La extorsión es un delito que tomó fuerza en México alrededor de los años 2000, cuando el acceso a la telefonía celular se masificó. Desde ese momento se ha diversificado y sofisticado, pero no te preocupes, te decimos cómo identificarla y denunciar.
De acuerdo con información oficial, la extorsión consiste en que los delincuentes plantean escenarios que incluyen situaciones de riesgo o peligro para la víctima o sus familiares.
Estas condiciones implican amenazas de daño físico o patrimonial, supuestos secuestros, detención de familiares o presuntas organizaciones que “venden seguridad”. Aunque, también pueden ser argumentos menos agresivos como la obtención de premios, campañas de publicidad o fundaciones altruistas.
El objetivo final de una extorsión es que se les deposite dinero a través de tiendas departamentales, comercios o transferencia bancaria. Las víctimas usualmente son elegidas al azar, haciendo uso de directorios telefónicos, información obtenida por hackeos o incluso de redes sociales.
El delito de extorsión se puede dividir en dos variantes, la directa y la indirecta. En la primera los delincuentes acuden directamente al domicilio y amenazan a quien se encuentre; mientras que en la segunda se realiza de forma telefónica.
La extorsión directa se caracteriza porque los delincuentes pretenden cobrar por darte seguridad o no hacerte algún tipo de daño de forma presencial.
En algunas ocasiones te pueden dejar una tarjeta con un número telefónico o instrucciones para comunicarse contigo y así acordar la entrega de dinero.
La extorsión indirecta se realiza por teléfono y se basa en engaños, ya sea por ganar un premio, un presunto secuestro, la detención de un familiar, amenazas de muerte o secuestro, presuntos cobros de algún funcionario o de deudas.
En todos los casos los delincuentes buscarán hacer que entregues dinero a base de engaños o amenazas. Las personas más proclives a caer en estos engaños son niñas, niños, adolescentes y adultos mayores, aunque cualquiera puede caer.
Existen una gran cantidad de indicios que permiten conocer si estás siendo víctima de un engaño, permanece atento a esto:
El primer paso es mantener la calma y valorar la situación. Escuchar con atención los argumentos del extorsionador, analizarlos y no dejarse dominar por el impacto emocional.
Después deberás actuar dependiendo de si es una extorsión telefónica o presencial, en caso de que sea por llamada:
En el caso de que sea una extorsión en persona se recomienda mantener la calma, no negarse directamente, sino pedir un plazo de tiempo como una semana para dar respuesta y finalmente presentar tu denuncia.
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En ambos casos puedes llamar al 089 para denunciar de forma anónima, al 911 o a la línea de seguridad 55 5533 5533. En caso de ser posible anota el día y la hora de la llamada, así como el nombre de la persona que te llamó. También escribe sus exigencias como el monto, la sucursal bancaria u otros datos que te proporcione.
Para prevenir una extorsión el Gobierno de México recomienda: