Tal como lo hizo a nivel nacional, el partido Morena adelantará los tiempos electorales en los nueve estados donde se renovará el Poder Ejecutivo local, al emitir este lunes 18 de septiembre una convocatoria que implicará el arranque de decenas de aspirantes a las gubernaturas.
Quienes busquen ser candidata o candidato de Morena en los nueve estados que se disputarán en junio de 2024, deberán hacer su registro ante el partido entre el 25 y 26 de septiembre, con lo que darán inicio recorridos estatales parecidos a los que entre junio y agosto pasado llevaron a cabo Claudia Sheinbaum y sus cinco contrincantes a nivel nacional.
Son nueve los estados donde habrá elección de gubernaturas y, de ellas, seis las gobierna actualmente Morena: Ciudad de México, Chipas, Morelos, Puebla, Tabasco y Veracruz. Además de tres estados gobernados por la oposición: Jalisco (MC), Guanajuato y Yucatán (PAN).
En los nueve estados ha arrancado ya formalmente el proceso electoral, y las precampañas están programadas hasta el mes de noviembre; sin embargo, Morena y sus aliados (PT y PVEM) desafiarán nuevamente las leyes electorales con un proceso interno anticipado para el que no existe regulación actualmente.
Si siguieran la misma lógica de lo ocurrido a nivel nacional, los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLE) de esas nueve entidades tendrán que desahogar las quejas que se presenten por presuntos actos anticipados de precampaña y campaña, y emitir lineamientos para poner límites a los aspirantes y poder fiscalizar los recursos con los que financien sus recorridos.
El método para elegir a quienes llevarán temporalmente el título de “coordinadores estatales de Defensa de la Transformación” será el de encuestas, replicando lo ocurrido a nivel nacional.
Entre los aspirantes a las nueve candidaturas de Morena destacan senadores, diputados, alcaldes, ex secretarios de gobiernos locales, ex funcionarios federales, dirigentes locales e incluso un gobernador actual en otra entidad, algunos de los cuales ya renunciaron a sus cargos. La lista de aspirantes es la siguiente:
Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa con licencia.
Omar García Harfuch, ex secretario de Seguridad Ciudadana de la CDMX.
Cuauhtémoc Blanco, gobernador de Morelos.
Manuela Obrador, diputada federal y prima del presidente.
Sasil de León, senadora por el PES, pero afiliada a Morena.
Patricia Armendáriz, diputada federal.
Rosa Urbina, alcaldesa de Tapachula.
Javier Jiménez Jiménez, secretario de Hacienda del gobierno estatal.
José Manuel Cruz Castellanos, secretario de Salud del gobierno estatal.
Jorge Luis Llaven Abarca, diputado del PVEM.
Enoc Hernández Cruz, ex coordinador regional de campaña de Manuel Velasco.
Eduardo Ramírez Aguilar, senador de Morena, formado en el PVEM.
Roberto Albores Gleason, ex senador priista.
Lucía Meza Guzmán, senadora con licencia,
Margarita González Saravia, ex directora de la Lotería Nacional.
Sandra Anaya Villegas, secretaria de Administración del gobierno estatal.
Rabindranath Salazar Solorio, coordinador General de Política y Gobierno de la Presidencia de la República.
Juan Salgado Brito, ex alcalde de Cuernavaca y ex diputado federal.
Víctor Mercado Salgado, coordinador de asesores de la Oficina de la Gubernatura de Morelos.
Juan Ángel Flores Bustamante, presidente municipal de Jojutla.
Rafael Reyes Reyes, presidente municipal de Jiutepec.
Arnulfo Montes Cuén, empresario.
Ignacio Mier, coordinador de los diputados federales de Morena.
Alejandro Armenta, senador.
Olivia Salomón, secretaria de Economía del gobierno estatal.
Norma Layón, presidenta municipal de San Martín Texmelucan.
Claudia Rivera, ex presidenta municipal de Puebla.
Rodrigo Abdala, súper delegado del gobierno federal en Puebla.
Julio Huerta, ex secretario de Gobernación de Puebla.
Yolanda Osuna, alcaldesa de Centro.
Rosalinda López Hernández, administradora de Auditoría Fiscal del SAT y hermana del ex gobernador Adán Augusto López.
Mónica Fernández Balboa, senadora.
Javier May, ex director de Fonatur.
Óscar Cantón Zetina, diputado federal.
Jaime Lastra, diputado de Morena en el Congreso local.
Mario Llergo, diputado federal y ex coordinador de campaña de Adán Augusto López.
Raúl Ojeda, ex candidato a la gubernatura en 2000 y ex senador.
Rocío Nahle, secretaria de Energía.
Sergio Gutiérrez Luna, diputado federal.
Ricardo Ahued, presidente municipal de Xalapa.
Éric Cisneros Burgos, secretario de Gobierno del estado de Veracruz.
Zenyasen Escobar García, secretario de Educación del estado de Veracruz.
Antares Vázquez Alatorre, senadora.
Malú Micher, senadora.
Ricardo Sheffield, procurador federal del Consumidor.
Ernesto Prieto Ortega, director del Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado.
Miguel Ángel Chico, ex diputado federal.
Carlos Lomelí, empresario farmacéutico y ex súper delegado del gobierno federal en la entidad.
Antonio Pérez Garibay, diputado y padre del piloto ‘Checo’ Pérez.
‘Chema’ Martínez, diputado en el Congreso estatal.
Claudia Delgadillo, diputada federal.
Cecilia Márquez, diputada federal.
Rogerio Castro Vázquez, secretario general del INFONAVIT.
Joaquín Díaz Mena, delegado del Bienestar en la entidad.
Verónica Camino Farjat, senadora.
Rocío Barrera Puc, diputada federal.
Raúl Paz, senador expanista.
El bebé de Khadija aún no tiene nombre y su primer hogar es una tienda de campaña junto a la carretera.
Nació minutos antes de que se produjera el mortífero terremoto del viernes por la noche en Marruecos.
Aunque Khadija y su hija salieron ilesas, el hospital de Marrakech donde se encontraban fue evacuado. Tras una rápida revisión, les pidieron que se marcharan apenas tres horas después del nacimiento.
“Nos dijeron que teníamos que irnos por miedo a las réplicas”, explicó.
El sismo de magnitud 6,8 sacudió el centro del país, con epicentro a 71 kilómetros de la turística Marrakech. Por ahora se cuentan más de 2.100 personas fallecidas en una decena de provincias y el número de heridos ha ascendido a más de 2.420. Unos 20 minutos después hubo una réplica de magnitud 4,9.
Con su recién nacida en brazos, Khadija y su marido intentaron tomar un taxi a primera hora del sábado para ir a su casa de Taddart, en la cordillera del Atlas, a unos 65 kilómetros de Marrakech.
Pero de camino se encontraron con que las carreteras estaban bloqueadas por corrimientos de tierra y sólo llegaron hasta el pueblo de Asni, a unos 15 kilómetros de su destino final.
Desde entonces, la familia vive en una tienda de campaña básica que han logrado construir junto a la carretera principal.
“No he recibido ninguna ayuda ni asistencia de las autoridades”, nos dijo, sosteniendo a su bebé mientras se protegía del sol bajo un endeble trozo de lona.
“Pedimos mantas a algunas personas de este pueblo para tener algo con lo que taparnos. Sólo tenemos a Dios”.
Khadija nos contó que sólo tiene un conjunto de ropa para el bebé.
Amigos de su ciudad natal les han contado que su casa está muy dañada y no saben cuándo podrán tener un lugar adecuado donde alojarse.
Cerca del lugar donde Khadija acampa, la frustración crece a medida que pasan los días y apenas llega ayuda a los pueblos y aldeas de las zonas montañosas al sur de Marrakech.
En Asni, a solo 50 kilómetros de Marrakech, la gente dice que necesita ayuda urgente.
Un grupo de gente enfadada rodeó a un reportero local y le arrojaron sus frustraciones: “No tenemos comida, no tenemos pan ni verduras. No tenemos nada”.
El reportero, en el centro de la multitud, tuvo que ser escoltado y llevado lejos por la policía, mientras la gente aún lo seguía, desesperada e intentando desahogar su ira.
“Nadie ha venido a nosotros, no tenemos nada. Sólo tenemos a Dios y al rey”, dijo un hombre de la multitud que no quiso dar su nombre.
Desde el terremoto vive al margen de la carretera principal del pueblo con sus cuatro hijos. Su casa sigue en pie, pero todas las paredes están muy agrietadas y tienen demasiado miedo para quedarse allí.
Han conseguido volver y coger algunas mantas, lo único que ahora tienen para dormir.
En un momento, un camión pasó entre la multitud. Algunas personas intentaron hacerle señas, esperando desesperadamente que les dejara suministros. Pero el camión siguió su camino, seguido de abucheos.
Algunos dicen que han recibido tiendas de campaña de las autoridades, pero no hay suficientes para todos.
Cerca de allí está Mbarka, otra persona que vive en una tienda de campaña. Nos guió por las calles laterales hasta su casa, en la que ya no puede vivir.
“No tengo medios para reconstruir la casa. De momento, sólo nos ayuda la gente de la zona”, nos contó.
Vivía allí con sus dos hijas, su yerno y tres nietos.
Cuando su casa empezó a temblar, salieron corriendo y casi fueron alcanzados por el derrumbe de una casa mucho más grande que empezó a deslizarse colina abajo.
“Creemos que el gobierno ayudará, pero hay 120 pueblos en la zona”, dijo su yerno Abdelhadi.
Con tanta gente necesitada de ayuda, un gran número de personas tendrá que esperar más tiempo para recibir asistencia.