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Sin monocultivos ni plaguicidas: campesinos trabajan con alternativas a los daños agroindustriales
Sin monocultivos ni plaguicidas: campesinos trabajan con alternativas a los daños agroindustriales
9 minutos de lectura

Sin monocultivos ni plaguicidas: campesinos trabajan con alternativas a los daños agroindustriales

En México se registran más de 500 plaguicidas con agroquímicos de alta toxicidad que pueden estar afectando la salud de agricultores mientras la prohibición del glifosato, uno de los principales, fue suspendida.
21 de septiembre, 2024
Por: Patricia Ramírez/Causa Natura Media

En Nanacamilpa, Calpulalpan y Españita, al poniente de Tlaxcala, para cultivar la tierra hay que esperar lo que dicte el cielo. La cosmovisión de los agricultores dice que las siembras empiezan el 21 de marzo con la llegada de la primavera y que serán las lluvias de esta temporada las que permitan el cultivo.

La siembra principal es el maíz nativo, aunque también se planta frijol, haba, calabaza, trigo y maguey. Incluso llegan a conservar las arvenses, comúnmente conocidas como “mala hierba” o “maleza”, que en otros tipos de agricultura son eliminadas con plaguicidas.

Cultivar diverso en un mismo campo (policultivo) y no utilizar plaguicidas parecía la contraparte de la agricultura moderna. A diferencia del trabajo industrial que se realiza en los monocultivos de aguacate en Jalisco o los extensos sembradíos de soya en Campeche para generar grandes producciones, en estos municipios de Tlaxcala se siembra diverso para consumir y comerciar de manera autónoma.

Pánfilo Hernández Ortíz, agricultor de la localidad Vicente Guerrero, municipio de Españita, recuerda que, desde antes de que él naciera, entre los campesinos de su municipio comenzó la inquietud por un mejor manejo de los cultivos. En la búsqueda tuvieron un intercambio con comunidades de Guatemala, donde escucharon por primera vez sobre la agroecología. Eran los años 80.

La agroecología es un tipo de manejo de la tierra “compatible con el medio ambiente”, explica Hernández Ortíz. Uno de sus principios es evitar el uso de plaguicidas.

Cuando hay alguna plaga, como la de chapulines que tuvieron hace años, no bañan los cultivos con pesticidas. En su lugar, aprendieron el ciclo de vida del chapulín e implementaron un plan de manejo para permitir que se alimenten de las arvenses que crecen a las orillas de las parcelas.

Leer: Plaguicidas de alta peligrosidad consumen los campos mexicanos y dañan nuestra salud 

También han desarrollado técnicas para mejorar la fertilidad del suelo mediante zanjas, cuyos desniveles almacenan el agua y, con ello, la humedad de la tierra.

“Los fertilizantes y los pesticidas son conceptos que se manejan más en una agricultura industrial, convencional, de agronegocios”, dice Pánfilo Hernández, quien pertenece al Proyecto de Desarrollo Rural Integral Vicente Guerrero, mejor conocido como Grupo Vicente Guerrero, integrado por campesinos de la localidad y alrededores que están bajo el manejo productivo de la agroecología.

Existen más de 50 tipos de maíces nativos con un proceso de cultivo que parte de la selección de las mejores semillas. Foto: Binyamin Mellish/Pexels.

En marzo pasado el gobierno federal anunció que se posponía la suspensión del glifosato, uno de los agroquímicos contenido en plaguicidas que está científicamente estudiado por sus daños a la salud y el medio ambiente.

Existen más de 50 tipos de maíces nativos con un proceso de cultivo que parte de la selección de las mejores semillas. Foto: Binyamin Mellish/Pexels.
Existen más de 50 tipos de maíces nativos con un proceso de cultivo que parte de la selección de las mejores semillas. Foto: Binyamin Mellish/Pexels.

En un comunicado en conjunto, las secretarías de Economía (SE), de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) argumentaron que aún no existían las alternativas para sustituir el uso del glifosato en la agricultura mexicana.

“Tenemos que tomar en cuenta los contextos. No es una receta”, coincide Pánfilo Hernández sobre la posibilidad de que otras comunidades adapten su manejo del campo a la agroecología.

Sin embargo, apunta que las localidades implementan alternativas. Así como en Tlaxcala, también las hay en Veracruz, Oaxaca, Chiapas, Michoacán, incluso los compañeros de Pánfilo han coincidido con agricultores de países como Nicaragua donde se aplica la agroecología.

Nueve mil plaguicidas

Cuando el gobierno mexicano decidió posponer la prohibición del glifosato argumentó que “continuaría con la búsqueda de alguna alternativa de herbicida de baja toxicidad”.

La prohibición se había dado desde el año anterior. En 2023 entró en vigor un decreto que prohibía la compra, venta e importación del glifosato a partir del 1 de abril de 2024.

“Lo primero que habría que decir es que no existe ‘la’ alternativa. No se trata de cambiar un herbicida químico por otro, sino de cambiar la estrategia de manejo y eso empieza por conceptualizar de otro modo el problema”, señala Fernando Bejarano, director de la Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (Rapam).

El glifosato se inventó en 1975 por la empresa Monsanto. Desde entonces es el herbicida más utilizado en la agricultura, silvicultura e incluso en actividades como la jardinería. Sin embargo, sus efectos a largo plazo están vinculados con cáncer, malformaciones congénitas, así como daños en el hígado, riñones y sistema nervioso.

Actualmente, en México circulan 9 mil 552 plaguicidas, de acuerdo con los Registros Sanitarios de Plaguicidas, Nutrientes Vegetales y LMR de la Cofepris.

Del total, 180 contienen glifosato, lo que representa un 1.8%, a pesar de ser uno de los más utilizados. Sin embargo, no es el único. La atrazina, comercializada en 170 plaguicidas; el glufosinato de amonio, en 68 productos; el paraquat, en 94; y el 2,4-D, en 230 pesticidas también han sido estudiados por sus niveles de toxicidad.

“Es un problema porque no es de acceso público el saber cuánto, cuándo y dónde se usan (los agroquímicos). Es una ausencia que pensamos que debe de mejorarse con un sistema nacional de acceso público para conocer el uso de plaguicidas, en especial los altamente peligrosos, y después poder monitorear comunitariamente los compromisos de reducción del uso de estos agrotóxicos”, agrega Bejarano.

El glifosato, presente en 180 plaguicidas en México, es sólo uno de los más documentados por sus daños a la salud y el medio ambiente. Foto: Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica)
El glifosato, presente en 180 plaguicidas en México, es sólo uno de los más documentados por sus daños a la salud y el medio ambiente. Foto: Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica)

 

Hablar de mezclas

“Lo que hemos detectado a nivel de laboratorio con diferentes sistemas de prueba es que no sólo es un compuesto (glifosato) lo que ocasiona los daños, es la mezcla con otros”, explica Julieta Castillo, investigadora del Laboratorio de Genética la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), quien ha trabajado desde hace años estudiando las afectaciones de agroquímicos a trabajadores

En el centro del país, el Estado de México tiene una variedad de más de 100 flores. Lo que ha posicionado a la entidad como uno de los principales productores en floricultura que, a diferencia de la agricultura, no puede sustituir a sus trabajadores por actividades automatizadas. Desde la siembra hasta la cosecha, la labor es manual.

La producción se concentra al sur, en los municipios de Villa Guerrero, Tenancingo y Coatepec Harinas, donde destacan los cultivos de crisantemo, gladiola, clavel y rosa.

“En los invernaderos se fumiga con litros del compuesto en cuestión, que por regla son mezclas de plaguicidas… Los que aplican el fumigo eventualmente llevan una gorra o un mandil como equipo elemental, pero los que están haciendo otras actividades no llevan nada. El asunto es que fumigan a la planta, pero también a toda la cuadrilla de trabajadores que anda por ahí”, describe la investigadora Castillo.

 Como parte de los estudios que ha realizado, Castillo destaca los daños genotóxicos, que se refieren a las afectaciones al ADN. Uno de ellos son las malformaciones en los cromosomas que, entre las muchas afectaciones, adquieren una estructura diferente a la normal.

“Por cada evento de estos surge una mutación sin poder precisar si es favorable o desfavorable para la células”, señala la investigadora.

Asimismo, los estudios también han demostrado daños en la capacidad reproductiva. En los hombres hay una baja de espermatozoides con múltiples alteraciones morfológicas, lo cual se refleja en la fertilidad. Mientras que en otros casos surgen las malformaciones congénitas, las cuales han sido cada vez más frecuentes en municipios mexiquenses como Villa Guerrero.

Las condiciones en las que se aplican los plaguicidas también son determinantes en el impacto que tienen en las personas. Foto: Laura Arias/Pexels.
Las condiciones en las que se aplican los plaguicidas también son determinantes en el impacto que tienen en las personas. Foto: Laura Arias/Pexels.

De acuerdo con las investigaciones, los efectos también dependen de las condiciones. En el caso del Estado de México se han estudiado en floricultores que trabajan en espacios reducidos sin indumentaria para protección y haciendo uso de mezclas de plaguicidas. Sin embargo, esto no niega los daños que puedan experimentar agricultores que trabajan en los grandes monocultivos de la industria agrícola.

 

Un campo limpio

Un problema derivado del uso de agroquímicos ha sido la gestión de residuos. Los plaguicidas se venden en envases de plástico que sin un tratamiento adecuado terminan en suelos y cuerpos de agua generando daños al medio ambiente.

En México existe la Ley General para la Prevención y Gestión de los Residuos que en 2011 derivó en un plan de manejo enfocado a los agroquímicos. Uno de los programas dedicados a esta área es el de Campo Limpio, parte de Amocali A.C., una asociación civil creada por los fabricantes de estos productos.

Campo Limpio se basa en un plan de manejo afín a los lineamientos de la Semarnat y el Código de Conducta de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).

Dicho plan contempla fases como un triple lavado posterior al uso para eliminar los residuos, el depósito en centros de acopio, el acondicionamiento de los envases y el destino final que permite generar materia prima para hacer nuevos. En cuanto a centros de acopio en total hay 71, aunque no siempre resultan suficientes.

“Al día de hoy nos hemos dado cuenta que la legislación quedó genérica”, señala el ingeniero Víctor Celaya, director general de Amocali A.C., quien apunta que en México las leyes han permitido que la gestión de residuos sea más un tema de voluntad que de obligación.

“Si tú observas una legislación como la brasileña o española, el 99% de los sujetos obligados participa. Ese es un tema. El otro tema es que la ley no contempló obligatoriedad al usuario para que tenga un recibo de comprobación de cuando lo compró y un recibo de comprobación de cuando lo devolvió”, explica Celaya.

Entérate: Aceptan autoridades recomendación de CNDH para restringir el uso de plaguicidas de alta peligrosidad

El resultado es que actualmente sólo pueden recuperarse 25 de cada 100 envases de agroquímicos al año. Una cifra significativa pero distante de países como España que recupera 74 y Brasil, 95, de acuerdo con Amocali A.C.

Mientras que respecto a los distribuidores sólo tienen a 40 asociados al programa frente a los más de 2 mil 300 que existen en todo el país.

 

Víctor Celaya dice que Amocali A.C. no tiene una postura sobre el uso de plaguicidas, ya que se consideran sólo un mecanismo de gestión de residuos. Sin embargo, asegura que apoyan lo que se demuestra científicamente. Incluso tienen convenios con universidades para compartir una visión ambiental del manejo de envases a licenciaturas relacionadas con el sector agropecuario.

Los envases de Campo Limpio se dividen según la cantidad de material reciclado. Foto: Patricia Ramírez
Los envases de Campo Limpio se dividen según la cantidad de material reciclado. Foto: Patricia Ramírez

Mientras la prohibición del glifosato está pendiente, en Nanacamilpa, Calpulalpan y Españita, al poniente de Tlaxcala, para cultivar la tierra se implementan alternativas de agroecología, exista ley o no.

“Aquí en Tlaxcala los herbicidas los hemos visto en los monocultivos o en cultivos donde no hacen las prácticas culturales”, dice Pánfilo Hernández Ortíz.

Por su parte, Fernando Bejarano considera que más allá de las prohibiciones, lo que realmente es necesario es cambiar la forma de ver y manejar el campo. Empezando por las arvenses o “malas hierbas”, algunas de éstas comestibles como los quelites o las verdolagas.

“Pensar que sólo existe un solo producto dañino y no modificar nada del manejo es un enfoque erróneo. Se trata de cambiar el manejo del cultivo que permita recuperar también la biodiversidad y elevar la productividad fortaleciendo la fertilidad biológica del suelo. No encontrando otro agrotóxico que mate con la misma efectividad”, apunta Bejarano.

 

*Este reportaje fue publicado originalmente en Causa Natura Media.

 

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Imagen BBC
“Ataque sin precedentes”: cómo ocurrieron explosiones de aparatos buscapersonas que dejaron al menos nueve muertos en Líbano
7 minutos de lectura

Esto es lo que se sabe del sofisticado ataque del que Líbano y Hezbolá culpan a Israel.

18 de septiembre, 2024
Por: BBC News Mundo
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Miles de personas resultaron heridas en Líbano tras la explosión casi simultánea en todo el país de aparatos buscapersonas que eran utilizados por miembros del grupo armado Hezbolá para comunicarse.

Al menos 9 personas murieron en las explosiones, y cientos más fueron atendidas en hospitales de todo el país. Según el Ministerio de Salud libanés, al menos 2,750 personas resultaron heridas, 200 de ellas de gravedad.

Hezbolá y Líbano culparon a Israel del ataque. Las autoridades israelíes se han negado a hacer comentarios por el momento.

Funcionarios estadounidenses y de otros países citados por el New York Times aseguraron que las explosiones se produjeron como resultado de la implantación por parte de Israel de material explosivo en un lote de buscapersonas importado recientemente a Líbano.

Esto es lo que se sabe.

Una persona herida es llevada en una camilla luego de la explosión de aparatos buscapersonas en Líbano.
Reuters
Cientos de heridos llegaron a los hospitales del país, luego de que ocurrieran explosiones simultáneas en varios lugares.

¿Qué ocurrió?

Las explosiones comenzaron en el sur de Beirut y otras zonas de Líbano el martes por la tarde hacia las 15:45 hora local.

Los testigos afirmaron que vieron salir humo de los bolsillos de la gente y luego se produjeron pequeñas explosiones que sonaban como fuegos artificiales o disparos.

En un video que circuló en redes sociales se observa una explosión en el bolsillo del pantalón de un hombre que estaba de pie junto a la caja registradora de una tienda.

Las explosiones continuaron durante aproximadamente una hora, según informó la agencia de noticias Reuters.

Poco después, decenas de personas comenzaron a llegar a hospitales en todo Líbano, y varios testigos relataron escenas de confusión masiva. La mayoría de los afectados presentaba heridas en las manos y el rostro.

Una fuente cercana a Hezbolá le dijo a AFP que uno de los muertos era hijo de un parlamentario de Hezbolá, y que la hija de 10 años de otro miembro de Hezbolá también murió.

El jefe de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasrallah, no resultó herido en las explosiones, informó Reuters.

Mojtaba Amani, embajador de Irán en Líbano, es uno de los heridos. Otras 14 personas resultaron heridas por explosiones en Siria.

Según señala el corresponsal de seguridad de la BBC, Frank Gardner, desde el comienzo del conflicto de Gaza el año pasado, Hezbolá había advertido a sus miembros de que no utilizaran teléfonos celulares por temor a que pudieran ser manipulados o rastreados por agentes de inteligencia israelíes, por lo que estaban usando aparatos buscapersonas -conocidos también como mensáfonos o beepers en inglés- para comunicarse.

Un aparato buscapersonas o beeper
Getty Images
Los miembros de Hezbolá utilizan aparatos buscapersonas en lugar de teléfonos móviles para comunicarse porque son menos vulnerables a ser incerceptados.

¿Cómo explotaron los buscapersonas?

Los analistas no tardaron en expresar su asombro por la magnitud del ataque del martes, que dijeron que “no tiene precedentes”.

Según informó The New York Times, funcionarios de varios países aseguraron que las explosiones de los aparatos buscapersonas se explican porque estos fueron alterados por Israel antes de llegar a Líbano.

Según las mismas fuentes, en cada buscapersonas se habría implantado entre 28 y 57 gramos de material explosivo junto a su batería y un interruptor que podía ser accionado de manera remota.

Una fuente le dijo al The Wall Street Journal que los dispositivos afectados procedían de un envío que Hezbolá había recibido en los últimos días.

Este tipo de ataques en la cadena de suministro son una preocupación creciente en el mundo de la ciberseguridad, dado que recientemente se han producido muchos incidentes de alto nivel provocados por hackers que logran acceder a ciertos productos mientras están en fase de desarrollo.

Pero estos ataques se limitan normalmente al software. Los ataques a la cadena de suministro de hardware son mucho menos frecuentes, ya que implican acceder directamente al dispositivo.

En palabras del experto de seguridad Dmitri Alperovitch, el de este martes se trata de “quizás uno de los ataques a la cadena de suministro físico más extensos de la historia”.

Los hospitales libaneses recibieron a cientos de heridos por las explosiones.
Reuters

¿Quién es el responsable?

De momento, nadie se ha atribuido la autoría de las explosiones, pero el primer ministro libanés y Hezbolá responsabilizaron a Israel.

Los funcionarios al tanto de la operación citados por The New York Times también dijeron que Israel estuvo detrás de lo ocurrido.

El primer ministro libanés, Najib Mikati, afirmó que las explosiones representan una “grave violación de la soberanía libanesa y un crimen bajo todos los estándares”.

Hezbolá, por su parte, señaló en su comunicado a Israel de ser “plenamente responsable de esta agresión criminal que, además, tuvo como objetivo a civiles”.

“Este enemigo traicionero y criminal recibirá sin duda su justo castigo por esta agresión pecaminosa, lo espere o no”, añadió.

Las autoridades israelíes no han respondido a las acusaciones, pero analistas independientes coinciden en que parece probable que esté detrás del ataque.

El profesor Simon Mabon, catedrático de Relaciones Internacionales de la Universidad de Lancaster, explicó a la BBC: “Sabemos que Israel tiene precedentes en el uso de tecnología para rastrear a sus objetivos”, pero calificó la magnitud de este ataque como “sin precedentes”.

Lina Khatib, de la organización británica Chatham House, afirmó que el ataque sugiere que Israel se ha infiltrado “profundamente” en la “red de comunicaciones” de Hezbolá.

El ejército israelí no se ha referido a las explosiones.
Getty Images
El ejército israelí no se ha referido a las explosiones.

¿Por qué es un ataque extraordinario?

El ataque es extraordinario no solo porque infiltrarse en la cadena de suministro de un hardware es inusual.

“Hezbolá se enorgullece de sus estrictas medidas de seguridad, perfeccionadas a lo largo de décadas de enfrentamientos directos con Israel”, explica Emily Harding, exanalista de la CIA, quien añade que una falla de seguridad de esta magnitud resulta muy vergonzosa para el grupo armado.

“No sólo es físicamente dañina, sino que también les hará cuestionarse todo su aparato de seguridad”, dijo a la BBC.

“Yo esperaría que lleven a cabo una intensa investigación interna”, agregó Harding.

Hezbolá
Getty Images
Hezbolá es un grupo armado influyente políticamente en Líbano, señalado como terrorista por Estados Unidos.

Hezbolá depende en gran medida de los aparatos buscapersonas para sus comunicaciones.

Hace tiempo que abandonaron los teléfonos móviles por ser demasiado vulnerables, como demostró el asesinato por parte de Israel del fabricante de bombas de Hamás Yahya Ayyash en 1996.

Pero un miembro de Hezbolá le dijo a la agencia de noticias AP que los buscapersonas que explotaron eran de una marca nueva que el grupo no había utilizado antes.

¿Escalará el conflicto entre Hezbolá e Israel?

Hezbolá es aliado de Irán, archienemigo de Israel en la región. El grupo forma parte del Eje de Resistencia de Teherán y lleva meses librando una guerra de bajo nivel con Israel, intercambiando a menudo cohetes y misiles a través de la frontera norte israelí. Comunidades enteras han sido desplazadas en ambos lados.

Las explosiones de este martes se produjeron pocas horas después de que el gabinete de seguridad de Israel declarara como objetivo de guerra oficial el regreso seguro de los residentes del norte del país a sus hogares.

El primer ministro Benjamin Netanyahu le dijo a un funcionario estadounidense que Israel “haría lo necesario para garantizar la seguridad” del país.

Este mismo martes, Israel había anunciado que un ataque mató a tres miembros de Hezbolá cerca de la frontera y Hezbolá también dijo que llevó a cabo ataques con drones y misiles contra tropas israelíes.

En total, 589 personas han muerto en Líbano desde octubre pasado, según el ministerio de Salud de ese país. Del lado israelí, han muerto 46 personas según información del gobierno.

A pesar de las continuas tensiones, los observadores afirman que hasta ahora ambas partes han intentado contener las hostilidades sin cruzar la línea hacia una guerra a gran escala. Pero se teme que la situación se salga de control, pues Hezbolá ya amenazó con responder a las explosiones de los aparatos buscapersonas.

Una vocera de la ONU calificó los acontecimientos de este martes como “extremadamente preocupantes, sobre todo teniendo en cuenta que se producen en un contexto extremadamente volátil”.

Nicholas Blanford, miembro del centro de estudios estadounidense Atlantic Council, advirtió que los dirigentes de Hezbolá se enfrentan ahora “a una presión extrema de sus filas y simpatizantes para tomar fuertes represalias”, y describió este como “el momento más peligroso” del conflicto Hezbolá-Israel desde octubre.

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