
Una conversación con la excomisionada nacional de búsqueda, Karla Quintana, llevó a familiares de personas desaparecidas de Oaxaca a detectar la necesidad de emprender un registro propio de personas desaparecidas, que no dependa de ninguna institución de gobierno y pueda consultarse desde cualquier dispositivo.
El hermano de Karina, Adelaido Espino Carmona, desapareció el 13 de julio de 2010 junto con 9 personas más, pero ella nunca llegó a tener certeza de que su registro formara parte, con los datos correctos, del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RPDNO). Aquella vez, sentada con la comisionada, Quintana tampoco pudo comprobárselo, por no tener a la mano cómo consultarlo.
Así surgieron distintas ideas: contemplar incluir imágenes, o que se pudiera contar con un formato simple y amigable para rellenar, y sobre todo, que fuera posible conocer claramente quién y cómo era cada persona, sin considerarla sólo una cifra que engrosara la estadística.
Justo de esa manera lucen los registros en el portal Buscando Desaparecidos Mx, con la intención de que “sea posible visualizar a todas y todos nuestras y nuestros desaparecidos, por zona, municipios, alcaldías, estados o regiones para búsquedas más amplias”, explica Karina.
“El Registro (Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas) es como una lista de compras… Siento que por eso no le ponen esmero en buscar, porque ni siquiera ven quiénes son, no se sensibilizan en ese sentido. Entonces surgió esta idea, incluso tiene un alcance para un millón de personas, está abierta para poderle anexar botones de emergencia, de alertas, por ejemplo, de WhatsApp, para que en el momento que haya un desaparecido se alerte”, cuenta en entrevista.
Aclara que la página está diseñada para que pueda habilitarse ese botón de alerta, que hasta ahora no se ha echado a andar por falta de recursos, sin embargo, para la hermana de Adelaido se trata de una iniciativa necesaria porque facilita el ingreso de los registros. “Está abierto a muchas mejoras; también surgió lo de tener una ficha en el momento, cuando integra los datos en la base del portal”, añade.
Esto derivado de un caso que conocieron en el que una mujer fue secuestrada, su hija hizo la denuncia y durante tres años las autoridades no elaboraron una ficha de búsqueda. Se la entregaron solo después de pasado ese tiempo. En el portal impulsado por diversas familias de personas desaparecidas y otros aliados, se ingresa la fotografía y los datos, y ahí mismo se obtiene una ficha de búsqueda.

La ficha puede publicarse o imprimirse y, a la vez, contiene un QR que, al escanearlo, envía al portal de inmediato. “Es una manera de tener la ficha en el momento, y no esperarte que si el MP te la da, que si la alerta amber; ya después la puedes subir, o puedes ingresar más fotos todavía y documentos, por ejemplo, tu expediente lo podrías integrar si quisieras tener un registro como tal, es muy amplio y muy sencillo de usar”, explica Karina.
Los colectivos de Oaxaca buscan que este portal sea ciudadano y que otros colectivos puedan hacerlo suyo, sin restricciones. Por ahora, han participado Sabuesas Guerreras, uno de San Luis Potosí que también se ha animado a subir registros, y uno más del Estado de México, así como familiares de personas desaparecidas de otras entidades, lo que hasta ahora suma 2 mil fichas.
Además, como parte de la iniciativa tienen habilitado un número de whatsapp al que también pueden ser enviados los registros. “Comparte tu ficha por WhatsApp al 5530717128, para que podamos subirla al portal buscando junt@s”, invita la propia página. En esta también se aclara que alojar ahí la información no tiene ningún costo, que no es indispensable formar parte de una organización o colectivo –aunque se sugiere el acompañamiento–, y que el portal no tiene fines políticos ni religiosos.

La visita de Quintana que llevó a la iniciativa del portal independiente se dio varios años antes que la iniciativa presidencial, ordenada por la administración del expresidente López Obrador, de depurar el RNPDNO mediante lo que llamó Estrategia Nacional de Búsqueda Generalizada, que al final redujo cifras y suscitó cuestionamientos en torno a omisiones, dudas y opacidad.
Sin embargo, tras conocer sus resultados y el descontento de los colectivos por no haber sido siquiera consultados, Karina concluye que la idea de un portal independiente, aunque previa, podría ser útil incluso en el sentido de tener un registro fuera de instancias gubernamentales que pueden emprender, de manera inesperada y dependiendo de la administración, cualquier acción tendiente a borrar registros, o al menos a sembrar cierta incertidumbre en las familias.
El portal independiente empezó a funcionar hace apenas un año, porque para los colectivos fue difícil reunir todo lo necesario, hacer las pruebas y, sobre todo, obtener los recursos suficientes. Incluso, participó un programador solidario que también tiene un familiar desaparecido.
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“Es una herramienta importante, porque nos permitiría a nosotros como familiares tener los datos correctos de nuestros desaparecidos. La cifra es alta de los que están desaparecidos, y sería nuestra herramienta por estado. Yo en Oaxaca podría revisar cuántos están desaparecidos metiendo solo el código postal, o el estado o el municipio”, señala Karina.
Eso no solo facilitaría el trabajo de búsqueda –dice–, sino confrontar esos resultados con las autoridades, porque hay muchas que minimizan las cifras, o incluso las consideran menores porque hay personas que no denuncian formalmente. “Puede que haya más en el portal que en la misma comisión o la fiscalía; de lo que nos quejábamos era de eso, que por ejemplo en el RNPDNO a veces están mal las fechas, las edades, el nombre de quien denuncia, o no aparece en la lista”, reclama.
El margen de error, para ella, es amplio, por lo que las familias podrían tener datos más certeros y un control más puntual de los registros, además de que sería también un archivo propio de información. “Que sea nuestro, ciudadano, de colectivos”, propone la hermana de Adelaido. Y subraya que no implicaría, de ninguna manera, que perteneciera a un solo colectivo, sino a todos los familiares de personas desaparecidas.
“Se hizo así, que sea muy amplio, y que se pueda tener un acceso de más personas, porque tenemos países vecinos que tienen personas desaparecidas, como Honduras o Guatemala, que tampoco es fácil que acá les hagan una ficha de búsqueda. Está abierto a que lo utilicen diferentes colectivos, entre todos nos tenemos que ayudar”, sostiene Karina.
Actualmente, confiesa, lo que sí buscan quienes impulsaron la iniciativa son recursos para mantenerla. Desde su perspectiva, una de las mejores posibilidades estaría al interior de universidades, que además tienen el conocimiento para el manejo de plataformas, aunque las organizaciones de la sociedad civil de igual manera podrían ser una fuente de colaboración, particularmente para trabajar en el aspecto de la alerta.
“Es un sueño muy guajiro, pero te imaginas que los taxistas, la central de autobuses, aeropuertos pudieran tenerlo; Protección Civil, bomberos, policías, Policía Federal, Guardia Nacional, pudieran decir ‘acaba de pasar esto’; es muy loco, pero sería muy bueno”, dice.
Desde los días que pasó recientemente en el plantón de familias de personas desaparecidas en el Zócalo, en el contexto del último informe del expresidente López Obrador, Karina ha subrayado la convicción que la ha mantenido en la búsqueda de su hermano: que la unión hace la fuerza. Para ella, la incipiente iniciativa de un portal independiente es una pequeña muestra.
“Nosotros luchamos y exigimos por los más de 116 mil desaparecidos, no nada más por los nuestros, la lucha es para todos y yo creo que la presidenta Claudia debería ver eso, que no somos uno, no somos 10, somos miles de personas familiares que exigimos por nuestros desaparecidos”, sostuvo desde aquellas jornadas en el asta bandera.

En lo que respecta a la monogamia, los humanos se parecen más a las suricatas y a los castores que a nuestros primos primates.
En nuestra vida amorosa, nos asemejamos más a estas mangostas sociales y unidas que a nuestros primos primates, según sugiere una clasificación de monogamia elaborada por científicos.
Con un 66% de monogamia, los humanos obtienen una puntuación sorprendentemente alta, muy superior a la de los chimpancés y los gorilas, y a la par de las suricatas.
Sin embargo, no somos ni mucho menos la criatura más monógama.
El primer puesto lo ocupa el ratón californiano, un roedor que forma vínculos inseparables para toda la vida.
“Existe una liga de élite de la monogamia, en la que los humanos se encuentran cómodamente, mientras que la gran mayoría de los demás mamíferos adoptan un enfoque mucho más promiscuo para el apareamiento”, afirmó Mark Dyble, investigador del Departamento de Arqueología de la Universidad de Cambridge.
En el mundo animal, el emparejamiento tiene sus ventajas, lo que podría explicar por qué ha evolucionado de forma independiente en múltiples especies, incluida la nuestra.
Los expertos han propuesto diversos beneficios para la llamada monogamia social, en la que las parejas se unen durante al menos una temporada de reproducción para cuidar a sus crías y ahuyentar a los rivales.
Dyble examinó varias poblaciones humanas a lo largo de la historia, calculando la proporción de hermanos de padre y madre (individuos que comparten la misma madre y el mismo padre) en comparación con los medio hermanos (individuos que comparten la madre o el padre, pero no ambos).
Se recopilaron datos similares para más de 30 mamíferos monógamos sociales y de otras especies.
Los humanos tienen un índice de monogamia del 66% de hermanos de padre y madre, por delante de las suricatas (60%), pero por detrás de los castores europeos (73%).
Mientras tanto, nuestros primos evolutivos se sitúan en la parte inferior de la tabla: los gorilas de montaña con un 6%, y los chimpancés con solo un 4% (al igual que el delfín).
En último lugar se encuentra la oveja de Soay, de Escocia, donde las hembras se aparean con múltiples machos, con un 0,6% de hermanos de padre y madre.
El ratón californiano ocupó el primer puesto, con un 100%.
Sin embargo, estar clasificados junto a suricatas y castores no significa que nuestras sociedades sean iguales: la sociedad humana es completamente diferente.
“Aunque la proporción de hermanos de padre y madre que observamos en los humanos es muy similar a la de especies como las suricatas o los castores, el sistema social que vemos en los humanos es muy distinto”, declaró Dyble a la BBC.
“La mayoría de estas especies viven en grupos sociales similares a colonias o, quizás, en parejas solitarias que se desplazan juntas. Los humanos somos muy diferentes. Vivimos en lo que llamamos grupos con múltiples machos y múltiples hembras, dentro de los cuales existen estas unidades monógamas o de pareja estable”, explicó.
Kit Opie, profesor del Departamento de Antropología y Arqueología de la Universidad de Bristol, que no participó en el estudio, afirmó que este es otro elemento clave para comprender cómo surgió la monogamia en los seres humanos.
“Creo que este artículo nos proporciona una comprensión muy clara de que, a lo largo del tiempo y en diferentes lugares, los humanos son monógamos”, declaró.
“Nuestra sociedad se parece mucho más a la de los chimpancés y los bonobos; simplemente hemos tomado un camino diferente en lo que respecta al apareamiento”, agregó.
El nuevo estudio fue publicado en la revista científica Proceedings of the Royal Society: Biological Sciences.
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