“Qué el Ejército no se utilice para suplir las incapacidades de los civiles”, la voz de Andrés Manuel López Obrador sonó en la tribuna cuando la diputada de Movimiento Ciudadano Patricia Flores Elizondo, quien fuera jefa de la oficina de la presidencia con Felipe Calderón, reprodujo en su celular un audio del presidente cuando era oposición.
Las fotografías con letreros de “No a la Militarización” de López Obrador y Mario Delgado también aparecieron en la tribuna de la Cámara de Diputados mientras se discutía la reforma para que la Guardia Nacional quede bajo el mando del Ejército, que más tarde fue aprobada por la mayoría calificada de Morena y aliados del PT y Verde.
El pasado alcanzó a Morena. El debate giró sobre sus posturas antimilitaristas en el sexenio de Enrique Peña Nieto.
Pero también al PAN, pues mientras se discutía la reforma a la Constitución en materia de Guardia Nacional, se dio a conocer que la Fiscalía de Estados Unidos solicitó que Genaro García Luna, secretario de Seguridad Pública del expresidente Felipe Calderón, tenga una condena perpetua por la gravedad de los delitos que se le atribuyen, relacionados con corrupción y narcotráfico.
“No queremos que pase con la Guardia Nacional lo que pasó con la Policía Federal. La Policía Federal se corrompió, en mucho, por mandos corruptos como el hoy declarado culpable, Genero García Luna, Cárdenas Palomino y mandos corruptos que desprestigiaron a la Policía Federal”, dijo en tribuna el diputado Ricardo Mejía Berdeja del PT, exsubsecretario de seguridad federal, para justificar la adscripción de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa.
“Para eso queremos que esté en la Secretaría de la Defensa Nacional para que no se corrompa, como sucedió con el destacamento que armó y organizó y capacitó Zedillo, y luego terminó siendo el Cártel de Los Zetas, ¿eso queremos? No, por eso queremos que sea una disciplina militar lo de la Guardia Nacional”, comentó por su parte Reginaldo Sandoval, coordinador de la bancada del PT.
Mientras morenistas señalaron al PAN de ser el partido que gobernó cuando se le declaró la guerra al narcotráfico, lo que “llevó al país a una escalada violenta que apenas se está controlando” y por ello ahora se necesita al Ejército en las calles, los panistas acusaron a Morena de una falsa izquierda, “pues por años dijeron que los militares tenían que estar todos en los cuarteles, que no tenían nada que hacer en las calles en materia de seguridad”.
Sin embargo, también hubo voces que cuestionaron que la reforma va más allá de la transferencia de la Guardia Nacional a la Sedena, pues plantea la modificación del artículo 129 constitucional para que, en tiempos de paz, los militares puedan ejercer las funciones que tengan previstas en la Constitución y las leyes que de ella emanen.
Actualmente, la Constitución establece que en tiempos de paz los militares no pueden realizar más funciones que las que tengan conexión con la disciplina militar.
“Necesitamos saber exactamente, exactamente, cuál es el objetivo del cambio al artículo 129 constitucional, cuál es exactamente lo que se quiere de esta militarización”, preguntó la diputada Patricia Mercado de Movimiento Ciudadano.
“El 129, el artículo 129, ese que van a reformar, no ha sido reformado nunca desde 1917, pero eso tiene una razón de ser. No se ha reformado porque ese artículo constituye un poderosísimo límite para el Ejército, para salvaguardar lo civil de lo militar; y hoy, ustedes, con esta reforma, lo que hacen es destruir ese candado, ese candado que no había sido tocado desde 1917”, reclamó la diputada panista Paulina Rubio.
Pese a que dentro de la misma bancada de Morena se intentaron cambios hasta el último día para poner candados, mejorar la redacción y aclarar los alcances de algunas reformas, solo un cambio prosperó: eliminar la palabra “origen” y “marino” del artículo 21.
El artículo 21 vigente dice “la Federación contará con una institución policial de carácter civil denominada Guardia Nacional”.
En el dictamen y con la reserva lo modificaron por “la Federación cuenta con la Guardia Nacional, fuerza de seguridad pública, profesional, de carácter permanente e integrada con personal de origen militar y marino con formación policial”.
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“Es una reserva del descaro. Se la pasaron diciendo que no se trataba de militarizar la seguridad pública ni la vida pública de México y ahora se plantea como tal”, dijo Gibrán Ramírez, diputado de Movimiento Ciudadano.
Leonel Godoy de Morena afirmó que la modificación al dictamen se trata de que “la función policial” tenga una “disciplina militar”, que “los marinos y que los soldados tengan una capacitación policial”.
“Les falta ese olfato que tiene el policía”, dijo Godoy.
La bancada de Morena rechazó que la modificación sacara a los marinos de la ecuación y aseguraron que la palabra “militar” incluía a los “marinos” y resultaba redundante.
Los otros artículos que se buscaron modificar, sin éxito, fueron el mismo 129; la reforma al artículo 13, que pretende que los órganos de justicia militar puedan conocer de los casos donde intervengan los elementos de la Guardia Nacional, o el artículo 21, que establece que la investigación de los delitos también corresponda a la GN.
Aunque también, voces triunfalistas dentro de la fracción parlamentaria morenista, orgullosas de su mayoría aplastante, aseguraron que no modificarían ni un artículo, ni una coma, porque les sobran los votos. De hecho, lograron aprobar en lo general esta reforma constitucional, que requería de 334 votos de 500 presentes en el pleno, con 362 votos a favor de 495 asistentes.
A diferencia del Senado, donde uno o dos votos pueden hacer la diferencia en el resultado de la aprobación de una reforma constitucional en la actual legislatura, en la Cámara de Diputados los legisladores de Morena y aliados saben que no necesitan de los votos de la oposición, quienes en conjunto votaron en contra.
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Los opositores recordaron la situación de Sinaloa, donde la presencia del Ejército no ha evitado 51 asesinatos, 64 personas desaparecidas y un pueblo entero desplazado, en tan solo 10 días, tras la captura del narcotraficante Ismael “El Mayo” Zambada.
También trajeron al debate las declaraciones del militar Jesús Leana Ojeda, comandante de la tercera región, quien dijo que para que la tranquilidad regrese a Sinaloa lo más pronto posible depende de los grupos “antagónicos” generadores de violencia y no de las fuerzas armadas.
“El caso de Sinaloa es un claro ejemplo de la ineficacia de esta estrategia”, dijo el diputado Paulo González del PAN.
Mientras que los morenistas celebraron que con su mayoría aprobaron la reforma. “Es un honor estar con Obrador”, gritaron al finalizar la votación en lo particular, que fue de 353 votos a favor y 126 en contra.