El gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el paquete de leyes secundarias en materia energética para reformar el sector y simplificar las estructura de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Se trata de un paquete de reformas que incluye seis leyes principales y la armonización de otras cinco. De esta manera, se expide la Ley de la Empresa Pública del Estado, Petróleos Mexicanos; la Ley de la Empresa Pública del Estado Comisión Federal de Electricidad; la Ley de Planeación y Transición Energética; la Ley del Sector Eléctrico; la Ley del Sector Hidrocarburos y la Ley de la Comisión Nacional de Energía.
De acuerdo con Sheinbaum, estas nuevas leyes sustituyen a las que formaban parte de la reforma energética del 2013, impulsada durante el sexenio de Enrique Peña Nieto y permitirán cumplir con lo establecido en el Plan México, que busca, entre otras cosas, incrementar la producción nacional.
La secretaría de Energía, Luz Elena González Escobar, dijo que con estas reformas, Pemex y CFE dejarán de ser consideradas como empresas productivas, “sin que esto implique que disminuyan en términos de productividad y de eficiencia”, y pasarán a ser empresas públicas en beneficio de la nación.
El paquete legislativo será enviado al Congreso de la Unión.
Entre las novedades del paquete de leyes es la confirmación de contratos mixtos a la iniciativa privada, tanto en el sector de hidrocarburos como en el eléctrico.
“Se definen las áreas de participación de la iniciativa privada y se reconoce su participación ordenada y transparente. En cuanto a la participación privada se prevén seis esquemas, tres para consumo propio y tres para generación de energía”, explicó la secretaria de Energía.
Otro de los cambios es la desaparición de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE), lo que dará paso a un nuevo órgano desconcentrado, la Comisión Nacional de Energía.
Esta comisión tendrá como atribuciones el otorgamiento de permisos de generación y comercialización de energía eléctrica, el establecimiento de tarifas para todos los servicios asociados así como la vigilancia del mercado eléctrico mayorista.
Mientras que en el tema de hidrocarburos, se encargará de los permisos de la cadena productiva de gas natural, petrolíferos y petroquímicos, así como el establecimiento de tarifas.
Las iniciativas también contemplan la desaparición de tres subsidiarias y casi 50 filiales de Pemex y de nueve subsidiarias y cuatro filiales de la CFE.
A esto se suma el otorgamiento de un régimen especial para el manejo de su presupuesto, contabilidad y deuda que servirá para facilitar su operación y que busca fortalecer los principios de austeridad con lineamientos y metas anuales específicas.
La nueva Ley del Sector Eléctrico propuesta por el gobierno de Sheinbaum garantiza la prevalencia de la CFE para que mantenga al menos el 54 % de la generación eléctrica del país, lo que deja a las empresas privadas con el 46 % de la producción.
También incorpora el concepto de justicia energética con el objetivo de reducir desigualdades en el acceso y uso de la energía, al tiempo que mantiene el compromiso de no incrementar tarifas por encima de la inflación.
De acuerdo con la titular de Energía, también se establece a CFE como garante de la continuidad, accesibilidad, seguridad y confiabilidad del Sistema Eléctrico Nacional y a Pemex de la provisión de hidrocarburos y de gas natural.
Asimismo se define cómo es que las empresas privadas podrán participar de manera “ordenada y transparente” en la producción energética a través de seis esquemas: tres para generación distribuida y autoconsumo y tres para generación de energía.
En el caso del primer esquema de generación distribuida, estará exento de permiso, mientras que el autoconsumo aislado permitirá instalar de 0.7 hasta 20 mega watts a través de un trámite sencillo y el autoconsumo interconectado tendrá una venta de excedentes exclusiva para CFE.
En cuanto a las tres figuras para la generación eléctrica, se contemplan contratos de producción de largo plazo con entrega exclusiva de energía para CFE y con la posibilidad de que los activos de estas de estas plantas pasen a la Comisión. Se permitirá también la generación a través de una inversión mixta, siempre y cuando CFE mantenga el 54 % de participación, compartiendo riesgos y beneficios. También se mantiene la figura de generador eléctrico sin restricciones para venta de productos en el mercado eléctrico mayorista.
Las modificaciones propuestas también contemplan la incorporación de un nuevo régimen fiscal simplificado denominado como Derecho Petrolero para el Bienestar, con el cual pretenden disminuir su carga fiscal y elevar su rentabilidad.
A su vez, las nuevas leyes establecen que Pemex tendrá preferencia en la determinación y elección de las áreas de exploración y extracción, así como la posibilidad de decidir si se asocia con privados en contratos mixtos para completar sus capacidades y financiamiento. Esto incluye inversiones en proyectos de energía limpia.
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También se mejora la trazabilidad de los combustibles desde su importación hasta la venta al público y se obliga a la empresa a presentar una Manifestación de Impacto Social como requisito para el inicio de proyectos y de su operación.
Mientras que la Ley de Planeación y Transición Energética funcionará como el mecanismo rector para que el país pueda avanzar hacia la producción y el uso de energías limpias.
En esta ley se establecen seis instrumentos de planeación de mediano y largo plazo para coordinar, impulsar y regular el desarrollo del sector hacia la transición energética, los cuales tienen como base lo estipulado en el Plan Nacional de Desarrollo.
Asimismo, se contempla la creación del Sistema Nacional de Información Energética y un Consejo de Planeación Energética que fungirá como el órgano supremo de coordinación.
En este contexto, Sheinbaum anunció que la próxima semana presentará el plan de inversiones de la CFE, que incluye el espacio de inversión que habrá para las empresas privadas.
De acuerdo con la mandataria, esta información se encuentra en los planes nacionales de energía que elaboró su gobierno para CFE y Pemex y que además incluyen los objetivos en materia energética para 2030; la incorporación de fuentes renovables de energía a partir de la producción de 1.8 millones de barriles diarios, entre otras cuestiones.