
La presidenta de la Cámara de Diputados, Kenia López Rabadán, advirtió que aprobar la reforma electoral en un proceso acelerado y sin un análisis amplio sería “un gran error” para el país, y llamó a garantizar un debate abierto, profundo y con participación de la ciudadanía, autoridades electorales, expertos y organizaciones civiles.
En entrevista con medios en el Palacio Legislativo de San Lázaro, la legisladora del PAN señaló que, independientemente de cuándo sea enviada la iniciativa por la Presidencia de la República, ya sea en enero o febrero, la Cámara de Diputados tiene la obligación de abrir espacios de deliberación y escucha antes de cualquier dictamen.
“Yo estoy absolutamente convencida: hacerlo en fast track sería un gran error, hacerlo sin escuchar las distintas posiciones, sería terrible para nuestro país”, dijo.

“Debe haber un espacio de análisis profundo, serio, ético de las y los legisladores. Debemos, como Cámara de Diputados, garantizar que las organizaciones no gubernamentales, la academia, los expertos, los partidos políticos y los ciudadanos puedan ser escuchados”, afirmó.
López Rabadán explicó que durante el periodo de receso legislativo la Comisión Permanente seguirá sesionando, y subrayó que el Congreso debe permanecer abierto al debate de los temas nacionales. Advirtió que intentar limitar la discusión parlamentaria sería un mensaje contrario a la representación democrática.
“Tratar de callar al Congreso mexicano sería un grave error; tratar de ocultar una realidad que se viva en México y no se discuta en la Cámara de Diputados o en la Comisión Permanente sería darle la espalda al pueblo de México”, sostuvo.
La diputada añadió que el parlamento abierto no debe limitarse a escuchar, sino que las opiniones recogidas deben reflejarse en el contenido final de la reforma, de lo contrario, advirtió, se desvirtúa el ejercicio democrático.
“Escuchar sin obedecer, pues evidentemente es dar atole con el dedo y me parece que los ciudadanos no se merecen algo así”, señaló.
Subrayó que la discusión electoral debe centrarse en fortalecer las instituciones, garantizar que el voto sea respetado y evitar cualquier debilitamiento del sistema democrático.

“En México lo que tiene que pasar es que no se destruya la democracia. En México lo que tiene que pasar es que el voto de los ciudadanos sea respetado, que nadie se sienta más fuerte que el pueblo de México”, afirmó.
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Finalmente, insistió en que cualquier reforma electoral debe construirse pensando en el interés ciudadano y no en la concentración de poder, porque, dijo, que lo se debe hacer es “fortalecer las instituciones electorales y nunca disminuirlas”.