El coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier Velazco, anunció que el partido promoverá una consulta popular para saber si los ciudadanos consideran que los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) deben elegirse por voto popular.
Durante una conferencia de prensa en Puebla, el líder de los diputados de Morena dijo que buscarán que la consulta ciudadana se realice en agosto de 2024, tras la elección presidencial .
Mier arremetió contra el Poder Judicial, principalmente contra la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), luego de que el máximo tribunal del país invalidó el primer decreto de reformas electorales, conocido como “plan B”, el cual fue promovido por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“La gente podría decidir si los ministros deben ser electos por voto directo, con un proceso previo al reconocimiento, a la meritocracia y a su currículo, formación, eficacia y experiencia dentro del Poder Judicial”, dijo Mier.
El diputado replicó críticas que ha hecho el presidente López Obrador y el Gobierno federal contra los ministros, por sus ingresos y prestaciones, a las que calificó de “privilegios”.
“Ganando más que el presidente, el que se lleva la medalla de oro, por excesos, despilfarro, dispendio y abuso, son en el Poder Judicial, pero dentro de las medallas de oro, la de platino se la lleva la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los 11 ministros”, insistió.
Dentro de los privilegios con los que cuentan las y los ministros de la SCJN, se encuentran 14 fideicomisos por 20 mil millones de pesos sin transparentar.
Ellos defienden sus beneficios y los de una minoría que saqueó al país durante muchos años. pic.twitter.com/aCF7SHp3be
— Gobierno de México (@GobiernoMX) May 12, 2023
Aseguró que la propuesta contará con el respaldo de Morena y sus aliados, señalando que contarán con casi el 60% de los legisladores.
“Estoy consciente que son temas espinosos, son temas que pisan callos y pisan llagas, pero lo peor que puede pasar es que nos quedemos callados”, sostuvo.
El papa Francisco decidió desalojar de su residencia en el Vaticano al cardenal estadounidense Raymond Leo Burke y retirarle su salario.
Bourke es uno de los principales “tradicionalistas” de la Santa Sede y desde hace tiempo ha sido abiertamente crítico de las gestiones del Papa para reformar la Iglesia católica.
El Papa aún no ha hecho efectivo el desalojo del eclesiástico, le dijo una fuente del Vaticano a la BBC.
Pero la decisión, agregó la fuente, no pretende ser un castigo personal, sino se basa en la creencia de que una persona no debería disfrutar de privilegios de cardenales mientras critica al jefe de la Iglesia.
Raymond Burke nació en Wisconsin, Estados Unidos, en 1948. Estudio en el Seminario de la Santa de Cruz de La Crosse y en la Universidad Católica de América, donde obtuvo la licenciatura y el máster en filosofía.
En 1975 Burke fue ordenado sacerdote por el papa Pablo VI en la Basílica de San Pedro, tras lo que regresó a La Crosse, en Wisconsin, donde fue rector asociado en la Catedral de San José Obrero.
En 1980 regresó a Roma para obtener un doctorado en Derecho Canónico por la Pontificia Universidad Gregoriana.
Después de ser nombrado obispo en 1994 y arzobispo de San Luis en 2003, el papa Benedicto XVI lo nombró prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica, la máxima autoridad judicial de la Iglesia católica, con sede en el Palacio de la Cancillería de Roma.
Fue también el papa Benedicto quien lo hizo cardenal en 2010 y desde entonces se le ha percibido como una de las principales voces del tradicionalismo entre los prelados de la Iglesia católica y el líder de facto de su ala más conservadora.
Las tensiones entre el cardenal Burke y el papa Francisco han estado latentes desde el inicio de este último pontificado.
El cardenal ha sido un abierto crítico de las gestiones del Papa para reformar los asuntos, tanto litúrgicos como sociales, de la Iglesia.
Burke se ha opuesto a los intentos de otros obispos de relajar las actitudes de la Iglesia hacia los homosexuales o hacia los católicos que se han divorciado y vuelto a casar.
También opinó que los políticos católicos que apoyan la legalización del aborto, como John Kerry o Joe Biden, no deberían recibir la eucaristía.
En 2013 Francisco retiró a Burke y a otros 13 prelados de la Congregación para Obispos, el grupo que se encarga de nombrar obispos.
Pocos días después, el cardenal estadounidense criticó al Papa en una entrevista con la emisora católica EWTN.
“Se podría tener la impresión, o así lo interpretan los medios, de que él (Papa) piensa que nosotros hablamos demasiado sobre el aborto, demasiado sobre la integridad del matrimonio entre un hombre y una mujer”, señaló Burke. “Pero nunca podremos hablar lo suficiente sobre eso”.
Un año después, en 2014, el cardenal le dijo a BuzzFeed que el Papa lo había “degradado” de su cargo como prefecto del Tribunal Supremo de la Signatura Apostólica para nombrarlo Patrón de la Orden Militar Soberana de Malta, un cargo principalmente ceremonial dedicado al bienestar espiritual de los miembros de la Orden.
En 2016, a diferencia del papa Francisco, que se mostró crítico de Donald Trump durante la campaña presidencial -en particular por sus planes para construir un muro entre México y EE.UU.- el cardenal Burke apoyó al republicano diciendo que éste “defendería los valores de la Iglesia”.
“Por lo que escuché durante la campaña, me parece que el nuevo presidente comprende bien lo que es importante para nosotros”, le dijo el cardenal al diario Daily Express.
“En primer lugar, estoy convencido de que se preocupará por la defensa de la vida humana desde su concepción y desplegará todas las acciones posibles para contrarrestar el aborto”.
“Y también creo que tiene muy claro el bien irremplazable de la libertad religiosa”, agregó.
En febrero de 2017, aparecieron por toda Roma carteles criticando al Papa. Y los cardenales de la ciudad recibieron una noticia falsa burlándose del pontífice.
Christopher Lamb, el corresponsal en Roma de The Tablet, decidió investigar para la BBC quién era el responsable de las fechorías.
En un artículo que tituló “Quién es el trol del Papa”, Lamb no encontró evidencia de que se tratara del cardenal Burke, pero escribió: “(Francisco) enfrenta resistencia a su reorganización del Vaticano y está enfureciendo a los creyentes del ala más tradicional de la Iglesia”.
“A la vanguardia de la oposición al papa Francisco se encuentra el cardenal estadounidense Raymond Burke, un rigorista con las reglas… que ha dedicado gran parte de su vida a estudiar las leyes de la Iglesia y quiere asegurarse de que se cumplan”.
Y agregó que Burke, “cree que este Papa está jugando peligrosamente con la tradición de 2.000 años del cristianismo”.
Lamb, que había entrevistado al cardenal anteriormente, explicó en su artículo que éste “vive en un gran apartamento justo al lado de la gran avenida construida por Mussolini que conduce a la Plaza de San Pedro desde el río Tíber. Es aquí desde donde dirige su operación para promover lo que él llama ‘claridad doctrinal’”.
No se sabe, sin embargo, si Burke continúa viviendo en este apartamento.
La agencia Reuters informa que el cardenal, que durante años no ha desempeñado un cargo importante en el Vaticano, pasa la mayor parte de su tiempo en su estado natal de Wisconsin.
De cualquier forma, como le dijo a la BBC Christopher White, un observador del Vaticano que escribe para el National Catholic Reporter, la medida del Papa de retirarle a Burke sus privilegios, “no tiene precedentes en la era de Francisco”.
“Parece que el Papa percibe a Burke como alguien que fomenta un culto a la personalidad, centrado en el tradicionalismo o ideales regresivos. Esta medida parece dirigida a limitar la influencia de Burke cortando sus vínculos con Roma”, agrega White.
Recuerda que puedes recibir notificaciones de BBC Mundo. Descarga la nueva versión de nuestra app y actívalas para no perderte nuestro mejor contenido.