Home
>
Seguridad
>
Nuevas pruebas en el caso Ayotzinapa: Ejército mintió, jefe militar estuvo cerca de los hechos durante desaparición
Nuevas pruebas en el caso Ayotzinapa: Ejército mintió, jefe militar estuvo cerca de los hechos durante desaparición
Imagen: Nadia Núñez @nadnukk
20 minutos de lectura

Nuevas pruebas en el caso Ayotzinapa: Ejército mintió, jefe militar estuvo cerca de los hechos durante desaparición

Nuevas pruebas ubican a militares en puntos y horas clave mientras se desarrollaba la detención de estudiantes normalistas durante la llamada noche de Iguala, y escuchas telefónicas de la DEA vinculan a un capitán con el cártel Guerreros Unidos.
16 de octubre, 2024
Por: Carlos García

Militares en lugares y horas cruciales durante la noche de la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y escuchas inéditas que vinculan a un capitán con el cártel Guerreros Unidos, son parte de nuevas evidencias que apuntan a la participación del Ejército en la noche de Iguala y a las que Animal Político tuvo acceso.

Las evidencias se desprenden de una revisión a las carpetas de investigación de La Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa (UEILCA) de la Fiscalía General de la República (FGR) en las que se sumaron nuevas comunicaciones intervenidas por la DEA y entregadas hace un año al expresidente Andrés Manuel López Obrador, luego de que el mandatario personalmente las solicitara a la vicepresidenta Kamala Harris en junio de 2021.

Estas comunicaciones forman parte de las llamadas “Escuchas de Chicago”, que fueron compartidas con la FGR en diferentes entregas, y provienen de una investigación que realizó la DEA sobre el tráfico de droga que el cártel Guerreros Unidos realizaba de Iguala a Chicago en 2013 y 2014. Se tratan de mensajes de texto que integrantes de ese grupo intercambiaron desde la aplicación BBM de Blackberry. 

Lee | El Patrón de la noche de Iguala: a 10 años, sigue misterio sobre personaje clave en desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa

Las pruebas se revelan luego que el expresidente López Obrador redactara el pasado 20 de julio un reporte dirigido a los padres de los desaparecidos donde les compartió que no se ha encontrado“absolutamente nada” de evidencia sobre la participación directa del Ejército.

Animal Político realizó una reconstrucción de lo ocurrido esa noche para mostrar los nuevos hallazgos, resaltando la participación de tres militares.  

El Ejército en Iguala

En 2014, el Ejército tenía una gran presencia en Iguala. En el centro de la ciudad se ubican las anchas instalaciones del 27 Batallón de Infantería, donde había soldados acuartelados para entonces. El centro de monitoreo o C-4 donde llegaban las llamadas de emergencia y la señal en video de todas las cámaras de la ciudad, era controlado por el Ejército desde 2013 al instalarse el Centro Regional de Inteligencia Centro Iguala,  para “atender” la inseguridad generada por organizaciones criminales, según el oficio DH-C-1058 de la Dirección General de los Derechos Humanos. Los militares supervisaban a los trabajadores civiles y operaban personalmente las cámaras. El Ejército tenía acceso a toda la información de emergencia.

También contaba con un centro ilegal de espionaje dotado con el malware Pegasus para intervenir las llamadas que quisieran en tiempo real, como las de miembros del cártel Guerreros Unidos e incluso de la policía, de acuerdo con el Informe Ayotzinapa IV del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

Lee más | “Entre creerle a la investigación penal o al Ejército, AMLO eligió al Ejército”: la promesa fallida de resolver el caso Ayotzinapa

El Ejército se valía de militares vestidos de civiles por toda Iguala, conocidos como Órganos de Búsqueda e Inteligencia (OBI), quienes recababan información. De hecho, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) tenía al menos a dos elementos infiltrados y “activos” dentro de la Escuela Normal “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa que simulaban tener “la fachada de alumno”, según documentos castrenses citados en el Informe Ayotzinapa III, debido a que históricamente la escuela albergó estudiantes que integraron movimientos guerrilleros. Sin embargo, el Ejército solo está autorizado para realizar espionaje en operaciones contra la delincuencia organizada, que no era el caso. No obstante, Julio César López Patolzin, era uno de los militares en activo infiltrado para labores de inteligencia y uno de los 43 estudiantes desaparecidos, aunque López Obrador sostiene lo contrario. 

Toda la información era procesada y concentrada en el llamado Pelotón de Información donde se clasificaba, analizaba y sistematizaba en tiempo real para enviarse a la Ciudad de México y tomar decisiones. Informaciones que hoy se desconocen, pese a la insistencia de los padres y madres de los estudiantes por conocerla.

El narco y las Escuchas de Chicago

En Chicago, Juan Pablo Vega Cueva, alias “Transformer” se dedicaba a coordinar el trasiego de heroína y cocaína desde Iguala dentro del cártel Guerreros Unidos. Su contacto en México era Arturo Martínez quien operaba para ocultar las drogas en buses comerciales de pasajeros que viajaban de Guerrero a Illinois. Este grupo tenía controladas a las Policías Municipales de la zona así como al Ejército, como se lee en el Informe de la Presidencia de la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa.

En la primera entrega de las “Escuchas de Chicago”, dadas a conocer por The New York Times; las charlas entre miembros de Guerreros Unidos evidenciaron que la cooperación militar con el cártel iba desde la dotación de armas a la organización, hasta el encubrimiento y apoyo logístico para mantener a los rivales fuera de Iguala. 

Lee también | “Usted nos traicionó”, responden padres de Ayotzinapa a AMLO; participación del ejército “es una verdad irrefutable”

La noche de Iguala

9:15 -9:30 PM – 26 de septiembre de 2014

La noche del 26 de septiembre, cerca de 80 estudiantes de la Escuela Normal Rural Isidro Burgos de Ayotzinapa tomaron cinco autobuses comerciales para dirigirse a la Ciudad de México y conmemorar la marcha anual del 2 octubre en memoria de los estudiantes asesinados y desaparecidos en 1968. Ese mismo destino se repetiría esa noche, pero a las 9:20 pm los normalistas aún no lo sabían, como tampoco sabían que uno o alguno de los buses que tomaron venían cargados de heroína perteneciente a Guerreros Unidos. Esa acción encendió de inmediato la alerta dentro del cártel y la reacción para detenerlos fue violenta y orquestada de la mano de las autoridades. 

Como describe Forensic Arquitecture, cuatro de los cinco autobuses tomados salieron en dirección al norte de Iguala. A la 9:30 pm, a unas cuantas cuadras de la estación y del Pelotón de Información, un policía de Iguala intentó bloquearles el paso a los cuatro buses y disparó al aire para amedrentarlos. Tras las detonaciones, el bus Estrella de Oro 1531 se desvió hacia el Este de la ciudad y dejó huir al resto hacia el norte. Sin embargo, metros más adelante, justo en la calle Juan Álvarez, a la 9:40 pm, nuevamente tres buses fueron interceptados por policías municipales de Iguala y Cocula que comenzaron a rafagearlos por varios minutos, hiriendo a dos estudiantes al momento. Ninguno de los normalistas iba armado.

El Estrella de Oro 1531

9:40 PM

Mientras tanto, el bus 1531 que tomó camino al Este fue interceptado a la misma hora, 9:40 pm, sobre la carretera Chilpancingo-Taxco por cuatro patrullas de la policía de Iguala justo debajo de un puente ubicado frente al Palacio de Justicia.

El chofer de ese autobús registrado con la identidad clave de “GJR”, dijo en su declaración ministerial del 8 de abril de 2015, a la que Animal Político tuvo acceso, que a la altura del Palacio de Justicia patrullas le bloquearon el camino.

“Aproximadamente veinte policías se bajaron de la patrulla, la mayoría encapuchados, se escuchaban detonaciones y, me poncharon las llantas con navajas y gritaron y dijeron “LOS VAMOS A MATAR A TODOS” y se me acercó un policía encapuchado y me dijo “HASTA A TI TAMBIÉN HIJO DE LA CHINGADA” y me puso la pistola en el pecho por la ventanilla, y dijo “ABRE LA PUERTA” y les abría la puerta y los mismos estudiantes la cerraban … los policías comenzaron a arrancar ramas de los árboles del boulevard y con esas ramas rompieron las ventanillas y los faros del autobús y rompieron la ventanilla de la puerta de servicio con piedras, de hecho con la piedra que rompieron la ventanilla me pego en la cadera, y los estudiantes decían que quien tuviera celular con cámara grabara lo que estaba pasando”.

Entérate | “Somos hermanos de los 43”: a 10 años de la noche de Iguala así ha cambiado la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa

Los policías comenzaron a rociar a los estudiantes y al chofer con gas pimienta hasta que desesperado el conductor decidió lanzarse por la ventana. “…al tiempo de caer abajo me empezaron a golpear los policías, y yo les decía que era el conductor del autobús y aun así me siguieron pegando hasta que uno de ellos les dijo que ya me dejaran, entre todos me agarraron de la camisa y me arrastraron, me llevaron a una patrulla, de la cual no vi su número ya que estaba muy oscuro, me colocaron en la parte de atrás con un policía custodiándome”.

Mientras los oficiales entraban al bus, el chofer escuchó desde el interior del camión a un estudiante exclamar: “¡ya me chingaron!” y luego el sonido de un balazo “por lo que supongo que un policía le dio un tiro”, dijo el conductor.

Los alumnos fueron arrastrados fuera del autobús y tendidos sobre la calle mientras continuaban azotándoles la cabeza con palos. Cerca de 12 y 14 estudiantes malheridos comenzaron a ser subidos a las bateas de las patrullas sin que cupieran todos, recuerda el chofer. Así que estudiantes y policías esperaron por casi 50 minutos la llegada de policías del municipio vecino de Huitzuco para seguir subiendo jóvenes.

“Desde la patrulla pude observar cómo iban bajando poco a poco a los estudiantes y, los estaban golpeando brutalmente con unos palos en la cabeza, y los que podían caminar los subían a la patrulla y los que no podían caminar entre dos policías los arrastraban y los aventaban a las patrullas, uno de los policías le dijo a otro, ya no caben en la patrulla y el otro dijo “NO IMPORTA, AHORITA VIENEN LOS DE HUITZUCO”, declaró el chofer con clave GJR.

Te puede interesar | Peña Nieto armó la “verdad histórica” del caso Ayotzinapa, declara Tomás Zerón; AMLO le pide entregarse y aclarar sus dichos

El Ejército sabía

9:53 PM

Minutos después del ataque a los cuatro camiones, una lluvia de inquietantes llamadas telefónicas entraron al C-4  describiendo la situación. La bitácora de llamadas realizadas la noche del 26 de septiembre, que Animal Político publica por vez primera y que se desprenden del Reporte 2683889, suscrito por el teniente coronel Octavio Othon López Pérez, señalan que durante 17 minutos el Ejército y trabajadores de dicho centro, supieron en tiempo real lo que sucedía con los alumnos de la calle Juan N Álvarez sin enviar elementos militares. Es decir, decidieron no hacer nada

A las 9:53 pm la operadora Yolanda del C-4 tomó una llamada donde le solicitaron una ambulancia para un joven herido por arma de fuego. Le hablaban desde la escena del crimen donde los tres buses parados en Juan N. Álvarez acababan de ser baleados. Un minuto después, Yolanda recibió otro reporte rogándole celeridad con la asistencia “ya que indican que se escuchan detonaciones de arma de fuego”

Lee más | Tras última reunión con AMLO, padres de los normalistas de Ayotzinapa salen decepcionados: “no hubo verdad ni justicia”, dicen

A pocos segundos de las 10 pm otra llamada más inquietante entró al C-4. “Le acaban de disparar a una persona y tiene la lesión en la cabeza”, describe el reporte “pase el reporte a la policía”, solicitaba otra alerta tan solo un minuto después.

La súplica parecía una petición absurda, dado que la corporación policiaca que solicitaban era quien precisamente los estaba embistiendo a balazos.

 

caso ayotzinapa ejercito miente historial llamadas 1
Imagen: Nadia Núñez @nadnukk

 

Eduardo Mota Esquivel

10:15 PM 

El soldado de infantería, OBI y miembro del Pelotón de Información, Eduardo Mota Esquivel, fue instruido por su superior, el teniente Joel Gálvez Santos para que se dirigiera a la carretera que conducía a Chilpancingo, donde se hallaba el Estrella de Oro 1531, para verificar un “autobús abandonado que al parecer tenía estudiantes”, según consta en su declaración ministerial del 3 de diciembre de 2014. 

Vestido de civil tomó su motocicleta personal y sin acompañantes se dirigió solo al Palacio de Justicia. Al llegar, observó el autobús de la empresa Estrella de Oro rodeado inicialmente por cinco patrullas. Dijo haber estado de incógnito para evitar ser descubierto y observar que los estudiantes se mostraban “agresivos” y aseguró no escuchar disparos de armas de fuego ni presenciar que los policías detonaran sus armas, contrario a lo dicho por el chofer.

Según el militar, había un ambiente pacífico. Nada de gas pimienta ni palazos secos en el cráneo. En su declaración, Mota Esquivel agrega que vio bajar a algunos estudiantes del autobús por lo que tomó cuatro fotografías con su celular, a tiempo que supuestamente fue sorprendido por los policías municipales que rodeaban el bus. Así que decidió esconderse detrás de la maleza y dejar su motocicleta entre los matorrales para huir del sitio. Declaró que regresó caminando al 27 Batallón de Infantería ubicado a casi tres kilómetros o 50 minutos a pie. El soldado argumentó que luego de ser descubierto no pudo ver hacia dónde se dirigieron las patrullas con los estudiantes desaparecidos. Sin embargo, su decisión de retirarse iba en contra de sus funciones como OBI, consistentes de “recabar información” en cualquier circunstancia.

caso ayotzinapa familias 43 normalistas desaparecidos iguala
Foto tomada del OBI donde se logra ver el autobús Estrella de Oro rodeado de las patrullas. Esas patrullas se llevaron minutos más tarde a los estudiantes.

 

10:30 PM 

A las 10:30 pm, después de esperar 50 minutos a que llegaran los refuerzos policiacos del municipio de Huitzuco, el resto de estudiantes malheridos del camión Estrella de Oro 1531 fueron subidos a las bateas de esas patrullas y llevados a Huitzuco, según observó el chofer. 

“En ese momento me pude percatar que llegaron más patrullas, las cuales eran de color azul con blanco y, subieron a los demás estudiantes, de ahí yo vi que se fueron rumbo a Huitzuco”, declaró, “a mí me llevaron a una casa de dos pisos de color blanco con portón negro, que se encontraba a quince minutos de donde me agarraron siendo en el centro, al llegar al lugar me sentaron entre dos policías encapuchados, y salió un señor con camisa blanca y pantalón negro, el cual se veía con el cuerpo de una persona que hace ejercicio, tenía una voz con acento de la zona, gruesa, de aproximadamente cuarenta años y, dijo el señor pues llévenselo también ya saben a dónde, y se fue caminando hacia su camioneta, la cual no pude ver bien y, les grito “DEJENLO QUE SE LARGUE”, y me dijeron los policías “YA OISTE CABRÓN, PELATE”, por lo cual me heche a correr sin saber a donde”.

11:00 PM

Luego de caminar por 50 minutos, Mota Esquivel llegó al 27 Batallón y le reportó lo visto a su teniente Gálvez Santos, según su ampliación de declaración ministerial en junio de 2016, de modo que también aprovechó para decirle a su superior que su moto particular se había quedado en medio de la maleza a unos metros del bus 1531

11:10 PM

Antes de la medianoche, los normalistas del bus 1531 habían sido retirados del Palacio de Justicia sin saber su paradero. 

Sin embargo, las nuevas pruebas obtenidas por el Animal Político confirman que Mota Esquivel mintió en sus declaraciones. De acuerdo con la geolocalización de su teléfono celular, el militar se conectó a la antena Margaritas-Palacio de Justicia, ubicada en las inmediaciones del autobús Estrella de Oro 1531 entre las 9:59 PM y 11:28 PM. Eso quiere decir que estuvo durante una hora y media en el lugar, justo en el momento en el que el chofer y los estudiantes de ese bus fueron golpeados, baleados, subidos a patrullas y llevados a lugares hasta hoy desconocidos. Mota Esquivel no hizo nada de lo que dijo en su declaración ministerial y hasta la fecha ha preferido callar.

Lee | “Yo sigo esperando a mi hijo”: la vida de las familias de los 43 normalistas de Ayotzinapa, 10 años después

Testigo clave

De acuerdo con un testimonio recogido recientemente en la carpeta de investigación de la FGR, al que Animal Político tuvo acceso, un testigo que acudió al juzgado ubicado en las instalaciones de la Policía de Iguala,  observó en la pantalla de uno de los guardias una fotografía de varios estudiantes sentados en el patio de la corporación, sin recordar la hora en que sucedió. La Unidad Especial de Investigación y Litigación para el Caso Ayotzinapa de la FGR investiga si a este sitio fueron llevados algunos de los normalistas para ser entregados a Guerreros Unidos.

José Rodríguez Pérez, el coronel de Infantería

12:00 AM

Hacia la medianoche José Rodríguez Pérez, la máxima autoridad militar en Iguala, ya tenía suficiente información de lo que sucedía con los normalistas. De acuerdo con su ampliación de declaración ministerial de 2017, Rodríguez reconoció que personal militar bajo su mando estaba desplegado en el C-4; que dos OBIS le habían informado a las 10 PM sobre el estudiante herido de bala en Juan N. Álvarez y las detonaciones en el Centro de Iguala. Igualmente aceptó estar enterado de la detención del autobús 1531 y justificó su inactividad debido a que sus subalternos le reportaron que “no habían observado ningún delito”, que “los estudiantes se encontraban realizando disturbios” y que las autoridades municipales “estaban ejerciendo sus funciones”. Lo que sí dijo fue desconocer la existencia de disparos, pese a que los reportes del C-4 que recibió informaban de un estudiante herido de bala.  

Su rango le permitía tomar decisiones a criterio, por lo que supuestamente esa noche decidió no salir del 27 Batallón desde las 8 pm del 26 de septiembre hasta las 3 am del 27 de septiembre, pese que Iguala se desangraba.

A medianoche, se limitó a ordenar únicamente que el grupo “Fuerza de Reacción” hiciera recorridos por Iguala y buscarán la moto de Mota Esquivel.

Lee también | Padres y madres de los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa buscan esperanza en Sheinbaum, tras decepción con AMLO

Esta versión la respaldó incluso el exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, al sostener que los militares permanecieron acuartelados y que la única noticia que tuvieron sobre el ataque a los estudiantes fue la llamada telefónica del entonces secretario de Seguridad Pública de Iguala, Felipe Flores Velázquez, en la que dijo tener “todo controlado”, sin existencia de disparos. Remarcar la falta de detonaciones era clave para los militares, según las declaraciones revisadas para este reportaje.

El coronel Rodríguez Pérez supuestamente regresó a la cama a dormir para despertarse con la grave noticia. Esa misma versión también la acuerpó Cienfuegos Zepeda, quien dijo en entrevista televisada que la Fuerza de Reacción “regresó alrededor de las diez y media de la noche al 27 Batallón, luego de atender un accidente en la carretera de Iguala ocurrido en la mañana. Y sumó: “no hay ninguna omisión, no hubo omisión, ni tampoco acción en contra de nadie”.

Rodríguez Pérez mintió como Mota Esquivel y como el exsecretario de la Defensa Nacional. Contrario a lo que dice su declaración, esa noche sí salió del 27 Batallón. La prueba a la que pudo acceder Animal Político sobre el seguimiento a la conexión de su teléfono indica que este coronel estuvo conectado con su celular Telcel a la antena telefónica Nicolás Bravo entre las 10:26 pm y las 10:27 pm, la cual se ubica en el Centro de Iguala. Lo que significa que la entonces máxima autoridad militar en Iguala sí estuvo fuera del batallón y sí estuvo cerca de los hechos, pues dicha antena lo ubica a seis cuadras de las instalaciones de la Policía y a 14 cuadras de los tres autobuses de Juan N Álvarez, minutos después de haber sido baleados. 

Actualmente Rodríguez Pérez se encuentra sujeto a un proceso penal por delincuencia organizada, y uno de los elementos probatorios más significativos es su seguimiento a través de su celular, así como por omitir en documentos y en sus declaraciones ministeriales, estar enterado desde las 9:48 pm de la balacera contra el convoy de buses en la calle Juan N Álvarez , de acuerdo con una de las carpetas de investigación.

Lee | Caso Ayotzinapa: 8 militares fueron detenidos por su probable participación en la desaparición de los 43 estudiantes

José Martínez Crespo, el capitán OBI

12:30 AM – 27 de septiembre de 2014

A medianoche del 27 de septiembre, el capitán segundo de infantería, José Martínez Crespo salió del 27 Batallón con el grupo “Fuerza de Reacción”, integrado por dos camionetas y catorce elementos de guardia, entre los que iba Mota Esquivel. De acuerdo con la declaración de Martínez Crespo presentada ante la extinta PGR el 14 de octubre de 2014, el coronel Rodríguez Pérez le indicó hacer “patrullamientos” o recorridos en Iguala luego del reporte que Mota Esquivel dio al regresar caminando al Batallón. Le dieron “la orden de no confrontar al personal de estudiantes” y recuperar la moto que su compañero había olvidado en las inmediaciones del Palacio de Justicia. Según su versión, la prioridad era esclarecer el paradero de la motocicleta más que investigar el caso de los estudiantes. 

Los testimonios de varios de los militares del grupo de Fuerza de Reacción que abandonaron el 27 Batallón esa noche no coinciden sobre la razón de su salida. La primera declaración ministerial de Mota Esquivel solo menciona que salió a patrullar, pero es hasta la ampliación de su declaración, 10 meses después, que sostiene que salió “a patrullas y a recuperar mi motoneta”.

12:40 AM

Según Martínez Crespo a las 12:40 am tomó dirección al Palacio de Justicia y pudo percatarse que el camión Estrella de Oro 1531 aún estaba ahí “con vestigios de haber sido apedreado, con las llantas ponchadas, con las ventanas rotas, sin ninguna persona a bordo y el servicio de grúas “nava” realizando maniobras para remolcarlo”. Esperó 10 minutos hasta que retirarán el bus y continuó su “patrullamiento” en búsqueda de la moto, misma que no encontraron en la maleza, donde fue presuntamente abandonada, de acuerdo con su declaración ministerial ampliada.

Es así que los 15 elementos de la Fuerza de Reacción se habrían dirigido a las instalaciones de la Policía Municipal a buscarla. Al llegar, Mota Esquivel no se bajó a rastrear su propia moto, sino que lo hicieron sus superiores Martínez Crespo en compañía del subteniente Fabián Alejandro Pirita Ochoa, quienes después de cinco minutos regresaron diciendo que tampoco se hallaba ahí.

Aquella visita a la corporación policiaca no parecía tener como fin buscar una moto, por eso los fiscales que interrogaron a esos militares les preguntaron si su presencia en las instalaciones había sido para verificar si ahí estaban los estudiantes, lo cual negaron rotundamente. Según el Ejército su intención siempre fue preguntar por la motocicleta.

Posteriormente se movilizaron al Hospital Cristina.

1:00 AM

A primera hora del 27 de septiembre, sobrevivientes de los tres buses rafageados en la calle Juan N Álvarez llegaron al Hospital Cristina. Edgar Andrés Vargas era uno de ellos, que sangraba profusamente de la boca luego de que una bala le destrozara el paladar.

caso ayotzinapa (2)
Edgar Andrés Vargas sangrando en el Hospital Cristina. Foto: especial

 

Diez minutos después llegaron Martínez Crespo y Mota Esquivel a brindar atención a cerca de 20 normalistas, quienes al verlos presuntamente les ofrecieron ayuda llamando a ambulancias y tratándolos con “respeto”, según los militares.

Sin embargo la versión de los estudiantes es diametralmente contraria. Un alumno sobreviviente dijo que los militares los amenazaron con armas, y Martínez Crespo les espetó “¡Que los iba a entregar a los municipales! ¡Que así como tenían huevos para hacer su desmadre, los tuvieran para enfrentar a esa gente!”. Mota Esquivel volvió a sacar su celular y tomó dos fotografías a los jóvenes heridos, como él declaró. El alumno Andrés Vargas sostiene que no recibió ayuda médica por parte de los militares, sino que tuvo que salir huyendo ante el temor de sus amenazas.

 

caso ayotzinapa familias 43 normalistas desaparecidos iguala (8)
Estudiantes sobrevivientes en el Hospital Cristina, Foto: especial

 

Lo cierto es que la Fuerza de Reacción estuvo en los escenarios principales donde ocurrieron los hechos previamente reportados en el C-4 y nunca “encontraron una anomalía” contras los estudiantes.

Martínez Crespo y las Escuchas de Chicago

La implicación del capitán Martínez Crespo no solo se restringe a su inacción en la desaparición de los 43 estudiantes, sino que gracias a la última entrega de las “Escuchas de Chicago” dadas a la fiscalía en junio de 2022 y a las que Animal Político accedió, se obtuvieron dos fragmentos en los que presuntamente se vincula al cártel Guerreros Unidos con el militar.

En la primera transcripción fechada el 1 de abril de 2014, el lugarteniente del cártel en Iguala, Arturo Martínez le pregunta a Pablo Vega sobre la relación de Martínez Crespo con la organización.

¿Usted sabe su nombre completo, de Crespo?”, le pregunta Martínez y antes de que conteste Vega, le envía dos mensajes más. “El militar, porque dicen que ya lo cambiaron el que estaba aquí en mi pueblo, y el que llegó, dicen que es a toda madre. Primo, ¿no sabe?”. A lo que el líder contesta con una simple y determinante respuesta: “Sí, es amigo”.

En otra comunicación, el capo de Guerreros Unidos conversa con una persona identificada como “Jaguar”, sobre un malentendido en el que creen el “Capi del 27 (Batallón) va a ser detenido, pero se consuelan al saber que no se trata de “el compa del 27 Batallón”.

caso ayotzinapa ejercito miente dialogo
Imagen: Nadia Núñez @nadnukk

 

Martínez Crespo actualmente se encuentra procesado por vínculos con la delincuencia organizada y desaparición forzada.

El presidente y los militares

La defensa de los militares del 27 Batallón ha sido respaldada no solo por el exsecretario Cienfuegos Zepeda, quien dirigía la Sedena en 2014 y quien promovió de coronel a general a Rodríguez Pérez un año después de la desaparición de los estudiantes, sino también por el exsecretario, Luis Cresencio Sandoval González. Este último defendió a Martínez Crespo ante López Obrador, calificándolo como un “hombre institucional” en un oficio filtrado por Guacamaya Leaks.

Sin embargo, las “Escuchas de Chicago” llevaron al expresidente Andrés Manuel López Obrador a cambiar su postura, admitiendo en su más reciente informe que “algunos miembros del Ejército Mexicano” están involucrados en la desaparición. No obstante, aseguró que esto no afecta la imagen de la institución en su conjunto. Sin embargo, las fuerzas armadas operan bajo una cadena de mando y subordinación claramente establecida en la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos.

Pero para el expresidente, hasta sus últimos días al frente del gobierno, las Fuerzas Armadas sufren de una “campaña de desprestigio” y de acusaciones“sin fundamentos”.

El señalamiento al Ejército, sin pruebas, me produce mucha desconfianza y sostengo que podría obedecer a un afán de venganza de personas o instancias del extranjero para debilitar a una institución fundamental del Estado mexicano”, apuntó en su último reporte dirigido a los padres de los normalistas.

“Podría acusarse de omisión a los militares que estaban enterados de actos de violencia ocurridos en Iguala, y sin embargo no actuaron para evitar abusos de autoridad y salvar la vida de los jóvenes; pero sobre su participación directa en este crimen, hasta ahora no se ha encontrado absolutamente nada”.

Lee | A 10 años de Ayotzinapa, familias de los 43 advierten a Sheinbaum: “no le vamos a dar tanto tiempo como a AMLO”

Los padres y representantes de los desaparecidos le recriminaron al expresidente López Obrador haber creado “otra verdad histórica”. 

Ahora, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo se ha comprometido a que su gobierno trabajará “para alcanzar la verdad” en el caso Ayotzinapa. Una promesa incumplida por su antecesor y que los padres y madres de los normalistas desaparecidos esperan haga realidad.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Etiquetas:
43 normalistas desaparecidos
caso Ayotzinapa
Ejército
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...
Imagen BBC
El gran éxito económico que lograron los libaneses que migraron a América Latina en el siglo XIX y que mantienen sus descendientes
9 minutos de lectura

La diáspora libanesa en América Latina echó raíces en la región desde hace casi 150 años. Desde entonces se convirtió en una de las comunidades más prósperas.

03 de octubre, 2024
Por: BBC News Mundo
0

“Ser libanés no es una nacionalidad, es un oficio”, dice un poema del escritor libanés Roda Fawaz.

Su verso transmite un sentimiento que comparten millones de personas originarias de esa nación de Medio Oriente, o descendientes de migrantes que lo hicieron a lo largo de los últimos 150 años, y que se establecieron en muchos países del mundo.

América Latina fue un destino de una buena parte de ellos. Notablemente en Brasil, con entre 8 y 10 millones de brasileños-libaneses. Pero también en el resto de los países, desde México hasta Argentina, se calcula que hay unos cuatro millones más repartidos en la región.

Entre ellos hay nombres que han logrado un lugar destacado en el mundo de los negocios, la política o la cultura. Los empresarios son tal vez los más conocidos, con apellidos como Slim (México), Jafet y Ghosh (Brasil), Char (Colombia), Menem (Argentina) o Saieh (Chile).

Y con fama internacional, Shakira o Salma Hayek o el actor Ricardo Darín dan muestra de lo lejos que han llegado las artistas de origen libanés.

La diáspora en América Latina casi triplica los 5 millones de habitantes de Líbano, país que actualmente atraviesa una crisis por la guerra entre el grupo armado Hezbolá asentado en territorio libanés y las fuerzas de Israel.

Shakira en Líbano en 2003
Getty Images
Shakira, cuyos apellido libanés Mebarak viene de su padre, visitó Líbano en más de una ocasión.

Pero el éxito de esta comunidad en América Latina no fue automático. Fue a base de lo que el historiador mexicano de origen libanés Carlos Martínez Assad llama “una migración solidaria” que los llevó a establecerse en diversos países de la región.

“Algunos estuvieron primero en Venezuela o Colombia y luego se vinieron a México. Y al revés, gente que estuvo en México terminó en otro país de América Latina. O a Estados Unidos y viceversa, primero llegaron allá y se vienen a México. Es un fenómeno de establecimiento de redes”, explica el investigador, autor de una basta colección de libros y publicaciones sobre la migración libanesa.

Pero lo que caracterizó a esta comunidad, y que los llevó a fijarse en el imaginario social, fue el comercio. Encontraron las formas y los medios para llevar productos a muchos puntos de los países que adoptaron y así establecer sus bases en la industrialización y modernización de América Latina.

¿Por qué dejaron Líbano?

El país que hoy es Líbano fue durante tres siglos (1516-1918) parte del Imperio Otomano, que dominó extensas porciones de Medio Oriente, el norte de África y la península de los Balcanes en el este de Europa.

Fue en el siglo XIX cuando la región del Monte Líbano comenzó a experimentar una época convulsa, en buena medida por la disputa por el poder político, económico y religioso entre los cristianos maronitas y los musulmanes drusos.

Los maronitas vieron cómo a partir de la década de 1840 empezó a haber escasez de alimentos y oportunidades, dice Martínez Assad. Y con el estallido de una guerra con los drusos, vinieron las primeras oleadas de emigración a partir de 1860.

“Hubo 60 años de gran inestabilidad en la región”, explica el historiador. Muchos de los maronitas se dirigieron a Europa, Asia, Oceanía y África. Pero otros también apuntaron al pujante continente americano.

Una ilustración de la masacre de maronitas de 1860
Getty Images
En la década de 1860 hubo matanzas de cristianos maronitas en el conflicto con los drusos.

La Primera Guerra Mundial, en la que el Imperio Otomano hizo alianza con las Potencias Centrales, generó una nueva oleada de emigrantes. “Los turcos reclutan a jóvenes, sin importar su religión, los agarran de la calle. Por eso mucha gente, para proteger a los hijos, los sigue enviando a otros países, como los de América”,

Eso explica en buena medida por qué la migración libanesa a América se caracterizó por la llegada de gente joven.

Se sabe que en un inicio muchos libaneses fueron llevados desde Europa a los países de la región latinoamericana con intermedio de agentes. Muchos tenían intención de llegar a EE.UU., pero fueron engañados y llevados a países como Brasil, Venezuela, Cuba o México.

Otros vieron en los países de América Latina un lugar con oportunidades.

Los comerciantes

El hecho de que los libaneses que emigraban de su país fueran cristianos, de la rama de los maronitas que practican un ritual cercano al católico, facilitó en buena medida su adaptación y aceptación cultural en los países de la región, explica Martínez Assad.

“Va a permitir el contacto mucho más amplio, incluso favorece los matrimonios, algo que no sucedió con otras comunidades, como los judíos o los asiáticos”, señala.

El territorio libanés otomano también tuvo una fuerte relación con Francia. Durante la conflictiva década de 1860, las fuerzas francesas defendieron a los maronitas y tras la Primera Guerra Mundial el territorio libanés fue un protectorado francés. Eso explica que culturalmente hubo mucho intercambio entre ambas partes.

Por ello, considera Martínez Assad, la francofilia de los libaneses les ayudó a la adaptación a otras lenguas romances, como el español y el portugués de los países de América Latina.

Ya desembarcados en América, se produjo un “fenómeno de establecimiento de redes” de libaneses que les permitió extenderse más allá de los principales puertos y ciudades.

“En Líbano hay algo que se le da mucha importancia al pasado fenicio, que aunque fue hace miles de años, queda en el inconsciente la idea de ser mercaderes. De tirarse al mar para la aventura y vivir de lo que se produce”, dice el historiador.

Un vendedor
Archivo General de la Nación Argentina
Los libaneses se hicieron buenos comerciantes, pero una imagen de vendedor ambulante fue la que se fijó en el imaginario colectivo.

Los libaneses se dedicaban, en general, al comercio y la agricultura en Líbano.

Pero es esa primera actividad la que empiezan a desarrollar en América Latina. Quienes no eran comerciantes en el pasado, entienden que en países como Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México o Venezuela hay necesidad de establecer cadenas de distribución.

Y así es que muchos “se dan a la tarea de irse a muchos poblados”.

En Brasil se dio uno de los primeros fenómenos de los llamados “mascates” que caracterizarían a los libaneses en el continente: eran vendedores ambulantes que cargaban a cuestas una enorme caja con productos novedosos, muchos traídos del exterior, que iban vendiendo por las calles y las plazas.

Una figura que se replicó en otros países rápidamente y que llevó a los libaneses a adquirir ese perfil social de comerciantes de todo tipo de productos y novedades.

Si bien ser cristianos y adaptarse al idioma les permitió ir echando raíces en los países de la región. también enfrentaron algunas resistencias. En Sudamérica, en particular, los empezaron a llamar “turcos”, en ocasiones con un dejo despectivo, por su acento al hablar español y el hecho mismo de que vinieran del imperio dominado por Turquía.

Pero de hecho, la migración libanesa también se fundió con la de los sirios (vecinos de Líbano) que llegaron a América para probar suerte, lo que los llevó a ser puestos socialmente en el mismo grupo migrante aunque en estricto sentido fueran de origen diferente.

El monumento a la migración libanesa en Ciudad de México
Getty Images
En Ciudad de México hay un monumento a la migración libanesa.

Su prosperidad

Aunque Martínez Assad destaca que no todas las familias de origen libanés que hoy viven en América Latina son adineradas, fueron un grupo social que tuvo cierta prosperidad a lo largo del siglo XX.

Muchos comerciantes pasaron de ser vendedores ambulantes a establecer locales comerciales. Las redes para mover mercancías ya no solo se limitaron a un nivel local o regional, sino que comenzaron a establecer agencias de importación.

Las segundas y terceras generaciones de libaneses en América Latina también tuvieron mayor acceso a la educación universitaria, lo que fue clave para las familias.

Los Slim en México, los Char en Colombia, o la Jafet en Brasil, pero también otras cuantas familias en otros países de la región, pusieron las bases de lo que hoy son grandes empresas e industrias desde la década de 1920.

Miembros de la comunidad libanesa en CDMX
Getty Images
La diáspora libanesa ha alcanzado altos espacios en los negocios y la política.

Y con los negocios también abrieron la puerta de la política, desde su acceso a puestos locales hasta los nacionales. En Brasil, el país con la mayor población de origen libanés, Michel Temer es un político de origen libanés que llegó a ser presidente (2016-2018). Pero también cientos de políticos de esa comunidad han pasado por el Congreso.

Ecuador también tuvo al presidente Abdalá Bucaram (1996-1997), México a Plutarco Elías Calles (1924-1928) y Argentina a Carlos Menem (1989-1999). Dos altos funcionarios venezolanos son Tarek William Saab y Tareck El Aissami, que tienen origen sirio-libanés.

Shakira y Salma Hayek son dos de las artistas latinoamericanas que más lejos han llegado en la música y el cine, respectivamente.

También crearon fundaciones, hospitales y su comida se empezó a conocer mediante restaurantes en las principales ciudades de América Latina.

El poder político y económico, sin embargo, también ha atraído escándalos de corrupción. En México, dos miembros de la comunidad, de las familias Nacif y Kuri, estuvieron involucrados en casos de pederastia. Situaciones individuales que terminan por salpicar a toda la comunidad.

Mirar desde lejos

Para Martínez Assad, la prosperidad de la comunidad vino a consecuencia de la dedicación al trabajo de las primeras generaciones.

“Algo que se exalta mucho es el trabajo y yo creo que es cierto. Yo procedo de una familia que mis tíos se levantaban a las 5 am para arreglar su negocio. Pasaban todo el día la tienda. Y en la noche seguían arreglando los negocios del día siguiente”, señala.

En la actualidad, los constantes conflictos sociales y militares en Líbano en las últimas dos décadas -en especial la lucha del grupo armado chiita Hezbolá con Israel- ha sido vista con preocupación por la comunidad libanesa.

Sin embargo, Martínez Assad percibe cierta distancia, cuando menos en la comunidad mexicana cristiana maronita.

“No hay migración de vuelta ni mucho conocimiento de lo que ocurre en Líbano. La política es muy compleja de entenderla. El gobierno está conformado por grupos religiosos, de 18 religiones que hay en Líbano”, señala

Situaciones como el conflicto actual con Israel, que ha emprendido incursiones contra Hezbolá en el sur de Líbano, sin embargo, no dejan de ser “muy lamentables” para los libaneses que tienen que ver desde lejos el conflicto en el país que para sus ancestros fue su hogar y que les da identidad a miles de kilómetros de distancia.

Como escribía Fawaz: “Ser libanés es dejar Líbano pero Líbano no te abandona jamás. Ser libanés es tener un país que nunca he vivido pero es el mío”.

Línea gris
BBC

Haz clic aquí para leer más historias de BBC News Mundo.

También puedes seguirnos en YouTube, Instagram, TikTok, X, Facebook y en nuestro nuevo canal de WhatsApp, donde encontrarás noticias de última hora y nuestro mejor contenido.

Y recuerda que puedes recibir notificaciones en nuestra app. Descarga la última versión y actívalas.

Lo que hacemos en Animal Político requiere de periodistas profesionales, trabajo en equipo, mantener diálogo con los lectores y algo muy importante: independencia
Tú puedes ayudarnos a seguir.
Sé parte del equipo
Suscríbete a Animal Político, recibe beneficios y apoya el periodismo libre.
Etiquetas:
43 normalistas desaparecidos
caso Ayotzinapa
Ejército
Iniciar sesión

Registrate
Suscribete para comentar...