En su último informe de labores como ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Piña aprovechó para criticar la reforma al Poder Judicial, con la cual, dijo, “se está innovando a partir de una narrativa falsa”. En su discurso, destacó que se enfrentó a un contexto sin precedentes, particularmente marcado por ataques y amenazas desde el poder.
Sin la presencia de los Poderes Ejecutivo y Legislativo, indicó que desde que se impulsó la reforma judicial se volvió una práctica común desestimar a la autoridad y amenazar a jueces, magistrados y ministros con persecuciones penales y juicios políticos.
“La campaña de deslegitimación de personas juzgadoras federales comenzó hace más de seis años. No debemos olvidar los ataques a jueces y magistrados que desde entonces ya eran constantes”, recordó en su discurso y haciendo alusión a la administración de Andrés Manuel López Obrador, aunque sin mencionarlo.
Las amenazas al Poder Judicial, aseguró, iniciaron cuando se dieron resoluciones contrarias a los intereses del gobierno y se les acusó de no ser parte de un proyecto político, algunos de ellas: la anulación del pase de la Guardia Nacional a la Sedena; la invalidación del decreto que califica como seguridad nacional las megaobras y la cancelación del “Plan B” de la reforma electoral.
“Cada vez que la Suprema Corte resolvió uno de esos casos, las y los ministros que votamos en contra de lo que el gobierno percibió como contrario a su proyecto político fuimos acusados de traidores, corruptos, aliados de minorías rapaces y de la delincuencia organizada y de cuello blanco, e incluso se realizaron alegorías en ataúdes de algunos de nosotros. Todo ello por ejercer nuestra función como jueces y juezas constitucionales y de cara a la sociedad”, sostuvo Norma Piña.
Asimismo, destacó que, por el contrario, cuando la Corte resolvía casos de forma que se percibía favorable al gobierno, las resoluciones se celebraban públicamente.
Dijo que este tipo de campañas contra los juzgadores federales constituyen amenazas a la independencia judicial, lo que representa una práctica antidemocrática.
De acuerdo con la ministra, la reforma judicial, además de no tener precedente a nivel mundial, tiene dos problemas de origen: se hizo sin diagnóstico y se basa en una narrativa falsa.
“La reforma está innovando a partir de una narrativa falsa, infundada, pero repetida tan consistentemente que ha parecido convertirse en verdad. Nos encontramos, entonces, ante un caso típico de posverdad, en el que las apelaciones, a las emociones, a las creencias y a los sentimientos han tenido más influencia en la formación de la opinión pública y de los actores políticos, que los hechos objetivos y verificados”, aseguró.
🗣️”Las apelaciones a las emociones, a las creencias y a los sentimientos han tenido más influencia en la formación de la opinión pública y de los actores políticos que los hechos verificados”, dijo la ministra Norma Piña sobre la reforma judicial durante su último informe de… pic.twitter.com/H9BLuLXdc7
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La ministra también criticó que la reforma no contemple a los policías, a las fiscalías ni a las comisiones de víctimas.
“¿Por qué todos los esfuerzos se han concentrado en la transformación del Poder Judicial Federal? ¿Dónde están las propuestas para remediar los profundos problemas de las instituciones policiales y las fiscalías, así como la atención a los millones de víctimas de delitos en México y quienes, por otra parte, viven el horror del sistema penitenciario?”, cuestionó.
Norma Piña dijo que le llama la atención que entre las principales acusaciones contra el Poder Judicial es que hay demasiadas personas sin sentencia en prisión.
“¿No es esto precisamente lo que ocasiona en gran medida la prisión preventiva oficiosa que más que en ningún otro periodo de la historia de México se ha impulsado y continúa promoviéndose actualmente? Ello, no obstante, que sobre el Estado Mexicano pesa una condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos precisamente sobre este tema”, declaró respecto a la recién aprobada reforma.
En su mensaje, Piña Hernández dijo que los resultados de esta reforma no serán inmediatos, sino a través del paso del tiempo y que no se trata de una historia de vencedores o vencidos. “Todo demócrata, y con mayor razón, todo servidor público, desea lo mejor para su país. No es posible saber, al menos en estos momentos, cuál será el resultado de dicha reforma”.
“Pienso, y al mismo tiempo, así lo deseo por el bien de mi país, que la expresión exclamada por algunos ´sí se pudo´, solo tendrá sentido, no ahora, sino cuando, en su caso, los hechos den constancia plena de que está funcionando el nuevo sistema que garantice de mejor manera los derechos de las y los mexicanos y un mejor sistema de contrapesos entre los poderes del Estado”, sostuvo.
Finalmente reiteró que “los derechos humanos están en riesgo permanente cuando el poder no puede ser contenido”.
⚖️La titular de la @SCJN, Norma Piña, señaló durante su informe de labores que “los derechos humanos están en riesgo permanente cuando el poder no puede ser contenido”.
Agregó que uno de los propósitos de un Poder Judicial independiente es proteger los derechos humanos. pic.twitter.com/iGjAGVqMjp
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Los titulares de los Poderes Ejecutivo y Legislativo desairaron el último informe de Norma Piña como ministra presidenta de la Suprema Corte.
Así, ni la presidenta Claudia Sheinbaum ni los presidentes de las Cámaras del Congreso de la Unión, Gerardo Fernández Noroña (Senado) y Sergio Gutiérrez Luna (Diputados), acudieron a escuchar y a acompañar a Piña, en medio de diferencias de la representante del Poder Judicial con el Ejecutivo y el Legislativo por la reforma judicial aprobada y en proceso de implementación.
El lunes, Sheinbaum adelantó que no asistiría al informe de Norma Piña, pero que mandaría a un representante del Poder Ejecutivo del que no reveló su nombre. Este martes, la representación de Sheinbaum y el Poder Ejecutivo estuvo a cargo de César Yáñez, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación.
Sheinbaum y Piña coincidieron en la toma de protesta de la morenista como presidenta de México en la sesión solemne del Congreso de la Unión el 1 de octubre pasado. Piña acudió como representante del Poder Judicial de la Federación.
Ese día, ambas coincidieron en la Mesa Directiva del recinto de la Cámara de Diputados.
A diferencia del presidente saliente Andrés Manuel López Obrador quien evitó a Norma Piña, Sheinbaum se acercó a la ministra presidenta de la Suprema Corte y la saludó. López Obrador miró la escena a la distancia. La acción provocó vítores de algunos legisladores.
En su discurso, Sheinbaum defendió la reforma judicial aprobada y Piña escuchaba.
“Estoy segura que en unos años todas y todos estaremos convencidos que esta reforma es lo mejor. Aprovecho para decirle a las y los trabajadores del Poder Judicial, que sus derechos y salarios están totalmente salvaguardados”, dijo Sheinbaum.
Al finalizar su discurso, Sheinbaum fue rodeada por una multitud de senadores, senadoras, y diputadas y diputados morenistas, quienes querían tocarla, abrazarla y tomarse fotos. En contraste, del lado opuesto de la mesa directiva, legisladores panistas hacían fila para saludar a la ministra Norma Piña.
En cuanto a los representantes del Poder Legislativo, la semanada pasada el presidente de la mesa directiva de la Cámara de Diputados, el morenista Sergio Gutérrez Luna, dijo que Norma Piña “no estuvo a la altura del liderazgo” que debió tener al interior del máximo tribunal ante la reforma judicial.
Gutiérrez Luna también acusó a Piña de radicalizarse en un intento de rechazar la reforma al Poder Judicial en lugar de “ver cómo aportar”.
“Lo que se vio de la ministra Piña fue una ausencia de liderazgo, de autocrítica y de visión social, y “sí un sectarismo y una defensa de intereses y privilegios personalísimos. Y eso creo que no abonó pues a sus propios integrantes”, dijo el diputado.
Mientras que Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, también expresó sus diferencias con Norma Piña semanas atrás, en los primeros momentos de los preparativos de la elección de personas juzgadoras, contemplada en la reforma judicial.
A principios de octubre, Fernández Noroña acusó al Consejo de la Judicatura Federal, presidido por Norma Piña, de no haber entregado el listado con la totalidad de cargos de personas juzgadoras, el cual servirá para elaborar la convocatoria para la elección de jueces, magistrados y ministros.
Una semana después, Noroña recibió a Piña durante la sesión solemne en conmemoración del Bicentenario de la Instauración de la Cámara alta, pese los recientes roces entre ambos respecto a la reforma judicial y anunció que llegaron un acuerdo para retomar el diálogo.
Durante la sesión que se llevó a cabo en la antigua casona de Xicoténcatl, la ministra Piña incluso ocupó un asiento a lado de Fernández Noroña con quien previamente sostuvo una breve reunión en la Sala de Senadoras de República.
En videos compartidos en redes sociales se puede observar a ambos saliendo sonrientes y caminando juntos rumbo al Salón de Sesiones donde tuvo lugar la ceremonia.
Fernández Noroña informó entonces que llegó a un acuerdo previamente con la ministra Norma Piña para retomar el diálogo entre los representantes de los Poderes de la Unión.
“No habría venido a esta ceremonia sin un acuerdo”, dijo el legislador entrevista con medios.
Sin embargo, Noroña admitió que no se habían superado las diferencias que existen entre el Poder Legislativo y el Judicial.
“Para ser muy claro, hay un acuerdo para, aún en las condiciones más difíciles mantener el diálogo. Este es el acuerdo central, a partir de ahí todo lo que podamos construir me parece que será muy positivo”, dijo en aquel momento.