Dentro de Palacio Nacional 205 trabajadores conforman la estructura de la Oficina de la Presidencia, que Claudia Sheinbaum ha ido reconfigurando durante sus primeros cien días de gobierno.
Aunque en este entramado burocrático cada uno tiene una función específica para garantizar la operación de la Presidencia y la seguridad de la titular del Poder Ejecutivo, apenas una decena de personas son las que hablan a diario y operan codo a codo con Sheinbaum.
A estos perfiles hay que sumar a la consejera jurídica, Ernestina Godoy -quien también tiene su oficina dentro de Palacio Nacional- y al titular de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones, José Peña Merino, dos de los funcionarios más cercanos a Sheinbaum que, según la Ley de la Administración Pública Federal, forman parte del gabinete legal con nivel de secretaría de Estado.
Aunque la Agencia Digital fue creada como una entidad aparte de la Oficina de la Presidencia, hasta la fecha Pepe Merino cuenta con una oficina en Palacio Nacional, en la que despacha cerca de la presidenta Sheinbaum, con quien estrechó la relación de trabajo durante el gobierno de la Ciudad de México y la campaña presidencial (2018-2024).
De hecho, además de Merino, la Oficina de la Presidencia cuenta con una coordinación estrategia digital nacional, a cargo de Juan Carlos Bautista Jacobo, funcionario que trabajó en esa misma área en el gobierno de la Ciudad.
La reconfiguración de la Oficina de la Presidencia, tras la llegada de la presidenta Sheinbaum, implicó una reducción presupuestal del 10 por ciento: en 2025 contará con un presupuesto de 867 millones 637 mil pesos; es decir, 57 millones de pesos menos que los 924 millones que ejerció la Oficina en el último año de gobierno del expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Lázaro Cárdenas Batel es el jefe de la Oficina de la Presidencia y tiene -entre otras responsabilidades- la de auxiliar a la presidenta en la toma de decisiones en los asuntos que se le encomienden, así como representarla en las reuniones y convocatorias en las que Sheinbaum no pueda asistir.
Todos los días acude al gabinete de seguridad que se celebra en el salón Ignacio Zaragoza de Palacio Nacional en punto de las 06:00 horas y se sienta a un costado de la presidenta.
Además, es el puente de contacto con el sector privado y demás actores relevantes de la sociedad y de la comunidad internacional.
Antes de ser presentado como el jefe de la oficina de la presidencia, Cárdenas Batel, exgobernador de Michoacán e hijo de Cuauhtémoc Cárdenas, fue uno de los candidatos a dirigir Pemex, sin embargo, rechazó la oferta. Y, entre 2018 y 2023, fue coordinador de asesores de López Obrador en la Presidencia, aunque sin una relación visible o estrecha.
La cercanía entre Sheinbaum y la familia Cárdenas tiene décadas y, durante la campaña de 2024, la entonces candidata aprovechó una gira por Michoacán para reunirse con los Cárdenas en el municipio de Jiquilpan.
“El ing. Cuauhtémoc Cárdenas es un hombre que marcó la historia de nuestro país, entre otros momentos, cuando tomó la decisión de construir una alternativa democrática frente al neoliberalismo en 1988”, escribió Sheinbaum en sus redes sociales tras el encuentro en el que compartió el desayuno con los Cárdenas.
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Una de las personas más cercanas a la presidenta Sheinbaum es Paulina Silva Rodríguez, actual coordinadora de Comunicación Social de la Presidencia.
Paulina Silva -quien se sumó al equipo de Sheinbaum en 2018, en el Gobierno de la Ciudad de México- está permanentemente con la presidenta para apoyarla prácticamente en cualquier tema. Legalmente, es la responsable de la Comunicación Social de todas las dependencias del gobierno federal, y es la coordinadora de todas las unidades de comunicación de Secretarías de Estado y otras dependencias; coordina la relación con los medios de comunicación y es la responsable de la conferencia “mañanera” -hoy conocida como “la conferencia del pueblo”-, que sigue siendo la principal estrategia de comunicación de la Presidencia.
La cercanía y confianza que la presidenta Sheinbaum le tiene es tal que, por ejemplo, ella fue la única persona que la acompañó a la visita que hizo como precandidata al Vaticano, en febrero de 2024, para sostener un encuentro con el Papa Francisco.
Paulina Silva tiene 36 años, cuenta con estudios en comunicación por la FES Aragón, así como una maestría en imagen pública. Previo a sumarse al equipo de Sheinbaum se había desempeñado como reportera.
Todos los días llega a Palacio Nacional antes de las 06:00 horas para participar en el gabinete de seguridad que encabeza la presidenta, y después la acompaña al Salón Tesorería para la conferencia de todas las mañanas.
Silva permanece de pie a un costado para auxiliar a la presidenta con las presentaciones, datos, fotos o demás información.
Durante “las mañaneras”, la coordinadora de Comunicación Social se hace acompañar por un equipo de al menos cinco personas, destacando la presencia de José Alfonso Suárez del Real, asesor político de la Coordinación de Comunicación Social de la Presidencia.
Suárez del Real es otra de las personas más cercanas y de mayor confianza a quienes Sheinbaum escucha desde que trabajaron juntos en el Gobierno de la CDMX.
En 2020, cuando Rosa Icela Rodríguez dejó la secretaría de Gobierno capitalina para asumir la titularidad de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana en el gobierno federal, Suárez del Real pasó de la Secretaría de Cultura de la CDMX a la Secretaría de Gobierno, y tiempo después se convirtió en el jefe de la oficina de la entonces jefa de Gobierno.
En Comunicación Social de la Presidencia otro operador es Alfonso Brito, como coordinador de Vinculación e Información.
El experto en comunicación política, quien fuera titular de la Coordinación de Comunicación Social de Marcelo Ebrard cuando fue jefe de gobierno del entonces Distrito Federal, así como en la Asamblea Legislativa de la capital del país, formó parte de la campaña presidencial de Sheinbaum atendiendo y siendo el enlace con los medios de comunicación locales.
Carlos Augusto Morales es el secretario particular de la presidenta Claudia Sheinbaum, cargo en el que repite, pues en el Gobierno capitalino, cuando Sheinbaum era jefa de Gobierno, Morales desempeñó el mismo rol.
Morales es otra de las personas que trabajan codo a codo con la presidenta y con quien tiene contacto permanente.
De hecho, como informamos en esta nota, el funcionario público y su hermano, Efraín Morales -hoy director general de la Comisión Nacional del Agua (Conagua)- prestaron a Sheinbaum la vivienda en donde la presidenta montó su oficina, así como casa de campaña y de transición.
Entre otras, su función principal es auxiliar a la presidenta en su interacción institucional con las dependencias y entidades del gobierno federal, así como otras instituciones de los sectores público, privado y social.
A su escritorio llega toda la documentación y correspondencia dirigidos a la presidenta y él está a cargo de turnarlos a Sheinbaum o bien, a las unidades de apoyo técnico que correspondan.
Diariamente acude al gabinete de seguridad y en ocasiones participa en los eventos públicos de la presidenta como parte del presídium.
Aunque Morales López también está a cargo de diseñar la agenda y el calendario de actividades de la presidenta, trabajo que realiza en colaboración con la Coordinación General de Política y Gobierno, área que está a cargo del exministro de la Corte, Arturo Zaldívar, la presidenta Sheinbaum cuenta con una secretaria privada, quien es su primer contacto cuando ella requiere hablar con alguien u obtener cualquier tipo de información o reporte.
Ella también es quien maneja su agenda y funge como enlace entre el secretario particular y las unidades de apoyo. Si alguien quiere ver a la presidenta, forzosamente debe pasar antes por su escritorio.
Se trata de Luisa Elena Abreu González quien desde 2015 -cuando Sheinbaum ganó la elección en la alcaldía Tlalpan- ha trabajado con ella como su secretaria particular y después como secretaria privada en el Gobierno capitalino.
Incluso, durante la campaña y transición, Elena Abreu continuó desempeñando este puesto.
La secretaría privada de la Presidencia es una unidad administrativa que depende directamente de Carlos Augusto Morales, secretario particular de Sheinbaum, y quien también tiene a su cargo las unidades de Transparencia y de Administración y Finanzas.
Aunque entre sus responsabilidades no está reportarle directamente a la presidenta, Sheinbaum decidió dejar a cargo de la unidad de Transparencia a Betsy Morales Delgado, quien también laboró con ella en el Gobierno capitalino.
Se trata de un nombramiento que deja en claro la confianza que Sheinbaum le tiene, pues como directora de Instrumentos Normativos y Administrativos de la Jefatura de Gobierno, Morales Delgado tenía como responsabilidad el revisar y dar el visto bueno a toda la documentación que firmaba la jefa de Gobierno.
Jesús Ramírez Cuevas, actual coordinador de asesores de la presidenta Claudia Sheinbaum, es uno de los perfiles heredados por López Obrador a su sucesora, que se ha convertido en un funcionario cercano a Sheinbaum desde la etapa de transición.
Jesús Ramírez también acude diariamente al gabinete de seguridad y, aunque ya no es su función, suele ofrecer recomendaciones sobre la política de comunicación de la Presidencia, cuya responsabilidad recaía directamente en él durante el sexenio pasado.
Recientemente, la presidenta Sheinbaum anunció que Jesús Ramírez será el coordinador del Plan Nacional de Desarrollo, cuyos foros temáticos se celebrarán en los próximos meses.
Aunque la Consejería Jurídica no es parte de la Oficina de la Presidencia, es un área fundamental en la operación no solo de esta unidad, sino de todo el Gobierno federal, por lo que su titularidad fue encomendada a Ernestina Godoy, exfiscal general de justicia de la CDMX.
Sheinbaum y Godoy trabajaron de la mano en el Gobierno capitalino y luego de que el Congreso capitalino rechazara ratificar a Godoy en el puesto, la exjefa de Gobierno la invitó a hacer campaña para ganar una senaduría por la vía plurinominal.
“Ernestina Godoy es una mujer honesta, profesional, incorruptible, un ejemplo de cómo se procura la justicia. Tuvo logros importantes en la disminución de delitos de alto impacto, cero tolerancia a feminicidios y una enorme valentía para desenmascarar y hacer justicia en casos de corrupción, como el cartel inmobiliario y la trata de personas. Esa es la razón por la cual la oposición votó en contra de su ratificación. Por considerarla una mujer excepcional, ayer mismo invité a Ernestina Godoy a participar en la encuesta para representar a la Ciudad de México en el senado de la República”, escribió Sheinbaum en sus redes sociales luego de que Morena y aliados no obtuvieran los votos necesarios para que Godoy permaneciera al frente de la Fiscalía local.
Godoy ganó un escaño en el Senado, mismo que dejó un mes después para sumarse formalmente al equipo de Sheinbaum, quien le encomendó una de las tareas más importantes: representar jurídicamente al Gobierno federal.
La Consejería Jurídica está conformada por poco menos de 200 trabajadores, sin embargo, solo Ernestina Godoy y su equipo más cercano operan en Palacio Nacional, en donde mantienen contacto permanente con la presidenta Sheinbaum.
Tras su paso como secretaria de Educación en el Gobierno de López Obrador, Leticia Ramírez Amaya volvió a la oficina presidencial, ahora como coordinadora de asuntos intergubernamentales y participación social.
Durante el gobierno de López Obrador se desempeñó como directora general de Atención Ciudadana de la Presidencia y luego como secretaria de Educación Pública, y ahora su función principal es coordinar a las dependencias del gobierno y ser el puente entre éstas y la presidenta Claudia Sheinbaum.
Por ejemplo, para la campaña “Aléjate de las drogas, el fentanilo te mata”, que se presentó en la conferencia matutina del martes 7 de enero, Ramírez Amaya fue la encargada de coordinar a la Secretaría de Salud, de Educación, al IMSS e ISSSTE, por ejemplo.
Incluso, tras el impacto del huracán John en Acapulco, -la primera emergencia meteorológica a la que hizo frente la administración de Sheinbaum- Ramírez Amaya estuvo en Guerrero coordinando las acciones de distintas dependencias como Educación y Bienestar.
Ella no asiste diariamente al gabinete de seguridad, sin embargo, acompaña permanentemente a la presidenta y participa en el presídium de la mayoría de los eventos que encabeza la presidenta.
Aunque no se ha publicado el reglamento de funcionamiento de la Oficina de la Presidencia, Sheinbaum adelantó que la coordinación que encabeza Ramírez Amaya incorporará varias áreas de la Presidencia ya existentes, como logística y ayudantía, con un enfoque en atención ciudadana.
Áreas que actualmente dependen de la Coordinación General de Política y Gobierno que encabeza el exministro, Arturo Zaldívar.
Aunque después de renunciar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para sumarse al equipo de Claudia Sheinbaum se especuló que podría ser el consejero Jurídico del Gobierno de México, Arturo Zaldívar finalmente fue nombrado coordinador General de Política y Gobierno.
Todos los días participa en el gabinete de seguridad y, entre otras responsabilidades, tiene la de coordinar y dar atención a todas las peticiones que ciudadanos, organizaciones y demás actores hacen a la presidenta Claudia Sheinbaum.
Esto, al tiempo que debe coordinarse con Carlos Augusto Morales, secretario particular de la presidenta para definir y acordar la agenda de actividades.
En el marco de la Reforma Judicial, Sheinbaum refrendó la confianza que tiene en el exministro de la Corte al designarlo como coordinador del comité de evaluación del Poder Ejecutivo, equipo que está a cargo de revisar y depurar la lista de los aspirantes a participar en la elección de jueces, magistrados y ministros.
Despacha en Palacio Nacional y hasta la fecha su cargo tiene tres unidades administrativas: la Dirección General de Atención Ciudadana, la Dirección General de Logística y la Dirección General de Ayudantía.
Frente a la Dirección General de Atención Ciudadana -unidad que podría pasar a la coordinación que encabeza Leticia Ramírez– se encuentra Adriana Contreras Vera, quien de febrero de 2019 a octubre pasado trabajó en la Secretaría de Gobierno de la CDMX coordinando el área de atención ciudadana.
Además del trabajo que realiza para dar trámite a todas las peticiones que la ciudadanía lleva a Palacio Nacional -ya sea dirigidas a la presidenta de la República o bien a otra área-, es común verla en la conferencia matutina, pues acude a tomar nota de las peticiones que se hacen a Sheinbaum.
La presidenta Claudia Sheinbaum heredó de López Obrador la decisión de vivir en Palacio Nacional, a donde se mudó en diciembre; la determinación de prescindir de un Estado Mayor Presidencial, y dejar su seguridad y asistencia personal a la Ayudantía, y algunos personajes que durante seis años acompañaron al expresidente en Palacio.
No sólo Jesús Ramírez, Lázaro Cárdenas, Leticia Ramírez o Carlos Torres, coordinador de programas del Bienestar y jefe de los “súper delegados”, sino también a una de las personas de mayor confianza del tabasqueño: Laura González Nieto.
De acuerdo con la Nómina Transparente, la exsecretaria privada de López Obrador continúa laborando en la Presidencia de la República como jefa de unidad, percibiendo un sueldo mensual neto de 127 mil 882 pesos.
González Nieto acompañó a AMLO desde el 2000, cuando el tabasqueño ganó la elección para gobernar el entonces Distrito Federal. Tras su salida del Gobierno capitalino y hasta el 2018 cuando AMLO ganó la Presidencia, trabajó en el CEN de Morena.
Desde aquella ocasión hasta hace unos meses González Nieto estuvo al lado de AMLO apoyándolo en todo; incluso, en las conferencias matutinas que encabezaba el exmandatario era común escucharlo decir “pídeselo a Laurita” cuando necesitaba algún dato, reporte o documento que había llegado a su oficina y quería compartirlo.