
El activista ambientalista José Gabriel Pelayo Zalgado recibió amenazas presuntamente por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) previas a su desaparición el pasado 19 de marzo en Coalcomán, Michoacán, por su defensa de los bosques y recursos naturales, de acuerdo con fuentes federales de seguridad y habitantes de la zona.
La primera amenaza ocurrió en septiembre de 2022 cuando Pelayo Zalgado se opuso a la tala clandestina de un predio en Coahuayula, indicaron las fuentes consultadas por Animal Político.
A partir de entonces, el también profesor rural comenzó a recibir más amenazas presuntamente por miembros del CJNG, relatan las fuentes.
El CJNG -liderado por Nemesio Oseguera alias El Mencho- se ha apropiado de zonas boscosas y pozos de agua con el objetivo de montar campamentos y abrir caminos que les faciliten el tránsito por esta zona michoacana sin ser detectados durante los operativo militares, de acuerdo con informes.
En una ocasión, personas armadas del CJNG interceptaron a Pelayo Zalgado en un camino que comunica a Coahuayula con Villa Victoria, cabecera municipal de Chinicuila, tras la primera amenaza de 2022, por lo que el ambientalista tuvo que salir de su comunidad.
Ese hecho ocurrió luego que junto con otros comuneros se opuso a la tala de árboles en una área que tenía pocos años de haber sido reforestada.
En otra ocasión, en vísperas de la Navidad de 2023, Pelayo Zalgado fue llevado por la fuerza por sujetos armados ante el jefe de la plaza del municipio de Chinicuila conocido como El Gorra Prieta. En esas acciones participó un sujeto apodado El Indio. El objetivo era darle un ultimatum, de acuerdo con las fuentes.
“Y mire, por lo que sabemos, el hombre era de agallas, pero finalmente le cumplieron las amenazas y se lo llevaron. Ahora estamos en su búsqueda, pero desafortunadamente pudo haber sido llevado a alguna parte serrana de Coalcomán, donde este cártel tiene varias casas de seguridad“, agregó la fuente consultada de las fuerzas federales.

José Gabriel Pelayo Zalgado, de 49 años, es un activista ambiental y profesor rural integrante del Consejo Popular de Chinicuila desde hace tres décadas.
El 19 de marzo pasado salió de su comunidad llamada Coahuayula, municipio de Chinicuila, para llevar a su esposa a la cabecera municipal de Coalcomán, donde iba a tomar un autobús hacia la ciudad de Morelia, capital de Michoacán.
Después de dejar a su esposa en su destino, la última comunicación del ambientalista con ella fue desde la plaza principal de Coalcomán. Tras varias horas sin saber de él, ella denunció la desaparición.
De acuerdo con habitantes de Coahuayula, José Gabriel Pelayo fue privado de su libertad por células del CJNG y responsabilizaron a los jefes de plaza encargados de las extorsiones, desapariciones, asesinatos y secuestros de pobladores y comerciantes.
La captura en contra de su voluntad del ambientalista no es el primer caso en la zona. El Gorra Prieta, identificado como jefe de plaza en Chinicuila del CJNG, es buscado por la privación ilegal de la libertad de tres religiosas católicas y un misionero ocurrida en abril de 2023.
Las religiosas fueron golpeadas y dejadas en libertad, pero el misionero y activista, originario del municipio de Aquila, fue asesinado y su cuerpo hallado días después.
El Gorra Prieta también es buscado por ataques a personal militar y en contra de poblaciones ubicadas en los límites de Aquila y Chinicuila.
De acuerdo con fuentes federales de seguridad, el CJNG mantiene el control de Chinicuila y Coalcomán.


Un concepto sencillo, nacido en la isla del Mediterráneo, puede cambiar cómo ves lo cotidiano.
“En Sicilia tenemos una palabra mágica con un sabor propio: Futtitini“, cuenta el actor italiano Giusepppe Capodicasa en un video de BBC Reel.
“No es una mala palabra, es una bendición”, declara.
Recordemos que en Sicilia se habla italiano como en el resto de Italia, pero suena distinto porque detrás hay siglos de historia trenzada en la lengua.
Antes de que el italiano se adoptara como la voz común del país, los sicilianos ya hablaban el siciliano, una lengua romance marcada por las sucesivas conquistas y dominaciones de la isla: griegos, árabes, normandos, españoles… cada uno dejó alguna huella en el acento y en las palabras.
Cuando el italiano estándar empezó a imponerse en el siglo XIX, no borró esa base, sino que se mezcló con ella.
Por eso, aunque alguien como Capodicasa, quien se identifica “100% siciliano”, habla italiano, se notan tonos, giros y palabras que vienen de esa mezcla antigua.
Futtitinni es una de esas palabras.
Una que, según Capodicasa, encierra “una filosofía de vida, una forma de concebir nuestra existencia”.
“Futtitinni… cuán hermoso suena”, dice el filósofo siciliano Pietro Briguglio, pronunciando la palabra gustosamente.
“Cuando la dices, descargas un peso que tenías y quedas ligero”.
El término está muy presente en el lenguage común pues “se presta a ser usado en muchas situaciones”, afirma Briguglio.
Podría entenderse como “no te preocupes demasiado”, “déjalo pasar”, y su sentido se mueve entre “no te amargues”, “no te enredes” -o el mexicano “no te claves”, el colombiano “no te compliques”, el caribeño “no te calientes la cabeza” o el sureño “no te hagas drama”.
Pero según Capodicasa, “es más matizado, más elegante”.
La raíz de futtitinni es el verbo siciliano futtíri, que no es particularmente elegante: es una manera vulgar de decir “copular”.
Proviene del latín futūere, que en español evolucionó como ‘follar’, esa forma coloquial para hablar de las relaciones sexuales que aún se escucha en España.
En siciliano, así como ocurrió en muchas lenguas romances con verbos de origen sexual, futtíri se ha amplió a significados figurados como engañar, fastidiar, robar o tomarse libertades, dependiendo del contexto.
De ahí que futtitinni tenga un matiz entre despreocupado y un poco irreverente, algo así como “que te importe un carajo”, pero con ese tono siciliano que lo vuelve más filosófico que agresivo.
Y es que no se trata de que nada importa, ni de eludir problemas o responsabilidades, ni siquiera de resignación.
“Futtitinni no es superficialidad”, aclara Capodicasa. “Es la capacidad de atravesar las situaciones de la vida con conciencia y ligereza”.
En ocasiones, llama a desprenderse de lo inmutable y seguir viviendo plenamente, como explica el sitio web Entendiendo a Italia.
En esos casos, sirve para para consolar un amigo ante una decepción, para sobrellevar un revés económico, o simplemente para poner en perspectiva un incidente cotidiano.
Es además una herramienta existencial, que sirve para separar lo esencial de lo superfluo, para no cargar con cada contrariedad, y priorizar lo que de verdad importa.
Futtitinni encierra una modo de enfrentar la adversidad con ligereza, dignidad e incluso humor… un sentido que los sicilianos tienen muy desarrollado.
Como notó el político y escritor romano Cicerón, ya en el siglo I a. C., los sicilianos eran “una raza inteligente, pero desconfiada y dotada de un maravilloso sentido del humor”.
“Por terrible que sea una situación, los sicilianos siempre tienen un comentario ingenioso que hacer al respecto”, añadió.
Esa cualidad los ha acompañado a lo largo de sus 3.000 años de historia, a menudo difíciles de sobrellevar.
Solo adoptando una actitud reflexiva, observa Il Italoamericano, pudieron superar la constante tentación de convertirse en figuras trágicas.
Esa actitud se expresa en esa exhortación que los sicilianos usan cuando las cosas se vuelven demasiado abrumadoras: futtitinni.
Y, aunque la palabra existe en dialecto siciliano desde hace generaciones, en los últimos años ha tenido un resurgir notable.
Competiciones de memes, camisetas con la inscripción “Futtitinni“, artículos y blogs que rescatan su significado como “pedagogía de lo esencial”.
Futtitini “no es superficialidad, sino el arte del discernimiento”, señala Francesco Mazzarella en la revista Paese.
Aclara que ese arte del discernimiento es el “que distingue entre lo urgente y lo ruidoso, entre lo que nos edifica y lo que nos consume”.
Explica que cuando un siciliano dice futtitinni, a menudo está diciendo:
“No dejes entrar en tu corazón aquello que no merece habitar allí”.
“No le des poder a quien quiere quitarte el aliento”.
Para Mazzarella, el tradicional término no sólo no ha perdido relevancia sino que, en esta época en la que todo exige atención, y “cada opinión se convierte en guerra, cada imperfección en fracaso (…), futtitinni se ha convertido en revolución”.
Invita a practicar “el buen desapego”, a despreocuparse por lo periferal y centrarse en lo realmente importante.
“¿Tu pareja te dejó?… quizás no era la ideal. ¿Perdiste tu trabajo?… tómatelo como un nuevo comienzo”, ejemplifica Capodicasa.
“Hay quienes hacen yoga, meditación, respiran con el diafragma. Hay quienes van a India a encontrarse a sí mismos”, dice Capodicasa.
“En Sicilia hacemos todo esto con una sola palabra.
“Se dice que un viejo sabio, mientras explicaba las leyes de la filosofía siciliana a un joven discípulo, en cierto momento se detuvo, lo miró a los ojos y le dijo:
“Hijo, si no puedes cambiar lo que te hace sufrir, entonces futtitinni“.
Quizás ese sabio, al pronunciar la palabra, hizo el gesto típico que suele acompañarla para enfatizar: levantando la mano de abajo hacia arriba, como arrojando las preocupaciones al aire.
La intención es distender, dejar de enfocarse en lo negativo.
“La vida te estresa… tómatela con calma.
“Atascado en el tráfico… Paciencia”…
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