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Agresiones a defensores ambientales evidencian el vacío de autoridad; reto de Sheinbaum, brindarles seguridad
Agresiones a defensores ambientales evidencian el vacío de autoridad; reto de Sheinbaum, brindarles seguridad
Foto: Daniela Reyes
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Agresiones a defensores ambientales evidencian el vacío de autoridad; reto de Sheinbaum, brindarles seguridad

Se requiere presupuesto para ampliar las capacidades de protección a quienes defienden el medio ambiente y un reconocimiento hacia quienes ejercen esta labor, de acuerdo con Mario Sánchez, director regional noroeste del Cemda.
13 de agosto, 2024
Por: Daniela Reyes / Causa Natura Media

Uno de los retos más importantes para la presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, será brindar seguridad a quienes defienden el medio ambiente, la tierra y el territorio, señaló Alejandro Olivera, representante en México para el Centro para la Diversidad Biológica.

En 2023 se registraron 20 agresiones en las que perdieron la vida personas defensoras del medio ambiente, se trata de la quinta cifra más alta documentada en los últimos 10 años según un informe del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda).

Además, durante la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se han registrado 102 personas defensoras del medio ambiente asesinadas.

“Obviamente (la clase gobernante) conoce la problemática pero este gobierno (actual) ha fracasado en recuperar el control y la política de combate al crimen organizado y acabar con las extorsiones, no ha funcionado. Se necesita que los municipios recuperen la autoridad, desde ahí. Es un reto muy grande para la próxima presidenta hacer las cosas diferentes para recuperar los territorios, acabar con las extorsiones a todo nivel del crimen organizado en muchas actividades económicas y explotación de los recursos naturales”, señaló Olivera.

Un informe publicado en 2023 por la organización Global Witness posicionó a México como el tercer país a nivel mundial con más asesinatos a personas defensoras, entendidas como aquellas que, colectiva o individualmente, actúan en favor del medio ambiente y el territorio.

Leer: Detienen a 15 defensores y activistas que protestaron contra Corredor Interoceánico y gentrificación en Oaxaca

La violencia en general hacia quienes defienden el medio ambiente es alentada por la ausencia del gobierno en los territorios, por lo que para combatirla se requiere presupuesto para ampliar las capacidades de protección a quienes defienden el medio ambiente y un reconocimiento hacia quienes ejercen esta labor, de acuerdo con Mario Sánchez, director regional noroeste del Cemda.

“Necesitan recursos para que exista presencia de la autoridad en las comunidades que están aisladas, esa debería ser la estrategia de la autoridad, pero esto requiere un cambio de visión donde la administración pública reconozca y respete el esfuerzo de quienes defienden el territorio, para que no sea un tema de inseguridad, sino que sume a su calidad de vida. Esa visión movería las prioridades en la distribución de recursos y de actividades”, señaló Sánchez.

La violencia en el noroeste de México

Los estados del noroeste de México, debido a sus grandes extensiones de costas, concentran la mayoría de sus conflictos socioambientales en actividades como la pesca y el uso de suelo para inversiones turísticas e inmobiliarias.

“En el noroeste somos básicamente la costa más grande de México y muchos de los conflictos socioambientales tienen que ver con la ocupación, el uso, la apropiación y el desarrollo y lo que queda muy lastimado, es el tema de acceso y disfrute público de estos espacios, y no sólo de los espacios, sino a los recursos naturales que se requieren proteger o mantener para que haya una calidad de vida de las costas, de las personas y las comunidades”, señaló Sánchez.

Según el informe de Cemda, durante el 2023 se registraron 282 agresiones en contra de personas y comunidades defensoras de derechos humanos ambientales que van desde homicidios, ataques sexuales, daño a la propiedad, hostigamiento e intimidación.

También señala que el principal agente agresor fue el gobierno con una participación en 61 eventos de agresión (49.59% de los casos). Le sigue el crimen organizado, con una participación en 37 casos (29.6%). En tercer lugar, la empresa privada, teniendo participación en 19 casos (15.45%).

“En mi percepción ha ido aumentando la violencia, tanto en Baja California Sur como en Baja California. Los mismos pescadores dicen que el crimen organizado controla el mercado, cosa que no sucedía en el sexenio pasado. Cada vez alcanza nuevas ciudades, nuevos sitios, nuevos recursos que en un sexenio atrás no sucedía”, señaló Olivera.

Leer: Congreso de CDMX aprueba que rescatistas de animales puedan recibir estímulos fiscales y financieros

Aunque quienes son más vulnerables a padecer una agresión de manera más directa son las personas y comunidades que están defendiendo su propio territorio, Olivera señaló que nadie tiene una garantía de no sufrir una agresión, y que incluso con la diversificación de sus ingresos, el crimen organizado está presente en tantas actividades económicas que termina afectando colateralmente a muchísimas más personas.

“El crimen organizado quieren controlar toda la cadena productiva entonces viene la extorsión para empresarios involucrados, a personas que buscan la protección de los recursos naturales o simplemente por estar ahí en ese en ese mismo ambiente puede ser sujeto a amenazas, y esto sucede más con los recursos pesqueros porque son muy redituables y hay toda una logística e infraestructura. Son muchas las personas que están involucradas por un vacío de autoridad y falta de control en los municipios. Hemos visto que a pesar de que sí se denuncian, terminan en una tragedia”, señaló Olivera.

Así sucedió este 10 de julio de 2024 cuando asesinaron a la empresaria y directiva de la Cámara Nacional de las Industrias Pesquera y Acuícola (Canainpesca) en Baja California, Minerva Pérez, en un ataque armado directo mientras conducía.

Pérez denunciaba a la pesca ilegal y las afectaciones que acarreaba, e incluso recientemente expuso que el sector pesquero estaba siendo objeto de “cobro de piso” o extorsión, en toda la cadena productiva, incluyendo restauranteros y hoteleros.

“Las personas somos muy vulnerables ante el crimen organizado, en cualquier momento puede haber una agresión, entonces muchas veces las denuncias ante los medios de comunicación, la denuncia ante la autoridad no es suficiente porque no actúa o no considera suficiente evidencia para brindar protección y todo esto queda en impunidad”, señaló Olivera.

Entérate: En 2022, mataron en México a 31 defensores del medio ambiente; al menos 16 eran indígenas

Actualmente hay organizaciones como Artículo 19, Propuesta Cívica y Amnistía Internacional sección México, que brindan acompañamiento y asesoría jurídica a defensoras y defensores de derechos humanos, e institucionalmente la Comisión Nacional de Derechos Humanos y sus oficinas estatales tienen la función de acompañar, enseñar, defender, recomendar y abogar por personas y comunidades ante el gobierno.

 

 

*Este artículo se publicó originalmente en Causa Natura Media.

 

 

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Imagen BBC
Trinidad, la isla del Caribe donde se está abandonando el concreto para construir viviendas
10 minutos de lectura

En la isla se están construyendo edificaciones que buscan adaptarse al territorio y al entorno para ayudar a aliviar los estragos del cambio climático. Y utilizando saberes tradicionales.

27 de febrero, 2025
Por: BBC News Mundo
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Cuando Erle Rahaman-Noronha decidió dedicarse a la agricultura en 1997, el terreno donde se instaló en Freeport, como mucha de la tierra agrícola en la isla caribeña de Trinidad, era de monocultivo, un remanente de las plantaciones coloniales que marcaron la historia de la región.

“Hay un árbol de limón cada seis metros. Y esos árboles no son aquí”, señala Rahaman.

Ahora, estas 12 hectáreas se parecen más a un bosque, salpicado de estructuras construidas con materiales reutilizados.

Pero Rahaman-Noronha no solo ha reforestado sus terrenos, también es bastante entusiasta conque las estructuras que conforman su granja sean sostenibles.

Una vez entras a la finca, el concreto te da la bienvenida con forma de casa. Pero toda otra estructura que hay en el lugar tiene un toque de la naturaleza: arcilla, que se consigue en un terreno cercano, madera de los árboles que están en la parte de atrás de la granja, botellas de vidrios recicladas y de todos los colores que brillan con la luz del sol.

También se pueden apreciar los rastros redondos de lo que solían ser algunas llantas de bicicletas que fueron enterradas para darle fuerza a la estructura. Todo esto terminado con parches de hierba seca que sirve de textura para las paredes.

La granja abraza las antiguas tradiciones de Trinidad para construir sus casas, cuando sus habitantes las construían con lo que tenían en la mano, en vez de importar materiales.

Pero él no solo está utilizando materiales que terminarían de otro modo en la basura, sino que está utilizando estilos de construcción que proveen algo de resistencia en contra de los efectos del cambio climático.

Dragon con forma de mirador.
Wa Samaki Ecosystems
Una estructura hecha con elementos reciclados y materiales naturales.

El esfuerzo es parte del proyecto llamado Wa Samaki Ecosystems, una organización sin ánimo de lucro fundada por Rahaman-Noronha que desea resaltar los beneficios de los cultivos regenerativos en el Caribe y educar a los residentes en cómo ejercer la sostenibilidad mientras rehabilitan los espacios que los rodean.

“La idea a largo plazo es tener un lugar dónde educar a las personas sobre el medio ambiente y vivir en equilibrio con la naturaleza”, explica.

Una cultura de concreto

Mucho de la arquitectura en Wa Samaki se apoya en el pensamiento creativo de la arquitecta y escultora Celine Ramjit.

Formas de cuerpos cósmicos, criaturas y animales míticos adornan el paisaje además de esta estructura única, todos hechos usando un proceso conocido como construcción de la Tierra: usando materiales del ecosistema.

Y significa que cada espacio construido tiene su propia personalidad y una huella ecológica.

Esto está muy lejos del estándar común de construcciones en Trinidad, donde muchas de las edificaciones modernas proyectan una uniformidad estéril.

Ramjit nota que en estos días la decisión de construir un edificio o una casa tiene que ver primordialmente con el presupuesto y el acceso a los materiales.

“Esto viene con un tema de educación, donde no se considera de dónde vienen los materiales o cómo se producen”, señala la arquitecta.

Pero construir rápido no deja mucho tiempo para observar el medio ambiente: patrones de lluvia, plantas, la vida animal o donde sopla el viento.

“Es de ese tipo de cosas de las que estamos desconectados”.

En vez de tener en cuenta estos aspectos, se opta por nivelar el terreno, remover los árboles y empezar la construcción casi desde cero, sin considerar qué hay ya presente en ese terreno y cómo se puede integrar con el diseño.

Como la deforestación y la pérdida de especies nativas son un problema ambiental, la práctica de limpiar lo que existe y crear algo completamente nuevo puede tener un efecto dominó en el suelo, por ejemplo el incremento de deslizamientos.

La desconexión con el medio ambiente es un sello de lo que se conoce como la “cultura del concreto” que se convirtió en algo prevalente en Trinidad a principios del siglo XX.

Niños con manos en el fango
Wa Samaki
Wa Samaki organiza talleres comunitarios donde la gente puede aprender a “construir con tierra”

Asad Mohammed, director de la Red del Manejo Urbano y de la Tierra del Caribe, atribuye esto al “impacto de la influencia de la arquitectura Occidental que tienen poca relevancia en el contexto en donde vivimos”.

Él describe un “estilo moderno de edificios cuadrados” que no están aclimatados a los calores intensos del verano o los huracanes y las inundaciones de la época de lluvias.

Aprendiendo del pasado

Esas cajas de concreto no siempre fueron la norma en el Caribe.

A través de la historia, en esta región del planeta se han visto varios estilos arquitectónicos que han usado lo que Mohammed llama un “buen diseño típico”.

Por ejemplo, describe a las casas europeas hechas en madera, con adaptaciones con el clima regional como ventanas que podían cerrarse o abrirse adecuadamente durante la temporada de tormentas y toldos para protegerse de la fuerte luz del sol.

Ahora, señala el experto, esas viviendas han sido reemplazadas con ventanas planas que tienen que estar cerradas siempre para evitar la exposición constante al sol o de la lluvia, por lo que el edificio tiene que tener aire acondicionado.

De hecho, las primeras casas en la región no tenían ventanas o incluso, muros.

Tracy Assing, miembro de la Comunidad de Pueblos Originarios en Arima y directora del documental “The Amerindians” anota que para sus ancestros, las estructuras más viejas eran de madera y techos de paja.

Y la mayoría de ellas estaban abiertas al aire.

“Era más como un refugio, con una situación de ático”, señala Assing.

Eran estructuras de temporadas, construidas para ser devueltas a la tierra y reconstruir si era necesario.

“El barro fue un avance tecnológico”, agrega.

Mientras las comunidades indígenas en el Caribe usaban arcilla para construir pequeñas estructuras como hornos en los tiempos precolombinos, fue tiempo después que se utilizó en una vivienda.

Pero para el siglo XVII, la influencia colonial española combinada con las técnicas indígenas había conducido a la popularidad de las estructuras de barro y adobe conocidas como tapia, que es lo más cercano a la técnica utilizada en la actualidad por Wa Samaki.

La arquitecta Celine Ramjit
Wa Samaki
Celine Ramjit sostiene un ladrillo de arcilla y hierba sin cocer frente a una pared de experimentos de yeso.

El historiador Glenroy Taitt, en una investigación publicada hace poco señala que las casas de tapia son como un refugio con forma ovalada con un marco de madera y hecho con una mezcla de arcilla, agua y hierba para las paredes y un techo de paja y hojas de palma.

Incluso esos tipos de edificios se podían encontrar en todo el país bien entrado el siglo XX.

“La era de la tapia finaliza alrededor de los años 40. No solo la gente dejó de utilizar este método para construir sus casas, sino que comenzaron a verlo como algo de personas de menos recursos y primitivo”, señala.

Casas de esta época ahora son difícil de hallar en Trinidad y solo se pueden ver en museos, como el Avocat Mud House.

Este lugar fue construido en 1885 y se erige como un registro de los métodos de construcción del pasado, utilizando técnicas popularizadas aún más por los inmigrantes indios que migraron al Cáribe en el periodo conocido como fr “trabajo no remunerado”

Dentro de esta casa que tiene más de un siglo, uno puede sentir como la temperatura desciende, que es un signo de las casas construidas con arcilla.

Al ser la arcilla más porosa que el concreto, logra atrapar humedad que luego se evapora y de esta forma libera el calor de la superficie.

Con el cambio climático causando temperaturas récord en el Cáribe, un cuarto con una temperatura normal al mediodía es una hazaña sorprendente en una estructura sin ventanas, ventiladores o aire acondicionado.

La identidad nacional

Construcciones adaptadas al clima fue un sello de la arquitectura del Caribe y con los patrones climáticos cambiando alrededor del mundo y afectando particularmente los pequeños estados caribeños, hay una necesidad creciente de mirar el éxito de estos estilos antiguos de arquitectura, a la vez que se incorporan los avances del mundo moderno.

Desde casas de arcilla hasta casas de hierba, pasando por las estructuras coloniales europeas con sus techos altos y espacios abiertos y aireados, cada etapa de la historia del Caribe se ha reflejado en el estilo de la arquitectura construida en esos tiempos.

Cuando Trinidad y Tobago se independizó en 1962, tuvo que lidiar con lo que esto significaba para su identidad nacional y sus edificios.

El Arquitecto Sean Leonard habla de este desafío de la identidad.

“Después de la independencia, como parte de definir cómo sería este nuevo país se decidió cómo tenían que lucir nuestros edificios”, explica.

En paisajes urbanos, como las áreas donde Leonard usualmente trabaja, hacer cambios ecológicos es algo totalmente distinto a lo que se hac en el campo, como Wa Samaki.

Mientras él habla con clientes corporativos, quienes podrían no considerar un diseño tropical como prioridad, mejorar las cosas pueden ser detalles tan pequeños como utilizar un modelo más tradicional de ventana para poder atrapar mejor el viento frío que viene de afuera o dejar dejar una parte del suelo sin pavimentar para que pueda absorber mejor el agua de la lluvia.

Otra adaptación del clima usada a través de la historia del Caribe es construir estructuras elevadas del suelo, que ayuda a la circulación del aire frío durante el verano y protege de las inundaciones en las épocas de lluvias.

Paredes hechas con botellas recicladas
Wa Samaki
Una de las paredes de arcilla de la cocina de Wa Samaki, hecha con botellas de vidrio recicladas

Leonard describe esto como una técnica que ha sido usada a través de la historia de Trinidad, que todavía es utilizada y que puede servir tanto en la ciudad como en el campo.

Para las estructuras de arcilla como las que está construyendo Ramjit, que la estructura esté elevada del suelo es una necesidad de proteger la arcilla de absorber mucha humedad del piso.

El nuevo propósito de la basura

Técnicas tradicionales y materiales como la arcilla y la hierba no son las únicas utilizadas en Wa Samaki, ellos también usan materiales de la basura, para reducir los desperdicios.

El mirador del lugar está hecho de guadua que crece en esta región.

Y para los cimientos y los muros, con forma de dragón, de esta estructura utilizaron llantas usadas tiradas a la basura, que fueron recogidas por los vecinos y rellenadas de botellas vacías y otros desperdicios de plástico antes de ser cubiertas con arena y arcilla.

El techo está cubierto de viejos carteles publicitarios reciclados y un trozo de un tanque de agua, cuya otra mitad se utiliza para albergar algunos de los peces de Rahaman-Noronha (Wa Samaki significa “De los peces” en suajili, un guiño a su lugar de nacimiento, Kenia).

En otras construcciones de la granja, botellas de vidrio multicolores incrustadas en las paredes proporcionan una vía para que entren fuertes halos de luz y color.

Sin su intervención, estos materiales probablemente habrían terminado en uno de los vertederos de desechos de Trinidad, filtrando sustancias químicas a entornos cercanos como la Reserva Natural del Pantano de Caroni.

En Wa Samaki, el equipo ha plantado vetiver, una planta multiusos que se puede utilizar para tratar el residuo químico que dejan las basuras en el suelo.

En la granja, lo utilizan para estabilizar las orillas de sus estanques y evitar deslizamientos de tierra, pero también es uno de los ingredientes principales de sus construcciones de arcilla.

Casasa en un bosque
Wa Samaki
Una toma aérea de la densa jungla de Wa Samaki muestra un marcado contraste con el área circundante.

Ramjit lo utiliza en tiras para dar forma a las paredes de tierra. La hierba se cosecha y se seca, y sus hojas largas y resistentes forman la red perfecta para mantener unida una estructura de arcilla.

Pero Ramjit enfatiza la importancia de experimentar con las hierbas disponibles, en lugar de intentar conseguir un tipo específico.

En lugar de tener “recetas” fijas sobre lo que deberían ser sus materiales de construcción, prueba y experimenta con lo que tiene a mano y alienta a otros a hacer lo mismo.

Durante todo el proceso, hay una idea subyacente de tener curiosidad por lo que nos rodea, observar y colaborar con el mundo natural en lugar de tratar de someterlo a nuestro control.

Assig describe una filosofía similar transmitida a través de su comunidad, de “trabajar con el medio ambiente, en lugar de imponerse a él”.

Este enfoque colaborativo podría ser la clave, no solo para construir estructuras sostenibles que tomen prestado tanto del pasado como del presente, sino para cambiar toda una cultura de cómo los humanos piensan sobre su relación con la tierra.

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