
Para entender mejor
Los servicios de atención médica para el personal de Petróleos Mexicanos (Pemex) arrastran deficiencias que reflejan problemas crónicos del sector público de salud en el país. En el Plan Estratégico de la Subdirección de Salud 2020-2024 reconoció un amplio conjunto de fallas internas (24) y amenazas externas (13).
Entre las fallas y amenazas están el desabasto de medicamentos, mantenimiento incompleto de equipos e instalaciones, sistemas informáticos que no operan al 100 %, adquisiciones de baja calidad, ataques cibernéticos, desperdicio de recursos por costos elevados de recetas alternas, adquisición de fármacos e insumos de bajo nivel, y un enfoque prioritario en atención primaria con el consecuente descuido del segundo y tercer nivel, en donde se atienden enfermedades de alta especialización.

Detectaron, además, que el índice de satisfacción de los derechohabientes fue de 91 % en 2019, por debajo de lo que se tuvo en el último año del gobierno de Enrique Peña Nieto (94 %).
Además, en 2019 el porcentaje de surtimiento completo de recetas médicas fue de 73.9 %, cuando en 2016, 2017 y 2018 se cubrió el 87.30 %, 89.98 % y 100 %, respectivamente.
A pesar de esta problemática en el surtido de medicamentos en hospitales y clínicas de Pemex en el primer año del gobierno de Andrés Manuel López Obrador, los organismos involucrados en el diseño del plan de salud eliminaron el porcentaje de surtimiento del programa para el periodo 2020-2024.
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El gobierno federal decidió “ajustar la estructura de costos y la estrategia de negocios a un escenario de precios bajos mediante disciplina financiera, eficiencia operativa del gasto y maximización de ingresos”.
Considerando criterios de liderazgo en la implementación de la atención, Pemex se propuso robustecer la calidad en las unidades de atención médica para alcanzar un acceso efectivo, costos razonables, satisfacción de la persona al transitar por el sistema, según se lee en su plan.
Seis años después, una parte importante del sistema de salud de Pemex, quirófanos, por ejemplo, afronta deficiencias por falta de mantenimiento, de acuerdo con información obtenida a través de la Plataforma Nacional de Transparencia.

En oficios de la Subdirección de Servicios de Salud y de la Gerencia de Atención Médica, con fecha del 23 de octubre de 2025, se detalla que en el Hospital General de Veracruz se llegó a trabajar con “material obsoleto y con falta de espacio para camas de recuperación de pacientes posoperados en 2024”, según el expediente DAS-SSS-GAM-HRPR-D-874-2025, en poder de Animal Político.
Este año, el mismo hospital reporta que solo funciona 1 de los 2 quirófanos que tiene disponibles, por limitación de iluminación de lámparas quirúrgicas y persiste la falta de espacio para camas de recuperación de pacientes posoperados.
En la Clínica Hospital de Huauchinango, Puebla, el único quirófano disponible está fuera de operación por “fallas en la mesa quirúrgica”; en el Hospital Regional Salamanca, Guanajuato, funcionan 3 de los 4 quirófanos disponibles, porque la lámpara quirúrgica de techo, del que está fuera de operación, no funciona y no cuenta con iluminación adecuada, y la sala en donde se encuentra funciona con limitaciones por la condición de la mesa quirúrgica, que es manual.

En el Hospital Central Norte, ubicado en la alcaldía Azcapotzalco, Ciudad de México, dos de los cinco quirófanos disponibles están fuera de servicio por falta de equipo funcional y de mantenimiento. Además, en Oaxaca, en el Hospital Salina Cruz, uno de los dos quirófanos no funciona por falta de mantenimiento y equipo funcional.
Además, en 2024 los servicios de salud de Pemex surtieron 8 millones 179 mil 704 fármacos, de los cuales en 140 mil 327 registros no se identificó el nivel de atención al que pertenecieron, según la evaluación de desempeño que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizó como parte de la segunda entrega del Informe de Resultados de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2024.
Testimonios de trabajadores de Petróleos Mexicanos dan cuenta de que la propuesta de mejorar el sistema de salud de la petrolera está lejos de cumplirse.
Daniela, nombre ficticio de una trabajadora que pidió proteger su identidad por temor a perder su empleo, carga con una mala experiencia que le marcó la vida: “un mal tacto, muy brusco, que me realizaron residentes provocó el desprendimiento de placenta, lo que obligó a una cirugía de emergencia y a activar un código para que todo el personal se involucrara”.

No es algo que le pueda desear a nadie, porque es doloroso, comentó. Aún se pregunta: “¿Por qué pasó? Entiendo que los residentes deben aprender, pero creo que muchos de los problemas que se suscitan en emergencias son por falta de experiencia. No sé si pasa en todos los hospitales, seguramente sí, no lo sé”.
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Reveló que muchas de las trabajadoras de Pemex y familiares con derecho a servicios médicos prefieren recurrir a los servicios de salud privados cuando están en etapa de parto.
—¿Hay algo más que perciba en los servicios de salud que presta la empresa? —se le preguntó.
—Hay un descontento general, como un cierto abandono en los servicios que se otorgan y eso pega en la actitud de los trabajadores. Además, se percibe la falta de personal, de medicamentos, y problemas con los bancos de sangre.

De acuerdo con registros de los Servicios Médicos de Pemex, datos al 31 de diciembre de 2024, se atiende a un universo de 644 mil 413 derechohabientes, entre trabajadores petroleros activos —sindicalizados y de confianza—, jubilados y sus familiares.
Se proyecta que el universo de derechohabientes alcance las 800 mil personas en 2030. Hasta 2024 en las 60 unidades médicas se tenía contratada una plantilla de 72 mil 961 personas para la atención del personal de Pemex: 1,070 médicos especialistas y 933 generales. El equipo de enfermería estaba conformado por mil 890 profesionales: 310 enfermeros titulados, 863 licenciados en enfermería, 598 enfermeros especialistas, 80 supervisores de enfermería y 39 jefes de enfermería, entre otros.
Algo que tiene inquietos a los trabajadores es la falta de medicamentos, comentó a Animal Político un trabajador a quien se identifica como Jaime porque pidió proteger su identidad. Él opera en plataformas. Afirma que cuando se acude a consulta y “te recetan un medicamento que en las farmacias de Pemex no tienen, tú debes ir a comprarlo y pedir la factura para después llevarla a la oficina de reembolso”.
El Manual de Procedimiento para el Trámite de Reembolso de Medicamentos en Servicios Médicos de Pemex, vigente a partir de junio de 2022, informa al derechohabiente que el plazo para la compra de medicamentos es de 72 horas hábiles y 60 días para su reembolso vía transferencia bancaria.
“El problema es que te pagan el último día de vencimiento para el reembolso, y son muchos días. Muchos dejamos de cobrar medicamentos o de facturarlos porque tienes que ir al hospital central y realizar muchos trámites… creo que debería ser más fácil”, agregó.
Jaime afirmó que no es problema del derechohabiente el que no haya medicamentos disponibles. “Si tú estás comprometiendo y ofreciendo el servicio, al menos tienes que darlo íntegro. Estas condiciones a muchos de nosotros nos obligan a recurrir a los servicios médicos privados”, consideró.

Los Servicios de Salud de Pemex señalan en su página web que es prioridad la atención oportuna, por lo que se fortaleció el mecanismo de abastecimiento y entrega directa de medicamentos en las farmacias de las unidades, y en caso de que no haya en existencia, se obtienen en farmacias cercanas y se proporcionan; o bien (se recurre) a una receta alterna para que la o el paciente lo compre y posteriormente reciba el reembolso.
Añaden que para garantizar que los derechohabientes reciban de manera efectiva el tratamiento temprano, adecuado y completo, se optimizaron los procesos administrativos de surtimiento de medicinas e insumos médicos, y se robusteció el catálogo de medicamentos.
Actualmente, los servicios médicos de Pemex se ofrecen en dos hospitales centrales, el más importante de ellos está ubicado en Periférico Sur, en el Pedregal de San Ángel, Ciudad de México; así como en 12 hospitales generales, seis regionales, tres clínicas hospitales, cuatro clínicas, 31 unidades médicas de consulta externa, 153 unidades médicas en centros de trabajo, y 20 consultorios en Cendis.
El servicio opera 958 camas censables, 22 laboratorios clínicos, diez laboratorios patológicos, 32 salas de radiología, 27 salas de expulsión, 50 salas quirúrgicas, ocho bancos de sangre, mil 538 cubículos, y 44 farmacias.
Apenas el 24 de octubre pasado la Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizó una evaluación de desempeño a los Servicios Médicos de Pemex, correspondiente a 2024.
El alcance temporal de dicha evaluación incluye los resultados de 2024 y, como referencia el periodo 2020-2023, tomando en cuenta los indicadores de desempeño del programa presupuestario E013 “Servicios médicos al personal de Pemex”, la infraestructura médica, los recursos humanos, los servicios médicos, la contribución al fortalecimiento de la atención a la salud y la mejora de la calidad de los servicios médicos, la economía en el ejercicio de los recursos del programa y la evaluación del control interno.
Entre los resultados obtenidos destacan “inconsistencias en la información reportada en materia de infraestructura, de recursos humanos y servicios médicos otorgados”; por ejemplo, respecto de la infraestructura médica Pemex Corporativo informó que en 2024 hizo visitas de inspección a las unidades médicas y formalizó un contrato de mesas quirúrgicas, así como un convenio modificatorio para la ampliación de un contrato de arrendamiento y el traspaso de un tococardiógrafo.

Sin embargo, no proporcionó evidencia documental de las visitas de inspección ni de la evaluación de las condiciones estructurales e instalaciones de las áreas, que justifiquen la implementación de dichas actividades para atender las necesidades detectadas.
Para la ASF, Pemex Corporativo “careció de objetivos, metas e indicadores para evaluar la suficiencia de la infraestructura; además, careció de información relevante y de calidad del número de unidades médicas, infraestructura, capacidad instalada y equipo médico para la prestación de servicios médicos a trabajadores, jubilados y derechohabientes de Pemex, con el que contó en 2024”.
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En cuanto a recursos humanos Pemex reportó 115 vacantes de médicos especializados y servicio de urgencias, enfermeros, administrativos y personal de servicios en las unidades médicas, así como el requerimiento de 60 becas para la especialización del personal de enfermería y seis plazas a cubrir en el departamento materno infantil en 2024, “pero no se evidenció la atención de esas necesidades”.

Pemex Corporativo informó al órgano fiscalizador de la Cámara de Diputados que en 2024 registró 4 millones 551 mil 128 de consultas médicas a nivel nacional —de las cuales en 634 mil 615 no se especificó el nivel de atención al que correspondieron—, 53 mil 529 hospitalizaciones, 670 mil procedimientos quirúrgicos, médicos, diagnósticos y terapéuticos —en 178 no se especificó el nivel de atención al que correspondieron.
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Asimismo, 22 millones 236 mil 571 estudios de laboratorio realizados, y 8 millones 179 mil 704 fármacos otorgados, de los que en 140 mil 327 registros no se identificó el nivel de atención al que pertenecieron.
Respecto de la aplicación del presupuesto aprobado para este programa en el ejercicio fiscal 2024, reconoció una reducción en su presupuesto de 7 %, al pasar de 19 mil 261.7 millones de pesos a 17 mil 922.5 millones, por una adecuación presupuestal.
De acuerdo con el Paquete Económico 2025, los Servicios de Salud tienen aprobado un presupuesto de 18 mil 415.8 millones de pesos y una partida estimada para 2026 de 18 mil 166.3 millones de pesos, por lo que difícilmente se pueden esperar grandes cambios en los servicios médicos al personal de Petróleos Mexicanos.

Los esfuerzos para controlar el incendio continúan mientras los residentes esperan noticias de sus seres queridos desaparecidos.
“Cuando te acercas, el calor sube y se siente, y el humo es muy denso”, dice el estudiante Thomas Liu.
Él es una de las muchas personas que acudieron al lugar del letal incendio que arrasó gran parte del complejo de ocho edificios de viviendas Wang Fuk Court, en el distrito de Tai Po en Hong Kong.
Al menos 65 personas han muerto y hay cientos de desaparecidos en el devastador incendio que comenzó el miércoles, y se espera que esta cifra aumente.
Aún se desconoce la causa, pero tres ejecutivos de una constructora fueron arrestados bajo sospecha de homicidio involuntario relacionado con materiales inflamables, como mallas y láminas de plástico, que pudieron haber permitido la rápida propagación del fuego.
“Es un desastre”, dice Thomas sobre el incendio, y agrega que vio cómo se llevaban un cuerpo.
“Mucha gente nos envió mensajes de WhatsApp o nos llamó diciendo que todavía tenían familiares dentro o que no los encontraban”, le dijo a BBC China Mui Siu-fung, concejal del distrito de Tai Po.
Más de mil personas se vieron obligadas a evacuar la urbanización a medida que las llamas se propagaban.
Algunas se dirigieron a centros habilitados como albergues. La policía también trasladó a personas de edificios cercanos.
El incendio se estaba apagando gradualmente, pero las autoridades indicaron que desconocían cuándo se extinguiría por completo.
Se veían llamas saliendo de algunos apartamentos mientras muchas personas observaban en silencio.
Una mujer comentó que sus amigos viven dentro del edificio y que estaba esperando saber si habían logrado salir.
Harry Cheung, quien ha vivido en el edificio dos del complejo Wang Fuk Court durante más de 40 años, le dijo a Reuters que escuchó “un ruido muy fuerte” y vio cómo se desataba un incendio en un edificio cercano.
“Regresé inmediatamente a empacar mis cosas”, dijo el residente de 66 años.
“Ni siquiera sé cómo me siento ahora mismo. Solo estoy pensando dónde voy a dormir esta noche porque probablemente no podré volver a casa”.
Una mujer de unos 60 años, de apellido Kam y residente en la urbanización adyacente Kwong Fuk, le dijo al South China Morning Post (SCMP) que varios de sus amigos que vivían en el complejo Wang Fuk Court habían sido localizados, pero no todos.
Kam señaló que una de sus amigas suele dormir la siesta a diario y es posible que estuviera durmiendo cuando se declaró el incendio a las 14:51 hora local. Agregó que las hijas de la mujer aún no han podido contactarla.
Otro residente, Jason Kong, de 65 años, declaró a Reuters que un vecino lo llamó y le dijo que seguía atrapado dentro de uno de los edificios.
“Estoy devastado. Hay tantos vecinos y amigos. Ya no sé qué está pasando. Mira, todos los departamentos están en llamas. No sé qué hacer. Espero que el gobierno pueda ayudar a instalarnos después de esto”.
Una anciana que vive en uno de los bloques afectados le dijo a la BBC que no estaba en su casa cuando se declaró el incendio, pero que estaba preocupada por su departamento porque no estaba asegurado.
“Estoy muy disgustada porque ahora no tengo un hogar al que ir”, dijo.
Aunque se desconoce la causa del incendio que devastó los edificios de gran altura, la policía afirma que se encontró una malla metálica y láminas de plástico en el exterior de los edificios. Se cree que ninguno de estos materiales es resistente al fuego.
También se encontró poliestireno en las ventanas del edificio. Estos materiales podrían haber acelerado la propagación del fuego, según la policía.
Algunas personas expresaron su indignación por la magnitud del incendio y criticaron la respuesta.
“Cuando hay un incendio forestal, despliegan helicópteros y lanzan bombas de agua, pero ¿por qué no se despliegan aquí y cómo pueden dejar los edificios en llamas?”, preguntó la señoira Poon, otra residente de Wang Fuk Court, de unos 60 años.
“La comunidad está muy cerca de la estación de bomberos y pensamos que el incendio se podría extinguir pronto, pero ahora se ha propagado. Estoy muy decepcionada”, le dijo al SCMP.
Poon dijo que no había recibido instrucciones del gobierno sobre dónde buscar ayuda.
La BBC habló con algunos residentes de Tai Po que habían llevado suministros a las víctimas y a los residentes afectados, incluyendo docenas de mantas y compresas térmicas.
El jefe ejecutivo de Hong Kong, John Lee, afirmó que las dependencias gubernamentales estaban ayudando a los residentes afectados por el incendio.
Cuando se le preguntó a los residentes su opinión sobre lo ocurrido, afirmaron que “el gobierno es incompetente” y que estaban “profundamente desconsolados”.
“No queremos ver más víctimas”, dijo uno.
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