El exgobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, recibió formal prisión en México por delitos contra la salud, tras ser deportado de Estados Unidos donde también estuvo preso.
De acuerdo con la Fiscalía General de la República (FGR) el juez Segundo de Distrito de Procesos Penales Federales en el Estado de Tamaulipas, con sede en Matamoros, emitió el auto de formal prisión por delitos contra la salud en la modalidad de colaboración al fomento para posibilitar la ejecución de delitos de esa misma naturaleza.
Esto ocurre luego de que el pasado 9 de abril autoridades de los Estados Unidos lo deportaron en la Garita El Chaparral, en Tijuana, Baja California y le informaran de la orden de aprehensión en su contra, para posteriormente trasladarlo al penal del Altiplano, en el Estado de México, donde quedó a disposición del juez.
#FGRInforma | A través de #FEMDO se obtuvo auto de formal prisión en contra de Tomás “Y”, por delitos contra la salud en la modalidad de colaboración al fomento para posibilitar la ejecución de delitos de esa misma naturaleza. El 09 de abril autoridades de los EUA lo deportaron… pic.twitter.com/WJsr8xVfUO
— FGR México (@FGRMexico) April 16, 2025
En enero de 2024 se dio a conocer que Yarrington, quien había sido sentenciado en Estados Unidos a nueve años de prisión por aceptar más de 3.5 millones de dólares en sobornos ilegales y usarlos para comprar propiedades de manera fraudulenta llegó a un acuerdo con autoridades de dicho país para acortar su sentencia, para salir de la cárcel en noviembre de ese año.
Dicho ajuste se realizó tras la lucha judicial que mantuvo y luego de declararse culpable por lavado de dinero, además de que su defensa argumentó que no se había tomado en cuenta el tiempo en prisión desde que fue detenido en Italia en abril del 2017.
Posteriormente, de acuerdo con el Buró Federal de Prisiones y meses antes de lo previsto, en julio del 2024 el gobierno de Estados Unidos liberó a Yarrington.
Sin embargo, en México, el exgobernador de Tamaulipas contaba con dos órdenes de aprehensión, una por el presunto lavado de 12.7 millones de pesos y 450 mil dólares, y la otra por presuntamente facilitar el tráfico de drogas del Cártel del Golfo durante su mandato por lo que fue deportado.
Tomás Yarrington Ruvalcaba nació el 7 de marzo de 1957 en Matamoros, Tamaulipas, y durante su carrera política militó en el PRI, hasta mayo del 2012 cuando el partido tricolor decidió suspender su militancia debido a investigaciones en su contra.
Se desempeñó como diputado federal, alcalde de Matamoros y gobernador de Tamaulipas en el periodo de 1999 a 2004.
En 2011 surgieron las acusaciones formales en su contra luego de que un testigo protegido de la DEA lo acusó de colaborar con el Cártel del Golfo y Los Zetas en temas de lavado de dinero y tráfico de drogas. También se le señaló de estar involucrado en el homicidio del empresario y exfuncionario Rodolfo Torre Cantú, en Ciudad Victoria.
Yarrington fue detenido en 2017 en Italia y sentenciado a prisión en 2018 en Estados Unidos por lavado de dinero, liberado en julio del 2024 y deportado a México este 9 de abril.
Las acciones de Tesla han perdido más del 40% de su valor desde los máximos de inicios de año, lo que también se atribuye en parte a las actividades políticas de Musk.
Elon Musk, director ejecutivo de Tesla, anunció que reducirá su participación en el gobierno de Donald Trump, luego de que este martes el informe de ganancias e ingresos de la compañía mostrara una caída fuerte registrada en los primeros meses de este año.
Las ventas se han desplomado y la marca ha enfrentado críticas tras la incorporación de Musk a la política de la nueva administración de la Casa Blanca.
Tesla vio caer su beneficio neto un 71 % interanual en el primer trimestre de 2025, un desplome que se atribuye, entre otros factores, a las actividades políticas de su CEO, Elon Musk.
La empresa de estadounidense de vehículos eléctricos obtuvo US$409 millones en ganancias entre enero y marzo, según los resultados publicados este martes, en comparación con los US$1.400 millones del mismo periodo del año anterior.
Esta corrección coincide con una creciente controversia en torno a Musk, cuya participación en el gobierno de Donald Trump y su apoyo a políticos de extrema derecha en Europa han generado protestas, boicots y un declive de la imagen de la marca.
La empresa, de hecho, aludió al “cambio de sentimiento político” como una de las causas del descenso en sus beneficios, junto con “la incertidumbre en los mercados automotriz y energético”.
Los ingresos por ventas de Tesla también disminuyeron un 9 % interanual entre enero y marzo hasta US$19.300 millones, por debajo de las expectativas de Wall Street de US$21.100 millones.
Las entregas de vehículos cayeron un 13 % hasta 336.681 unidades, en el peor trimestre en ventas desde 2022.
La empresa alegó en la presentación de sus resultados que “la incertidumbre en los mercados automotriz y energético”, junto con “la rápida evolución de las políticas comerciales”, impacta negativamente la cadena de suministro global y la estructura de costos de Tesla y sus competidores.
“Esta dinámica, junto con el cambio de sentimiento político, podría tener un impacto significativo en la demanda de nuestros productos a corto plazo”, agregó.
Las acciones de Tesla han perdido más del 40 % de su valor desde los máximos de inicios de año, una caída más pronunciada que la de otras compañías que también han sufrido los primeros efectos de la guerra de aranceles de Trump.
Aunque sus títulos en Wall Street subieron tras la publicación de resultados, el consenso de analistas es que la reputación de la empresa está dañada.
El desplome en el beneficio de Tesla ha sido atribuido no solo a factores comerciales y logísticos, sino también a la figura cada vez más controvertida de Elon Musk.
Su papel como asesor de Trump en el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una oficina federal que ha recortado miles de empleos y presupuestos públicos, ha generado rechazo en ciertos sectores en Estados Unidos.
Tesla ha visto caer sus ventas de forma abrupta en su principal mercado nacional, California, estado caracterizado por su marcada tendencia a las ideas progresistas donde Trump perdió la votación frente a Kamala Harris en las elecciones del pasado noviembre.
Además, clientes habituales han optado por renunciar a la marca, y se han producido protestas y actos vandálicos en concesionarios.
Por otra parte, la imagen negativa hacia el gobierno de Trump en Europa y otros mercados podría haber disuadido a muchos potenciales clientes de adquirir un Tesla.
En este contexto, cada vez son más los analistas que opinan que Musk debe renunciar a su rol político para enfocarse mejor en dirigir la compañía.
Ese cambio parece ya estar a punto de materializarse.
Poco después de que se divulgaron los resultados de Tesla este martes, Musk anunció en una conferencia telefónica con analistas de Wall Street que a partir de mayo reducirá “significativamente” su dedicación al DOGE.
Aseguró que probablemente seguirá dedicando uno o dos días a la semana a trabajar en cuestiones gubernamentales, “mientras el presidente quiera que lo haga y mientras sea útil”.
Musk dijo que las “reacciones negativas” provienen de personas que “intentarán atacarme a mí y al equipo de DOGE”. Pero calificó su trabajo al frente de ese departamento como “crucial” y afirmó que “poner orden en la sede del gobierno está prácticamente hecho”.
Como principal factor externo de la reducción de beneficios de Tesla, los expertos señalaron una demanda debilitada a nivel mundial y la competencia cada vez más dura de otras empresas de vehículos eléctricos, especialmente las de China.
Entre ellas destaca el gigante chino de autos eléctricos BYD, que se ha expandido rápidamente ofreciendo autos de buen rendimiento a precios bajos, así como las marcas más exclusivas Xpeng y Nio, que se han centrado en el lujo y la tecnología avanzada.
BYD presentó recientemente un innovador sistema de carga ultrarrápida, mientras otras marcas como Volkswagen y Hyundai han lanzado modelos eléctricos con tecnología avanzada.
Las tensiones arancelarias entre Estados Unidos y China han agravado aún más la situación en los últimos meses.
Tesla ha tenido que pausar la importación de ciertos componentes fabricados en China tras el aumento de aranceles estadounidenses hasta el 145 %.
Como represalia, Pekín impuso sus propios aranceles, lo que obligó a Tesla a suspender temporalmente los pedidos de los modelos S y X en el país asiático.
Aunque Tesla produce la mayoría de sus vehículos estadounidenses en fábricas de California y Texas —lo que la protege parcialmente de los aranceles—depende de piezas importadas que ahora resultan más caras.
Esto, según expertos, podría forzar a la compañía a subir precios o asumir menores márgenes de beneficio.
La empresa también admitió que su división de energía, que fabrica baterías y sistemas de almacenamiento, se verá aún más afectada por el nuevo panorama comercial.
Por otra parte, Tesla reafirmó en su informe del martes su apuesta por la tecnología de conducción autónoma como una fuente clave de ingresos futuros.
Musk ha prometido lanzar un servicio de robotaxis en Austin (Texas) en junio y, más adelante este año, en California.
Tesla también ha prometido producir este año un nuevo modelo más barato aunque aún no ha mostrado el prototipo.
En su presentación de resultados la compañía no ofreció una previsión de ventas o beneficios para este año debido a la incertidumbre en la economía y las cadenas de suministro globales.
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