Los familiares de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos hace 10 años, así como los asesores legales que los acompañan, llegan al primer encuentro con la presidenta Claudia Sheinbaum a la expectativa por el inicio de una nueva administración, pero “con mucho menos entusiasmo” de cuando tuvieron la primera reunión con el expresidente Andrés Manuel López Obrador, hace seis años.
En aquel primer encuentro después del triunfo electoral de Morena, López Obrador dio un golpe de efecto al emitir un decreto por el que se creó la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del Caso Ayotzinapa (Covaj), que fue -además- su primera acción de gobierno, en diciembre de 2018.
Seis años después, y luego de que los padres y madres de los normalistas denunciaran que a mitad de sexenio el presidente López Obrador “se puso del lado del Ejército” para protegerlo en la investigación del caso, los familiares llegan a esta primera reunión con Sheinbaum asegurando que “el mecanismo de la Covaj está agotado” y que esperan nuevas alternativas para continuar con la investigación del caso Ayotzinapa.
“Cuando Claudia se reunió como presidenta todavía virtual con los padres y madres (el pasado 29 de julio), les dijo que haría una propuesta de un mecanismo para continuar con los trabajos de investigación, pero sin precisar en qué consistiría ese mecanismo nuevo. Y pues una de las expectativas de este primer encuentro ya como presidenta oficial es saber cuál será esa propuesta para seguir trabajando”, planteó en entrevista con Animal Político Humberto Guerrero, integrante de Fundar, una de las organizaciones civiles que acompañan a los padres y madres de los 43.
“Tanto para los padres y madres, como para las organizaciones que los acompañamos, el mecanismo de la Covaj está agotado. Para nosotros no sería una alternativa continuar el diálogo y los trabajos dentro del esquema de la Covaj. No vemos condiciones para continuar con ese mecanismo”, advirtió Guerrero.
Preguntado si en la reunión de este miércoles esperan algún anuncio por parte de la presidenta en cuanto a posibles avances en la investigación del caso, o que pudiera anunciar, como hizo López Obrador al inicio de su gobierno algún nuevo decreto para facilitar las investigaciones, el asesor de Fundar dijo que “no hay muchas expectativas” en que algo así suceda este miércoles.
“Salvo que hubiera surgido alguna información a partir de la detención de “El Cholo Palacios” hace un par de semanas, o alguna información de las nuevas cabezas en el Ejército, la verdad es que no hay muchas expectativas. Por el momento, no tenemos información de que pudieran llegar con avances en ninguno de estos dos rubros”, señaló Guerrero.
Sobre la detención el pasado 22 de noviembre en Tlatlaya, Estado de México, de Alejandro ‘El Cholo Palacios’, jefe de plaza de Guerreros Unidos, el extitular de la Covaj, Alejandro Encinas, dijo en una entrevista con el diario El Universal que ésta podría ser “de vital importancia para esclarecer la desaparición de los 43 normalistas” hace una década.
Con su posible testimonio, dijo Encinas, se podría conocer la “relación de complicidades de las autoridades de todos los niveles de gobierno con los grupos delictivos”.
Aún así, las organizaciones que acompañan a los padres y madres de los normalistas se mantienen muy cautos en cuanto a los alcances de la primera reunión con la presidenta Sheinbaum.
“Esperamos un anuncio sobre cuál será el nuevo mecanismo para seguir trabajando e investigando, pero no un anuncio que pudiera consistir en un nuevo decreto, tipo como el que dio lugar a la Covaj con AMLO, o ajustes a la Covaj. No hay nada que nos indique que pudiera ir por ahí”, insistió Humberto Guerrero.
Por otra parte, otra de las exigencias que plantearán los padres y madres de los normalistas es que se retomen las reuniones periódicas con Claudia Sheinbaum, al igual que sucedía con el presidente López Obrador.
“Queremos que las reuniones sean lo más periódicas posibles, y que en esas reuniones se puedan revisar avances sustantivos, porque si no, no servirían tampoco de mucho”, puntualizó el integrante de Fundar.
La primera vez que los padres y madres de Ayotzinapa se reunieron con Sheinbaum fue el pasado 29 de julio en el museo de la Ciudad, pero en aquel entonces fue aún como presidenta virtual. En aquella ocasión, asistentes a la reunión dijeron a Animal Político que el encuentro fue “cordial”, pero en un estilo “mucho más frío y distante” que el que acostumbraba el presidente López Obrador, y que la virtual presidenta, ni en privado, ni ante los medios, hizo compromiso alguno de que se encontrarán a los 43 jóvenes, e incluso ya advirtió que seguramente “habrá diferencias” con los familiares.
No obstante, al término de aquella primera reunión, Sheinbaum aseguró que “no se nos va a olvidar el caso Ayotzinapa” y dijoque seguirían trabajando “para encontrar un método de trabajo que nos permita lo que están pidiendo ellos, los padres y madres, que es verdad, justicia y saber dónde están (los normalistas)”.
Ese primer encuentro como presidenta virtual en julio pasado, y este que tendrá lugar este miércoles ya como presidenta, se produce luego de un fuerte desencuentro entre los familiares de los 43 normalistas y el ya expresidente López Obrador.
La división se materializó, especialmente, a partir de septiembre del año pasado, con motivo de la conmemoración de los nueve años del caso. En ese entonces, el presidente elevó el tono en sus discursos. Cargó duramente contra las organizaciones civiles como Fundar o el Centro Pro, que acompañan a los padres y madres, los activistas y los abogados de las familias, a quienes acusó en reiteradas ocasiones de “manipular” a los padres y madres. Mientras que en su último libro, ‘Gracias’, defendió nuevamente el papel del Ejército en el caso, y regresó a la lógica inicial de que, si es que hubo alguna participación de la Sedena en la desaparición de los 43 estudiantes, se trató de unas pocas “manzanas podridas”.
“En la encrucijada de si creerle a la investigación penal o al Ejército, el presidente López Obrador optó por el Ejército. Y eso es un problema, porque al inicio cada vez que el presidente daba un puñetazo en la mesa exigiendo información, misteriosamente la Sedena encontraba la documentación. Y por eso se quedó un enorme interrogante de si el presidente hubiera insistido más, habrían aparecido o no más documentos”, dijo Francisco Cox, exintegrante del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), en este reportaje publicado en septiembre pasado por Animal Político con motivo de los 10 años del caso.