Rogelio Ramírez de la O, secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), aseguró que con el Presupuesto de Egresos 2025 se busca que México disminuya el déficit adquirido con la deuda que a finales de 2023 el Congreso le autorizó al expresidente Andrés Manuel López Obrador, así como cumplir con la entrega de los programas sociales comprometidos por esta administración.
En entrevista con Joaquín López-Dóriga, en Radio Fórmula, Ramírez de la O detalló que en 2024 el gobierno mexicano cotizó una deuda de 5.9 % de déficit del Producto Interno Bruto (PIB), y para 2025 solo cotizará bonos de crédito por 3.9 %.
“El 5.9 % de déficit del PIB es una cantidad muy alta, bajo todos los parámetros, y sabíamos que tenía que ser por una sola vez. El presidente había creado la evidencia de que era muy conservador con el gasto, no salió a tomar deuda, por ejemplo, ante la emergencia por covid -19”.
“Pero al fin y al cabo el mercado le dispensó ese alto nivel de déficit por esa credibilidad y le pudo financiar ese crédito. La palabra que empeñamos en el Congreso es que eso iba a pasar una sola vez, por eso, en 2025 solo cotizamos una posible deuda de 3.9 % de déficit”, detalló.
El secretario de Hacienda detalló que varios de los proyectos prioritarios de infraestructura a los que se comprometió el expresidente López Obrador estaban planteados para concluirse en 2023 y tener un gasto sostenido, de acuerdo con las proyecciones que se hicieron al inicio del gobierno.
Sin embargo, “múltiples factores” –como las suspensiones judiciales para detener las obras del Tren Maya– provocaron que la conclusión de los proyectos se alargara y se tuviera que gastar más en pagar todo lo que esas obras necesitaron.
“Teníamos una acumulación de proyectos de gasto que se acumularon, entre 2023 y 2024, y hubiéramos querido dejarlos resueltos, pero la obra pública se enfrenta con todo tipo de sorpresas en el camino. Particularmente destaca lo que ocurrió con el Tren Maya, sabíamos que se estaba desfasando la entrega y la parte fuerte del gasto se recorrió hasta 2024”, precisó.
El problema lo tiene ahora la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, pues para garantizar el gasto programable –es decir, todo aquello que el gobierno forzosamente debe gastar, como los programas sociales, el gasto en salud y educación– tendrán que recaudar más y gastar menos en otros rubros.
“La parte menor (del financiamiento gubernamental) viene con mayores ingresos y la parte mayor viene con una reducción de gasto. Para empezar, el presupuesto es realista, nunca pensamos que ese nivel de gasto era sostenible, el mercado nos está dando una tolerancia para tener un déficit alto, por algún tiempo, pero no para siempre”, admitió Ramírez de la O.
El secretario de Hacienda detalló que México no puede descuidar su acceso a crédito, por lo que pagar puntualmente los bonos que comprometió al final del sexenio de López Obrador es una prioridad para el Presupuesto 2025.
“El mercado nos estuvo mostrando, durante 2024, que el gasto estaba muy estirado y tuvimos varias reacciones en el mercado que dijimos ‘el horno no está para bollos’, entonces había que hacer la reducción, es una medida disciplinaria y al mismo tiempo es una nueva administración”, concluyó.