La presidenta Claudia Sheinbaum aseguró este viernes que México “está preparado” y cuenta con distintos planes de acción en caso de que la nueva administración de Estados Unidos decida imponer aranceles a sus productos de exportación.
“Tenemos plan A, plan B, plan C, para lo que decida el gobierno de los Estados Unidos. Es muy importante que sepa el pueblo de México que siempre vamos a defender la dignidad de nuestro pueblo, que siempre vamos a defender el respeto a nuestra soberanía y un diálogo como iguales, como siempre lo hemos mencionado, sin subordinación”, sostuvo en su conferencia matutina.
A lo largo de la semana, la administración de Donald Trump ha confirmado que sigue adelante con su plan de imponer aranceles del 25 % a los productos provenientes de México y Canadá a partir del 1 de febrero. Esto en respuesta al déficit comercial y para obligar a sus gobiernos a frenar la migración irregular, así como el tráfico de fentanilo.
Ayer, el republicano incluso dijo que podría gravar el petróleo que llega de ambos países. “Puede que sí o puede que no. Probablemente tomaremos una decisión esta noche sobre el petróleo”, adelantó.
El tema de eximir o no el petróleo es relevante. Según un informe del Congreso estadounidense, Canadá y México representan el 71% de las importaciones estadounidenses de crudo. Solo Canadá es el 60%. Estados Unidos es a su vez un gran productor.
Cuestionada sobre los planes que tiene México para hacer frente a esta situación, Sheinbaum indicó que, como parte de estas acciones, la Secretaría de Hacienda tiene contemplado hacer uso inmediato de una especie de fondo o bolsa de contingencia cuyo monto no especificó, sólo dijo que se trata de “millones”.
De cualquier forma, indicó la mandataria, hay un equipo de trabajo que se encuentra preparando un plan que va más allá de un fondo.
Asimismo, dijo que el gobierno mexicano esperará con “cabeza fría” la decisión que tome Estados Unidos, no sin antes recurrir al diálogo para evitar que se llegue a este punto.
“Estamos preparados para cualquier escenario, evidentemente estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para evitar que se llegue a un escenario de este tipo y siempre se mantendrá el diálogo”, sostuvo.
🔴”Tenemos plan A, plan B, plan C, para lo que decida el gobierno de los Estados Unidos”, dijo @Claudiashein sobre la intención de #Trump de imponer aranceles del 25 % a México.
La mandataria dijo que “esperarán con la cabeza fría” la decisión del país norteamericano. pic.twitter.com/0Wptw6rK8r
— Animal Político (@Pajaropolitico) January 31, 2025
Por su parte, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, advirtió sobre las posibles consecuencias negativas que tendría la aplicación de un arancel del 25 % a productos mexicanos de importación.
De acuerdo con el funcionario, una medida como esta impactaría en el costo de vida de millones de familias estadounidenses, encareciendo productos esenciales que compran en el supermercado como frutas, verduras o carne, así como automóviles, electrónicos, electrodomésticos y equipo médico.
Además, el impacto sería mayor en los estados fronterizos y ciudades con alto consumo de estos productos, como California, Texas, Florida y Arizona.
“Esto es lo que estimamos, el impacto de un día al otro, para que tengamos una percepción de por qué es un error estratégico una tarifa de 25 %. Conviene tenerlo claro, el principal impacto: millones de familias en Estados Unidos tendrán que pagar 25 % más”, advirtió.
De acuerdo con las estimaciones, alrededor de 12 millones de familias estadounidenses se verían obligadas a pagar un monto adicional de 10 mil 427 millones de dólares por la aplicación de aranceles en automóviles y autopartes, de las que México es el principal proveedor.
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México a su vez es el segundo exportador de pantallas y el principal abastecedor de Estados Unidos, por lo que un aumento en los aranceles provocaría que alrededor 32 millones de familias de ese país tengan que pagar 2 mil 397 millones de dólares adicionales.
En el caso de los refrigeradores, de los cuales uno de cada tres producidos en México se vende en EU, implicaría un desembolso adicional de 817 millones de dólares para 5 millones de familias estadounidenses, mientras que para las computadoras, de las que el país es el quinto proveedor, el impacto sería de 7 mil 104 millones de dólares adicionales para 40 millones familias.
Según Ebrard, al aumento de precios se sumaría una menor disponibilidad de estos productos, problemas en la cadena de suministro y daños a largo plazo en la economía estadounidense.