cómo surgió la monogamia en los seres humanos.
“Creo que este artículo nos proporciona una comprensión muy clara de que, a lo largo del tiempo y en diferentes lugares, los humanos son monógamos”, declaró.
“Nuestra sociedad se parece mucho más a la de los chimpancés y los bonobos; simplemente hemos tomado un camino diferente en lo que respecta al apareamiento”, agregó.
El nuevo estudio fue publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society: Biological Sciences.
Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.
Suscríbete aquí a nuestro nuevo newsletter para recibir cada viernes una selección de nuestro mejor contenido de la semana.
También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp.
Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.