El Ejército mexicano, a través del Centro de Operaciones del Ciberespacio (COC), monitorea las redes sociales para identificar a personas que critican las acciones de los militares y del Gobierno federal. Para hacerlo, cuentan con la ayuda de un software de origen israelí llamado HIWIRE, de acuerdo con documentos obtenidos por el Colectivo Guacamaya, que reveló una investigación de Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D).
“El COC ha utilizado sus capacidades tecnológicas para monitorear a personas usuarias de redes sociales que realizan publicaciones críticas de las acciones del ejército y del gobierno federal”, de acuerdo con R3D.
Este caso se suma al espionaje ilegal realizado por el Ejército con el software Pegasus contra periodistas y defensores de derechos humanos con el cual intervenía sus celulares durante los sexenios de tres presidentes: Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto y ahora Andrés Manuel López Obrador.
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El monitoreo de redes sociales para identificar críticos del Ejército se ha realizado desde el Centro de Operaciones del Ciberespacio a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Este Centro se localiza en uno de los sitios emblemáticos de la Sedena: el Campo Militar 1A en Naucalpan, Estado de México, aunque cercano a la CDMX. La Sedena invierte en este tipo de infraestructura desde 2016, precisa R3D.
El COC depende de la Subjefatura de Inteligencia del Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional.
Además, sus instalaciones están junto a otra área de la Sedena: el Centro Militar de Inteligencia, “una unidad secreta que ha operado el spyware Pegasus”.
Entre su personal, el COC cuenta con alrededor de 178 efectivos para realizar lo que la Sedena llama “operaciones militares en el ciberespacio”.
Se divide en siete áreas: “Respuesta a Incidentes”, “Seguridad de la Información”, “Monitoreo”, “Operaciones” y “Doctrina y Desarrollo” y “Administrativa”.
Las “operaciones militares”, de acuerdo con los documentos, van más allá de la protección de ataques informáticos.
También realiza tareas de “ciberinteligencia” y ataques informáticos que la Sedena llama “defensa reactiva”.
No sólo es Pegasus, la Sedena adquirió otro software de origen israelí llamado HIWIRE que el COC usa como herramienta para monitorear redes sociales e identificar a sus críticos.
“HIWIRE es un poderoso software desarrollado por la empresa israelí WebintPro, cuya licencia fue vendida a la SEDENA a través del Contrato DN-10 SAIT-186/P/2020 No. SIA: 4500035850 de 31 julio de 2020 con el objeto “Adquisición de una Plataforma de Análisis de Información de Ciberamenazas” con la empresa Scitum S.A. de C.V., empresa de ciberseguridad controlada por Telmex y Grupo Carso, propiedad de Carlos Slim Helú”, de acuerdo con los documentos citados por R3D en su investigación.
El software HIWIRE cuenta con herramientas para monitorear redes sociales, identificar “actividades e influencers clave” y “monitorear redes opositoras en tiempo real”.
“HIWIRE permite monitorear en tiempo real a usuarios específicos en diferentes redes sociales, mapear automáticamente los vínculos entre usuarios y analizar el contenido de sus publicaciones” indica R3D.
Uno de los casos de monitoreo a cuentas en redes sociales por el Ejército data de marzo de 2020. Las cuentas pertenecían a un presunto integrante de la Fuerzas Armadas que en ocasiones era crítico a acciones del Gobierno como la liberación de Ovidio Guzmán.
La investigación cita una tarjeta informativa elaborada por la Sedena en la que se reporta el monitoreo de las cuentas de Twitter, ahora X: @soy_militar, @soy_militarmx y @yosoyyoio.
El usuario @soy_militar alertó que había sido objeto de ataques para intentar controlar su cuenta. El 2 de marzo de 2020 fue desactivada “presuntamente por el propio usuario”.
El interés del Ejército en esa cuenta no quedó ahí. El titular de la Sedena, Luis Crescencio Sandoval solicitó al COC que se le informará “Quién la bajó”, “Cuándo se localizó” y “Qué acciones en contra de la página podemos realizar”.
El COC respondió que había sido el propio usuario el que la desactivo por temor a perder el control de la cuenta.
En el informe, el COC agregó que el monitoreo a esa cuenta se realizaba desde noviembre de 2019. Acusó que había dificultades para que las compañías de redes sociales desactiven cuentas “por que las empresas en cumplimiento de sus leyes, buscan respetar el ejercicio de la libertad de expresión”.
El COC agregó en su informe que continuaría con el monitoreo de redes sociales para verificar que @soy_militar continuara desactivada.
Hasta este 26 de febrero, la cuenta está suspendida. “X suspende las cuentas que incumplen las Reglas de X”, dice la leyenda con la que esta red social acompaña el anuncio de suspensión. No tiene imagen ni de usuario ni de portada. No hay rastro de lo que antes posteaba el usuario.
La Sedena quería saber más sobre @soy_militar. El COC buscaba identificar quién manejaba la cuenta, mediante el “análisis de los comentarios de los seguidores, con el fin de localizar a posibles amigos y/o familiares” y el uso de “usuarios simulados (…) con el fin de ganar la confianza y obtener mayor información” sobre el administrador de la cuenta, además de continuar el monitoreo de “publicaciones desfavorables para esta Sría., el Alto Mando o del Ejecutivo Federal”.
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Además de esa tarjeta informativa, el Colectivo Guacamaya obtuvo una carta firmada por el secretario de la Defensa dirigida al presidente Andrés Manuel López Obrador informando sobre la cuenta @Soy_Militar.
“Lo cual sugiere que el propio Presidente de la República habría solicitado a la SEDENA que informara sobre dicha cuenta”, indica R3D.
En Facebook, el Ejército también busca críticos. En octubre de 2021, un documento hecho por personal del COC dirigido al director de esa unidad informa sobre un usuario que realizaba señalamientos en contra del personal del 65/o. Batallón de Infantería y solicita que se le dé seguimiento “a fin de identificar y detectar oportunamente nuevas publicaciones, así como su impacto”.
En mayo de 2022, un correo electrónico reporta que el COC elabora de manera rutinaria fichas sobre usuarios de redes sociales que difunden información crítica del gobierno, como es el caso del usuario @ryo_hermoso, quién posee más de 100 mil seguidores y publica información crítica del gobierno y en favor de partidos políticos de oposición.
El Ejército no sólo monitorea a críticos, también crea bots para manipular la conversación en la red, de acuerdo con la información que revela R3D.
Para ello, utiliza también el software HIWIRE, cuyo fabricante permite que un solo operador maneje diversos “avatares” para “ejercer influencia suave sobre la opinión pública” y “diseminar mensajes orgánicamente”.
Así, los documentos obtenidos por Guacamaya indican que desde el Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional (EMCDN), incluyendo el COC, se despliegan actividades que pretenden influenciar de manera artificial la conversación pública en línea.
Incluso, cuentan con un manual sobre actividades para analizar discursos negativos hacia el Ejército y realizar campañas para desvirtuarlos.
Se trata del Manual de Organización y Funcionamiento (M.O.F.) del E.M.C.D.N., que incluye un “Grupo de Operaciones de Influencia y Sensibilización” encargado de “analizar la ideología de los grupos desafectos al Ejército Mexicano, a fin realizar campañas que logren desvirtuarlas”, “Desvirtuar las frases que han originado daño a la imagen institucional del Ejército Mexicano” y “Desvirtuar la propaganda que busca vulnerar la imagen, identidad, cohesión, existencia y permanencia del Ejército Mexicano”.
En febrero de 2021, el COC elaboró un documento para identificar las publicaciones con más interacciones relacionadas a la exoneración del general Salvador Cienfuegos por parte de la Fiscalía General de la República y medir la cantidad de comentarios positivos o negativos respecto de dicha exoneración. Documentos similares fueron elaborados respecto de otros temas como la creación de la Guardia Nacional.
Los medios de comunicación y líderes de opinión también son objetivo del Ejército que pide elaborar fichas para identificar ““señalamientos tanto positivos como negativos hacia las Fuerzas Armadas”.
En correos electrónicos se da cuenta del uso de bots, incluso reportes donde el COC indica fallas en los usuarios simuladores del software HIWIRE.
Los bots de la Sedena también formaban parte de la investigación a las cuentas de @soy_militar, @soy_militarmx y @yosoyyoio. Algo que se había informado al secretario de la Defensa.
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“Para comentar favorablemente las publicaciones que realice sobre las FF.AA. y del Ejecutivo Federal”, “para realizar comentarios en contra de las publicaciones que realice sobre las FF.AA” y “para compartir sus publicaciones en otros foros de militares en las redes sociales (Facebook, Twitter e Instagram)”.
Todas estas actividades del COC -monitoreo de críticos en redes y uso de bots para crear tendencias artificiales- no están contempladas en la ley.
Por tanto, la Sedena tiene entre sus prioridades lograr la creación de un “Marco Jurídico que dé sustento legal a la actuación de las Fuerzas Armadas en el Ciberespacio”.
Miles de correos electrónicos obtenidos por Guacamaya dan cuenta de las intenciones del Ejército para que estas operaciones militares en la web cuenten con la aprobación del Congreso.
Así, hay una iniciativa de “Ley Federal de Ciberseguridad” presentada por el diputado del Partido Verde, Javier López Casarín el 25 de abril de 2023 y que pretende ser discutida y aprobada en los próximas semanas.
El objetivo de esa reforma es darle a las Fuerzas Armadas la cobertura legal para seguir llevando a cabo “operaciones militares en el ciberespacio”, incluyendo operaciones ofensivas (“defensa reactiva”), el monitoreo de redes sociales, las operaciones de influencia y acciones de “ciberinteligencia”.
Esta ley, de aprobarse, amenaza los derechos digitales, sería un avance de la militarización y la consolidación de una infraestructura “autoritaria que amenaza la democracia en México”, advierte R3D.
Consulta el reporte completo aquí.
Descrita por algunos como un “enigma”, se espera que Trump regrese a sus funciones en la Casa Blanca “en sus propios términos”.
Un día después de la gran victoria en EE.UU. de su esposo Donald Trump, Melania Trump utilizó las redes sociales para enviarle un mensaje a la nación.
“La mayoría de los estadounidenses nos han confiado esta importante responsabilidad”, afirmó la señora Trump.
“Salvaguardaremos el corazón de la República: la libertad”, prometió, e instó a los estadounidenses a superar las diferencias ideológicas por el bien del país.
Fue un mensaje breve, pero sugirió un cambio en cómo la ex primera dama abordará el papel esta segunda vez.
Cuando Donald Trump ganó su primera presidencia en 2016, su esposa inicialmente no se mudó a la Casa Blanca y se quedó en Nueva York con su hijo pequeño.
A veces se mostró reticente a seguir las tradiciones establecidas por las primeras damas que la precedieron.
Pero los expertos dicen que esta vez, Trump probablemente será más prudente en su enfoque del papel en gran parte indefinido de ser la Primera Dama de Estados Unidos.
Nacida como Melanija Knavs, la ex modelo esloveno-estadounidense de 54 años cambió su vida glamorosa rodeada de las paredes doradas de la Trump Tower de Manhattan por los confines de la vida política que conlleva la Oficina Oval, durante una presidencia que a menudo estuvo plagada de controversias.
Descrita por algunos como un “enigma”, Trump ha preferido ser menos pública que sus predecesoras y ha pronunciado menos discursos tanto en la Casa Blanca como durante la campaña electoral.
“Ella ha sido única en comparación con otras primeras damas modernas”, dijo Tammy Vigil, profesora asociada de comunicaciones en la Universidad de Boston y autora de un libro sobre Michelle Obama y Melania Trump.
“Hace las cosas como quiere, no como tiene que hacerlas, pero cumple con las expectativas básicas”.
En los últimos años, se alejó del centro de atención mientras su marido impugnaba varios casos legales en su contra mientras hacía campaña para un segundo mandato.
Su ausencia inspiró varios artículos periodísticos este verano que preguntaban: “¿Dónde está Melania?”.
Trump ha hecho apariciones en ocasiones clave, como cuando su esposo anunció a finales de 2022 que volvería a presentarse como candidato.
También asistió a la Convención Nacional Republicana en julio vistiendo un traje rojo brillante de Christian Dior, pero no pronunció ningún discurso, otra ruptura con la tradición.
Cuando habla, sus palabras parecen cuidadosamente elegidas y ofrecen pistas sobre sus opiniones.
En el mitin de su esposo en el Madison Square Garden, pocas semanas antes de las elecciones, hizo comentarios breves pero concisos, en línea con el mensaje de ley y orden de la campaña de Trump, describiendo a la ciudad de Nueva York como una “gran metrópolis” en decadencia debido a la delincuencia desenfrenada.
También habló después del primer intento de asesinato contra su marido, pidiendo unidad y calificando al agresor de “monstruo”.
En una rara entrevista en Fox, más tarde acusó a sus oponentes políticos y a los medios de comunicación de “alimentar una atmósfera tóxica” que condujo al ataque.
La señora Trump declaró su postura a favor del aborto en sus recientes memorias, lo que la puso en desacuerdo con los activistas provida dentro del Partido Republicano.
Los comentarios provocaron especulaciones sobre la relación de los Trump, pues en aquel momento su esposo estaba haciendo campaña por la revocación de Roe v Wade.
Trump ha escrito sobre su carrera como modelo, su admiración por su esposo y sus desacuerdos políticos pasados, pero ha decidido mantener privados los detalles de esas disputas.
Pero ha apoyado públicamente a su esposo en asuntos controvertidos como su falsa afirmación de que las elecciones presidenciales de 2020 fueron robadas.
“No soy la única persona que cuestiona los resultados”, escribió en su libro.
Sobre los disturbios del Capitolio del 6 de enero de 2021, escribió que “no estaba al tanto” de lo que estaba sucediendo porque estaba preocupada por sus obligaciones.
Su exsecretaria de prensa, Stephanie Grisham, escribió en sus propias memorias que Trump se negó a emitir una declaración condenando la violencia, lo que llevó a la señora Grisham a dimitir.
Algunos comentaristas han cuestionado si ella disfrutó del papel de primera dama.
Una de sus biógrafas, la ex reportera de CNN Kate Bennett, sostiene que lo hizo a pesar de su renuencia inicial.
“Le gustaban todos los accesorios que conlleva ser primera dama y vivir en la Casa Blanca”, dijo Bennett a la revista People en 2021. “Creo que realmente lo disfrutó mucho”.
En sus memorias, la señora Trump escribió que tiene un “fuerte sentido del deber de usar la plataforma como Primera Dama para el bien”.
Y dijo en una entrevista de 1999 que si Trump alguna vez se postulara a la presidencia, usaría a las ex primeras damas Jacqueline Kennedy y Betty Ford como modelos a seguir, calificándolas de “muy tradicionales”.
Kennedy fue un ícono de la moda que se dedicó a la preservación de la Casa Blanca, mientras que Ford fue conocida como una pionera que abogó por el derecho al aborto y los derechos de las mujeres.
Después de mudarse a Washington, Trump comenzó a asumir funciones de primera dama, como organizar almuerzos y cenas de Estado para los líderes mundiales que estaban de visita.
También se centró en la estética de la Casa Blanca, ordenando amplias renovaciones y supervisando ambiciosas decoraciones navideñas (y una vez la grabaron en secreto quejándose de esta última tarea).
Su vestimenta era objeto de fascinación y controversia en los medios, particularmente después de que la vieran usando una chaqueta con la frase “Realmente no me importa, ¿a ti sí?” durante un viaje a un centro de detención de niños migrantes en 2018.
Dijo que la chaqueta era un mensaje para “la gente y los medios de izquierda” que la criticaban.
Trump volvió a ser objeto de críticas después de que su antigua amiga y asesora principal la grabara en secreto.
En la grabación, Trump expresaba su frustración por las críticas que recibió por la política de su esposo de separar a los niños inmigrantes de sus familias.
Más tarde reveló que la política la había tomado por sorpresa y le había dicho a Trump en privado que no la apoyaba.
El presidente abandonó la política en junio de 2018 después de una tormenta de controversias.
El profesor Vigil dice que uno de los mayores desafíos que enfrentó Trump en el primer mandato de su esposo fue su inexperiencia política, así como la de su personal, igualmente inexperto y a veces desleal.
Pero Trump se mantuvo ocupada en silencio, agrega Vigil, abogando por cuestiones como el bienestar de los niños a través de su campaña Be Best contra el acoso en línea.
También abogó por los niños afectados por la crisis de los opioides y desde entonces ha creado una fundación que recauda fondos para la educación de los niños en hogares de acogida.
Muchos esperan que ese trabajo continúe una vez que regrese a Washington, aunque no está claro si vivirá allí a tiempo completo.
Vigil dice que el papel de la primera dama ha evolucionado a lo largo de los años y que la señora Trump “tomará decisiones sobre cuán activa quiere ser en público”.
“Y creo que lo hará de forma mucho más intencional”.
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