Más de 450 conferencias de prensa entre enero de 2020 y junio de 2021 hicieron del doctor Hugo López-Gatell una figura pública que, hoy, aspira a la candidatura de Morena a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud debe su fama a haber sido el vocero del gobierno federal durante la pandemia de SARS-Cov 2 que dejó, según cifras oficiales, más de 333 mil muertes en México y un exceso de mortalidad de más de 800 mil personas, según el Inegi.
Elogiado en el oficialismo, pero denostado en la oposición, Hugo López-Gatell se convirtió en una polémica figura conforme fue avanzando la pandemia, al protagonizar el reporte de salud, primero como una sección de la conferencia mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador, y a partir de marzo de 2020, como una conferencia especial transmitida todos los días a las 19:00 horas.
La también llamada “novela de las siete” fue el escenario desde el que lanzó el famoso “quédate en casa”, con el que dio inicio una etapa de meses de confinamiento.
A lo largo de 451 episodios, que a diferencia de la mañanera se transmitían también sábados y domingos, el subsecretario fue tomando notoriedad por sus explicaciones largas y detalladas, en las que lograba aterrizar a un lenguaje sencillo complejos procesos científicos.
Pero, conforme se fue complicando la pandemia, y cuando México se convirtió en uno de los países de mayor letalidad -junto con Estados Unidos y Brasil-, López-Gatell comenzó a confrontarse con las reporteras y reporteros que acudían a la cobertura de las conferencias vespertinas.
Protagonista de infinidad de memes y stickers, López-Gatell se convirtió en un rockstar de las redes sociales, pero también en uno de los personajes de la 4T más repudiado desde circuitos opositores.
En enero de 2021, su rostro apareció en la portada del libro “Un daño irreparable: la criminal gestión de la pandemia en México”, de Laurie Ann Ximénez Fyvie, quien compara al subsecretario con el médico nazi Josefe Mengele, considerado un criminal de guerra por sus experimentos con humanos. El libro editado por Planeta se convirtió en un best seller.
A la par, López-Gatell fue defendido por el presidente López Obrador y por los dirigentes y voceros de Morena, partido en el que adquirió tanta popularidad que, incluso, en meses recientes fue incorporado como uno de los redactores del Programa de Nación 2024-2030 con el que se pretende continuar la “cuarta transformación”.
Hugo López-Gatell Ramírez se graduó en la Facultad de Medicina de la UNAM, en 1994; es maestro en Ciencias Médicas por la UNAM; tiene un doctorado en Epidemiología y un postdoctorado por la Bloomberg School of Public Health de la John Hopkins University.
Nacido en 1969, cursó la educación básica en el Colegio Madrid, al sur de la Ciudad de México. En los 80, sus años de adolescente, junto con muchos alumnos del Madrid y del Instituto Paulo Freire, López-Gatell participó en las jornadas de alfabetización para adultos en comunidades rurales.
Después, ya en la Facultad de Medicina de la UNAM, fue un estudiante y activista de los años posteriores al Consejo Estudiantil Universitario. No le tocó la huelga de 1986, en donde habría conocido a Claudia Sheinbaum y otros líderes del CEU, pero él mismo ha narrado cómo participó en acciones posteriores, como una toma de la Rectoría a principios de los 90, en defensa de la educación pública.
Años después, ya como médico profesional fue médico residente, jefe de residentes en Medicina Interna, médico consultor, médico especialista y subdirector de Investigación Clínica del Instituto Nacional de Nutrición.
En el servicio público, ha sido director general adjunto de Epidemiología de la Secretaría de Salud, director de Encuestas Nacionales de Salud, director de Innovación en Vigilancia y Control de Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública y, a partir de diciembre de 2018, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud.
Pese a su trayectoria profesional, López-Gatell decidió entrar a la polémica y politizar el manejo de la pandemia.
Cuando se criticaba al presidente López Obrador por no utilizar cubrebocas o recomendar remedios caseros o estampitas religiosas para protegerse, él se hizo famoso por solapar al primer mandatario con frases como “la fuerza del presidente es moral, no es una fuerza de contagio”.
A mediados de 2020, predijo que México tendría, en el peor de los casos, unos 30 mil fallecimientos a causa del COVID-19, cifra que es diez veces menor a los más de 300 mil fallecimientos reconocidos oficialmente.Te puede interesar:
Las investigaciones periodísticas sobre la cifra real de muertos en México lo confrontaron con la prensa nacional y extranjera, e incluso llegó a quejarse de que el diario estadunidense The New York Times publicaba “infodemia” y no información correcta sobre el manejo de la pandemia.
La oposición demandó su destitución varias veces en el Congreso y, a la fecha, legisladores del PAN y del PRI buscan que rinda cuentas en una comparecencia ante el Congreso a la que él se ha negado.
En 2020, el tema de las cifras de muertos y la gestión de la pandemia llegaron a provocar diferencias entre López-Gatell y el gobierno de la Ciudad de México, donde Claudia Sheinbaum -a diferencia del presidente- respetaba y recomendaba seguir los protocolos de prevención.
Incluso, se llegó a comparar públicamente cómo en la CDMX se promovía el uso del cubrebocas, la aplicación de pruebas masivas y otras medidas que a nivel federal el subsecretario desestimaba.
Pero un episodio, en febrero de 2022, terminó unificando a ambos personajes: la publicación de una investigación periodística que reveló que el gobierno de la CDMX había gastado 29 millones de pesos en ivermectina, un tratamiento no autorizado para el COVID-19.
La reacción de López-Gatell, al igual que la de López Obrador y Claudia Sheinbaum, fue la descalificación de Animal Político, por haber publicado dicha investigación.
La llegada de la vacuna a México, a partir de 2021, y su aplicación masiva, le dieron a López-Gatell la oportunidad de cambiar la narrativa gubernamental: en lugar de dar un reporte diario de contagios y fallecimientos, comenzó a registrar el número de dosis aplicadas. Aunque también el tema de la vacunación lo confrontó con los medios de comunicación, que cuestionaban la calidad y cantidad de las vacunas adquiridas por el gobierno.
El viernes 11 de junio de 2021, López-Gatell ofreció su última conferencia de prensa vespertina en el Salón Tesorería. Una veintena de personas lo despidió con mariachis, pastel y sin sana distancia en las puertas del Palacio Nacional. Para ese día, oficialmente se reconocían 229 mil muertes por COVID-19.
Ese día, en sus redes sociales escribió: “Hoy concluimos el ciclo de conferencias vespertinas. Seguiremos trabajando por el bien de México, monitoreando y respondiendo al desarrollo de la epidemia de #COVID19, que va a la baja, pero no se ha terminado. Agradezco la solidaridad y colaboración del pueblo de México”.
Desde entonces, sus apariciones ante la prensa se limitaron a los “martes de la salud”, en las conferencias mañaneras, acompañando al presidente.